ZENIT

El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 17 de octubre de 2012

Publicidad

La Liturgia de las Horas con canto gregoriano

Preparado por la Comunidad de San Martín, y aprobado por la Sagrada Congregación para el Culto Divino, el libro "Las Horas Gregorianas", pone a la disposición de los fieles, del clero y de las parroquias, el tesoro del canto gregoriano así como la liturgia de las Horas, en una hermosa edición en latín y francés compuesta de tres tomos.
Ventajosa idea como regalo, que podrá descubrir aquí :

http://www.traditions-monastiques.com/es/libros/1182-l1128f.html

Para ver las tarifas y poner su anuncio en los servicios via email de ZENIT visite: http://ads.zenit.org/spanish


Nueva Evangelización para la transmisión cristiana de la fe

''Una pastoral de la santidad''
Entrevista al párroco Jesús Higueras Esteban, de Santa María de Caná, auditor en el Sínodo

Mosaico de intervenciones signo de la universalidad de la Iglesia
Intervinieron Maria Voce, sor Mary Wirtz y el prior de Taizé

Comunidad parroquial, comunidad de hermanos en la fe
Atención a los planes diocesanos y cercanía del obispo a la primera célula eclesial

Misión

Misioneros de la fe, testigos del Evangelio
Este domingo se celebra un DOMUND en sintonía con los acontecimientos de Roma

Santa Sede

El Credo explicado por Benedicto XVI
Nuevo ciclo de la catequesis semanal del papa

Benedicto XVI envía una delegación sinodal a Siria
Lo anunció el secretario de Estado, cardenal Bertone

Mundo

Nuevo pabellón en los Museos Vaticanos: de la carroza papal a la Fórmula 1
Michael Schumacher a Benedicto XVI: "Piloto de la cristiandad"

Preocupación por los recientes actos de odio religiosos en la Federación Rusa
Carta de la Presidencia del Consejo de las Conferencias Episcopales Europeas

Excelentes relaciones católico-ortodoxas en la Federación Rusa
Ha habido progresos en la libertad religiosa, según la fundación Ayuda a la Iglesia Necesitada

Entrevistas

"Conocer bien la Biblia es básico para la renovación de la evangelización"
Entrevista con el rector del Colegio Pontificio Pío Latinoamericano

Mensaje a nuestros lectores

Entrevista al rector del Colegio Pontificio Pío Latinoamericano


Nueva Evangelización para la transmisión cristiana de la fe


''Una pastoral de la santidad''
Entrevista al párroco Jesús Higueras Esteban, de Santa María de Caná, auditor en el Sínodo
Por Nieves San Martín

CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 17 octubre 2012 (ZENIT.org).- “Los santos son los protagonistas de la siempre nueva evangelización” y, recordando al beato Juan Pablo II: “el futuro de la humanidad pasa por la familia”, son dos afirmaciones del párroco de Santa María de Caná, Madrid, España. Ha venido al Sínodo como auditor y es uno de los pocos que en este aula tienen más cercana la voz del fiel de todos los días, la vecina de la puerta de al lado.

A ZENIT le interesaba especialmente cómo llega este Sínodo al cristiano de todos los días, el que está en la masa de esa Iglesia que llora y lucha, trabaja y goza, peca y se esfuerza en el camino a la santidad, todos los días en el tráfago de la vida diaria. ¿Quién está más cerca de ese pueblo? Sin duda, entre otros, el párroco. Un observador privilegiado que puede dar al lector un punto de vista diferente.

Jesús Higueras Esteban nació en Madrid en 1963. Fue ordenado sacerdote de la diócesis de Madrid en 1990. Trabajó como vicario parroquial en Canillejas y ejerció tres años como párroco en Colmenarejo, y 17 años en Santa María de Caná, en Pozuelo de Alarcón, muy cerca de la capital. Licenciado en teología. Confesor del Seminario conciliar de Madrid. Miembro del colegio de consultores de la diócesis y arcipreste de Aravaca-El Plantío-Pozuelo de Alarcón.

Director del programa de televisión Palabra de vida, ha escrito varios libros de espiritualidad y colabora semanalmente con una columna en un periódico nacional.

¿Desde su campo de misión actual, qué entiende por nueva evangelización?

