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El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 29 de agosto de 2012

Santa Sede

San Juan Bautista murió por no callar la verdad
Afirmó el papa en la Audiencia General

Mundo

Colombia: Alegría en la Iglesia por el inicio de conversaciones con insurgentes
Los obispos brindan todo su apoyo a la iniciativa presidencial

México: 'Vemos la violencia como un problema de salud pública'
Afirma monseñor Garfias, obispo de Acapulco

Puerto Rico: Padres de alumnos deciden fundar un colegio católico
Dependiente del Obispado de Arecibo

ONG surocoreanas piden reanudar la ayuda a Corea del Norte
Los graves daños de las inundaciones y el tifón Bolaven agravan la situación

Bolivia: Renuncia del obispo auxiliar de Cochabamba
Monseñor Hinojosa celebró sus 50 años de sacerdocio

Entrevistas

Brasil: 'Muchas familias dejan de ir a Misa porque los niños no paran'
Entrevista con Rachel Abdalla, presidenta de la Asociación 'Pequeninos do Senhor'

Documentación

Como el Bautista, mantener siempre la primacía de Dios en nuestras vidas
Palabras de Benedicto XVI en la Audiencia General


Santa Sede


San Juan Bautista murió por no callar la verdad
Afirmó el papa en la Audiencia General
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 29 agosto 2012 (ZENIT.org).- A las 10,30 de hoy, en la plaza de la Libertad, frente al Palacio Apostólico de Castel Gandolfo, Benedicto XVI se ha encontrado con fieles y peregrinos llegados para la Audiencia General del miércoles.

En su discurso en lengua italiana, el papa ha presentado la figura de san Juan Bautista, profeta y mártir, del que se celebra hoy la memoria litúrgica del martirio.

El santo padre ha glosado la figura de san Juan Bautista, dado que el último miércoles de agosto, se celebra la memoria litúrgica de su martirio.

El Bautista --dijo Benedicto XVI- no se limita a predicar la penitencia, la conversión, sino que, reconociendo a Jesús como el "Cordero de Dios" que vino a quitar el pecado del mundo (Jn. 1, 29), tiene la profunda humildad de mostrar a Jesús como el verdadero Mensajero de Dios, haciéndose a un lado para que Cristo pueda crecer, ser escuchado y seguido".

Recordó que el Bautista testifica con la sangre su fidelidad a Dios, sin ceder o darle la espalda, cumpliendo hasta el final su misión. Citó una homilía de san Beda, monje del siglo IX, en la que define al Precursor como aquél a quien "a pesar de que no recibió la orden de renegar de Jesucristo, le fue ordenado solo callar la verdad".

"Y no calló la verdad --afirmó el papa- y por eso murió por Cristo, quien es la Verdad. Justamente, por el amor a la verdad, no reduce su compromiso y no tiene temor a dirigir palabras fuertes a aquellos que habían perdido el camino de Dios".

Destacó el pontífice la fuerza de la pasión y la resistencia a los poderosos del Bautista. Y cómo toda su vida estuvo marcada por la oración.

La celebración litúrgica del martirio de san Juan Bautista "nos recuerda también a nosotros, cristianos de este tiempo, que no se puede descender a componendas con el amor a Cristo, a su Palabra, a la Verdad. La Verdad es Verdad, no hay componendas. La vida cristiana requiere, por así decirlo, el 'martirio' de la fidelidad diaria al Evangelio, el valor para dejar que Cristo crezca en nosotros y sea Cristo quien dirija nuestro pensamiento y nuestras acciones. Pero esto puede suceder en nuestras vidas solo si es sólida la relación con Dios".

Se puede puede leer el discurso íntegro del papa en: http://www.zenit.org/article-43007?l=spanish.

Después de su discurso en lengua italiana, Benedicto XVI se dirigió a los distintos grupos lingüísticos presentes en la Audiencia.

