ZENIT

El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 19 de agosto de 2012

Santa Sede

'Jesús no era un Mesías que aspirase a un trono terrenal'
Palabras de Benedicto XVI en el Ángelus

Mundo

Francia: Prohibido rezar
El cardenal Barbarin responde a las críticas a una oración por la familia

Dedicación del templo de Baracoa, Cuba
Primera Villa cubana fundada en 1511

El cardenal Cipriani presentó su libro 'Doy fe'
Testimonio de la crisis de los rehenes en la embajada de Japón en 1996

Clausurada la XVII Asamblea General de la Institución Teresiana
Se cierra también el primer centenario de esta asociación internacional de laicos

Entrevistas

'El papa lloraba en algunos recorridos de la JMJ-Madrid'
Emotivo testimonio del director ejecutivo a un año de la celebración

Foro

Dios está de moda
El arzobispo de Burgos analiza cómo algunos salen del letargo en Europa

Traducciones al náhuatl
El idioma de la Virgen con Juan Diego


Santa Sede


'Jesús no era un Mesías que aspirase a un trono terrenal'
Palabras de Benedicto XVI en el Ángelus
CASTEL GANDOLFO, domingo 19 agosto 2012 (ZENIT.org).- A las 12 horas de hoy, el santo padre Benedicto XVI se asomó al balcón del patio interior del Palacio Apostólico de Castel Gandolfo y recitó el Ángelus junto a los fieles y peregrinos presentes. Ofrecemos las palabras del papa al introducir la oración mariana.

*****

¡Queridos hermanos y hermanas!

El evangelio de este domingo (cf. Jn 6,51-58) es la parte final y culminante del discurso pronunciado por Jesús en la sinagoga de Cafarnaúm, después de que el día anterior había dado de comer a miles de personas con solo cinco panes y dos peces. Jesús revela el significado de ese milagro, es decir, que el tiempo de las promesas se ha cumplido: Dios Padre, que con el maná había alimentado a los israelitas en el desierto, ahora lo envió a Él, el Hijo, como verdadero Pan de vida, y este pan es su carne, su vida, ofrecida en sacrificio por nosotros. Se trata, por lo tanto, de acogerlo con fe, no escandalizándose de su humanidad; y de lo que se trata es de "comer su carne y beber su sangre" (cf. Jn. 6,54), para tener en sí mismo la plenitud de la vida.

Está claro que este discurso no tuvo la intención de atraer consensos. Jesús lo sabe y lo pronuncia intencionalmente; y de hecho aquel fue un momento crítico, un punto de inflexión en su misión pública. Las personas, y los propios discípulos, estaban entusiasmados con él cuando realizaba señales milagrosas; e incluso la multiplicación de los panes y de los peces fue una clara revelación que Él era el Mesías, tanto así que después la multitud habría querido aclamar triunfalmente a Jesús y proclamarlo rey de Israel. Pero esta no era la voluntad de Jesús, quien justamente, con ese largo discurso reduce los entusiasmos y causa muchos desacuerdos. Él, de hecho, explicando la imagen del pan, afirma de haber sido enviado a ofrecer su propia vida, y que los que quieran seguirlo, deben unirse a Él en forma personal y profunda, participando en su sacrificio de amor.

Por eso Jesús instituirá en la Última Cena el sacramento de la Eucaristía: para que sus discípulos puedan tener en sí mismos su caridad, --esto es decisivo--, y, como un único cuerpo unido a Él, extender en el mundo su misterio de salvación. Al escuchar este discurso la multitud comprendió que Jesús no era un Mesías como querían, que aspirase a un trono terrenal. No buscaba consensos para conquistar Jerusalén; más bien, quería ir a la Ciudad santa para compartir la suerte de los profetas: dar la vida por Dios y por el pueblo. Aquellos panes, partidos para miles de personas, no querían provocar una marcha triunfal, sino pre-anunciar el sacrificio de la Cruz, en la que Jesús se vuelve Pan, cuerpo y sangre ofrecidos en expiación. Así es que Jesús dio ese discurso para desengañar a las multitudes y, sobre todo, para provocar una decisión en sus discípulos. De hecho, muchos de ellos, desde allí, no lo siguieron más.

Queridos amigos, dejémonos también nosotros sorprender nuevamente por las palabras de Cristo: Él, grano de trigo arrojado en los surcos de la historia, es la primicia de la nueva humanidad, liberada de la corrupción del pecado y de la muerte. Y redescubramos la belleza del sacramento de la Eucaristía, que expresa toda la humildad y la santidad de Dios: el hacerse pequeño, Dios se hace pequeño, fragmento del universo para reconciliar a todos en su amor. La Virgen María, que dio al mundo el Pan de la vida, nos enseñe a vivir siempre en profunda unión con Él.

Traducido del original italiano por José Antonio Varela V.

