16.09.12

 

Los fieles de la Iglesia de la Unificación abarrotaron ayer, 15 de septiembre, el templo principal de la secta en Corea del Sur para dar el último adiós a su fundador y líder, el reverendo Sun Myung Moon, cuyo funeral y entierro tuvieron lugar dos semanas después de su fallecimiento, según informa Efe.

Unos 35.000 asistentes, según los organizadores, entre miembros de la Iglesia de la Unificación y representantes de casi 200 países fueron llegando desde primera hora al Centro Mundial de la Paz “Cheong Shim” (“mente pura” en coreano), ubicado en el condado de Gapyeong, 60 kilómetros al este de Seúl.

Tras una emotiva ceremonia, Sun Myung Moon fue enterrado junto al palacio-museo de Cheong Jeong sobre una colina del mismo condado, en el que la llamada Iglesia de la Unificación posee también un hospital y centros educativos dispersos en un verde paraje montañoso regado por el río Bukhan. Antes, en un féretro rojo de madera ornamentado con caracteres chinos llegó el cuerpo del Moon al templo.

En el diario ABC leemos que Hyung Jin Moon, hijo menor y líder de la Iglesia de la Unificación desde 2008, pronunció un emotivo discurso en el que animó a seguir las enseñanzas del «verdadero padre» -sobrenombre del fallecido reverendo para sus adeptos- en la lucha por «superar la represión y el odio que quedan en el mundo». Sun Myung Moon, que fundó la Iglesia de la Unificación en 1956 y posteriormente se autoproclamó «mesías» de la humanidad ante sus fieles, murió el pasado día 3 a los 92 años por complicaciones derivadas de una neumonía que padecía.

Cuando el primero pronunció entre lágrimas un emotivo discurso de homenaje a su fallecido padre, los fieles, que en general mostraban hasta entonces rostros serenos, rompieron en llanto colectivo, según informa el diario Última Hora. “Estamos dispuestos a seguir la vida y enseñanzas que tú, padre verdadero, nos has mostrado en tu vida”, afirmó en su intervención Hyung Jin Moon, vestido con un kimono blanco, mientras su madre se secaba las lágrimas con un pañuelo.

Entre los asistentes a la ceremonia se contaron personalidades de Europa, EE.UU. y Latinoamérica, como la ex primera dama uruguaya Graciela Rompani de Pacheco, que confesó a Efe ser “admiradora” del fallecido líder religioso por su “extraordinario legado en favor de la paz”. En los aledaños del templo otros tantos miles de “moonies” -mujeres vestidas completamente de blanco y hombres en traje negro sobre camisa clara- rendían homenaje al fallecido reverendo, famoso en todo el mundo por organizar bodas masivas de hasta 30.000 parejas a la vez.

El futuro inmediato

Tras la muerte del fundador, su hijo menor proseguirá como líder espiritual de los 3 millones de adeptos que asegura tener la secta en 194 países, mientras Kook Jin Moon, su cuarto hijo, continuará al frente del imperio económico que la Iglesia ha amasado desde su fundación en 1954 bajo el conglomerado Tongil Group. Éste abarca desde instituciones educativas y medios de comunicación en Corea del Sur, EEUU y otros países hasta un fabricante automovilístico en Corea del Norte o el Seongnam Ilhwa Chunma, el equipo de fútbol con más títulos de la K-League surcoreana.

Una mirada al pasado

Moon había sido un predicador internacional de alto perfil durante décadas, según publica la CNN. Dijo que Jesucristo se le apareció en la década de 1930 y le dijo que “finalizara la misión (de Jesús)”, según James Beverley, profesor en el Colegio y Seminario Universitario Tyndale de Toronto.

Su secta comenzó oficialmente en 1950, con los misioneros que llegaron de todo el mundo a finales de esa década. El suyo fue uno de los varios movimientos religiosos que surgieron después de la Segunda Guerra Mundial y la Guerra de Corea entre Corea del Sur y Japón, Intentaron dar soporte a “un montón de gente… buscando respuestas de por qué el mundo se había vuelto (contra ellos)”, dijo el profesor David Bromley, de la Universidad Commonwealth de Virginia.

Moon fue encarcelado en Corea del Norte durante la Guerra de Corea, antes de ser liberado por los aliados, una experiencia que le resultó “virulentamente anticomunista”, según Eileen Barker, profesora de la Escuela de Ciencias Económicas y Políticas de Londres. A nivel mundial, el alcance de la Iglesia de la Unificación puede haber alcanzado su máximo en la década de 1970 y principios de 1980, cuando cientos de miles de personas se unieron al singular movimiento religioso, dijo Beverley. Los críticos han dicho que el polémico Moon llevó una secta, cuyos seguidores eran conocidos coloquialmente como secta Moon.

En su papel como líder de la secta, Moon se hizo famoso por la realización de bodas colectivas, incluyendo una en 1982 en el Madison Square Garden de Nueva York, y otra en 1995 en Corea del Sur que unió a 360.000 parejas. También ganó influencia en otros aspectos como haber construido un enorme y creciente imperio en diversos negocios que incluían participaciones en industrias tales como productos químicos, fabricación de armas, la minería y la industria farmacéutica.

Moon ayudó a crear publicaciones de noticias, incluyendo el diario The Washington Times, así como universidades, instituciones religiosas y otros grupos. Algunas de esas organizaciones iniciaron diálogos interreligiosos de paz, como la Federación Universal de la Paz, que aboga por “construir un mundo de paz en el que todos puedan vivir en libertad, armonía, cooperación y prosperidad”.

Pero Moon también cayó en conflictos con la ley, cumpliendo una pena de prisión federal en Estados Unidos por evasión de impuestos. De 2003 a 2005, el gobierno británico también le prohibió viajar a ese país, según un informe del Departamento de Estado estadounidense. Moon era tradicionalmente un firme defensor de los políticos republicanos, incluyendo a Richard Nixon y Ronald Reagan, dijo Barker.

Un video de 2004, publicado en el sitio de internet de lo que entonces se conocía como la Federación Interreligiosa e Internacional para la Paz Mundial, mostró una ceremonia que tuvo lugar en un edificio de oficinas del Senado de Estados Unidos. Durante la ceremonia, Moon se declaró el mesías y dijo que había hablado con los espíritus del líder nazi Adolf Hitler y el líder soviético Joseph Stalin, quienes encontraron fuerza en sus enseñanzas, dijo, y enderezaron sus caminos.