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El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 17 de agosto de 2012

Santa Sede

Pésame de Benedicto XVI por la muerte del patriarca de la Iglesia ortodoxa de Etiopía
S.S. Abuna Paulos murió ayer, en Addis Abeba, a los 76 años

Mundo

"Dios fortifica a cada bautizado, católico u ortodoxo"
Discurso del presidente de la Conferencia Episcopal polaca, en el primer encuentro con el patriarca de Moscú y de toda Rusia

¡Yo permanezco en Aleppo!
Dramático llamado del obispo ortodoxo en la ciudad siria

Peregrinación en Tierra Santa: El Camino de Jesús
El Instituto Pontificio Notre Dame de Jerusalén ofrece un recorrido de tres días

El arzobispo nigeriano Onaiyekan, Premio de la Paz de Pax Christi International 2012
Por su promoción de la justicia, la paz y el diálogo interreligioso

Argentina: piden retirar la alimentación a un enfermo en estado vegetativo
Comunicado del obispo de Neuquén a favor de respetar la vida de Marcelo

España: Primeras adhesiones internacionales a la Marcha por la Vida del 7 de octubre
Asistirán organizaciones provida de todo el mundo

Comentario al Evangelio

Pan y vino de vida eterna
Comentario al evangelio del Domingo 20° del T.O./B


Santa Sede


Pésame de Benedicto XVI por la muerte del patriarca de la Iglesia ortodoxa de Etiopía
S.S. Abuna Paulos murió ayer, en Addis Abeba, a los 76 años
CIUDAD DEL VATICANO, viernes 17 agosto 2012 (ZENIT.org).- Al conocer la noticia de la muerte de su santidad Abuna Paulos, patriarca de la Iglesia ortodoxa Tewahedo de Etiopía, el santo padre Benedicto XVI ha expresado su pésame al Santo Sínodo con un telegrama.

Gran promotor del diálogo ecuménico, el patriarca falleció ayer, 16 de agosto, en Addis Abeba, a los 76 años.

Ofrecemos el texto del telegrama del papa.

*****

Habiendo tenido noticia con tristeza del fallecimiento de su santidad Abuna Paulos, patriarca de la Iglesia ortodoxa Tewahedo de Etiopía, deseo expresar mis afectuosas condolencias a los miembros del Santo Sínodo, al clero, a los religiosos y a los fieles del Patriarcado.

Recuerdo todavía con satisfacción sus visitas al Vaticano y en especial la aportación que hizo a la Segunda Asamblea especial para África del Sínodo de los Obispos del 6 de octubre de 2009, y las importantes observaciones hechas en aquella ocasión.

Le estoy también agradecido por su firme empeño en promover una mayor unidad a través del diálogo y la cooperación entre la Iglesia ortodoxa Tewahedo de Etiopía y la Iglesia católica.

Como el Patriarcado está de luto por la muerte de su santidad, aseguro de corazón mi oración por el reposo de su alma, y por todos aquellos que lloran su desaparición.

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Mundo


"Dios fortifica a cada bautizado, católico u ortodoxo"
Discurso del presidente de la Conferencia Episcopal polaca, en el primer encuentro con el patriarca de Moscú y de toda Rusia
Por Mariusz Frukacz

VARSOVIA, viernes 17 agosto 2012 (ZENIT.org).- “Las Iglesias y las naciones necesitan 'maestros' que prediquen y vivan según la verdad libre de la coloración ideológica. Necesitan la verdad del Evangelio predicada con amor. El primer Maestro de la Iglesia es Jesucristo, que no ha evitado presentar algunos interrogantes difíciles. Los tiempos actuales exigen valientes testigos y profetas que ven las amenazas y llevan al mundo la potencia de Dios, mostrando la salvación de la conversión en Cristo, único Salvador del hombre”.

Ha sido este el núcleo del discurso del arzobispo Jozef Michalik, presidente de de la Conferencia Episcopal polaca, dirigido al Patriarca de Moscú y de toda Rusia, Kirill I, durante la reunión de las jerarquías de la Iglesia católica en Polonia y de la Iglesia ortodoxa, que tuvo lugar ayer, 16 de agosto, en la sede del Secretariado del Episcopado polaco en Varsovia.

