6.09.12

Fanatismo “pre conciliar” en la Nueva Jerusalén

A las 11:50 AM, por Andrés Beltramo
Categorías : Iglesia en México

Del Vatican Insider

¿Hasta dónde puede llegar el rechazo al Concilio Vaticano II? En México un ex sacerdote católico no se conformó sólo con protestar por las reformas litúrgicas introducidas tras ese evento eclesial. Decidió ir más allá y creó una secta, con santuario y videntes propios. Un pueblo que hoy cuenta con cinco mil personas en el occidental estado de Michoacán y se llama la “Nueva Jerusalén”. Ahora sus pobladores, divididos en dos bandos, se encuentran enfrentados a muerte.

El 6 de julio un grupo de fanáticos incendió las instalaciones de la escuela primaria local “Vicente Guerrero”. Los vándalos estaban encabezados por un “obispo” que se hacía llamar Martín de Tours. Sí, como el santo húngaro del Siglo IV.

Sólo gracias a esos desmanes las cámaras se posaron sobre un fenómeno que data de más de 40 años. Tras la conclusión del Concilio Vaticano II, en 1965, el entonces sacerdote católico Nabor Cárdenas Mejorada se declaró en rebeldía. Dejó la Iglesia y formó su propia comunidad. Conoció a Gabina Sánchez, una “mística” a la cual supuestamente se le apareció la Virgen del Rosario el 13 de junio de 1973.

Según la vidente, que pasó a llamarse “Mamá Salomé”, la aparición identificó en “Papá Nabor” al elegido de Dios para organizar una iglesia en el cerro del Mirador, conocido hoy como la Cuenca Celeste. Así nació la Nueva Jerusalén, una secta que convocó –en la década de los 70- a personas de todo México.

El fenómeno creció, con la connivencia del poder político. En el pueblo las únicas reglas válidas son las heredadas por Nabor y Salomé. Con duras prohibiciones. Sus habitantes están incomunicados, todos sus movimientos son controlados, su sociedad está dividida en castas además de estar vetados terminantemente la reproducción, los noviazgos y los matrimonios.

A la muerte de Mamá Salomé en 1982 se sucedieron otros “videntes”. Primero María de Jesús Bautista y luego Agapito Gómez Aguilar, quien nunca piso la cárcel pese a haber sido acusado de acopio de armas, abuso de menores y vínculos con el crimen organizado. Mientras tanto, el líder Nabor extendió su poder hasta 2007, cuando murió a los 101 años.

Tras el fallecimiento emergió una división interna entre el grupo de Martín de Tours, responsable de una “catedral” de mil metros cuadrados, y Santiago el Mayor, quien fungía como “obispo auxiliar” del finado Papá Nabor. Un conflicto que ya en 2011 provocó fuertes rencillas, porque ambos líderes religiosos cuentan con el apoyo de partidos políticos rivales.

En las últimas semanas la escuela local se ha convertido en la manzana de la discordia. Mientras los secuaces de Tours exigen una educación basada en las férreas normas de la secta; los de Santiago quieren una formación laica. Pero como entre fanáticos la convivencia resulta imposible, la destrucción del edificio educativo encendió todas las alarmas. Y desde hace semanas la comunidad se encuentra vigilada por la policía las 24 horas.

Tanta atención captó el conflicto, que la Conferencia Episcopal Mexicana se vio obligada a intervenir para aclarar que la “Nueva Jerusalén” no tiene relación con la Iglesia.

“Este grupo, mal llamado ‘radical católico’, nada tiene que ver con los postulados de la Iglesia Católica, Apostólica y Romana; es más, son cismáticos y por lo tanto quedan excluidos de la misma. Si bien utilizan símbolos propios de la Iglesia, reiteramos que nada tienen que ver con ella”, indicó la CEM en una nota. Y agregó: “Las leyes son para acatarse, y en este caso, son las autoridades locales las que deben intervenir y poner orden en un conflicto que si no se atiende, puede llegar más lejos. No es un asunto que deba esperar, es momento de actuar y ejercer el estado de derecho que se ha vulnerado”.