A los peregrinos hispanohablantes, les dijo: "Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a los provenientes de España, Venezuela, Colombia, Argentina, México y otros países Latinoamericanos. La Iglesia celebra hoy la memoria del Martirio de San Juan Bautista, el precursor de Jesús, que testimonia con su sangre su fidelidad a los mandamientos de Dios. Su vida nos enseña que cuando la existencia se fundamenta sobre la oración, sobre una constante y sólida relación con Dios, se adquiere la valentía de permitir que Cristo oriente nuestros pensamientos y nuestras acciones".

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Mundo


Colombia: Alegría en la Iglesia por el inicio de conversaciones con insurgentes
Los obispos brindan todo su apoyo a la iniciativa presidencial
BOGOTÁ, miércoles 29 agosto 2012 (ZENIT.org).- La Conferencia Episcopal de Colombia ha expresado públicamente su alegría por el anuncio del presidente de la República Juan Manuel Santos de que habrá conversaciones exploratorias con las fuerzas insurgentes que desde hace décadas actúan en el país.

En un breve comunicado titulado “Bienaventurados los que trabajan por la paz”, los obispos de Colombia se muestran una vez más "convencidos de que el diálogo es el único camino posible para obtener la paz".

Por ello, reciben "con alegría y esperanza el anuncio del señor Presidente de la República sobre conversaciones exploratorias con las fuerzas insurgentes para establecer las bases de un proceso de paz que pueda conducirnos, con la ayuda de Dios, a poner fin al conflicto armado".

Los prelados brindan su "decidido apoyo a esta iniciativa gubernamental", al mismo tiempo que reconocen "la prudencia y la seriedad con las que el Gobierno nacional ha venido desarrollando estos acercamientos preliminares".

En ese contexto, quieren "reafirmar ante la opinión pública" su disponibilidad a "contribuir a la búsqueda de la paz, favoreciendo un clima de perdón y reconciliación entre todos los colombianos y facilitando el encuentro y el entendimiento entre el Gobierno, la sociedad civil y los diversos actores del conflicto armado".

Invitan "a nuestros fieles y al pueblo de Colombia a hacer propia la causa de la paz aportando cada uno desde su condición los elementos requeridos para la construcción de un estado de derecho que permita la convivencia en la justicia, la solidaridad y la fraternidad".

Y concluyen invitando a orar "unidos por la paz, con fervor y convicción, invocando la bendición abundante de Dios sobre nuestra Patria".

El comunicado está firmado, con fecha 28 de agosto, por el arzobispo de Bogotá, monseñor Rubén Salazar Gómez, presidente de la Conferencia Episcopal (www.cec.org.co/).

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México: 'Vemos la violencia como un problema de salud pública'
Afirma monseñor Garfias, obispo de Acapulco
CIUDAD DE MÉXICO, miércoles 29 agosto 2012 (ZENIT.org).- La Comisión Episcopal para la Pastoral Social de México organizó la semana pasada un taller sobre modelos de atención a víctimas de violencia, en el cual participaron equipos de diversas diócesis del país, con el fin de compartir experiencias y apoyarse en metodologías para el acompañamiento a las víctimas de las diversas violencias que se dan en el país, desde la violencia intrafamiliar, la que sufren las mujeres y los niños, hasta la generada por el crimen organizado.

En un artículo publicado en el sitio de la Conferencia Episcopal Mexicana, escribe sobre la experiencia el obispo de Acapulco, monseñor Carlos Garfias Merlos.

“En la Iglesia vemos la violencia como un problema de salud pública ante el cual tienen que intervenir las instituciones del Estado y la sociedad entera para reducir sus efectos”, explica el obispo en su artículo y añade que el Episcopado Mexicano “está haciendo esfuerzos para afrontar el grave fenómeno de la violencia” poniendo en juego todos los recursos para intervenir desde la misión evangelizadora de la Iglesia.

Una intervención que, además de la atención pastoral a las víctimas, incluye la construcción de la paz y la reconciliación.

La Archidiócesis de Acapulco ha participado activamente en esta iniciativa episcopal “con el vivo interés de compartir las experiencias que tenemos en esta región y de aprender lo que están haciendo otras diócesis del país”, informa monseñor Garfias.

El objetivo es “ir profesionalizando el acompañamiento integral a las víctimas, no solo a las generadas por el crimen organizado sino aún a aquéllas que son más invisibles y que tanto daño hacen a los niños, a las mujeres y a los pueblos indígenas como sectores más vulnerables”.

