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El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 7 de septiembre de 2012

VIAJE APOSTÓLICO DEL PAPA AL LÍBANO

YouCat: el don de la fe
El Papa repartirá el catecismo de los jóvenes en el Líbano

Santa Sede

Los 92 nuevos obispos reunidos en Roma se encontraron hoy con el papa
Nombrados durante los dos últimos años en territorios de misión

Mundo

Pakistán: ¡Liberaron a Rimsha!
Caso de niña acusada de blasfemia movilizó a los cristianos

En la escuela de san Pablo...

El cristiano no se rige en su trato por la acepción de personas (Tiempo ordinario 23º, ciclo B)


VIAJE APOSTÓLICO DEL PAPA AL LÍBANO


YouCat: el don de la fe
El Papa repartirá el catecismo de los jóvenes en el Líbano
Por John Newton y Reinhard Backes

ROMA, viernes 7 septiembre 2012 (ZENIT.org).- El papa Benedicto XVI distribuirá copias de una traducción árabe del Catecismo juvenil durante su visita al Líbano. Los primeros ejemplares deYouCat en árabe serán distribuidos el 15 de septiembre, en el encuentro del santo padre con los jóvenes en la explanada del Patriarcado maronita de Bkerké.

El coordinador del encuentro juvenil, padre Toufic Bou Hadir, dijo que este libro de 300 páginas "ha inspirado a muchos de los jóvenes en el mundo árabe", incluso antes de su traducción a su lengua nativa.

Describiendo la próxima reunión papal, dijo: "Estamos esperando unos 50,000 participantes este día, procedentes del Líbano y de otros países del Medio Oriente."

Y agregó: "El libro YouCat --en su edición en árabe--, se distribuye como un regalo personal del papa a todos los jóvenes participantes en el evento, de manera similar a lo ocurrido en Madrid el año pasado."

La Fundación pontificia internacional Ayuda a la Iglesia Necesitada ha apoyado con los costos de impresión de los Catecismos en árabe, habiendo previamente ayudado con la impresión de 700.000 ejemplares del YouCat en siete idiomas, para la Jornada Mundial de la Juventud de Madrid en agosto de 2011.

La edición en árabe de YouCat fue preparada por un equipo de traductores que trabajaron bajo los auspicios del Departamento de la Juventud del Patriarcado Maronita en el Líbano y fue impreso también en este país.

En su prólogo al YouCat, que contiene respuestas a 527 preguntas sobre la fe católica, el papa Benedicto XVI dice a los jóvenes: "Este Catecismo no fue escrito para hacerte un favor. Y no va a hacerte la vida más fácil, ya que exige de ti una vida nueva".

"Tú necesitas saber en lo que crees", les aconseja el pontífice, quien llegará el proximo 14 de septiembre al Líbano en una visita apostólica de tres días.

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Santa Sede


Los 92 nuevos obispos reunidos en Roma se encontraron hoy con el papa
Nombrados durante los dos últimos años en territorios de misión
ROMA, viernes 7 septiembre 2012 (ZENIT.org).- Los 92 obispos nombrados durante los dos últimos años en las jurisdicciones eclesiásticas de territorios de misión, y que participan en  Roma en un seminario de estudio organizado por la Congregación de la Evangelización de los Pueblos, se encontraron hoy con el papa Benedicto XVI en Castel Gandolfo para recibir las indicaciones que el santo padre les dará, teniendo en vista el Año Santo y el Sínodo de los Obispos para la Nueva Evangelización.

Monseñor Savio Hon Tai Fai, SDB, secretario de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, le ha explicado a Zenit durante una pausa del seminario que se realiza en el Pontificio Colegio de San Pablo Apóstol, en Roma, las motivaciones del encuentro que reúne a estos obispos recientemente nombrados para conducir jurisdicciones eclesiásticas en territorios de misión, quienes en los primeros años pueden encontrar dificultades y problemas particulares.

“La finalidad del seminario --indicó monseñor Tai Fai--, es triple: sobretodo es una actualización y profundización sobre la doctrina de la Iglesia y el rol del obispo. El segundo motivo es el de vivir en fraternidad, vivir juntos, orar y conocerse mutuamente. Y el tercero es conocer más de cerca al santo padre y cómo funciona la Curia Romana. Por lo tanto con esta triple finalidad hemos organizado nuestro seminario”.

