5.06.12

El Camino Neocatecumenal y el “vatileaks”

A las 11:40 PM, por Andrés Beltramo
Categorías : El Vaticano, Movimientos Católicos
 

Miércoles 16 de mayo. En el Palacio del Santo Oficio del Vaticano cardenales y obispos miembros de la Congregación para la Doctrina de la Fe (CDF) se reunieron en la “feria cuarta”, la sesión ordinaria de ese organismo de la Santa Sede. Dedicaron parte de la sesión a analizar el delicado asunto de los “lefebrvistas”, la fraternidad sacerdotal cismática que parece encaminada a un regreso a la plena comunión con la Iglesia católica. Entre los periodistas la atención era alta, la noticia se había filtrado. En aquel momento pocos sabían que durante ese mismo encuentro se iba a estudiar otro asunto candente: la fidelidad litúrgica de las misas del Camino Neocatecumenal.

El 20 de enero Benedicto XVI recibió en el Aula Pablo VI a miles de “neocatecumenales” en audiencia. Los días previos había circulado un rumor según el cual el Papa aprobaría, en esa ocasión y definitivamente, su particular forma de celebrar la eucaristía. Los fundadores del Camino, los españoles Francisco José Gómez de Argüello “Kiko” y Carmen Hernández estaban seguros que la aprobación era un hecho, así se los había comunicado el Pontificio Consejo para los Laicos. Pero la realidad fue otra.

En pocos días el Papa mismo intervino y echó para atrás la propuesta autorización. Decidió sí aprobar algunas ceremonias propias de ese movimiento (aunque sus miembros prefieren simplemente llamarle camino), en las cuales no incluyó la celebración eucarística. Por el contrario ordenó a la CDF establecer una comisión interdicasterial para echar luz sobre la conformidad o no de las misas neocatecumenales a la doctrina litúrgica católica.

En el primer encuentro de esa comisión (el 26 de marzo) el parecer de casi todos los expertos fue negativo. Un voto crítico expuesto al detalle en la “feria cuarta” del 16 de mayo y cuyo resultado, muy probablemente, ya se encuentre en el escritorio de Benedicto XVI.

Todo esto viene a cuento del “vatileaks”, la fuga de documentos confidenciales del apartamento pontificio que ha captado la atención de la prensa mundial, porque el pasado domingo el periódico italiano “La Repubblica” difundió un nueva filtración referida precisamente al Camino Neocatecumenal. Se trata de una carta enviada por el cardenal Raymond Leo Burke, prefecto del Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica, al secretario de Estado de la Santa Sede, Tarcisio Bertone.

En la misma, cuyo contenido reproducimos de manera integral más abajo, el purpurado estadounidense expresó su perplejidad por la anunciada aprobación de las misas del Camino y enumeró prácticamente todas las objeciones que –desde hace años- numerosos obispos han expresado al respecto. Inclusive algunos pastores de Japón. Críticas que, en diversas ocasiones, el mismo Kiko y sus seguidores han desmentido. Pero que Benedicto XVI ha tomado en serio. De hecho el Papa leyó la carta y firmó con su característica letra pequeña: “Retorno al Card. Bertone, invitando al Card. Burke de traducir quizás también estas observaciones muy justas a la Congregación del Culto Divino. BXVI 20.I.12”.

14 de enero de 2012

Eminencia reverendísima,

Al regreso de la Solemne Misa celebrada por usted y de la ceremonia en el Palacio de los Tribunales para la inauguración del año judicial del Estado de la Ciudad del Vaticano, he encontrado sobre mi escritorio una invitación formal a una celebración del Santo Padre “en ocasión de la aprobación de la liturgia del Camino Neocatecumenal”, prevista para el 20 de enero p.v. Adjunto una fotocopia de la invitación, estampada con una imagen del Señor a colores en el reverso, que tal vez Vuestra Eminencia ha recibido.

No puedo, como Cardenal y miembro de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, no expresar a Vuestra Eminencia la sorpresa que la invitación me ha causado. No recuerdo haber sentido de una consulta con respecto a la aprobación de una liturgia propia de este movimiento eclesial. He recibido, en los últimos días, de varias personas, incluido un estimado Obispo estadounidense, expresiones de preocupación con respecto a una tal aprobación papal, de la cual ellos habían ya sabido. Tal noticia era para mí puro rumor o especulación. Ahora he descubierto que ellos tenían razón.

Prescindiendo de la cuestión sobre el modo con el cual tal aprobación ha sido preparada para el Santo Padre debo, en conciencia, expresar mis fuertes reservas en sobre las innovaciones que el Camino Neocatecumenal ha introducido en la celebración de la Sagrada Liturgia. Estas innovaciones fueron ya corregidas en 2006 por el Cardenal Francis Arinze, entonces prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, pero debo decir que las correcciones no han tenido algún resultado, al menos en los Estados Unidos.

Las comunidades de este movimiento han continuado a celebrar la Misa con innovaciones significativas, abiertamente contrastantes con la disciplina litúrgica a observar en las parroquias donde ejercen su apostolado.

Sin entrar en un detallado comentario de las innovaciones, expreso mis principales preocupaciones. El lugar preferido para la celebración de la Santa Misa, el modo de disponerse de los miembros durante la celebración y el modo anómalo para la recepción de la Santa Comunión, a mi parecer, exageran gravemente el aspecto de banquete en el Sacrificio Eucarístico y descuidan el ministerio insustituible del sacerdote en la Santa Misa.

En la misma línea, las largas admoniciones dadas por los miembros desde el ambón durante la celebración de la Santa Misa relativizando la proclamación de la Palabra de Dios y la homilía sobre la Palabra de Dios del ministro ordenado. Mientras tales admoniciones podrían tener un lugar apropiado en las celebraciones no-litúrgicas, representa, a mi parecer, una grave distorsión del rito de la Misa.

Finalmente, como fiel conocedor de la enseñanza del Santo Padre sobre la reforma litúrgica que es fundamental para la nueva evangelización, sostengo que la aprobación de tales innovaciones litúrgicas, también después de las correcciones de las mismas de parte del Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, no parece coherente con el magisterio litúrgico del Papa. En modo particular, las innovaciones reflejan una visión antropocéntrica, no teocéntrica, de la acción litúrgica, sobre la cual el Santo Padre ha siempre insistido claramente.

Expreso estos pensamientos con todo el respeto para el juicio del Santo Padre en esta materia. Pero, por la responsabilidad que me corresponde en cuanto Cardenal de ayudar al Papa en el ministerio petrino, he debido expresar mi mente sobre una cosa tan importante para la vida de la Iglesia en su plena y más alta expresión.

Aprovecho de la circunstancia para confirmarme, con sentimientos de deferente obsequio, de la Eminencia Vuestra Reverendísima devotísimo en el Señor.

Raymond Leo Cardenal BURKE
Prefecto del Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica