Primera condena contra un obispo por esta materia

El obispo de Kansas es condenado a dos años de libertad condicional por encubrir a un pedófilo

 

El obispo de Kansas, Robert Finn, fue declarado culpable de encubrir los actos de pedofilia de uno de los sacerdotes de su diócesis, Shawn Ratigan, en cuyo ordenador se encontraron fotografías de menores desnudas. Mons. Finn, de 59 años de edad, que se enfrentaba a una pena máxima de un año de cárcel y una multa de 1.000 dólares, ha sido condenado a dos años de libertad condicional.

08/09/12 11:12 AM


(Agencias/InfoCatólica) «Estoy agradecido de que la acusación y los tribunales hayan permitido que este asunto llegue a su fin. La protección de los menores es lo prioritario», dijo el obispo minutos antes de conocer el veredicto.

Además deberá crear un fondo de 10.000 dólares destinado a ayudar económicamente a los menores víctimas de abusos sexuales y a iniciar un programa para asesorar a los miembros de su comunidad en la detección de signos de abusos a menores. Nadie en la diócesis confirmó si Mons. Finn ha recibido presiones por parte del Vaticano para que presente su renuncia tras su condena, asegura The New York Times.

Los hechos

En diciembre de 2010, el sacerdote, que impartía clases en una escuela católica de primaria de Kansas, llevó su ordenador a reparar. Cuando el técnico descubrió que el disco duro estaba repleto de fotos de genitales de menores y de niñas desnudas, informó inmediatamente a los oficiales de la diócesis.

El obispo, a quien, Ratigan había confesado sus problemas con la pornografía infantil y que en mayo de ese año había recibido una carta del director del colegio alertando de que en una ocasión aquél había llevado sobre su regazo a una de las alumnas en un viaje en autobús y que solía animar a los niños a que rebuscaran caramelos directamente de sus bolsillos, decidió únicamente trasladar al sacerdote a un convento y ordenarle verbalmente que se mantuviera alejado de los menores.

El cura continuó sin embargo tomando fotografías de menores desnudas, hasta que, 5 meses después, los oficiales de la diócesis alertaron a las autoridades sin contar con la autorización de Mons. Finn. El obispo ha sido encontrado culpable por haber encubierto la conducta delictiva del sacerdote en esos cinco meses.