© Librería Editorial Vaticana


 

*****

Al final de la oración mariana, el papa ha dirigido las siguientes palabras a los presentes de habla hispana: "Saludo con afecto a los peregrinos de lengua española, en particular a los oficiales y cadetes del buque escuela 'Gloria', de Colombia. El Evangelio de este domingo nos invita a participar en la vida divina a través del sacramento de la Eucaristía: el banquete que Cristo ha preparado y en el que nos ofrece como alimento su cuerpo y su sangre entregados por nuestra salvación. Acerquémonos con fe y alegría a este misterio y saciemos nuestra alma con el pan de la inmortalidad".

Envìa esta noticia a un amigo

arriba


Mundo


Francia: Prohibido rezar
El cardenal Barbarin responde a las críticas a una oración por la familia
Por Anne Kurian

PARÍS, domingo 19 agosto 2012 (ZENIT.org).- "La oración no es ajena a la vida social". Lo sostuvo el cardenal arzobispo de Lyon, Philippe Barbarin, refiriéndose a la ‘Oración por Francia’, rezada el 15 de agosto en todo el país.

Con motivo de la solemnidad de la Asunción de la Virgen María, la Conferencia de Obispos de Francia propuso a todas las parroquias del país una "oración universal" por Francia. Aunque esta oración no es algo nuevo --fue introducida en el siglo XVII por el rey Luis XIII, quien consagró el país a la Virgen María el 15 de agosto 1638--, este año, la iniciativa ha generado mucho debate. De las cuatro intenciones de oración: por los ciudadanos afectados por la crisis, por los gobernantes, por las familias y por los niños y los jóvenes, ha sido esta última la que ha llamado la atención, porque invita a rezar para que los niños "puedan disfrutar al máximo del amor de un padre y una madre".

La intención de la oración en cuestión ha sido interpretada como dirigida contra el ‘matrimonio’ de personas del mismo sexo y la adopción de niños por estas –prometidos en la campaña electoral por el nuevo gobierno--, y por lo tanto una intromisión injustificada de la Iglesia en la agenda política.

Ya en una entrevista publicada el 13 de agosto en el sitio web del diario Le Figaro, el cardenal Barbarin explicó el significado de la oración. "Orar por el compromiso de los esposos, por los niños y los jóvenes" son intenciones que "se elevan espontáneamente en el corazón de los creyentes", dijo. Además, "la laicidad no prohíbe la oración", añadió Barbarin, ya que Francia no es una "tiranía", en la que hay que "someter nuestros ritos y nuestras fórmulas bajo el mando del ‘pensamiento único’".

Un temor por la oración

"Si la oración es ante todo un acto espiritual", tiene también una "dimensión política". "Nada podría ser más natural que orar por tu propia familia, por tu propio país", dijo el arzobispo de Lyon, ya que no se puede "hacer caso omiso de los problemas de la vida social, y menos aún de los sufrimientos de los hombres." Mientras que la Iglesia es tratada a veces como "un felpudo en el que se limpian los pies", "lo que sugieren estas reacciones --y, paradójicamente, nos alegra--, es que algunas personas parecen tener miedo de la oración." Por lo tanto, la oración "¡es poderosa!", reflexionó Barbarin.

Según el cardenal, la oración por Francia llega en un "momento de crisis". "Es una crisis de la civilización querer socavar el matrimonio, que siempre ha sido una realidad maravillosa y frágil". A través de la oración, el creyente dice que "la fuente última no está en la autoridad política", continuó Barbarin, quien invitó al poder político para ver claramente "lo que depende de él y lo que está más allá… ¿Cambiar el matrimonio y la familia? No estoy seguro de que esto dependa de la autoridad del parlamento", dijo.

Para el cardenal, el papel del gobierno es el de "garantizar la salud, la educación, la distribución de los bienes, el transporte, la seguridad, y sobre todo la paz". Nuestro gobierno tiene "una gran responsabilidad hacia el equilibrio de la vida social, en el mejoramiento de nuestras condiciones de vida". En tiempos de crisis, que parecen dejar poco margen de maniobra para los gobiernos, la tentación es "encontrar desviaciones en temas llamados ‘sociales’", advirtió el cardenal.

En el diario La Croix, este 18 de julio, el cardenal André Vingt-Trois, arzobispo de París y presidente de la Conferencia de Obispos de Francia, después de un encuentro personal con el presidente de la República, François Hollande, dijo que "el matrimonio no es una forma para reconocer la autenticidad de los lazos entre dos personas que se aman", sino "una institución social para asegurar la mejor educación de los niños".

Traducido del italiano por José Antonio Varela V.

