Réplica de Enrique Jaureguízar a Juan Masiá

«Si ese jesuita no sabe cuándo comienza la vida humana, ya se lo digo yo: comienza en el instante mismo de la concepción»

 

El presidente de Médicos por la Vida, Enrique Jaureguizar, criticó al sacerdote jesuita español Juan Masiá Clavel por decir en el diario El País que «el aborto de un anencéfalo no es el aborto de un ser humano», y le recordó que la ciencia y la Iglesia coinciden en que la vida humana comienza en el momento de la concepción.

06/08/12 10:35 PM


(ACI) El presidente de Médicos por la Vida, Enrique Jaureguizar, criticó al sacerdote jesuita español Juan Masiá Clavel por decir que “el aborto de un anencéfalo no es el aborto de un ser humano”, y le recordó que toda vida humana es sagrada desde la concepción, ya que en ese momento se le infunde el alma.

En declaraciones recogidas por Hazteoir.org, el médico se refirió a la columna que el jesuita publicó en el diario El País el 30 de julio y donde afirmó que “el aborto de un anencéfalo no es el aborto de un ser humano”, en medio del debate generado por el anuncio del Gobierno de eliminar la malformación del feto como causal de aborto.

“Un feto con una malformación incompatible con la vida extrauterina (supongamos el caso de una agenesia renal irremediable), no podrá llegar a realizar acción humana, porque no sobrevivirá. Es asemejable al ejemplo anterior”, afirmó también el P. Masiá Clavel, profesor de Bioética en la Universidad católica Sophia, de Tokio (Japón).

Ante esto, el médico le recordó al sacerdote que la ciencia y la Iglesia coinciden en que la vida humana comienza en el momento de la concepción” y por tanto “cualquier ser humano es igual de digno y garante del derecho a la vida que cualquier persona. Aunque le falte un brazo o las cuatro extremidades. Al igual que una persona que tenga un coma y dependa de un respirador, no se puede desconectar así como así”.

Incluso, le recordó que la doctrina de la Iglesia enseña que al cigoto “en el momento de su fecundación se le infunde el alma, con lo que esa vida pasa a ser sagrada y acabar con esa vida voluntariamente es un pecado mortal que no puede ser perdonado a través de un sacerdote normal”.

“Si ese ‘jesuita’, que espero que no de demasiadas clases de ética porque confundirá a mucha gente, no sabe cuándo comienza la vida humana ya se lo digo yo, y no porque yo opine así sino porque así lo dice la Iglesia, la comunidad médica y científica internacional y la Declaración de Madrid de más de 2.000 científicos, filósofos, catedráticos: La vida comienza en el mismo instante de la concepción”, reafirmó el presidente de Médicos por la Vida.