--D. Jesús Higueras: La vivencia del Sínodo está siendo extraordinaria, pues supone experimentar la universalidad de la Iglesia, comprobar cómo todos los hombres de todos los países del mundo compartimos la misma pasión por anunciar a los hombres la buena noticia de Jesucristo al mundo.

Hay mucha ilusión en el aula sinodal y todos nos vemos profundamente enriquecidos con las aportaciones y testimonios que escuchamos.

Para un sacerdote que siempre ha trabajado en parroquias es una ilusión comprobar cómo en cada comunidad de fieles se hace presente la única Iglesia de Cristo.

A todos nos une el amor de Dios, la comunión con el Papa y un "soplo" del Espíritu Santo que protagoniza todos los trabajos.

La nueva Evangelización no es tanto un nuevo método cuanto una actitud por la que devolvemos el protagonismo a Dios en las tareas eclesiales. Los santos son los protagonistas de la siempre nueva evangelización.

De todas las amplias posibilidades que abre el término nueva evangelización, tal como ha sido usado por los últimos papas, ¿qué destacaría como más urgente en este momento?

--D. Jesús Higueras: Todo es urgente, pero si hay un campo a cuidar de un modo especial es la familia, primer espacio para el Evangelio; el beato Juan Pablo II recordaba que "el futuro de la humanidad pasa por la familia". Hay que protegerla y cuidarla con el máximo cariño.

Como auditor en este Sínodo, tiene un encargo muy concreto. ¿Puede explicarlo a los lectores?

--D. Jesús Higueras: Tal como dice el nombre, auditor es el que escucha. Es cierto que tenemos la posibilidad de intervenir en algún momento concreto, pues así podemos aportar a los obispos perspectivas que enriquecen la reflexión sinodal. Es un trabajo intenso, pues todo lo que se dice es muy bello e interesante, y no quieres perderte nada.

¿Que ha traído desde su parroquia a esta magna asamblea episcopal?

--D. Jesús Higueras: Me gustaría transmitir la vivencia de una comunidad parroquial viva y evangelizadora, centrada en la Eucaristía y en la Virgen. La parroquia es el lugar por excelencia para vivir la nueva evangelización mediante una pastoral de la santidad.

¿Qué espera llevar a su parroquia?

--D. Jesús Higueras: Espero volver con el corazón enriquecido por tanto testimonio tan hermoso y que pueda transmitirlo poco a poco a mis hermanos. Pero es mucho y muy grande lo que estamos viviendo. Hará falta un tiempo para integrarlo y transmitirlo con fidelidad

Envìa esta noticia a un amigo

arriba


Mosaico de intervenciones signo de la universalidad de la Iglesia
Intervinieron Maria Voce, sor Mary Wirtz y el prior de Taizé
Por H. Sergio Mora

CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 17 octubre 2012 (ZENIT.org). - Se realizó hoy la décimoquinta Congregación general del sínodo de obispos sobre "La nueva evangelización y la transmisión de la fe". Por la mañana, al inicio de la Audiencia general que Benedicto XVI da los miércoles en la Sala Pablo VI, los participantes del sínodo estaban ya reunidos.

"El clima está realmente muy bueno" indicó el portavoz en idioma español José María Gil Tamayo, quien subrayó "la diversidad de temas que corresponde con la universalidad de la misión de la Iglesia".

El portavoz añadió que los obispos jóvenes están haciendo las oraciones por la mañana, como el de San Vicente, El Salvador, monseñor José Elías Rauda Gutiérrez, lo hizo y con el papa presente". Y precisó que en la sala de los padres sinodales hoy se inició con el canto de la Hora tercera y a continuación fueron las diversas intervenciones que ya cuentan con la de algunos auditores.

El mosaico de intervenciones fue muy amplio, destacó el portavoz, desde la intervención del cardenal arzobispo de Bombay, Oswald Gracias, sobre la primavera árabe, la necesidad de una distribución más equitativa de los bienes, la ética económica y la transparencia en la gestión de los bienes de la Iglesia para acrecentar la confianza; pasando por el obispo Juan Nsue de Guinea Ecuatorial, en donde el 95% de la población considera que el evangelio es para el hombre la verdad fundamental de la vida; llegando al obispo de Ruanda, Jean Damascène Bimenyimana que abordó problemas como la reconciliación entre las etnias africanas y el tema de las viudas y los huérfanos después de las masacres.