Envìa esta noticia a un amigo

arriba


Dedicación del templo de Baracoa, Cuba
Primera Villa cubana fundada en 1511
Por Araceli Cantero Guibert

Desde Baracoa, Cuba

BARACOA, domingo 19 agosto 2012.- Después de un trabajo de restauración capital que duró dos años y once meses la ciudad primada de Baracoa, en el extremo oriental de Cuba, celebró la dedicación del templo, el primero en América bajo la advocación de Nuestra Señora de la Asunción.

Durante la Eucaristía se ungió el altar y los muros con el Santo Óleo y se colocaron varias reliquias de santos. El templo se llenó de incienso y canciones y se escucharon oraciones que llamaban a la renovación interior y a ser templo de Dios en donde habita el Espíritu.

“Se ha podido renovar el edificio de piedras, cemento, arena… Algo difícil, pero también más fácil que renovar nuestro propio edificio espiritual. Es lo que le pedí a Dios para ustedes”, dijo el obispo de la Diócesis de Guantánamo-Baracoa, monseñor Willy Pino, al iniciarse el acto.

Al dirigirse a centenares de personas congregadas el 15 de agosto para este 500 aniversario, monseñor Pino subrayó que los fieles de Baracoa son las piedras vivas del templo que de nuevo abría sus puertas y “recibirá a todos, amparará a todos y abrazará todos bajo su sombra bienhechora”.

El pueblo congregado rompió en aplausos al escuchar las palabras del nuncio apostólico, el arzobispo Bruno Musaró, quien hizo presente al papa Benedicto XVI con su bendición apostólica.

“Que este templo, que es sobre todo el templo de piedras vivas que somos nosotros, sea casa de Dios y puerta del cielo,” puntualizó el nuncio recordando las letanías de la Virgen.

Baracoa es la ciudad primada de Cuba y la tercera visitada por Cristóbal Colón en Cuba, el 27 de noviembre de 1492. La Iglesia que ahora ha sido restaurada alberga la Cruz de la Parra llevada por el Almirante, la única que se conserva de las 29 implantadas por él en sus viajes a América. El 15 de agosto de 2011 la Comisión Nacional Cubana de Monumentos declaró esta Cruz como Monumento Nacional.

Este territorio formó parte de la Archidiócesis de Santiago de Cuba hasta ser erigida como Diócesis Guantánamo-Baracoa por Juan Pablo II durante su visita a Cuba en enero de 1998.

El acto se inició con una procesión de entrada por la calle con unos 30 sacerdotes, seminaristas y diáconos y siete prelados que se dirigieron desde la Casa Parroquial hasta el templo que ya estaba abarrotado de fieles.

En su saludo, el obispo explicó la importancia de que cada pueblo tenga su iglesia o lugar de oración, aunque “a Dios lo podemos encontrar y rezar en cualquier parte de este bello mundo”.

Pidió que la capilla del Santísimo “sea un precioso rincón que nos invite a todos a entrar y donde le podamos decir cada día a Jesucristo: 'Habla Señor que tu siervo escucha'”.

Pidió también que la Cruz de la Parra recuerde a Baracoa y a toda Cuba nuestras raíces cristianas.

Ante el pueblo congregado y las autoridades hizo notar que más de 200 comunidades de la Diócesis esperan aún el permiso para construir su pequeña capilla de tablas de palma y techo de guano. “Rezo para que, con la mirada puesta en el bien de Cuba, ese día llegue más temprano que tarde”.

Entre los aplausos de los fieles, el ejecutor de la obra de restauración, Miguel Barrero Borrás entregó al obispo los documentos relativos a la restauración.

Los fieles y altar fueron bendecidos con agua bendita, tomada del río Jojó, por el que, el 21 de febrero de 1853, pasó san Antonio María Claret, entonces obispo de Santiago de Cuba.

Después de las lecturas tuvo lugar la unción del altar y los muros con el óleo santo. En el ara del altar se colocaron las reliquias de san Antonio María Claret, san Vicente de Paúl, santa Catalina de Ricci, y los beatos José Olallo Valdés, Juan Pablo II y la Madre Teresa de Calcuta.

Después de la comunión, el obispo Pino llevó en procesión la Eucaristía a la Capilla del Santísimo en donde se estrenaba un nuevo sagrario, donación de los católicos cubanos de la parroquia de San Brendan en la Arquidiócesis de Miami.

“El amor hizo posible este regalo del sagrario --dijo el párroco padre Fernando Hería quien participó en el acto en Baracoa--. Que cuando vengan a rezar ante este sagrario recuerden que somos uno y que la Caridad nos une”.

Carmen Espartero se mostraba radiante. Es una católica de Baracoa que participó en el coro durante la Eucaristía. “Es una gran satisfacción ver que tenemos un templo nuevo donde podemos formar nuestra iglesia nuestra familia y unirnos mucho más”.

