6.05.12

¿Gran Hermano: vía de la nueva evangelización?

A las 12:36 AM, por Tomás de la Torre Lendínez
Categorías : General

 

Fue un mal paso. El religioso Juan Molina entró en Gran Hermano contra la voluntad de sus superiores jerárquicos y tuvo que apechugar con su suspensión a divinis, que le tiene apartado de la comunidad desde que fue expulsado del programa televisivo.

Ahora, el llanero solitario, creador de los amigos más raros para su bazar de los sueños rotos, ha entrevistado a este desorientado sacerdote.

La conversación busca crear un mito, un héroe, un camino de “nueva evangelización” para que todos nos metamos en GH, o nos invéntemos un programa similar en el canal eclesial equis y el escribiente correspondiente se refocile de haber triunfado alguna vez en su vida de plumífero.

Nada más lejos de la realidad. El caso de Juan Molina ha sido una raya en el agua. La nueva evangelización no pasa por los focos de la casa de GH.

En la nueva evangelización se nos pide a los curas que hagamos bien lo que tenemos que hacer cada día: la oración, el rezo del Oficio Divino, la celebración de la Eucaristía, la atención al confesionario, la ayuda de caridad a los más pobres y necesitados, la catequesis parroquial, la visita a los enfermos en sus casas y hospitales, la lectura de temas teológicos y pastorales, las fraternas relaciones con los compañeros del arciprestazgo, la predicación constante de la Palabra de Dios, el oficiar el resto de los demás sacramentos……

En la nueva evangelización se nos pide a los curas que dialoguemos con todo tipo de personas: en la universidad, en los centros de enseñazas medias, en los lugares de trabajo, en los hospitales, en las calles y plazas, con las familias, con los jóvenes y los niños, con los ancianos en los hogares del jubilado….

En la nueva evangelización se nos pide a los curas que llevemos a Cristo en nuestro semblante, en nuestros gestos, en las palabras, en las ideas, en las manos, en el teclado de un ordenador, en la punta fina del bolígrafo, andando por la calle, sentados leyendo o escuchando a alguien, conduciendo un vehículo….

En todo y por todas partes, debemos ser alter Christus, sabiendo que la nueva evangelización solamente la hace el Señor y nosotros somos unos meros instrumentos en sus manos para que esta sociedad secularizada reencuentre sus raíces cristianas y vuelva su rostro a Dios.

Para esto nos sobran los focos de un programa televisivo tan lesivo a la fe como GH. Nuestro programa de vida lo hace la Iglesia de Cristo desde hace más de dos mil años.

Ahora se trata de hacerlo bien conectado con el Señor, único emisor de los valores cristianos que necesita esta materializada sociedad.

Para saber más hagan clic aquí.

Tomás de la Torre Lendínez