“En particular este año con Porta Fidei, prosiguió, el santo padre nos pide profundizar sobre la utilidad de enseñar el catecismo. Por ello nuestros conferencistas también tuvieron en vista la nueva evangelización y el motu proprio Porta Fidei, con el cual el papa convoca al Año de la Fe”.

El nuevo subsecretario de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, monseñor Tadeusz Wojda, SAC, consideró además, que el seminario de estudio “es una hermosa experiencia, en la que los obispos aprecian mucho compartir los temas y las experiencias vividas”.

Y precisó que “este seminario sirve también para entender cómo los problemas que muchas veces se encuentran en una determinada Iglesia, también existen en otras. Y esta conciencia del problema presenta desafíos, y muchos”. Además “ayuda a los obispos a madurar y tomar conciencia que, compartiendo y colaborando juntos, se encuentra una solución a los desafíos actuales”.

“En vista del Año de la Fe --añadió monseñor Wojda--, deseamos saber qué nos dirá el santo padre sobre sus planes pastorales y sobre este tiempo de renovación de la fe y del entusiasmo para proclamar el evangelio”.

 “Así estamos intentando con los obispos aquí reunidos, concluyó, aprender lo más posible para enfrentar bien esta renovación de la fe en el mundo”.

El encuentro que se inició el 3 de septiembre durará hasta el 15 del mismo mes, y se concluirá con una misa solemne en la tumba del apóstol Pedro, presidida por el cardenal Fernando Filoni, presidente del dicasterio vaticano organizador del evento.

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Mundo


Pakistán: ¡Liberaron a Rimsha!
Caso de niña acusada de blasfemia movilizó a los cristianos
ROMA, viernes 7 septiembre 2012 (ZENIT.org).- El tribunal en Islamabad "ordenó la liberación bajo fianza" de Rimsha Masih, la niña con Sindrome de Down que fue detenida en las últimas semanas por una (falsa) acusación de blasfemia, según informa la agencia AsiaNews, caso que ha tenido al mundo pendiente del resultado de este hecho relacionado con la libertad religiosa en Pakistán.

Esta buena noticia ha sido confirmada por Paul Bhatti, Consejero Especial del Primer Ministro para la Armonía nacional, quien manifiesta "la felicidad y satisfacción" de toda la comunidad paquistaní, cristianos o no, ya que "se ha hecho justicia". El político católico, con nivel de ministro federal, explicó que los tribunales han establecido "en 500 mil rupias" (unos 4 mil euros), la suma de su liberación y que de inmediato será confiada a "la protección del ministerio de la Armonía Nacional y de los abogados de la APMA (Asociación 'All Pakistan Minorities Alliance')", --fundada por Shahbaz Bhatti, ministro para las minorías religiosas asesinado en marzo de 2011 por extremistas islámicos--, ya que "la mayoría ha trabajado para lograr esto", acotó.

Para el ministro, este resultado ofrece "una imagen positiva de Pakistán y del Islam", que ha evitado así posibles abusos relacionados con las leyes sobre la blasfemia. Ahora queda por resolver la situación de cientos de familias cristianas que han huido de sus hogares cuando sucedieron los hechos, por temor a represalias por parte de los extremistas. "Algunas personas han regresado a sus hogares --dijo Paul Bhatti--, y están tranquilas. De todos modos, estamos trabajando para la reinstauración de toda la comunidad en su lugar de origen, o mediante un traslado a un área puesta a disposición por la Archidiócesis de Lahore", que se ha ofrecido a acoger a las personas desplazadas.

Entre tanto, permanece detenido Khalid Jadoon, el imán de la mezquita perteneciente al barrio de Rimsha, quien fuera acusado por testigos directos de haber manipulado las pruebas para acusar a la pequeña "y echar a los cristianos de la zona".

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En la escuela de san Pablo...


El cristiano no se rige en su trato por la acepción de personas (Tiempo ordinario 23º, ciclo B)
 
ROMA, viernes 7 septiembre 2012 (ZENIT.org).- Dado que en el 23º domingo del Tiempo ordinario la segunda lectura dominical corresponde a un pasaje de la carta de Santiago, en esta ocasión la columna "En la escuela de san Pablo...", escrita por nuestro colaborador el padre Pedro Mendoza, LC, ofrece el comentario y la aplicación de dicho pasaje.