Además del nuncio monseñor Musaró, representaron a otras diócesis de Cuba: el arzobispo de Santiago de Cuba Dionisio García Ibañez, presidente de la Conferencia Episcopal, el arzobispo de Camagüey Juan García, el obispo de Holguín Emilio Aranguren, el obispo de Cienfuegos Domingo Oropesa, el obispo auxiliar de La Habana Alfredo Petit y el obispo emérito de Holguín Héctor Peña.

Al terminar la Eucaristía, el obispo Pino agradeció la colaboración de todos y fue nombrando a mas de 35 grupos y personas que incluyeron a obreros, benefactores, autoridades, empresas, instituciones, choferes y técnicos.

Sus palabras finales se valieron de una parábola sobre un caracol que inicia su trepada por el tronco de un cerezo mucho antes de que tuviera fruto. Los gorriones se reían de él. El caracol sabía que “habrá cerezas cuando yo llegue”.

El obispo indicó que la Obra del templo de Baracoa se pensó cuando no había cerezas: “no teníamos todo el cemento que hacía falta, ni todo el dinero, ni todas las cabillas, ni toda la madera, ni toda la cal. Pero teníamos lo más importante: ¡nuestra confianza puesta en Dios! Él es quien hizo esta obra y nosotros sólo fuimos sus ayudantes. Como nos enseñó a decir Jesús, 'sólo hicimos lo que teníamos que hacer'”.

Envìa esta noticia a un amigo

arriba


El cardenal Cipriani presentó su libro 'Doy fe'
Testimonio de la crisis de los rehenes en la embajada de Japón en 1996
LIMA, Domingo 19 agosto 2012 (ZENIT.org).- El arzobispo de Lima, cardenal Juan Luis Cipriani, presentó días atrás su libro “Doy fe”, el cual recoge su testimonio sobre la crisis de los rehenes en la residencia del embajador del Japón 16 años atrás, a manos del grupo terrorista MRTA, y durante la cual le tocó cumplir un rol como garante por la Santa Sede.

Durante la presentación del libro, el arzobispo de Lima reconoció que al interior de la residencia se vivieron momentos de mucho dolor: “Fueron días y momentos muy difíciles de escribir y explicar. Tenía un gran deber de gratitud con los rehenes y con tanta gente buena. Ha quedado en mi alma el deber, que lo cumplo, de rezar por las personas que fallecieron, por todos”.

En otro momento de la presentación, realizada en el Palacio Arzobispal de Lima, el cardenal Cipriani destacó que al interior de la embajada de Japón y en la etapa de crisis hubo mucha fe y se rezó mucho, recordando que los rehenes “en esos días largos en la residencia valoraban con especial sensibilidad a su familia, a sus hijos, a su esposa”, explicó.

Durante la cita, destacó la presencia de dos exrehenes de la embajada, los exparlamentarios Almirante Luis Giampietri Rojas y el abogado Francisco Tudelavan Breugel-Douglas.

Finalmente, el alto prelado animó a los peruanos a tener una grandeza espiritual, recordando, en palabras del beato papa Juan Pablo II, que “la violencia nunca es camino hacia nada bueno”.

Envìa esta noticia a un amigo

arriba


Clausurada la XVII Asamblea General de la Institución Teresiana
Se cierra también el primer centenario de esta asociación internacional de laicos
MADRID, domingo 19 agosto 2012 (ZENIT.org).- Este jueves 16 de agosto fue clausurada la XVII Asamblea General de la Institución Teresiana en Los Negrales, Madrid, España. Un día antes, culminaban también las celebraciones por el primer centenario de esta asociación internacional de fieles laicos.

En el curso de esta asamblea --casi un mes de trabajos intensos y fraterna convivencia- fue elegida nueva directora general de la asociación Maite Uribe.

"Esta asamblea la hemos vivido como momento oportuno de acción de gracias, de impulso nuevo de la misión evangelizadora de la Institución, con un llamamiento renovado a vivir con radicalidad el seguimiento de Cristo", dijo en el acto de clausura la nueva directora.

Después de un año de celebraciones en los más diversos rincones culturales y geográficos del mundo, la Institución Teresiana clausuró el primer centenario de su fundación, el día 15 de agosto, festividad de la Asunción.

La eucaristía de acción de gracias tuvo lugar en el Centro de Espiritualidad Santa María de Los Negrales, donde se veneran los restos de san Pedro Poveda, ante una numerosa participación. Fue presidida por monseñor Ginés García Beltrán, obispo de Guadix y concelebraron monseñor Victorio Oliver, obispo emérito de Orihuela-Alicante y otros sacerdotes.

Al inicio de la celebración, la directora general recordó el lema que acompañó las celebraciones por el primer centenario: “De la memoria agradecida al compromiso renovado”. Y afirmó, “surge en todos nosotros y nosotras una gran esperanza porque hemos visto que el Señor es fiel y camina siempre con su pueblo: hemos experimentado su acción y eso nos da una alegría muy profunda. En esta época compleja que vivimos, época de incertidumbres y de cambios en muchos sentidos, escuchamos la llamada a vivir con mayor autenticidad quiénes somos y qué quiere Dios que seamos.