Indispensable también en este esfuerzo es la participación en procesos de diálogo “que faciliten la superación de aquéllos conflictos que manifiestan una exigencia de justicia y una necesidad de la paz”.

El obispo de Acapulco ha participado en varios de estos procesos, entre ellos uno que lleva casi una década, derivado del proyecto de la Comisión Federal de Electricidad para construir una gran presa en las inmediaciones del río Papagayo.

Finalmente el proceso llevó a la firma de los Acuerdos de Cacahuatepec y la apertura de un itinerario de diálogo.

“La Iglesia se congratula por este hecho y felicita a las partes, esperando que continúen las iniciativas para solucionar los conflictos por las vías del diálogo abierto y respetuoso”, concluye monseñor Garfias.

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Puerto Rico: Padres de alumnos deciden fundar un colegio católico
Dependiente del Obispado de Arecibo
ARECIBO, miércoles 29 agosto 2012 (ZENIT.org).- Un grupo de laicos de las parroquias Nuestra Señora de la Victoria en Barceloneta y La Milagrosa de Arecibo, Puerto Rico, decidieron fundar una escuela para sus hijos.

Querían que estudiaran en un colegio católico --según informa en una nota el Obispado de Arecibo--, pero en la zona no había escuelas católicas bilingües que ofrecieran el método de educación individualizada que estaban buscando. Así que lo crearon.

En menos de dos años, pudieron trabajar la documentación, permisos, construcción y abrir operaciones. Asimismo, completaron los trámites para ser reconocidos bajo la Superintendencia de Escuelas Católicas de la diócesis de Arecibo, por lo que tras recibir la aprobación del obispo de Arecibo, monseñor Daniel Fernández Torres, se convirtieron en la primera escuela católica de la zona que no ha sido fundada directamente por órdenes religiosas o parroquias, sino por padres y madres que abrazaron de una forma radical su responsabilidad como primeros educadores de sus hijos.

“Para nosotros es bien importante que a la vez que educamos, impartir también la fe”, comentó la directora de la hoy Academia Nuestra Señora de Fátima, Ángeles Carrión.

En términos concretos, la administración del colegio está en manos de la Junta de Directores --en su mayoría, padres de los estudiantes- mientras que la Superintendencia de Escuelas Católicas de la diócesis de Arecibo certifica que la enseñanza religiosa está a tono con la doctrina de la Iglesia.

El obispo de Arecibo presidirá una Misa para celebrar la pertenencia de la Academia a la Superintendencia de Escuelas Católicas, el próximo jueves, 30 de agosto.

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ONG surocoreanas piden reanudar la ayuda a Corea del Norte
Los graves daños de las inundaciones y el tifón Bolaven agravan la situación
ROMA, miércoles 29 agosto 2012 (ZENIT.org).- En Corea del Sur las organizaciones no gubernamentales (ONG) se está movilizando para conseguir del gobierno el permiso para reanudar la ayuda a Corea del Norte, tras las graves inundaciones y el temido paso del tifón Bolaven, que ya ha empezado a causar estragos en la península coreana.

Como se sabe, tras el lanzamiento de un misil norocoreano el pasado mes de abril, calificado de provocación por la comunidad internacional, excepto China, el gobierno surcoreano bloqueó todo nuevo envío de ayuda humanitaria a través de la zona desmilitarizada que separa las dos Coreas.

Según informa la agencia de las Misiones Extranjeras de París, Eglises d'Asie, citando la agencia oficial de prensa norcoreana, las últimas lluvias produjeron importantes inundaciones que causaron la muerte de 169 personas, la desaparición de otras 400 y daños a las cosechas muy importantes.

El 24 de agosto pasado, se produjeron contactos en Kaesong, ciudad norcoreana que cuenta con un “parque industrial intercoreano”, fruto de la colaboración económica entre las dos Coreas.