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Pedro Mendoza, LC

"Hermanos míos, no entre la acepción de personas en la fe que tenéis en nuestro Señor Jesucristo glorificado. Supongamos que entra en vuestra asamblea un hombre con un anillo de oro y un vestido espléndido; y entra también un pobre con un vestido sucio; y que dirigís vuestra mirada al que lleva el vestido espléndido y le decís: ‘Tú, siéntate aquí, en un buen lugar’; y en cambio al pobre le decís: ‘Tú, quédate ahí de pie’, o ‘Siéntate a mis pies’. ¿No sería esto hacer distinciones entre vosotros y ser jueces con criterios malos? Escuchad, hermanos míos queridos: ¿Acaso no ha escogido Dios a los pobres según el mundo como ricos en la fe y herederos del Reino que prometió a los que le aman?". (Sant. 2,1-5).

Comentario

Este pasaje de la carta del apóstol Santiago (2,1-5) forma parte de la unidad 2,1-13 en la que el apóstol responde a una contradicción que puede darse en la vida religiosa, la acepción de personas: la preferencia incesante por los ricos, incluso en las comunidades cristianas, y el menosprecio de los pobres. El tema aparece señalado desde el primer versículo y luego lo desarrolla con vivacidad, aclarado con ejemplos. Conviene observar que, si es cierto que el ejemplo es una invención del autor, la enseñanza que encierra la ha sacado, con toda seguridad, de su experiencia.

Los versículos de la lectura dominical pertenecen a la primera parte de la unidad (vv.1-7) en la que el autor exhorta a no implicar la fe con acepción de personas. Para ello comienza por señalar que obra mal quien da preferencia a los ricos (2,1-4). El motivo reside en la fe común en Cristo, en el Señor, que se encuentra en la gloria de Dios. Esta fe libera al creyente en Cristo de todo servilismo medroso o interesado ante otros poderes, cualesquiera que sean. El cristiano no puede regir su trato con los demás hombres basado en las antiguas normas mundanas, porque son falsas. Por lo mismo su manera de juzgar al prójimo no es con base en su posición social o en su apariencia, en la estima que de él tienen los hombres, sino fundada en lo que es ante Dios. El cristiano reconoce que ante Dios todos somos iguales, tanto por nuestra condición de criaturas como por ser pecadores llamados a la salvación. Ahí reside la razón última de la no acepción de personas, que no tiene lugar en Dios: Dios no mira las apariencias; Dios ve los corazones.

De todo lo anterior, el autor deduce el consecuente comportamiento que no debe regirse en las relaciones cotidianas según normas dictadas por puntos de vista terrenos, con frecuencia injustos y poco caritativos, ni siquiera cuando se trata de relaciones con no cristianos. En el ejemplo propuesto, que Santiago lleva al límite conscientemente, habla de gente que no tiene sitio fijo en la asamblea cultual. Lo que dice más adelante (2,6-8; cf. 5,1-6) indica que el rico es un no cristiano que un día entra a participar en el culto divino cristiano porque se siente interesado. Lo mismo puede decirse, probablemente, del visitante pobre. Quien rige su comportamiento por la acepción de personas, asigna al rico, en seguida, un sitio honorífico, que sea lo más cómodo posible; al visitante pobre, en cambio, le concede poca atención, ni siquiera le cede el asiento. Por tanto, éste último ha de quedarse de pie o sentarse en el suelo. No es cristiana esa preferencia otorgada al rico, aunque influida seguramente por la intención de ganarle para la comunidad cristiana, como tampoco es cristiano el menosprecio mostrado al pobre. Tales distinciones en la manera de tratar a las personas convierten a tales cristianos en jueces inicuos, parciales y llenos de prejuicios. Obrar así equivale a traicionar su vocación.

Ya en el Antiguo Testamento tales acepciones de personas caen bajo la amenaza de la rigurosas justicia de Dios. ¿Como podrán resistir ante quien, según palabras de Jesús, ha de medir al hombre con la misma medida con que el hombre haya medido (Mt 7,1s)? ¿Y cómo puede atraer y persuadir la fe del cristiano, si las normas que sigue en su vida contradicen por completo las normas de la fe?