A continuación dio a conocer la prioridad que impulsará la vida y la misión de la asociación en la etapa que se inicia: “A la escucha del Espíritu, en esta Asamblea hemos sentido con fuerza la llamada a vivir y generar la hermandad, signo profético del Reino, que nos sostiene y nos impulsa a la misión. Esta es la prioridad para el próximo sexenio. Esta hermandad fortalecerá el compromiso renovado de impulsar la incidencia evangelizadora de la Institución, de manera creativa en todas nuestras presencias de misión.”

En la homilía D. Ginés García Beltrán, expresó sus sentimientos como obispo de la diócesis de Guadix, en la que Pedro Poveda fue ordenado sacerdote, trabajó intensamente y de la que tuvo que salir de modo precipitado: “Permítanme que les confiese la profunda emoción que siento, como obispo de la sede accitana, al celebrar esta tarde la Eucaristía, junto a los restos de san Pedro Poveda, y con todos ustedes, miembros de la familia fundada sobre el carisma del Padre Poveda. Durante estas últimas semanas, y en muchas ocasiones, me he recreado, al mirar el rostro de san Pedro Poveda, pensando --si vale este lenguaje- en el gozo que estará experimentando nuestro Santo al ver desde el Cielo esta celebración".

A continuación recordó que, “hace más de cien años salía de Guadix el Padre Poveda. Lo hacía “de mañana y sin decir una palabra”, como lo narra un joven dirigido suyo y futuro sacerdote. Atrás quedaban proyectos, mucho trabajo, más ilusión y, sobre todo, la pasión por un sacerdocio, desde sus inicios entregado en favor de los más necesitados. El primer proyecto de vida de Pedro Poveda se había truncado por las circunstancias y, por qué no decirlo, por el pecado que anida en el corazón del hombre: “Jamás pensé salir de Guadix, soñé siempre que se me enterrará bajo el altar de las Cuevas, pero no sucedió así”, dice el Santo. Y es que los caminos de Dios no son los nuestros. Cualquiera que juzgara la historia, incluso la propia historia, con una visión corta y terrena, pensaría que el plan de Dios se había frustrado en Poveda. Pero no fue así. La salida de Guadix fue el medio, aunque doloroso, por el que Dios continuaría su obra en aquel joven sacerdote.”

En otro momento de la homilía el obispo afirmó,“hay algo que me impresiona de la vida de san Pedro Poveda. El descubrimiento de que los santos no tienen planes, es decir, que los planes de los santos son los planes de Dios. Buscar la voluntad de Dios, aceptarla y llevarla a cabo como lo único importante en la vida.”

Y con relación a los acontecimientos por los que se estaba dando gracias, expresó, “Terminan ahora el Año Centenario y la Asamblea general de la Institución. Ante nosotros queda el horizonte de futuro al que solo se entra por el presente que hemos de vivir con la misma pasión que lo vivieron Pedro Poveda y los que están en el origen de la Institución. Vivir con confianza, arraigados en la Palabra de Dios y en la Eucaristía, son el mejor programa para los hombres y mujeres de fe. Como dicen vuestros estatutos, estáis llamados a ser “una presencia humanizadora y transformadora, que encuentra en el Misterio de la Encarnación, la fuente que inspira su ser y estar en el mundo”.

La liturgia fue enriquecida con signos que expresaban la internacionalidad, la pluralidad cultural y la fecundidad de una Obra centenaria.

Envìa esta noticia a un amigo

arriba


Entrevistas


'El papa lloraba en algunos recorridos de la JMJ-Madrid'
Emotivo testimonio del director ejecutivo a un año de la celebración
MONTEVIDEO, domingo 19 agosto 2012 (ZENIT.org).- A poco menos de un año de la próxima JMJ-Río y a casi un año de la JMJ de Madrid 2011, la radio Oriental del Uruguay tuvo en sus cabinas a Santiago de la Cierva, director ejecutivo de la pasada cita juvenil con el papa en España.

Ofrecemos a nuestros lectores un extracto de la entrevista ofrecida al programa “Si tú supieras”, que se emite todos los días por dicha radioemisora católica.

*******

¿Cómo ha vivido la JMJ 2011?

--Santiago de la Cierva: Estamos a punto de cumplir un año de esa “locura colectiva” que fue la JMJ en Madrid. Digo “locura colectiva”, porque en el fondo lo organizamos personas sin experiencia, y contando con muchísima gente voluntaria. No deja de ser una iniciativa de la Iglesia con una gran falta de recursos, y a un año todavía seguimos contentos de lo maravilloso que fue para todos.

La Jornada en Madrid fue un impacto numérico nada común. ¡Más de 2 millones de jóvenes!...