Se llegó hasta Tonga, con el obispo Soane Mafi, que revindicó más sencillez para los jefes de la Iglesia, enseñándola en el seminario y excluyendo así la prepotencia. Y desde el lejano Kazajistán, su representante en el sínodo, el obispo Janusz Kaleta, indicó el rol fundamental que la familia tuvo en la transmisión de la fe en la época sovietica, y el que los abuelos y padres deben tener ahora cuando los jóvenes se sienten afectados por la secularización.

Volviendo al mismo Vaticano, donde su secretario de Estado, el cardenal Tarcisio Bertone, indicó la contribución que la diplomacia de la Santa Sede ofrece en la trasmisión de la fe, en particular en el contexto de nueva evangelización.

Armonizar dimensión jeráquica y carismática

Entre las intervenciones fuertes de hoy figura una sobre la armonización entre la vida religiosa, los carismas y los pastores del pueblo de Dios. El tema fue abordado por el cardenal Marc Ouellet, prefecto de la Congregación de los Obispos. Indicó que durante décadas existió desacuerdo por desconocimiento sobre carismas y misión eclesial. Subrayó que la nueva evangelización es inseparable de una renovación de la comunión eclesial y las relaciones entre la dimensión carismatica y la jerarquía, en particular la vida consagrada. Invitó por lo tanto a profundizar el documento 'Mutuae Relationes' que debería ser actualizado, visto el desarrollo de la dimensión carismática de la Iglesia en las últimas décadas.

Ayer martes por la tarde, en cambio fue la intervención del presidente de relaciones públicas del Patriarcado de Moscú, Alfeyev Hilarión que indicó el tema de la nueva evangelización importante para todos los cristianos. Reivindicó que "una colaboración más estrecha entre los cristianos de diferentes tradiciones podría significar que el testimonio de Cristo y su misión de salvación en el mundo moderno fuesen más convincentes". Y concluyó que "nuestras Iglesias son cada vez más conscientes de la necesidad de unir esfuerzos, para que se oiga la respuesta cristiana a los desafíos de la sociedad moderna".

Heroísmo humilde de los cristianos

El cardenal Angelo Bagnasco, presidente de la Conferencia Episcopal Italiana subrayó la invitación de Cristo: “No temáis”, que ha resonado "fuerte en el aula del Sínodo, ágora de los pueblos".

Y que Pedro caminando sobre las aguas da un mensaje a los Pastores, sacerdotes y comunidades cristianas: "Debemos tener firmemente fija la mirada en el rostro del Señor, si no nos hundimos en los temores".

Invitó a reconocer los signos de la obra de Dios, como el difuso tesoro de heroísmo, humilde y cotidiano de los cristianos, que no llama la atención pero construye la historia, en Italia con veinticinco mil parroquias, que son un patrimonio que no se ha de desperdiciar.

Consideró algunas tendencias culturales contrarias al Evangelio, en particular la que considera el “límite” como negación de la libertad individual. "Si bien la experiencia del límite --ontológico, moral, afectivo, psíquico- es un gran aliado del Evangelio, ya que afirma que el hombre tiene necesidad de los demás y, en primer lugar, del Otro que es Dios", concluyó el purpurado.

Presencias de frontera

La presidenta del Movimiento de los Focolares, María Voce, recordó que su movimiento está en 194 países, en los más diversos sectores sociales y muchas veces en zonas de frontera. Consideró fundamental la formación de sus miembros para que puedan ser "luz, levadura y sal". Añadió que su movimiento tiene formas de testimonio colectivo, como jornadas, las Mariapolis; y las ciudadelas en donde la ley de los habitantes es el nuevo mandamiento. Indicó como vía privilegiada la del diálogo, ecuménico, interreligioso.

La presidenta de la Unión Internacional de Superioras Generales, sor Mary Wirtz, de Estados Unidos, se dijo convencida de rol de los religiosos en la nueva evangelización. "Durante siglos fuimos una presencia profética y un testimonio en la Iglesia, que está vivo y sano y seguirá siéndolo".

