18.08.12

Colombia: confirmado embajador ante la Santa Sede

A las 1:49 PM, por Andrés Beltramo
Categorías : Diplomacia y Política

Del Vatican Insider

La Santa Sede otorgó finalmente su beneplácito al nuevo embajador de Colombia, Germán Cardona Gutiérrez. La Secretaría de Estado del Vaticano aprobó la designación, pese al error de protocolo cometido por el presidente de ese país, Juan Manuel Santos, quien la anunció en mayo pasado cuando todavía no contaba con el necesario visto bueno de la contraparte. Y aunque Roma no obstaculizó el cambio de legado diplomático, sí dejó en claro su perplejidad ante un enroque mal cocinado.

Corría el 19 de mayo. Ese sábado el mandatario colombiano cumplió una gira de trabajo por la localidad de Caldas, en el departamento de Antioquia. Durante su discurso público anunció la salida de Cardona Gutiérrez del puesto que ocupaba hasta entonces, el de ministro del Transporte. Y luego anticipó su designación como embajador en El Vaticano, según informó el alcalde de Medellín, Aníbal Gaviria.

Pero en ese momento el presidente carecía del visto bueno de Roma. Es más, la Cancillería colombiana ni siquiera había mandado el expediente del aspirante Cardona a la nunciatura apostólica en Bogotá, como lo establece el protocolo. Por ello el anuncio causó sorpresa y desconcierto en la Sede Apostólica, donde se leyó el error como una falta de seriedad, una descortesía.

¿Por qué se anticipó Santos? Todo parece indicar que su apuro estuvo ligado estrictamente a un asunto de política interna y no tanto a una estrategia de relaciones exteriores. El mandatario debía mover a su ministro de Transporte para evitarle una inminente censura parlamentaria y no tuvo mejor idea que manejar de manera abierta su futuro encargo diplomático.

Varias semanas después el expediente de Cardona llegó al Vaticano donde fue estudiado minuciosamente por la jefatura de protocolo de la Secretaría de Estado. Un trámite generalmente veloz, en este caso tomó más de dos meses. Fiel a las formas, la Santa Sede concedió su beneplácito porque no tenía razones para negarlo. El nuevo embajador no es divorciado ni presenta situaciones embarazosas en su hoja de vida.

El tiempo que se tomó en el otorgamiento de la aprobación dejó asentada la poca estima de la diplomacia vaticana a los cambios mal hechos y a las faltas de respeto a las normas. El embajador saliente, César Mauricio Velásquez, dejará su puesto apenas dos años después de haberlo asumido. Un precedente negativo para los funcionarios apostólicos, que a menudo lamentan los excesivamente rápidos traslados de los embajadores.

Con el plácet asegurado, Cardona debería llegar a Roma en septiembre próximo con un desafío fundamental: lograr que Benedicto XVI visite su país en 2013. Una misión que, en las actuales condiciones, se presenta casi como imposible.