--Santiago de la Cierva: Lo importante no fue el número, sino la calidad del evento que removió a tanta gente, y que veían día tras día a los jóvenes llenar las calles de Madrid de alegría y de amistad, y de un espíritu constructivo increíble.... fue realmente maravilloso. ¿Quiénes han dicho que los peregrinos fueron espectaculares? Lo ha dicho la Policía, lo ha dicho el servicio de limpieza de Madrid, que hemos ensuciado menos de un 10 por ciento que en un simple partido de fútbol o de un recital. Lo ha dicho el servicio de sanidad, que nunca había atendido tantos jóvenes durante seis días, donde no se encontró ni una sola intoxicación etílica.

¿Se lograron los objetivos?

--Santiago de la Cierva: La realidad fue muchísimo más linda que todos nuestros proyectos. El papa nos puso una meta muy alta: “Tenéis que conseguir que la Jornada Mundial de la Juventud sea ocasión de un encuentro personal con Cristo para cada uno de los que participen”. Y entonces reorientamos todo para que fueran  unos días de convivencia, divertidos, muy alegres, llenos de cultura, llenos de actividades y al mismo tiempo que todos pudieran tener una experiencia personal de encuentro con Cristo. Al mismo tiempo pusimos muchísimo énfasis en la eucaristía y la confesión. Entonces intentamos hacer las dos cosas amables e inteligibles, que no es nada fácil. A veces la confesión es vista como un momento muy duro, y curiosamente el “confesionario” es un mueble muy raro y suele estar en un sitio oscuro, y no apetece mucho. Y nos preguntamos: ¿Pero por qué? Pues hagamos confesionarios alegres, de color blanco, que parezcan barcos de vela, y los pusimos en el parque Central de Madrid, en un jardín lleno de luz. Y preparamos un grupo de voluntarios que enseñaban a reconciliarse, porque muchos no se confiesan nunca. Luego les pedimos a los confesores que fueran muy “padres”, muy acogedores, ya que para muchos podría ser la puerta de entrada o de regreso a la Iglesia.

¿Cómo surge la idea de las JMJ?

--Santiago de la Cierva: En primer lugar se parte de una idea genial del papa Juan Pablo II, de presentar a los jóvenes el cristianismo de un modo nuevo, y no es otra cosa que lo que está en el evangelio: “Ven y verás”.  A Juan Pablo II le costó mucho convencer a la iglesia de que era una buena idea encontrarse con todos los jóvenes. Y siempre quería estar al tanto de todos los detalles, y cuando organizaba una Jornada, a la semana invitaba a todos los colaboradores para “estirarles la lengua”. Y en uno de estos encuentros, un sacerdote joven le dijo al papa: “Hay que hacer esto de nuevo”, y en ese momento el papa dio un puñetazo en la mesa y dijo: “Eso pienso yo”, y comenzó a caminar esta gran idea.

Muchos compararon esta Jornada con las de Juan Pablo II…, y Benedicto XVI ha traído sorpresas para los que pensaban que su timidez podía jugarle en contra.

--Santiago de la Cierva: Benedicto es tímido, pero ha vencido en gran parte esa timidez. A mí me ha sorprendido la disponibilidad del papa para hacer lo que le pidiéramos: saludar aquí, ir a un lado, luego a otro, hablar en un lado, luego esperar, etcétera. La gente le manifestó tanto cariño que había recorridos donde el papa lloraba, y la primera noche en Madrid no había dormido bien debido a la emoción. Me asombra ver el cariño que puso en la confesión, y estaba contentísimo de confesar. Es un papa que ha fascinado a intelectuales y a los niños de modo especial. Es un hombre súper cariñoso, cercano y muy sensible.

¿Cómo evalúa la comunicación de la JMJ y la relación con los medios?

--Santiago de la Cierva: La comunicación de la JMJ en Madrid fue un éxito, especialmente a través de las redes sociales, donde conseguimos casi 600.000 personas conectadas. Quedamos muy contentos con los medios, porque comprendieron que los protagonistas son los jóvenes, que debían pasar unos días con ellos y preguntarles ¿por qué están aquí? Y la información cambió completamente cuando los periodistas comprendieron dónde estaba lo realmente importante. Por otra parte hay muchos frutos que ha dejado la JMJ, por ejemplo: ha aumentado el número de padres que piden formación católica para sus hijos en el colegio, ha aumentado el número de españoles que piden que parte de sus impuestos vaya a la Iglesia católica, jóvenes que han entrado al seminario y a congregaciones religiosas, etcétera. Se nota que Dios ha tocado el corazón de mucha gente, y la mayoría de los frutos no los veremos nunca.
¿Qué nos encontraremos en Río 2013?