En una visita de cuatro días a Varsovia, el patriarca Kirill I firmó hoy con el arzobispo Michalik un mensaje común a los pueblos polaco y ruso. Un hecho sin precedentes. Nunca antes ha existido un documento común de las Iglesias ortodoxa y católica.

“Si hoy el patriarca de la Iglesia ortodoxa rusa –añadió el arzobispo- la gran Iglesia de más de mil años de historia, de los grandes santos y de los mártires, quieres junto con la Iglesia católica en Polonia, dirigir un mensaje pastoral a los fieles de ambas Iglesias y a todas las personas de buena voluntad, este paso se convierte en un gran testimonio de fe”.

Este, prosiguió, “No es sólo un gesto, sino una preocupación común para el mundo en el que vivimos, para confirmar la fidelidad al Evangelio y a la ética, es decir a la vida de fe según la ley de Cristo”.

El presidente de la Conferencia Episcopal polaca subrayó que la Iglesia ortodoxa en Rusia es “fiel a su predicación del Evangelio de Cristo, ama a su pueblo y lo defiende con valor del peligro de la modernidad mal entendida, del progreso liberal” y de todas aquellas situaciones “donde falta la sensibilidad de la presencia de Dios”.

Monseñor Michalik ha querido recordar que “los obispos de la Iglesia católica en Polonia están tratando honestamente de discernir los signos de los tiempos, y con toda la devoción se esfuerzan en satisfacer las recomendaciones del Magisterio pontificio, que se reflejan en la preocupación actual por la nueva evangelización”.

Afirmó también: “Amando a nuestra Iglesia, amamos la relación existencial con la nación, la patria y Europa. Y en el espíritu de responsabilidad por el alma de una nación, damos vida a una nueva era que ofrece la posibilidad de encontrar, hoy, nuevas motivaciones para reafirmar nuestras raíces cristianas y confirma que la fuente de nuestra dignidad y de nuestro poder está en la potencia de Dios, que nos ha dado a su Hijo y Salvador, y fortifica a todos los bautizados, católicos y ortodoxos, con el don del Espíritu Santo”.

“Qué alegría –exclamó para concluir el prelado- que hoy podamos orar juntos a Jesucristo, que nos asegura su presencia, donde dos o tres están reunidos en su nombre” (cfr Mt 18, 20). Con un augurio final: “Que podamos desarrollar esta oración por toda la humanidad junto con María Madre de Dios, y que esta unión con Cristo en la oración sea una fuente de esperanza para completar nuestras tareas”.

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¡Yo permanezco en Aleppo!
Dramático llamado del obispo ortodoxo en la ciudad siria
Por José Antonio Varela Vidal

ROMA, Viernes 17 agosto 2012 (ZENIT.org).- Agradecido por todas los mensajes de consuelo y solidaridad recibidos, el metropolita ortodoxo de Aleppo en Siria, Mar Gregorios Yohanna Abraham, ha ratificado su voluntad de permanecer al lado de la población --bombardeada en la actualidad por ambos frentes--, dado que “ese es uno de los deberes de un pastor”, según sus propias palabras.

A través de un reciente comunicado, el obispo narra los horrores de este conflicto interno en el país árabe, que a la fecha alcanza la dolorosa cifra de 30.000 muertos y cerca de 200.000 heridos, en más de 15 meses de ataques y contraofensivas. Por ello, la falta de voluntad de ambas partes por detener las acciones ha desalentado en las últimas horas a los organismos internacionales, en sus esfuerzos por la paz.

A esto habría que sumar el número de desplazados internos, que según la ONU serían aproximadamente 2,5 millones, algunos de los cuales ya han ingresado en países limítrofes como el Líbano en un número no menor de 40.000 personas. De estos, muchos son cristianos que se refugian ante una pronosticada guerra de religiones, donde solo serían víctimas del odio hacia su fe.

