Critica además a quienes han clericalizado la Iglesia

El cardenal Bergoglio acusa de hipócritas a los sacerdotes que no bautizan bebés de madres solteras

 

El cardenal de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio, arremetió contra los sacerdotes «hipócritas» que no bautizan a los bebés de madres solteras porque no fueron concebidos en la santidad del matrimonio. Denunció que son quienes apartan a la gente de Dios. El prelado animó a mantener una actitud de mayor cercanía ya que esas mujeres tuvieron la valentía de traer sus hijos al mundo.

04/09/12 9:11 AM


(Valores Religiosos) El cardenal Bergoglio exhortó a fomentar la cultura del encuentro que «nos hace hermanos, nos hace hijos, y no socios de una ONG o prosélitos de una multinacional», en la misa de clausura del encuentro de Pastoral Urbana de la región pastoral de Buenos Aires.

Ante delegados de las 11 diócesis que la conforman y participaron de un encuentro de Pastoral Urbana en la UCA, el primado argentino criticó con dureza a quienes «han clericalizado la Iglesia».

«La llenan de preceptos, y con dolor lo digo, y si parece una denuncia o una ofensa, perdónenme, pero en nuestra región eclesiástica hay presbíteros que no bautizan a los chicos de las madres solteras porque no fueron concebidos en la santidad del matrimonio», aseveró en medio de aplausos.

«Éstos son los hipócritas de hoy. Los que clericalizaron a la Iglesia. Los que apartan al pueblo de Dios de la salvación. Y esa pobre chica que, pudiendo haber mandado a su hijo al remitente, tuvo la valentía de traerlo al mundo, va peregrinando de parroquia en parroquia para que se lo bauticen», cuestionó.

Bergoglio insistió en que «clericalizar la Iglesia es hipocresía farisaica», por eso Jesús enseña el otro camino: «Salir a dar testimonio, salir a interesarse por el hermano, salir a compartir, salir a preguntar. Encarnarse».

También criticó «la mundanidad espiritual», esa de «hacer lo que queda bien, de ser como los demás, de esa burguesía del espíritu, de los horarios, de pasarla bien, del status».

«No a la hipocresía. No al clericalismo hipócrita. No a la mundanidad espiritual -sentenció-. Porque esto es demostrar que uno es más empresario que hombre o mujer de evangelio. Sí a la cercanía. A caminar con el pueblo de Dios. A tener ternura especialmente con los pecadores, con los que están más alejados, y saber que Dios vive en medio de ellos».

«Que Dios nos conceda esta gracia de la cercanía, que nos salva de toda actitud empresarial, mundana, proselitista, clericalista, y nos aproxima al camino de Él: caminar con el santo pueblo fiel de Dios», concluyó.