Cuatro representantes del Consejo para la cooperación con Corea del Norte, estructura creada por 51 ONG surcoreanas, se entrevistaron con miembros del Consejo para la Reconciliación Nacional (norcoreano). Estos últimos expusieron la necesidad “urgente” de su país en materia de “ayuda alimentaria, médica y en materiales de construcción” para afrontar los daños de las recientes inundaciones.

El padre John Park Chang-il, director de Corea Peace 3000, proyecto apoyado por la Iglesia católica de Corea del Sur, explicó que, dado que los negociadores que asistieron a Kaesong contaban con el permiso del gobierno de Seúl, “no habrá ciertamente dificultad para autorizar” una reanudación de la ayuda humanitaria a Corea del Norte.

El padre Park añade que la ayuda de las ONG surcoreanas sin embargo sería modesta en relación a las necesidades y sólo una ayuda gubernamental masiva podría mejorar la suerte de las poblaciones norcoreanas afectadas.

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Bolivia: Renuncia del obispo auxiliar de Cochabamba
Monseñor Hinojosa celebró sus 50 años de sacerdocio
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 29 agosto 2012 (ZENIT.org).- El santo padre Benedicto XVI aceptó la renuncia al cargo presentada por el obispo auxiliar de Cochabamba, Bolivia, monseñor Luis Sáinz Hinojosa OFM, arzobispo titular de Giunca de Mauritania, en conformidad con los cánones 411 y 401 § 1 del Código de Derecho Canónico.

Según consta en la página web del arzobispado de Cochabamba, monseñor Luis Sáinz Hinojosa nació el 21 de junio de 1936, en Cochabamba, Bolivia. Ingresó en la Orden Franciscana, donde profesó el 17 de enero de 1961. Fue ordenado sacerdote el 26 de agosto de 1962 en Cochabamba. Elegido obispo auxiliar el 8 de mayo de 1982 y consagrado el 31 de julio del mismo año. Nombrado arzobispo-metropolita de La Paz el 23 de febrero de 1987, tomó posesión el 19 de abril del mismo año.

Emérito desde el 1 de agosto de 1996, fue elegido Arzobispo Titular de Giunca di Mauritania y Auxiliar de Cochabamba el 12 de septiembre de 2001.

Hace poco, monseñor Luis Sáinz celebró sus 50 años de sacerdocio con grandes muestras de reconocimiento y cariño, particularmente del pueblo e Iglesia cochabambinos.  

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Entrevistas


Brasil: 'Muchas familias dejan de ir a Misa porque los niños no paran'
Entrevista con Rachel Abdalla, presidenta de la Asociación 'Pequeninos do Senhor'
Por Thácio Siqueira

CAMPINAS, miércoles 29 agosto 2012 (ZENIT.org).- ¿Qué hacer con los niños pequeños en la hora de la Santa Misa? ¿Cómo concentrarse con todo ellos gritando y corriendo por el pasillo de la iglesia? Sin duda, toda familia con niños pequeños conoce la aventura que es cada misa dominical.

Pequeninos do Senhor (www.pequeninosdosenhor.com.br) es un proyecto de la Archidiócesis de Campinas, fundado en 1997 en la casa de una catequista, con sólo ocho niños al principio y que propone una solución eficaz a ese problema.

Hoy, Pequeninos do Senhor, ya está implantado en más de cien parroquias, cuenta con 250 catequistas, voluntarios e incluso está presente fuera de Brasil.

ZENIT entrevistó a Rachel Abdalla, presidenta de la Asociación Católica Pequeninos do Senhor, y una de las fundadoras.

¿Cuál es la propuesta de la Asociación? ¿Quién inició el proyecto y cómo surgió la inspiración?

--Rachel Abdalla: Soy una de las fundadoras y presido la Asociación Pequeninos do Senhor formando parte de un equipo de doce discípulas que están al frente de la obra de Dios para servir a la Iglesia de Cristo.

Nuestra propuesta es abrir un espacio para los niños en el día del Señor, durante las misas de los fines de semana, para ser evangelizados desde pequeños.

Los siete primeros años de vida son fundamentales para el desarrollo intelectual, físico, psicológico y espiritual de toda persona humana, pues es considerado el momento más importante para la formación del carácter, de la personalidad, de la afectividad y de los valores. En este periodo, todas las experiencias vividas son asimiladas y servirán de base para sus conductas durante toda la vida.