Panorama devastador

En su comunicación, Mar Gregorios explica el momento que le toca vivir a un pueblo que está dividido entre los que apoyan las operaciones armadas del gobierno, y otros que se identifican con las acciones del grupo rebelde autodenominado “Ejército Libre de Siria”.

El alto prelado se pregunta si “la escasez de combustibles, electricidad, agua, pan y transporte, además de la parálisis de los mercados y el desempleo, ¿eran los privilegios y los productos de la primavera árabe en Siria?” También se lamenta de la falta de seguridad y el caos reinante, que junto con una intromisión en la vida y en la propiedad privada, se han convertido “en el orden del día”, según su dramática narración.

Advierte también que se extiende un fenómeno sin precedentes en Siria, como es el secuestro de personas a plena luz del día, cuya suerte depende de lo que se negocie con los secuestradores para su rescate –vivos o muertos.

Creer contra toda esperanza

“Ya no podemos disfrutar de nuestra convivencia pacífica, de la que se podía estar orgullosos”, es la sentencia del obispo, quien agradece por la cercanía y el consuelo recibido del mundo entero. Son evidentes la tristeza y el temor en sus palabras, aunque mantiene un cierto optimismo basado en la esperanza de que la paz es un don, fruto del diálogo y la justicia.

Por eso, como líder de la iglesia ortodoxa local, ha pedido oraciones por una salida pacífica de la crisis que traiga seguridad y estabilidad al país, a fin de que Siria sea “un lugar para todos los sirios, independientemente de sus antecedentes religiosos, culturales, lingüísticos o étnicos”, auguró.

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Peregrinación en Tierra Santa: El Camino de Jesús
El Instituto Pontificio Notre Dame de Jerusalén ofrece un recorrido de tres días
Por Thácio Siqueira 

JERUSALÉN, viernes 17 agosto 2012 (ZENIT.org).- La tierra de Jesús es visitada cada año por muchísimos peregrinos, quienes encuentran en los lugares santos una inspiración para sus vidas. Son espacios que admiran por su simplicidad y también por la estrechez en que quiso nacer, y donde eligió vivir el Redentor de la humanidad.

Y a pesar de que diversos factores ampliamente conocidos no traen aún la paz a Jerusalén, la Iglesia católica, a través de sus instituciones, trabaja para que la visita del peregrino a Tierra Santa sea una verdadera fuente de renovación y pueda, dos mil años después, seguir atrayendo al creyente de a pie. ZENIT entrevistó al padre Arturo Díaz LC, quien trabaja en el Instituto Pontificio Notre Dame de Jerusalén, el cual ofrece un itinerario histórico-espiritual de tres días a los peregrinos: desde Nazaret a Cafarnaúm, el “Camino de Jesús”… 

Usted vive en Tierra Santa, es español y atiende a los peregrinos de todo el mundo en varios idiomas... ¿Cómo es eso? 

--P. Díaz: Vivo en Jerusalén desde hace dos años. Trabajo en el Pontificio Instituto Notre Dame de Jerusalén, cuyo fin principal es atender a los peregrinos y a las peregrinaciones que vienen a Tierra Santa. Fui ordenado por el papa Juan Pablo II hace 21 años. En este tiempo he desarrollado mi ministerio sacerdotal en países como Italia, Brasil, Argentina, México, España y ahora en Israel. Toda una riqueza humana, espiritual y eclesial.

Viendo el video "Camino de Jesús", uno se queda con muchas ganas de hacer esta peregrinación... ¿Qué transformación puede tener una persona que lo recorre?

--P. Díaz: La mejor respuesta estaría en que hicieran la experiencia del Camino de Jesús. Poniéndolo en palabras, es revivir la apasionante invitación de Jesús a seguirlo. En este caso, ir tras sus huellas, recorrer sus caminos, contemplar sus paisajes, encontrar a su gente. Todo esto, sin duda, comporta una experiencia única, transformante. Te hace revivir el evangelio. Te adentra en la figura de Cristo. En una palabra: te hace ser más cristiano.