Estuvo también como invitado especial fray Alois, prior de la comunidad ecuménica de Taizé, Francia. Señaló que "en Taizé, nosotros tratamos de ayudar ardientemente a los miles de jóvenes católicos, protestantes y ortodoxos de diversos países, que realizan una estancia entre nosotros, a realizar una experiencia de comunión".

"La búsqueda --indicó- de una relación personal con Dios, a través de la belleza de los cantos, el silencio, la sencillez de la liturgia, está en el centro de estos encuentros". Y concluyó que en Taizé, "no queremos retener a los jóvenes a nuestro alrededor, sino ponerlos en relación con sus Iglesias". Pues "la esperanza y la fe pueden nacer cuando existe una experiencia de comunión".

Envìa esta noticia a un amigo

arriba


Comunidad parroquial, comunidad de hermanos en la fe
Atención a los planes diocesanos y cercanía del obispo a la primera célula eclesial
Por Nieves San Martín

CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 17 octubre 2012 (ZENIT.org).- Algunos padres sinodales subrayaron que, con todas sus luces y sus sombras, la parroquia es lugar privilegiado para vivir la hermandad, la oración, el servicio y, por supuesto, la participación en la liturgia. El reto es la dimensión comunitaria en un mundo en el que predominan los hombres-islas.

El ordinario militar de Colombia Fabio Suescún Mutis subrayó la importancia del plan pastoral en las Iglesias particulares: “La confrontación entre la situación, la Palabra y la doctrina lleva a establecer un diagnóstico sobre los retos que la Iglesia debe enfrentar y las oportunidades para hacer efectivo el mandato de ir a hacer discípulos de Jesús”.

“Gracias a un mundo cada vez mas globalizado se puede descubrir en todas las Iglesias una realidad de fe muy semejante que lleva a un objetivo fundamental: emprender en todas partes una “Nueva Evangelización” para la transmisión de la fe. Se tiene la sensación de que muchos fieles han abandonado la fe de la Iglesia, atraídos por otras opciones religiosas o contagiados por un ambiente secularista desconocen a Dios y rechazan la Iglesia Católica. Ignorancia, cansancio, desaliento, indiferencia y rutina atacan el espíritu de presbíteros y fieles”, afirmó. No es cuestión de estrategia, aclaró, sino de “una acción del Espíritu”.

“Se vive por excelencia en la parroquia que depende directamente del Obispo –explicó- y que requiere una renovación, gracias a la acción entusiasta de presbíteros enamorados de Cristo. Las parroquias hoy, a pesar de muchas dudas, son fundamentales para una Nueva Evangelización, lo cual exige que dejen de ser sólo centros de servicios cultuales y administrativos para llegar a ser casas de la comunidad de cristianos y escuelas de discípulos misioneros. Las comunidades religiosas y los movimientos apostólicos, desde su propio carisma, han de unirse al Plan Diocesano Evangelizador”.

Tuvo también una palabra en “nombre de los Obispados Castrenses de América Latina” para invitar a los Señores Obispos “al cuidado pastoral evangelizador de los soldados y policías del mundo que son especialmente sensibles a la fe por la naturaleza de su servicio social a la paz, al orden y al bien común de los pueblos”.

También monseñor José Rafael Quirós Quirós, obispo de Limón, Costa Rica, afirmó que “la renovación de la Parroquia como espacio que posibilita y entreteje una auténtica experiencia de encuentro con Jesucristo y de la participación en su seguimiento discipular es para la nueva evangelización un imperativo. Ella debe articularse como una gran comunidad de pequeñas comunidades y experiencias comunitarias, en las que sea posible rescatar el valor personalizante del encuentro”.

“En este sentido, el carácter normativo de la primera comunidad cristiana nos hace revalorizar la importancia de promover, en medio de una sociedad en la que el anonimato y la indiferencia, el afán de dominio y el establecimiento de relaciones marcadas por el poder, la apatía en la defensa de la dignidad del ser humano, la aspiración de tener y el consumismo desmedido que de ello deriva, se nos muestran como características que marcan un estilo de vida antievangélico”, dijo el obispo costarricense.

