21.09.12

Lo último, cursi

A las 10:55 AM, por Jorge
Categorías : Sin categorías

 

En esta vida uno puede ser casi todo libremente, más ahora donde todo es democracia, participación, libertad y respeto. Uno puede ser en católico, luterano, animista, musulmán, hinduista, teósofo o mormón por lo religioso. O liberal, socialista, comunista, ácrata, republicano, monárquico, neo ecologista o fascista de pro por lo político. No quiero ni pensar en lo futbolístico: merengue, culé, sufridor atlético, fiel seguidor de la cultural leonesa, del Alcoyano for ever o viva el Betis manque pierda. Incluso dentro del catolicismo anda que no hay lugares donde posicionarse: parroquiano común, CL, Kiko, opus, comunidades populares, distintas espiritualidades provenientes de religiosos, acción católica. Somos libres y no hay más que decir.

Servidor lo lleva todo bastante bien, las cosas como son. Cada cual se apunta a su club y todos felices y contentos mientras haya respeto y, como decía un paisano de mi parroquia rural, “moderancia”.

Lo único que yo creo que no se puede ser es cursi: “Se dice de un artista o de un escritor, o de sus obras, cuando en vano pretenden mostrar refinamiento expresivo o sentimientos elevado”. Eso no. Nunca. En ningún caso.

Ayer se presentó el último parto del P, Masiá sobre bioética con un gran éxito de público que según los organizadores llegó a casi un centenar de asistentes, es decir, un éxito completamente descriptible.

No me resisto a copiar algunas de las frases que allí se pronunciaron y que recojo de la crónica que ofrece Religión Digital, patrocinadora del evento:

“Todos estamos cualificados para hablar de ética”

Este libro está escrito para “un público plural, dialogante, creyentes o no creyentes sin fanatismos”.

“Debemos esforzarnos por comunicar en perspectivas muy diversas”

“La ética no es laica o religiosa, es ética. Eso sí, que no tenga que recelar la secularidad ni se comprometa la religiosidad en estos temas, pero que también la religiosidad sepa proponer criterios sin imponer recetas".

“El tono propositivo, constructivo y optimista del libro, señalando a los hombres como criaturas “cocreadoras", que entiendan que “tanto el nacer como el morir son procesos, y hay que acompañar ese proceso".

“En temas como el aborto y la eutanasia, el problema es cómo acompañamos estos procesos con respeto a la dignidad de cada persona".

“La Iglesia en temas de sexualidad se mete en una piscina donde se ahoga".

“Que la ideologización política o religiosa de los temas bioéticos no nos impide hablar de ciertos temas”

“Libertad y profesionalidad aunque a unos les produzca urticaria”

“Buscamos a quienes tengan algo que decir”

“Pasar a una ética dialogante y pluralista”

Esto es lo que servidor llama pensamiento tan engolado como vacuo. Porque yo no saco nada en limpio de tanta sobreabundancia verbal. Yo soy muy limitado y bastante cortito. Por eso prefiero que las cosas se me expliquen muy bien. Y he de decir que con todo eso no he comprendido absolutamente nada. Me parece pura cursilada. Una forma de llenar tiempos de palabras, que no de ideas.

Eso sí, ya que todas las frases son bastante similares en cuanto que comparten tan solemne fachada como vacuo interior, me atrevo a elegir mi preferida: “una ética dialogante y pluralista”. ¡Toma ya!

Y para usted, ¿cuál es la favorita?