¿Qué lugares se visitan en este camino de Jesús?

--P. Díaz: Los lugares por lo que se transita, se visita y en algunos se pernocta, son: Nazaret, Séforis (ciudad a la que probablemente José y Jesús iban a trabajar), Caná, Cuernos de Hattin (lugar en que los cruzados perdieron contra los musulmanes en 1187), Valle de las Palomas, Magdala (ciudad de María Magdalena), Tabgha (ribera que conmemora la multiplicación de los panes y los peces), Cafarnaúm. Como pueden ver son muchos los lugares y todos muy interesantes.

¿Por qué este nombre: “Camino de Jesús”, para el recorrido que se propone a los peregrinos?

--P. Díaz: Cuando llegué a trabajar a estas tierras, hace dos años, venía imbuido del Camino de Santiago en España. Lo hice cuatro veces y percibí todo el bien que hacía a los peregrinos. Esta convicción me llevó a ver la manera en que se podría crear y transitar por los caminos de Jesús. No era fácil, porque estos caminos se han ido perdiendo en el tiempo, y por la historia de guerra y destrucción que ha asolado a esta tierra en estos dos mil años. Hablando con franciscanos, arqueólogos, personas nativas y entendidas, me aconsejaron hacer el Camino por la zona de Galilea: de Nazaret a Cafarnaúm, que es el recorrido que actualmente proponemos. El nombre surge de recorrer esos caminos por los que Jesús transitó.

¿Cuántos días de recorrido? Hay momentos de oración, de reflexión, de celebración de los sacramentos, ¿no?

--P. Díaz: Sucede como en el Camino de Santiago, los días de recorrido dependen del grupo y del tiempo que se disponga. Nuestra propuesta base es de tres días. Lógicamente hay momentos de oración, reflexión y sacramentos. De estos momentos destacaría: las misas en Nazaret (la casa de María), Caná (renovación del sacramento del matrimonio, compromiso de los novios), Magdala (junto a la ribera del Lago de Galilea). Además de momentos de reflexión evangélica en el lugar, y la recreación espiritual que supone la contemplación de los lugares transitados por Jesús.

¿Cómo entrar en contacto? ¿En qué lenguas se atiende?

--P. Díaz:Me pueden encontrar en Notre Dame de Jerusalén. Atiendo de manera especial a los de lengua española y siempre serán bienvenidos los de lengua portuguesa. En lo personal, Brasil guarda para mí muy buenos recuerdos, me tocó trabajar cuatro años en la PUC de Porto Alegre con los gauchos, ¡algo inolvidable!

El video “Caminos de Jesús” en: www.youtube.com/watch?v=u84S50ICle0&feature=email.

Para más información: adiaz.notredame@gmail.com

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El arzobispo nigeriano Onaiyekan, Premio de la Paz de Pax Christi International 2012
Por su promoción de la justicia, la paz y el diálogo interreligioso
ROMA, viernes 17 agosto 2012 (ZENIT.org).- El arzobispo John Onaiyekan, laureado con el Premio de la Paz 2012 de Pax Christi International, será homenajeado en Mechelen/Bruselas, Bélgica, el miércoles 31 de octubre de 2012, por sus esfuerzos para promover el entendimiento entre pueblos de diferentes creencias, a través del dialogo, en África y, en particular, en su país, Nigeria.

“Los infatigables y persistentes esfuerzos del arzobispo Dr. John Onaiyekan para promover la justicia, la paz y el dialogo interreligioso acompañado de la acción, lo hicieron merecedor del Premio Internacional de la Paz 2012 de Pax Christi International”, informa esta organización.

Como se sabe, Nigeria ha sido escenario reciente de numerosos ataques a comunidades cristianas por parte del grupo terrorista islámico Boko Haram, autor de hechos de violencia que sólo en el último año provocaron más de mil seiscientos muertos en el país.