Basadas en esta afirmación un grupo de cuatro madres (yo era una de ellas), en 1997, creyó que, cuanto antes un niño se integrara en la comunidad cristiana, conocer a Jesús y aprender sus enseñanzas y las virtudes cristianas, más posibilidades tiene de permanecer en la Iglesia y llegar a ser un adulto fortalecido en la fe.

Inspiradas por el Espíritu Santo, este grupo formó la Comunidad Pequeninos do Senhor que hoy es un servicio a la Iglesia que acoge a niños de 3 a 7 años.

Ya son más de cien parroquias las que implantaron ese proyecto en Brasil y fuera de las fronteras nacionales. ¿Qué hay que hacer para implantar el proyecto en una parroquia?

--Rachel Abdalla: Este recurso ofrece también una formación a los catequistas para que crezcan espiritualmente, transformando la Palabra de Dios, que es viva, en práctica cristiana, testimoniando cada día, la fe y la esperanza allí donde estén.

Para tener acceso a este recurso, es preciso implantar el Proyecto en la parroquia. Para eso, basta que el párroco o un catequista haga una solicitud a través de la página www.pequeninosdosenhor.com.br para recibir enseguida indicaciones por teléfono o por correo electrónico.

Actualmente el protecto está implantado en más de cien parroquias y comunidades en varios estados de Brasil, Angola, Mozambique, Cabo Verde y Canadá, en una comunidad de portugueses.

Una de las grandes dificultades de las familias con niños pequeños es participar en la Santa Misa. ¿Por qué los padres sienten esa dificultad? ¿Usted tiene hijos?

--Rachel Abdalla: Muchas familias dejan de ir a misa porque los niños no paran, incomodan a la comunidad, atraen la atención y concentración de los fieles pero lo padres se sienten obligados a llevarlos a la Iglesia. Y, por no tener con quién dejarlos, acaban no participando en este compromiso cristiano, en este encuentro de los hijos con el Padre.

Al sentir eso dentro de nuestras propias familias, tuvimos el deseo, inspiradas por el Espíritu Santo, de acoger a los pequeños durante las misas, en los fines de semana, con el propósito de evangelizarlos con el mismo Evangelio del domingo, en un espacio adecuado y especialmente preparado para ellos, mientras sus padres participan de la celebración de la Eucaristía.

Tengo dos hijas que hoy son adultas (23 y 19 años) y participan en el proyecto desde muy pequeñas, cuando iniciamos los encuentros en 1997.

Desde 1997 que funciona el proyecto, ¿cómo fue acogido por obispos, sacerdotes y agentes de pastoral? ¿El proyecto tiene apoyo de algún obispo de Brasil?

--Rachel Abdalla: El Concilio Vaticano II, a través de la constitución Lumem Gentium (1964) define a la Iglesia como Pueblo de Dios y anima y apoya a los laicos a trabajar con todo vigor para Cristo. Pero, con toda razón, la Iglesia aún es muy celosa y cautelosa en dar su apoyo incondicional a una obra evangelizadora, principalmente aquellas que nacen a partir de los laicos. Es preciso, antes, que esta obra se consolide, crezca y muestre sus frutos para que sea reconocida.

¡Pero nada de eso impidió que esta obra de Dios creciera y avanzara por caminos tan diversos! Y nosotros no tenemos noción de su alcance porque somos apenas instrumentos capacitados por el Padre que todo lo ve y todo lo sabe.

El trabajo de evangelización con los niños empezó en 1997 y sólo trece años después, en 2010, fue posible el reconocimiento oficial ad experimentum por cinco años, por la Archidiócesis de Campinas.

Con motivo del año 2000, nuestro entonces arzobispo, monseñor Gilberto Pereira Lopes, aprobó, apoyó de inmediato, nos animó y abrió las puertas de la curia arzobispal para su divulgación entre el clero. Y, a partir de ahí, sembramos la idea dentro de nuestra Archidiócesis y, en el tiempo de Dios, se fue implantando y siendo solicitado por otra parroquias.

