15 muertos tras un enfrentamiento entre policías y campesinos

Los obispos paraguayos lamentan la masacre de Curuguaty

 

La Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP) emitió un comunicado en el que insta al Estado a proteger la vida y a luchar contra la violencia tras los enfrentamientos a tiros entre policías y campesinos sin tierra. En el documento, dado a conocer a través de la página web de la CEP, los obispos manifiestan su pesar por lo ocurrido en Curuguaty, en el departamento de Canindeyú, donde este viernes un violento desalojo en una hacienda rural ha dejado 15 muertos -6 policías y nueve campesinos- y decenas de heridos. El Presidente Lugo ha cesado a su ministro de Interior.

16/06/12 6:18 AM


 

(Agencias/InfoCatólica) El comunicado de los obispos agrega que «bajo ninguna circunstancia se puede violentar el Estado de Derecho transgrediendo las Leyes de la República, ni mucho menos reaccionar violentamente disparando a matar contra vidas humanas al ser exigidos por la Policía y Fiscalía, como sucedió en este caso, en el cumplimiento de las leyes vigentes en relación a desalojos».

Los prelados exhortan a evitar mayores escaladas de violencia y a ceñirse a los procedimientos enmarcados en las leyes para buscar justicia como corresponde.

Los prelados recuerdan que «el Estado tiene la obligación de proteger la vida y los bienes de los ciudadanos en el marco del estricto respeto a la dignidad de las personas y a las garantías que confieren la Constitución y las leyes».

Asistencia a los familiares

Por su parte, Monseñor Rogelio Livieres, obispo de Alto Paraná (en cuya diócesis está incluida la ciudad de Curuguaty), ordenó a su Vicario General dirigirse a Curuguaty para asistir espiritualmente a los familiares de los fallecidos.

«No sólo es imprescindible poner término a los actos de violencia. También hay que resolver las causas que han producido esta tragedia. Algo que no hicieron ni el Presidente de la República ni el Congreso de la Nación. Me refiero tanto a las graves injusticias sociales que padece nuestro país como a la instrumentalización ideológica y política para crear violencia y desórdenes mayores», señaló Mons. Livieres.

El prelado agregó que los partidismos no deben aprovecharse de la situación para sacar beneficios.

«La situación ya es lo suficientemente funesta como para agravarla por actos o declaraciones que lleven por caminos de inestabilidad institucional política», finalizó.

Cese del Ministro del Interior

Por su parte, el presidente de Paraguay, Fernando Lugo, ha destituido al ministro del Interior, Carlos Filizzola, y al comandante de la Policía, Paulino Rojas, tras el sangriento enfrentamiento entre policías y campesinos. 

El propio Filizzola hizo el anuncio a la prensa tras una reunión de Lugo con su Consejo de Ministros que siguió a los sucesos de la mañana, en los que al menos seis policías y nueve campesinos fallecieron en un operativo de desalojo en el departamento de Canindeyú, en la frontera con Brasil.

El funcionario saliente, médico de profesión, compareció ante la prensa junto al ministro de Educación, Víctor Ríos, quien confirmó que el Gobierno anunciará el sábado los nuevos titulares de la cartera de Interior y de la Policía.