7.09.12
Que estamos en crisis lo sabemos todos, porque es la palabra que más se emplea en estos momentos y porque sus consecuencias las vamos sufriendo de una u otra forma. Ni les cuento cómo se nota en Caritas.
Otra cosa es analizar las causas de esta situación, que para eso tenemos a los economistas, aunque no se pongan de acuerdo. Hay una explicación simplista según la cual la culpa de todo, cómo no, es de Estados Unidos, de la señora Merkel y de Sarkozy. De Estados Unidos menos por Obama, que si siguiera de presidente Bush sería la repera. Pero todos echábamos de menos que alguien nos diera otras claves más directas y definitivas.
Pues sepan que ayer nos han llegado. Sí. La culpa de la crisis económica no la tienen Obama ni Zapatero, los sindicatos, partidos políticos, autonomías, el ladrillo o las cajas de ahorro. Que va. La culpa de todo la tienen los obispos, como deber ser. Ahhhhhhhhhhh.
Ayer Religión Digital trae a primera página una entrevista con Arcadi Oliveres, al que presenta como presidente de Justicia y Paz y encargado de abrir el congreso de la asociación Juan XXIII. Pues este señor es quien lo dice. No un cualquiera, sino el presidente de Justicia y Paz. Que los obispos son culpables de la crisis por omisión y por acción.
Por omisión todavía podría llegar a entenderlo. Quizá más escritos, vaya usted a saber, o a lo mejor pretendía que se hubieran ido a acampar en la Puerta del Sol. ¿Pero por acción? ¿Me puede explicar exactamente este señor qué es lo que han hecho mal? Lo único que dice es que no sé qué de Cajasur y que si otra vez el IBI. Este señor, y me estoy prodigando mucho con la palabra, no es un economista serio, es un cantamañanas, y será todo lo presidente de Justicia y Paz que quiera, pero no se ha enterado de que va la película, que trata de que el “Consejo Justicia y Paz tiene como finalidad promover la justicia y la paz en el mundo según el Evangelio y la doctrina social de la Iglesia”, dentro de lo cual no está meter el dedo en el ojo a los obispos como sea, especialmente a base de patrañas y medias verdades.
El congreso de la asociación Juan XXIII no es otra cosa que una reunión de “agobiados y cabreados” que una vez al año se juntan para dar rienda suelta a su agresividad contra la Iglesia. A las declaraciones de Arcadi me remito.
Y una pregunta final que me vengo haciendo. ¿Qué pinta este señor presidiendo nada de Justicia y Paz? ¿Quién lo ha nombrado? ¿Hay que aguantarle en el cargo a perpetuidad?
Finalmente, ya que están los del congreso en un local de Comisiones Obreras, podían preguntarse si esos señores, los de comisiones, tienen algo que ver con la crisis. Al final va a resultar que la crisis la han provocado los obispos mientras que los pobres sindicalistas son los que la están paliando dando de comer al desvalido. Vivir para ver.