Benedicto XVI está trabajando en una nueva Encíclica, lo dijo ayer el cardenal secretario de Estado Tarcisio Bertone tras celebrar la Santa Misa en la Iglesia parroquial de Introd, localidad en el Valle de Aosta, donde está transcurriendo un período de reposo. Según destacó el purpurado Benedicto XVI concluyó su tercer volumen dedicado a Jesús de Nazaret y los Evangelios de la infancia que -a su parecer- será un gran regalo para el Año de la Fe; y después de ésta publicación es muy probable que salga a la luz una nueva Encíclica, la cuarta de su pontificado.
Las declaraciones fueron hechas al finalizar la Misa celebrada en
la parroquia de aquella localidad de montaña. En su homilía,
dedicada a la memoria litúrgica de San Eusebio de Vercelli, el
purpurado señaló que la tarea de quien gobierna con sentido de
responsabilidad, a diferencia del mercenario que desempeña un
oficio, es la de asumir la defensa de los débiles, de los
necesitados, y según la imagen del Buen Pastor, la de hacer
resplandecer la realeza de Cristo. Añadió que la obra de
evangelización de San Eusebio lo llevó a realizar viajes durísimos
hasta afrontar peligros, incomprensiones y persecuciones por parte
de sus enemigos, y todo esto para llevar el Evangelio y la salvación
de Cristo por todas partes.
Sobre el próximo sínodo sobre la nueva evangelización, subrayó que
cuando se habla de nueva evangelización, se hace necesario saber
reconocer en esta expresión toda la carga de confianza que Dios nos
da hoy en día cuando nos quiere anunciadores del Evangelio entre
nuestra gente. “El Señor tiene necesidad hoy de nuestro corazón, de
nuestra mente y de nuestras fuerzas para que el proyecto de vida por
él anunciado pueda tener la fuerza atractiva de nuestro mundo vital,
diferenciado y complejo, en el que se hace necesario saber hacer
concretamente visible la fuerza de la esperanza cristiana”. En cada
ámbito social –puntualizó- en el trabajo, el matrimonio y la
familia, como en todas los círculos de amistosos y de compromiso
social; cada uno es verdaderamente insustituible para una
ramificación del testimonio de fe.
Sobre la celebración del Año de la Fe, que iniciará en el contexto conmemorativo de los 50 años de la apertura del Concilio Ecuménico Vaticano II, el cardenal secretario de Estado Tarcisio Bertone destacó que será un lapso importante si se piensa en la necesidad que persisten en nuestro tiempo de servir a la causa del hombre que “no sabe a dónde ir y no logra ni siquiera comprender quién sea él mismo”, puntualizó citando las palabras de Benedicto XVI.