Pax Christi International precisa que el trabajo de Monseñor Onaiyekan “en Nigeria y en otros países africanos en su calidad de arzobispo católico de Abuja, Codirector del Consejo Africano de Líderes Religiosos – Religiones para la Paz (ACRL-RfP), y Codirector inmediatamente anterior del Consejo Inter Religioso de Nigeria (NIREC), contribuyeron en gran medida a la causa de la paz”. 

Desde 1994, John Olorunfemi Onaiyekan ha sido el arzobispo católico de Abuja.

Los copresidentes de Pax Christi International, Marie Dennis (EE.UU) y el obispo de Rustenburg, Sudáfrica, monseñor Kevin Dowling, exaltaron el papel tan importante que ha desarrollado el arzobispo Onaiyekan para construir puentes entre cristianos y musulmanes en Nigeria y otros países.

Pax Christi International ofrece cada año un premio a la paz a una figura contemporánea que este trabajando contra la violencia y la injusticia. “Para Pax Christi International constituye un deber honrar a hombres y mujeres que se levantan por la paz, la justicia y la no violencia en diferentes partes del mundo·, afirma la organización.

En el sitio web de Pax Christi International, http://www.paxchristi.net/international/spa/about_cont.php?wat=awards, se puede leer más información acerca del Premio Anual por la Paz de Pax Christi International.

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Argentina: piden retirar la alimentación a un enfermo en estado vegetativo
Comunicado del obispo de Neuquén a favor de respetar la vida de Marcelo
NEUQUÉN, viernes 17 agosto 2012 (ZENIT.org).- “Estamos frente al misterio de la vida de un hermano de la que no puede ser dueño ni administrador absoluto una tercera persona”, expresa en un comunicado el obispo de Neuquén, monseñor Virginio Domingo Bressanelli, quien es, además, vicepresidente de la Conferencia Episcopal Argentina. Se refiere al caso de Marcelo Díez, en estado vegetativo desde hace 17 años para el que el fiscal ha pedido “muerte digna” a instancias de los familiares que solicitaron que no le realicen tratamientos y le retiren la alimentación.

Marcelo Diez, un hombre joven (45 años), sufrió en 1994 un accidente de tráfico yendo en moto. Lo internaron en el hospital de Neuquén con politraumatismos, pero una infección intrahospitalaria le afectó el cerebro y lo sumergió en un estado vegetativo persistente en el que se halla desde hace 17 años.

Actualmente está internado en la Casa de Salud de LUNCEC (Lucha Neuquina contra el Cáncer), de la ciudad de Neuquén, donde se lo asiste asegurándole, dentro de este doloroso cuadro, el cuidado básico y ordinario que le garantiza en la medida de lo posible su calidad de vida.

Hace unos meses sus hermanas pidieron que no le realicen tratamientos y le retiren la alimentación pero la justicia no lo permitió.

Ahora, con la sanción de la ley denominada de “muerte digna”, el fiscal José Gerez argumentó que la normativa brinda un marco legal que ampara en la toma de decisiones a los médicos y los familiares de las personas que se encuentran en estado de salud irreversible, y como la ley está vigente, merece ser cumplida, por lo que pidió “muerte digna” para el joven Marcelo Díez.

En relación a este caso, el obispo de Neuquén, monseñor Virginio D. Bressanelli SCJ dio a conocer este 15 de agosto un comunicado titulado “Derecho a una asistencia básica” cuyo texto reproducimos a continuación:

“Frente a lo mucho que se dice, se escribe y se debate acerca de Marcelo Diez, siendo que hay quienes, sosteniendo distintas posturas, han recurrido incluso a la Doctrina de la Iglesia, es mi deber comunicar a la Comunidad Cristiana y a los habitantes de Neuquén lo que me compete desde mi servicio pastoral y desde mi conocimiento del caso.

Dentro de un estado de inconciencia persistente, Marcelo goza de una salud física estable. No está conectado a nada. No es un enfermo terminal. No está sometido a terapia alguna, por lo tanto no se practica sobre él un ensañamiento terapéutico que le prolongue artificialmente la vida. No manifiesta tampoco estar sometido a algún dolor físico, psicológico o espiritual.