--Santiago de la Cierva: Nos encontraremos una fiesta enorme, de muchísima gente, a lo brasileño. Será la Jornada más masiva, y el papa estará encantado. Además las jornadas mundiales siguen juntando más gente, y siendo en América Latina, yo creo que no debería haber nadie en Uruguay que no fuera…

Envìa esta noticia a un amigo

arriba


Foro


Dios está de moda
El arzobispo de Burgos analiza cómo algunos salen del letargo en Europa
BURGOS, domingo 19 agosto 2012 (ZENIT.org).- En medio de un laicismo y un relativismo que afecta a continentes enteros como Europa, y a pocas semanas para la inauguración de la Asamblea especial de los Obispos sobre la Nueva Evangelización, monseñor Francisco Gil, arzobispo de Burgos, reflexiona sobre este fenómeno sacando a la luz casos que son un verdadero retorno al tema de Dios.

A continuación el texto íntegro de su mensaje.

*****

+ Francisco Gil Hellín

Alguien podía pensar que la historia de los grandes conversos es agua pasada. La realidad es muy distinta. Las letras francesas, por ejemplo, siguen las huellas de Paul Claudel, Péguy o Mauriac y cada vez son más frecuentes las novelas y ensayos que tienen como protagonista la fe cristiana. Siguiendo el sendero de escritores de tanta talla como Tournier o Decoin, está surgiendo una nueva generación de autores creyentes, cuyas obras literarias y filosóficas buscan la concordancia con el mensaje evangélico.

Más aún, autores como Sylvie Germain, están viendo que sus obras comienzan a seducir en la laica Francia y más allá de las fronteras galas, según recogía recientemente el diario italiano Avvenire. En las páginas de Le Figaro, Francois Tallandier, otro talentoso escritor de la nueva literatura francesa, ha explicado las razones de su silenciosa conversión al catolicismo, tras largos años de profundo escepticismo. «Quizás por el esplendor de Bourges, que daba alas a Stendhal para ser cristiano. Quizás por la modesta dulzura de la iglesia románica de Ennezat. Quizás porque un día, oyendo pronunciar la palabra ‘católico’ con el desprecio de quien no necesita más razones, me he cansado y he dicho abiertamente: ‘Soy católico’».

El itinerario creativo de F. Hadjadj es también una referencia en la cultura francesa. Este escritor e intelectual judío, se ha convertido al catolicismo después de una larga fase de ‘nihilismo’. En un ensayo analiza con ironía y pasión su indiferencia hacia la muerte de las sociedades de Occidente, mientras llama a la alegría fundada en las razones que aporta la fe. El mismo Dactec, intelectual excéntrico y controvertido, se ha atrevido a gritar en público que «no hay futuro para la humanidad fuera de Cristo».

Son algunos ejemplos de ese cada vez más numeroso grupo de conversos que están llegando al catolicismo y -lo que quizás llama aún más la atención- que no tienen ningún complejo para declararlo. Ellos me traen a la mente personajes históricos de tanto relieve como Tertuliano, el más brillante abogado de Cartago; san Cipriano, igualmente brillante abogado convertido en plena madurez; y el sin igual san Agustín. Más próximos a nosotros, la italiana Alexandra Borghese y la española María Nájera.

Sin que sea una conversión en sentido estricto, no deja de llamar la atención el caso de Akiko Tamura. Tiene treinta y siete años y una brillante carrera a sus espaldas como cirujana torácica en la Clínica Universitaria de la Universidad de Navarra. Tras hacer sus primeras prácticas en la Universidad de Harvard y ampliar su especialidad en el Hospital de Massachussets, aterrizó en Pamplona y alcanzó un gran prestigio profesional. El último Jueves Santo –lo ha contado ella misma en una entrevista al diario ABC- «iba en mi coche tan tranquila y de repente, en medio de mi corazón noté claramente que Dios me pedía ser carmelita descalza. Ni oí voces ni visiones, sólo sentí una paz y un amor de Dios bestial». Nunca se me hubiera ocurrido «meterme monja en un convento», añade, pero «es el plan de Dios». Efectivamente, acaba de ingresar como carmelita descalza en el convento de Zarautz.

Sin salir de nuestra diócesis, las religiosas de Iesu Communio podrían contarnos muchos casos parecidos. No pocas han dejado su profesión de ingenieras, arquitectas o médicos y locas de contento vistiendo un tosco y sencillo hábito. Sin entrar en los muros de un convento, cuántos profesionales de prestigio, estudiantes de primero de carrera, amas de casa o chicos y chicas han descubierto en medio de la calle –donde siguen- la verdad de lo que decía con convicción santa Teresa de Jesús: «Sólo Dios basta». En el fondo, ésta es la razón por la que vienen a la fe tantos profetas y apóstoles del nihilismo o el escepticismo, o salen del letargo religioso tantos creyentes tibios, convirtiéndose en verdaderos creyentes y apóstoles.

