7.09.12

 

No abundan los políticos españoles que hacen gala de su condición de fieles católicos. Entre ellos los más destacados y conocidos son Francisco Vázquez, en el PSOE, y Jaime Mayor Oreja, en el PP, aunque yo diría que el primero es mediáticamente más activo en su militancia católica.

Don Francisco, Paco para lo amigos y para buena parte de la gente que le aprecia aun sin tener contacto personal con él, intervino ayer en el Instituto Teológico Compostelano, dentro del marco de unas jornadas de teología. Y por lo que sabemos de su intervención, vuelve a ser evidente que estamos ante una personalidad pública que no tiene el menor rubor en presumir de ser hijo de la Iglesia.

Así, don Franciso defendió que la religión debe estar en el ámbito público y no circunscribirse solo al entorno privada como proclama un «laicismo agresivo». Y al referirse al aborto, no pudo estar más acertado al asegurar que el grado de civilización de una sociedad se mide por la defensa que hace del más débil, algo que no se cumple en la actual ley, que fue aprobada por el anterior gobierno socialista. Yo añadiría que dicha defensa era inexistente en la ley anterior. De hecho, cualquier ley despenalizadora de los abortos es un atentado contra los más débiles, que siempre son los seres humanos no nacidos.

Lo que me llama la atención es que teniendo las cosas tan claras, el ex-alcalde de La Coruña y ex-embajador de España ante la Santa Sede siga siendo militante de un partido que defiende exactamente lo contrario a lo que él cree. Es decir, creo que se puede ser perfectamente socialista y estar en contra del aborto y a favor de la presencia de la fe en el ámbito público. Pero no sé como se puede ser eso y a la vez afiliado del PSOE.

Al PSOE le viene incluso bien tener a alguien así dentro del partido. Sirve como coartada para dar la imagen de tolerancia hacia unas ideas que, en realidad, son combatidas con fuerza y con rabia en la ideología del partido.

Siento mucho decir que no puedo dejar de preguntarme si la fidelidad de Francisco Vázquez hacia sus ideas religiosas y existenciales es menor que su fidelidad al partido. Personas como Rosa Díez saliendo del PSOE por razones mucho menos piadosas y beneméritas que el político gallego.

Me viene al pensamiento las palabras de Cristo sobre los fariseos y lo que dijo al pueblo de Israel: “Así que, todo lo que os digan que guardéis, guardadlo y hacedlo; mas no hagáis conforme a sus obras, porque dicen, y no hacen” (Mt 23,3). E incluso las que escribió San Pablo en Romanos: “Tú, pues, que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo? Tú que predicas que no se ha de hurtar, ¿hurtas? Tú que dices que no se ha de adulterar, ¿adulteras? Tú que abominas de los ídolos, ¿cometes sacrilegio? Tú que te jactas de la ley, ¿con infracción de la ley deshonras a Dios?(Rom 2,21-23)".

Parafraseando la Escritura, me dan ganas de preguntar a don Francisco -y vale igual para don Jaime en el PP-: “Tú que dices defender la vida y el papel de la fe en el ámbito público, ¿eres militante del PSOE?; tú que sabes que el aborto es un crimen, ¿votas y pides el voto para el partido que lo considera un derecho?".

Es cosa buena que Francisco Vázquez se manifieste de la manera que lo hace. Como hermano en la fe e hijo de la misma Iglesia le estoy agradecido por ello. Pero sería mucho mejor que diera un paso al frente y abandonara el partido que lucha activamente contra aquello en lo que él cree. Sinceramente creo que eso daría gloria a Dios y serviría para dar un verdadero testimonio público de que la fe es algo que debe tenerse en cuenta mucho más que otra consideraciones personales y políticas.

Luis Fernando Pérez Bustamante