Presenta reacciones mínimas. No se sabe si oye o que grado de conciencia tenga de sí mismo y de la realidad circundante. Configura, más bien, un cuadro de alta discapacidad. Todo esto nos ubica frente al misterio de la vida de un hermano de la que no puede ser dueño ni administrador absoluto una tercera persona.

A Marcelo se le garantiza solamente alimentación e  hidratación enteral, y el confort básico que le asegure, dentro de su cuadro, la calidad de vida digna que merece todo ser humano (higiene, afecto, atención espiritual). No vive postrado en cama; cada día se lo levanta, se lo pone en silla de ruedas, se lo hace participar de los espacios comunitarios, se le habla, se le pasa música. Sus reacciones se leen en su rostro, que se ilumina al escuchar música, o que manifiesta cansancio cuando algo lo aturde.

No se le brinda ningún medio desproporcionado o extraordinario, sino solo lo básico que se brinda a cualquier persona que sufre una discapacidad que le impida autosatisfacer las propias necesidades.

Desde el punto de vista humano es una vida que hemos de respetar, cuidar y sostener hasta que su estado se revierta, como esperaban sus padres, o hasta que su curso se cierre naturalmente.

Quitarle las atenciones que hoy se le brindan lo condenaría a una muerte atroz. Eso configuraría una eutanasia por omisión y un delito por abandono de persona.

No podemos negar que se trata de una situación delicada y compleja. Tampoco podemos desconocer el sufrimiento de las personas que lo quieren y que apuestan a su recuperación. Nos sentirnos solidarios con ellos. Estamos sin embargo frente al desafío de tener que aceptar con valentía nuestras limitaciones, y de seguir apostando por una vida de la que no somos dueños ni administradores absolutos.  Es una de las tantas vidas que reclama la entrega generosa de personas que la cuiden y de una sociedad que la respete.

Como hombres y mujeres que amamos la vida y que creemos en el Dios de la vida, debemos reconocer que este es un misterio que nos sobrepasa. Hay situaciones que no podemos manejar, ni en las que podemos aportar soluciones o mejoras significativas. En esos casos nos queda algo que califica y dignifica a todos: redoblar nuestra capacidad de amor, resignar con humildad nuestro afán de omnipotencia y brindar al hermano necesitado lo que esté a nuestro alcance, confiando en Dios Padre providente que, aún en estos casos, está realizando un designio de amor para el bien de muchos”. 

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España: Primeras adhesiones internacionales a la Marcha por la Vida del 7 de octubre
Asistirán organizaciones provida de todo el mundo
MADRID, viernes 17 agosto 2012 (ZENIT.org).- La Marcha Internacional por la Vida del próximo 7 de octubre, en Madrid y en otras 60 ciudades de España, ha comenzado a recibir adhesiones del movimiento mundial provida a la lista de convocantes.

La Marcha se celebrará con el lema “Por el derecho a vivir, aborto cero”, en pleno debate en la sociedad española por la reforma de la ley del aborto y coincidiendo con la celebración del Día Internacional contra la pena de muerte.

Serán más de cien ONG españolas e internacionales las que llamarán a una multitudinaria manifestación el próximo domingo 7 de octubre en Madrid, a las 12 de la mañana, con delegaciones llegadas de todo el mundo, así como marchas simultáneas en más de sesenta ciudades españolas y concentraciones testimoniales ante consulados y embajadas de España en el mundo.

Las mayores ONG provida y profamilia de Europa, Estados Unidos, Iberoamérica, Rusia y Australia "se volcarán con España el próximo 7 de octubre, conscientes de que la reforma de la ley del aborto es una encrucijada para la causa del derecho a la vida, que es global y se libra en todas las sociedades", dijo Gádor Joya, portavoz de Derecho a Vivir, la organización española que impulsa la convocatoria del próximo 7 de octubre.

