4.08.12

A la cárcel con esos ultras fanáticos

A las 10:09 AM, por Luis Fernando
Categorías : Actualidad, Sociedad siglo XXI

 

No puede ser. Es intolerable. Ser español y del Opus Dei, o de otras pseudosectas integristas que defienden los principios no negociables planteados por su cabecilla, ese señor alemán que vive en el Vaticano, debería ser incompatible con la condición de concejal, alcalde, diputado o ministro. La democracia debe defenderse de esa chusma fundamentalista que pretende que la vida, y no el aborto, es un derecho, que el matrimonio es la unión de un hombre y una mujer y que además son los padres, y no el Estado, quienes deciden en qué tipos de valores quieren que se eduquen sus hijos.

Con gentuza que piensa así no vamos a ningún lado. Por tanto, hagamos una ley que les saque fuera de las instituciones. Y luego hagamos otra por la que les quitemos la custodia de sus hijos. Y si aun así insiste en seguir siendo fanáticos, cerremos sus templos, encarcelemos a sus líderes y creemos guetos en los que meterlos a todos para que no contaminen al resto de la sociedad.

¿Exagero? Pues no crean ustedes. El secretario general de los socialistas madrileños acaba de proponer «elevar a rango de ley que personas que pertenezcan a pseudosectas como el Opus Dei no puedan ocupar responsabilidades públicas». La izquierda española vuelve a demostrar que odia a la Iglesia. Especialmente a quien desde dentro de ella osa plantar cara a la cultura de la muerte que con tanto éxito ha impuesto en este país.

Afirmar que Tomás Gómez es un fascista probablemente sería ser injusto con el fascismo, pero como esa palabrita es la que más le gusta a los señores de izquierda cuando alguien osa plantarles cara ideológicamente, pues que se apliquen el cuento. Por tanto, Tomás Gómez es un fascista. De hecho, quien propone que se debe impedir a los católicos ocupar responsabilidades públicas debería de ser echado a patadas -no físicas- de la vida pública. Ese sujeto es una amenaza para la convivencia democrática de este país. Y si su partido se lo consiente, se convierte en cómplice de su discurso facistoide.

Si el PSOE quiere seguir ese camino, debería de echar un vistazo atrás en la historia y ver a qué nos llevaron los padres ideológicos de don José Tomás. Por decreto de 23 de enero de 1932, la Segunda República Española disuelve la compañía de Jesús e incauta sus bienes. Ahora quieren echar a los miembros del Opus Dei -y supongo que de CyL, Camino neocatecumenal, RCC, etc- de la vida pública. Si empezamos a ver algún tipo de actividad violenta contra la Iglesia, ya sabemos dónde están sus ideólogos.

Luis Fernando Pérez Bustamante