A continuación señala el autor la conducta de Dios, quien ha escogido a los pobres para herederos del reino (vv.5-6a), para indicar que nuestra conducta debe ajustarse a la de Dios. Pues bien, Dios, en su infinita bondad, no ha excluido a nadie de su amor, ni siquiera a los que poco o nada valen a los ojos del mundo. Al contrario, como señala san Pablo: "Lo que para el mundo es necio, lo escogió Dios para avergonzar a los sabios" (1Cor 1,27). Porque esos hombres, por razón, precisamente, de su indigencia, comprendían mejor que los demás la necesidad que tiene el hombre de ser salvado y estaban así especialmente dispuestos a abrirse al amor misericordioso de Dios. A ellos, por tanto, se dirigía especialmente el amor de Jesús y para ellos pronunció Jesús, por voluntad de Dios, su mensaje de salvación: "Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el reino de Dios" (Lc 6,20). Una vez más Santiago es fiel testigo de su Señor.

De lo antedicho no hay que deducir que los ricos estén excluidos de la salvación. Pero el hombre ha de reconocer esta especial elección de los pobres, y ha de considerarlos y honrarlos como ricos por el tesoro de fe que poseen. Ahí está la verdadera riqueza del hombre: la elección divina, el don de la fe, la gracia de haber sido nombrado heredero del reino de Dios. Todos los elegidos, cualquiera que sea su condición social, son ricos ya ahora; los creyentes son herederos ya actualmente. Hay, pues, que amarlos y honrarlos desde ahora. ¿Cómo se puede dejar de amar a aquellos a quienes Dios ama? ¿Cómo se puede dejar de honrar a quien Dios honra?

Aplicación

El cristiano no se rige en su trato por la acepción de personas

La liturgia de la Palabra de este 23º domingo del Tiempo ordinario nos presenta las grandes intervenciones del amor de Dios en favor de los hombres, sus hijos. En el Evangelio es Cristo quien, compadecido, dona la curación a un sordomudo. Tal gesto encuentra un eco en el Antiguo Testamento en el episodio del profeta Isaías quien anuncia los prodigios que Dios obrará para con su pueblo. Por su parte, la lectura del apóstol Santiago nos exhorta a ser coherentes en la vivencia de la fe por medio de la práctica de la caridad auténtica en la que no hay lugar para la acepción de personas.

El anuncio del fin del exilio proclamado por el profeta Isaías, en la primera lectura (Is 35,4-7a), está acompañado de las promesas de las grandes intervenciones que Dios quiere obrar en su pueblo. De este modo quiere infundir a los exiliados ánimo y esperanza ante un Dios que es fiel y que no defrauda. Ya ha terminado el período de prueba, de sufrimiento del pueblo por sus pecados. Ahora Dios intervendrá de una manera estupenda y grandiosa: "Entonces se despegarán los ojos de los ciegos, y las orejas de los sordos se abrirán. Entonces saltará el cojo como ciervo, y la lengua del mudo lanzará gritos de júbilo. Pues serán alumbradas en el desierto aguas, y torrentes en la estepa, se trocará la tierra abrasada en estanque, y el país árido en manantial de aguas".

Cuanto Isaías había anunciado como promesa tiene pleno cumplimiento en el ministerio de Cristo, como refiere el Evangelio de Marcos (7,31-37). En este pasaje vemos a Cristo que, con misericordia infinita, se entrega a curar a los enfermos, en concreto a un sordomudo. A este hombre que, por su condición, estaba excluido de la vida social, Cristo vuelca su corazón paternal. Como no escucha, por ser sordo, le hace sentir su acción salvadora a través del tacto, metiéndole sus dedos en los oídos y con su saliva tocándole su lengua. Pronuncia sus palabras de curación: "Effatá" ("¡Abrete!") y el sordomudo recupera su capacidad de oír y de hablar.

Parecería que la segunda lectura de la carta del apóstol Santiago (2,1-5) no tiene conexión alguna con las otras lecturas en las que se nos habla de los prodigios operados a favor de su pueblo por Dios. Pero si prestamos atención, existe una relación directa, pues nuestra vida cristiana debe caracterizarse por la práctica de una fe auténtica, que nace del amor auténtico. Este amor es el que Dios nos ha demostrado, como viene señalado en las lectura del profeta Isaías y del Evangelio de Marcos. Por eso Santiago no duda en reclamar al cristiano a ser coherente en la vivencia de su fe no rigiendo su comportamiento por la acepción de personas.

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