Cuando monseñor Bruno Gamberini, in memoriam (+2011), llegó a nuestra Archidiócesis en 2005, también nos apoyó, orientó y encaminó para la presentación del proyecto en otras diócesis circunvecinas, lo que permitió también la amplitud de la divulgación, además de apoyar la fundación de la Asociación de Fieles Laicos denominada Pequeninos do Senhor, en 2010.

En abril de este año, monseñor Airton José dos Santos tomó posesión de la Archidiócesis y, recientemente, le presentamos la Asociación y nos acogió dándonos mucho estímulo, enfocando la obra como una importante etapa inicial de la catequesis catecumenal.

'Pequeninos do Senhor' es una obra diocesana, oficialmente reconocida por la Archidiócesis de Campinas. Nuestro próximo paso, en la Iglesia, en los próximos tres años, será llevarla a la aprobación Apostólica en Roma.

¿De qué vive la Asociación? ¿Recibe donativos? ¿Como se puede ayudar?

Rachel Abdalla: La Asociación no tiene fines lucrativos, promueve eventos para su sustento propio, no depende de ningún órgano civil o particular, ni de la Iglesia de Campinas para su subsistencia. Acepta donativos particulares, solamente. Se optó por esto a ejemplo de San Pablo: "Recordad, hermanos, nuestras penas y fatigas; recordad cómo trabajamos día y noche para no ser gravosos a ninguno de vosotros mientras os anunciábamos el evangelio de Dios" (1Tess 2,9).

La Asociación tiene una estructura pequeña y pocos gastos. Por ahora, lo que necesitamos es la divulgación de la obra para que podamos evangelizar a los preferidos de Jesús: los niños. Y, principalmente oraciones para que la obra no perezca por falta de operarios. ¡El Señor completará cuanto ha hecho por mí! Señor, tu amor es eterno, no abandones la obra de tus manos". (Sl 137).

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Documentación


Como el Bautista, mantener siempre la primacía de Dios en nuestras vidas
Palabras de Benedicto XVI en la Audiencia General
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 29 agosto 2012 (ZENIT.org).- A las 10,30 de hoy, en la plaza de la Libertad, frente al Palacio Apostólico de Castel Gandolfo, Benedicto XVI se ha encontrado con fieles y peregrinos llegados para la Audiencia General del miércoles.

En su discurso en lengua italiana, el papa ha presentado la figura de san Juan Bautista, profeta y mártir, del que se celebra hoy la memoria litúrgica del martirio. Ofrecemos el texto de su discurso.

*****

Queridos hermanos y hermanas:

En este último miércoles de agosto, es la memoria litúrgica del martirio de San Juan Bautista, el precursor de Jesús. En el calendario romano, es el único santo del cual se celebra tanto el nacimiento, 24 de junio, como la muerte producida a través del martirio. Esta de hoy es una memoria que se remonta a la dedicación de una cripta de Sebaste en Samaria, donde, a mediados del siglo IV, se veneraba su cabeza. El culto se extiende después a Jerusalén, en las Iglesias de Oriente y en Roma, con el título de la Decapitación de San Juan Bautista. En el Martirologio Romano se hace referencia a un segundo hallazgo de la preciosa reliquia, transportada para la ocasión, a la iglesia de San Silvestre en Campo Marzio, en Roma.

Estas pocas referencias históricas nos ayudan a entender cuán antigua y profunda es la veneración de Juan el Bautista. En los evangelios se destaca muy bien su papel en relación con Jesús. En particular, san Lucas narra el nacimiento, la vida en el desierto, la predicación, y san Marcos nos habla de su trágica muerte en el Evangelio de hoy. Juan el Bautista comenzó su predicación en el periodo del emperador Tiberio, en el año 27-28 d.c., y la clara invitación que dirige a las personas que acudían a escucharlo, es preparar el camino para acoger al Señor, para enderezar las sendas torcidas de la vida a través de un cambio radical del corazón (cf. Lc. 3, 4). Pero el Bautista no se limita a predicar la penitencia, la conversión, sino que, reconociendo a Jesús como el "Cordero de Dios" que vino a quitar el pecado del mundo (Jn. 1, 29), tiene la profunda humildad de mostrar a Jesús como el verdadero Mensajero de Dios, haciéndose a un lado para que Cristo pueda crecer, ser escuchado y seguido.

