Diócesis
02 de agosto del 2012

“Es un contrasentido que un diagnóstico médico se convierta en una sentencia de muerte”. Munilla lanza un alegato de defensa de los niños con Síndrome de Down

Monseñor Munilla ha escrito una carta mostrando su apoyo por la vida y por ende a los niños con Síndrome de Down. Asegura que es un "contrasentido que un diagnóstico médico se convierta en una sentencia de muerte". Todo esto cuando el ministro de Justicia, Gallardón va a modificar la ley del aborto eliminando el aborto eugenésico, es decir, por malformación en el feto.


 

El obispo de San Sebastián, Monseñor Munilla ha escrito una carta en la que expone detalladamente su posición respecto a la reforma de ley que ha propuesto cambiar el ministro de Justicia en la que se eliminaría el aborto eugenésico.

Munilla hace saber en esta misiva que es un error propio de nuestra cultura a la situación que hemos llegado. Pone como ejemplo un caso que se dio y se hizo público en Milán a finales de verano. Se trata de una mujer embarazada de de tres meses, esperaba gemelos. Tras hacerse la prueba de la amniocentesis, se le comunica que uno de los gemelos que espera tiene el síndrome de Down. Ella solicita el aborto selectivo. "En el momento de la intervención los fetos se intercambian su posición y la doctora elimina por equivocación al "sano", dejando vivo al que quería matar". Al comprobarse el error tras varios análisis, la madre decide acabar también con la vida del hijo que quedaba vivo en su seno.

Este caso, lo cuenta monseñor Munilla para poner de relevancia una cuestión de fondo que escribe en forma de reflexión: "El problema moral está en el endiosamiento de nuestro deseo. Perseguimos una realidad a medida de nuestros planes, y cuando las expectativas no se cumplen, somos capaces de autoerigirnos en dueños de la vida del prójimo, sin detenernos ante nada. Esta es la inquisición contemporánea: ¡nuestra santa voluntad!: Si un niño es deseado, hoy en día podemos llegar a mimarlo hasta hacer de él nuestro tirano; y si no fuera deseado, procederemos a eliminarlo sin miramientos. Soy consciente de la dureza de estas palabras, pero estaría falseando la realidad si cayese en la tentación de dulcificarlas".

Monseñor Munilla pone de relieve una vez más la defensa de la dignidad de los niños con Síndrome de Down. "¿Quién sería capaz de mirar a los ojos de estos niños y negarles su dignidad? ¿Quién se siente con derecho a definir y a establecer el concepto de "normalidad", más allá del cual el derecho a la vida quedará sin protección?".