Envìa esta noticia a un amigo

arriba


Traducciones al náhuatl
El idioma de la Virgen con Juan Diego
SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, domingo 19 agosto 2012 (ZENIT.org).- Ofrecemos el artículo de nuestro colaborador habitual monseñor Felipe Arizmendi Esquivel, obispo de San Cristóbal de las Casas, México. Esta vez aborda en interesante tema del acercamiento de la Palabra de Dios a las lenguas autóctonas americanas como el náhuatl.

*****

+ Felipe Arizmendi Esquivel

HECHOS

Según el censo de 2010, en el país hay 1.544,968 mexicanos que declararon hablar el náhuatl, que no es un dialecto, como dicen quienes no conocen esta cultura ancestral, sino un verdadero idioma, que ha configurado mucho de nuestra identidad nacional. Con dolor y vergüenza constatamos que no hay una traducción náhuatl católica de la Biblia y de los textos litúrgicos, que haya sido aprobada por la Conferencia del Episcopado Mexicano y la Santa Sede; en cambio, hay varias protestantes, con varios errores culturales y doctrinales.

Es el idioma que habló la Virgen de Guadalupe con Juan Diego. En 16 diócesis se habla y algunas están haciendo esfuerzos aislados para lograr estas traducciones; conviene compartir sus esfuerzos y coordinarlos en la medida de lo posible.

Del 6 al 9 de agosto, en el auditorio de la Basílica de Guadalupe, ciudad de México, se llevó a cabo un Taller de Cultura Náhuatl, organizado por las Dimensiones de Pastoral Bíblica, Pastoral Litúrgica, Doctrina de la Fe, Pastoral de la Catequesis, Pastoral Indígena y Pastoral de la Cultura, del Episcopado Mexicano. Los objetivos fueron: Compartir criterios bíblicos, teológicos, litúrgicos, antropológicos y pastorales para hacer traducciones bíblicas y litúrgicas; coordinar esfuerzos y llegar a posibles acuerdos de ayuda mutua.

Participaron 56 personas, sacerdotes, religiosas y laicos, casi todos hablantes del náhuatl, de las arquidiócesis de México, Puebla y Tulancingo, y de las diócesis de Huejutla, Ciudad Valles, Cuernavaca, Orizaba, Tuxpan, Tlapa, Texcoco, Tehuacán, San Andrés Tuxtla y Huautla. Faltaron de Papantla, Coatzacoalcos y Chilapa-Chilpancingo. San Cristóbal de las Casas compartió su experiencia del proceso que siguió para el tseltal y el tsotsil. Mons. Juan Manuel Sierra, de la Congregación para el Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos, de Roma, expuso los criterios litúrgicos de la Iglesia y el proceso a seguir. Se compartieron experiencias y materiales.

CRITERIOS

En fidelidad a Jesucristo, que se encarnó en una cultura marginal, y al camino que siguió la Virgen de Guadalupe para una evangelización perfectamente inculturada, en Aparecida dijimos: “Como Iglesia, que asume la causa de los pobres, alentamos la participación de los indígenas y afroamericanos en la vida eclesial. Vemos con esperanza el proceso de inculturación discernido a la luz del Magisterio. Es prioritario hacer traducciones católicas de la Biblia y de los textos litúrgicos a sus idiomas” (DA 94).

El Papa Benedicto nos ha dicho: “Si la inculturación de la Palabra de Dios es parte imprescindible de la misión de la Iglesia en el mundo, un momento decisivo de este proceso es la difusión de la Biblia a través del valioso trabajo de su traducción en las diferentes lenguas. A este propósito, se ha de tener siempre en cuenta que la traducción de las Escrituras comenzó ya en los tiempos del Antiguo Testamento, cuando se tradujo oralmente el texto hebreo de la Biblia en arameo (Ne 8,8.12) y más tarde, por escrito, en griego. Una traducción, en efecto, es siempre más que una simple trascripción del texto original. El paso de una lengua a otra comporta necesariamente un cambio de contexto cultural: los conceptos no son idénticos y el alcance de los símbolos es diferente, ya que ellos ponen en relación con otras tradiciones de pensamiento y otras maneras de vivir. Durante los trabajos sinodales se ha debido constatar que varias Iglesias locales no disponen de una traducción integral de la Biblia en sus propias lenguas. Cuántos pueblos tienen hoy hambre y sed de la Palabra de Dios, pero, desafortunadamente, no tienen aún un «fácil acceso a la sagrada Escritura», como deseaba el Concilio Vaticano II. Por eso, el Sínodo considera importante, ante todo, la formación de especialistas que se dediquen a traducir la Biblia a las diferentes lenguas. Animo a invertir recursos en este campo” (Verbum Domini, 115).

PROPUESTAS

Demos la importancia que merece a la traducción bíblica y litúrgica a las diversas etnias originarias; es un derecho que tienen y una obligación pastoral de nuestra parte.

Envìa esta noticia a un amigo

arriba