Como nota final, el Bautista testifica con la sangre su fidelidad a los mandamientos de Dios, o sin ceder o darle la espalda, cumpliendo hasta el final su misión. San Beda, monje del siglo IX, en sus Homilías dice: San Juan por [Cristo] dio su vida, a pesar de que no recibió la orden de renegar de Jesucristo, le fue ordenado solo callar la verdad. (Cf. Om 23:. CCL 122, 354). Y no calló la verdad y por eso murió por Cristo, quien es la Verdad. Justamente, por el amor a la verdad, no reduce su compromiso y no tiene temor a dirigir palabras fuertes a aquellos que habían perdido el camino de Dios.

Vemos en esta gran figura, esta fuerza en la pasión, en la resistencia contra los poderosos. Preguntamos: ¿de dónde viene esta vida, esta interioridad tan fuerte, tan recta, tan coherente, gastada así completamente por Dios, y preparar el camino para Jesús? La respuesta es simple: de la relación con Dios, de la oración, que es el hilo conductor de toda su existencia. Juan es el don divino por mucho tiempo invocado por sus padres, Zacarías e Isabel (cf. Lc. 1,13); un don inmenso, humanamente inesperado, porque ambos eran de edad avanzada y Isabel era estéril (cf. Lc. 1,7); pero nada es imposible para Dios (cf. Lc. 1,36). El anuncio de este nacimiento se produce en el lugar de la oración, en el templo de Jerusalén, es más, sucede cuando a Zacarías le toca el gran privilegio de entrar en el lugar santísimo del templo para quemar incienso al Señor (cf. Lc. 1, 8-20). También el nacimiento de Juan el Bautista estuvo marcado por la oración: el canto de gozo, de alabanza y de acción de gracias que Zacarías eleva al Señor, y que recitamos cada mañana en los Laudes, el "Benedictus", exalta la acción de Dios en la historia y muestra proféticamente la misión de su hijo Juan: preceder al Hijo de Dios hecho carne, para preparar sus caminos (cf. Lc. 1,67-79). Toda la existencia del Precursor de Jesús es alimentada por una relación con Dios, especialmente el tiempo de permanencia en el desierto (cf. Lc. 1,80); las regiones desérticas que son lugar de la tentación, pero también es el lugar donde el hombre siente la propia pobreza, porque, debido a la falta de apoyo y seguridad material, comprende cómo el único punto de referencia sólido es Dios mismo. Pero Juan el Bautista no sólo es un hombre de oración, de contacto constante con Dios, sino también una guía en esta relación. El evangelista Lucas, refiriéndose a la oración que Jesús enseña a sus discípulos, el "Padre Nuestro", narra que la solicitud viene hecha por los discípulos con estas palabras: "Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos" (cf. Lc. 11, 1).

Queridos hermanos y hermanas, celebrar el martirio de san Juan Bautista nos recuerda también a nosotros, cristianos de este tiempo, que no se puede descender a componendas con el amor a Cristo, a su Palabra, a la Verdad. La Verdad es Verdad, no hay componendas. La vida cristiana requiere, por así decirlo, el "martirio" de la fidelidad diaria al Evangelio, el valor para dejar que Cristo crezca en nosotros y sea Cristo quien dirija nuestro pensamiento y nuestras acciones. Pero esto puede suceder en nuestras vidas solo si es sólida la relación con Dios.

La oración no es una pérdida de tiempo, no es robar espacio a las actividades, incluidas las apostólicas, sino es exactamente lo contrario: solo si somos capaces de tener una vida de oración fiel, constante, segura, Dios mismo nos dará la fuerza y la capacidad de vivir de un modo feliz y sereno, superar las dificultades y testimoniarlo con valor. San Juan Bautista interceda por nosotros, para que sepamos mantener siempre la primacía de Dios en nuestras vidas. Gracias.

Traducido del original italiano por José Antonio Varela V.

©Librería Editorial Vaticana

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