21.09.12

Eppur si muove - ¿La Iglesia católica sirve al dinero?

A las 12:14 AM, por Eleuterio
Categorías : General, Eppur si muove

Todo el mundo conoce aquella expresión de Jesucristo acerca de que no se puede servir a Dios y al dinero (cf. Mt 6, 24) porque es más que probable que se acabe sirviendo al segundo en detrimento del Creador.

Esto significa, también, servir al mundo pues bien podemos entender que Cristo se refiere no sólo a la vertiente económica sino, en general, a un servicio de entrega a la mundanidad y a la carne frente al espíritu y a lo divino o, por decirlo pronto, un estar más a la horizontalidad que a la verticalidad que nos une con Dios.

Pues bien, en muchas, demasiadas ocasiones, se acusa a la Iglesia católica, en su jerarquía, de no preocuparse tanto de Dios como del dinero o el mundo. Y eso, como es lógico, es falso de toda falsedad.

No vamos a entrar, ahora, en el debate, del supuesto dinero, mucho dicen, que tiene la Esposa de Cristo ni en las supuestas riquezas que también, se supone, tiene la Iglesia católica. Sí, sin embargo, a lo que se supone que no hace porque si sirve al dinero, en opinión de muchos, no sirve a Dios o, lo que es lo mismo, a la voluntad de Dios de atender a los más necesitados y a aquellos que estén ávidos de atenciones porque, en verdad, las necesitan.

De los datos de la propia Iglesia católica, fácilmente comprobables por quien no quiera tener los ojos tapados, sabemos que la Iglesia católica, entre otras cosas, se dedica a esto:

La Iglesia atiende también a:

Cerca de 1.400.000 niños que asisten a centros educativos de la Iglesia.
Más de 200.000 inmigrantes en distintos Servicios y Centros.
Los privados de libertad de 77 cárceles españolas.
Más de 50.000 niños y jóvenes de educación especial.
Más de 25.000 huérfanos.
Más de 57.000 ancianos.

La Iglesia trabaja a diario en:

Más de 200 centros hospitalarios, ambulatorios y dispensarios.
876 casas para ancianos, enfermos crónicos, inválidos y minusválidos.
Cerca de 900 orfanatos y centros para la tutela de la infancia.
Más de 300 guarderías.
365 centros especiales de educación o reeducación social.
144 centros de caridad y sociales y 300 consultorios y centros para la defensa de la vida y la familia.
147 países donde están cerca de 18.000 sacerdotes, religiosos, religiosas y seglares en misiones.

Es de suponer que todo esto se hace con base a una economía que, siempre precaria, la Iglesia católica tiene que tener y tiene que llevar a cabo. Así no se sirve al dinero sino al prójimo y quien no quiera ver eso y no darse cuenta de lo que en realidad pasa es que, francamente, tiene la cabeza puesta en otras cosas pero no, precisamente, en la verdad.

Todo esto lo digo porque hace bien poco el teólogo José Antonio Pagola, en el marco de una reunión celebrada por la una asociación de teólogos que se ha apropiado del nombre del Beato Juan XXIII para dar crédito a sus trapisondas, ha dicho, al respecto de la crisis y de la Conferencia Episcopal Española, que “No podéis servir a Dios y al dinero” porque “Desde la Iglesia hemos de denunciar la falta de compasión. (…) La jerarquía tiene que hablar en nombre de los que sufren, pero eso lo tienen que llevar en el corazón”.

En realidad, lo que pasa es que a Pagola las obras le deben molestar bastante y se aferra, sólo, a la fe… como otros que sabemos. Y es que ciertas cosas son lo que son.

Eleuterio Fernández Guzmán