Los militares españoles que pudieron ver al Papa en Líbano: “Nos quedamos con la alegría de los miles de cristianos allí presentes que viven su fe sin miedo”

Según cuentan desde el Arzobispado Castrense, "la visita había sido largamente esperada por las comunidades cristianas libanesas, teniendo en cuenta que la última visita de un Sumo Pontífice al País de los Cedros fue en mayo de 1997, y necesaria al enfrentarse a momentos difíciles por los conflictos armados en la zona".

Continuan diciendo que "el Servicio Religioso de BRILIB XVII mantiene, como es tradición en anteriores contingentes, unas excelentes relaciones con las comunidades cristianas y como consecuencia surgió la posibilidad de asistir a la Ceremonia de Eucarística que el santo Padre iba a celebrar en Beirut el domingo 16 de septiembre en compañía de los feligreses de la Parroquia Maronita de San Jorge de Kleyaa. El Padre Mansur Hakayen, organizó la salida de autobuses desde su Parroquia e invitó a que les acompañasen militares españoles de la Base".

Ante esto, se procedió a recabar de entre todo el personal militar español información acerca de las personas interesadas en asistir a la ceremonia, seleccionando a 20 militares de todos los empleos y Unidades.

Los afortunados cuenta que "el viaje se realizó en autobús en compañía del coro de la Parroquia y de otros feligreses y fueron tratados con exquisita amabilidad. Una vez en el recinto, y siempre en compañía de los miembros de la parroquia, asistimos a la Ceremonia portando la bandera de España. Después fuimos atendidos por los medios de comunicación patrios que cubrían el evento y que entrevistaron a algunos de nuestros militares, quienes manifestaron su gratitud al Santo Padre por la visita y la importancia para el sostenimiento de la paz en la zona"

El Sargento Primero Ruano explica: "Me han impresionado varias cosas de la misa con el Papa del pasado día 16 de septiembre, pero me quedo con una que espero me acompañe siempre en los momentos en que mi fe flaquee, me refiero a la alegría de los miles de cristianos libaneses, sirios, egipcios, iraquíes... allí presentes que vivían su fe sin miedo, orgullosos de ser lo que son a pesar de los momentos difíciles que sin duda les acompañan en su día a día. Me quedo también con la súplica de igualdad que hizo en su alocución final el Patriarca: igualdad de oportunidades para los cristianos y así colaborar en el crecimiento económico y social de los respectivos países afianzando la paz... Una muestra de fe viva y una lucha por la igualdad... en definitiva: dar testimonio de la presencia de Cristo en sus vidas es con lo que me quedo de estas gentes, que Dios les bendiga por ello."