Population Research Institute, Focus on the Family y Crossroads (Estados Unidos), Endeavour Forum (Australia), Real Women of Canadá, Alive to the World UK (Reino Unido), Demographic Research Institute (Rusia), la fundación Novae Terrae presidida por el parlamentario de la Asamblea del Consejo de Europa, Luca Volonté, World Congress of Families y la Federación Pro Europa Christiana son las primeras adhesiones internacionales a la lista de convocantes de la Marcha Internacional por la Vida.

La manifestación de Madrid se propone reunir a una de las mayores multitudes que se hayan concentrado en Europa a favor de los derechos humanos. El evento en la capital recibirá a delegaciones de diferentes países y dará la palabra en el acto de fin de fiesta a líderes de las ONG más representativas e influyentes del movimiento internacional a favor del derecho a la vida. Simultáneamente, en más de sesenta ciudades españolas se celebrarán marchas y concentraciones para pedir al Gobierno que derogue la llamada Ley Aído y presente una ley de aborto cero.

Coincidiendo con la llegada del proyecto de reforma al Congreso, prevista para el próximo otoño, Derecho a Vivir presentará en la Cámara un millón de firmas de ciudadanos que apoyan la petición Aborto Cero, de una nueva ley que proteja el derecho a la vida, reconozca y apoye la maternidad.

Para saber más: www.derechoavivir.org.

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Comentario al Evangelio


Pan y vino de vida eterna
Comentario al evangelio del Domingo 20° del T.O./B
ROMA, viernes 17 agosto 2012 (ZENIT.org).-Ofrecemos el comentario al evangelio del domingo por el padre Jesús Álvarez, paulino.

*****

Jesús Álvarez, SSP

Jesús dijo a los judíos: «Yo soy el pan vivo bajado del cielo. Si uno come de este pan vivirá para siempre; y el pan que yo les voy a dar, es mi carne por la vida del mundo». Discutían entre sí los judíos y decían: «¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?». Jesús les dijo: «En verdad, en verdad les digo: si no comen la carne del Hijo del hombre, y no beben su sangre, no tienen vida en ustedes. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día. Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo en él. Lo mismo que el Padre, que vive, me ha enviado y yo vivo por el Padre, también el que me coma vivirá por mí. Éste es el pan bajado del cielo; no como el que comieron sus padres, y murieron; el que coma este pan vivirá para siempre.»” (Juan 6, 51-59).

Las palabras de Jesús sobre el Pan de Vida eterna resultan inaceptables para la mayoría de sus oyentes. Por eso lo abandonan, menos los Doce. Y Jesús los interpela también a ellos, poniéndolos con firmeza ante la alternativa de creerle o de irse.

Mientras Jesús hace curaciones, multiplica y reparte alimentos, todos lo admiran y quieren estar a su lado. Pero aceptar la oferta del Pan espiritual de Vida eterna, que vale infinitamente más, compromete sus seguridades, sus costumbres y su misma religión de ritos externos, sin compromiso de vida.

¿Han cambiado las cosas? ¡Cuántas veces se comulga la hostia!, pero no se comulga con Cristo Resucitado presente en la hostia, en su Palabra, en el prójimo, en la vida cotidiana, en el hogar, en el sufrimiento, en las alegrías, en el trabajo, e incluso en la oración.

Así Jesús resulta un “don nadie”, excluido de la vida… Y entonces no se pueden cumplir sus promesas: “Quien coma de este pan, vivirá para siempre”,Quien come mi carne y bebe mi sangre, vive en mí yo en él”. La promesa de Jesús de identificarse con nosotros mediante la Comunión, se hace una realidad tan maravillosa, misteriosa y feliz, que hasta se nos puede volver increíble, inaceptable. Y así es humanamente. Mas para el Amor omnipotente de Dios, nada hay imposible.

Dos preguntas para llegar predispuestos a la proclamación de este evangelio dominical:¿Me contento con recibir la hostia, sin interés alguno de estar con Cristo, amarlo, imitarlo? ¿Me uno a Él, que se hace presente en mi persona, le dirijo la palabra y lo escucho?

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