La parroquia tendría que distinguirse por “un estilo de vida alternativo, marcado por los valores que propone el Evangelio, por lo que la comunidad creyente se convierta en motor que promueva la confesión de la fe como una matriz de sentido cultural, ético, político y económico auténticamente humana. Una comunidad discipular capaz de enseñar a relativizar toda absolutización idolátrica, que vuelve al ser humano un objeto, y desfigura en él la verdad sobre el ser humano”.

“Para ello se requiere que la comunidad parroquial aparezca ante la sociedad como una comunidad de hermanos cuya preocupación fundamental es la oración, el servicio y el acompañamiento, que se impulsen desde ellas procesos de formación con itinerarios bien establecidos que conduzcan a una auténtica maduración humana y cristiana de sus miembros evitando así lo que se ha dado en llamar 'fe epidérmica'”, concluyó.

Por su parte, el obispo titular de Obori, auxiliar y vicario general Juan José Pineda Fasquelle, de Tegucigalpa, Honduras, afirmó la vigencia de la parroquia para “la transmisión de la fe cristiana”.

“Allí se puede llevar a cabo la 'Nueva Evangelización' --subrayó--. Trabajamos para dar vida a las parroquias para crear lugares de vida cristiana, sostener la fe de sus miembros e iluminar con su testimonio. La renovación pastoral de nuestras parroquias implica ponerlas en 'estado permanente de misión', evitando ser sedes burocráticas”.

“Creemos en la 'corresponsabilidad pastoral de los bautizados', que ponen al servicio de la comunidad su fe, sus tiempos, talentos y tesoros. Así los programas parroquiales de pastoral e iniciación cristiana se enriquecen con la colaboración de todos para una Iglesia más comunitaria: bautizados coherentes para una parroquia corresponsable, 'casa y escuela de comunión'”, dijo.

“El compromiso por la nueva evangelización tiene como finalidad originaria ser misionera, parroquias menos orientadas hacia el interior y más comprometidas con el anuncio de la fe”.

“Consideremos la comunidad parroquial como puerta de la transmisión de la fe y de la experiencia eclesial, centro de irradiación y de testimonio de vida cristiana, lugar de búsqueda de la verdad, de reforzamiento de la fe, de comunicación del mensaje, comunidad donde se vive la alegría del Espíritu y sede misionera”.

“Presbíteros y laicos integrados en la animación misionera. ¡Gran riqueza son los laicos comprometidos en la comunidad parroquia! Esta vocación laical es uno de los frutos más valiosos del Concilio Vaticano II. Ellos dan un fuerte impulso a la nueva evangelización y a la transmisión de la fe”.

“Aparecida nos indica así: renovación parroquial, conversión pastoral, estado permanente de misión. Ser Iglesia así evita sectarismos. La parroquia es 'Iglesia doméstica' presente en la vida cotidiana, anunciando el mensaje vivificador del Evangelio. Nueva evangelización significa rehacer el tejido cristiano de la sociedad humana, ayudando a la Iglesia a seguir estando presente entre las casas de sus hijos (Cfr. J P II, Ch. L. 26). Nacimos como Iglesia integrada en la animación misionera de las comunidades. Se realiza la integración de los Movimientos, pero no falta la lectura eclesiológica o su integración 'imperfecta', al margen o fuera del plan parroquial de pastoral”, advirtió.

El arzobispo Ricardo Antonio Tobón Restrepo, de Medellín, Colombia, señaló que “la Nueva Evangelización para transmitir la fe debe ser mucho más que multiplicar lo que ya hemos hecho; debe ser un acto integral que, dentro de las circunstancias del mundo de hoy, ilumine la inteligencia, oriente la libertad, mueva los sentimientos, comprometa toda la vida”.

“La evangelización es un acontecimiento, a la vez, complejo y sencillo. Complejo, porque podemos situarlo en el orden de la creación; sencillo, porque la gracia lo produce como de modo natural en quien está dispuesto. A mi modesto modo de ver, los distintos procesos en los que se desarrolla la evangelización deben propiciar tres experiencias concretas y fundamentales”, propuso.

“En primer lugar, la experiencia de la paternidad de Dios. Un encuentro con Cristo y un proceso de discipulado con él, deben permitir la experiencia fundamental y originaria de Jesús: la filiación. Por tanto, convendría que volviéramos al kerigma inicial de Jesús: Dios está cerca, su paternidad está en acción, su reino está en medio de nosotros (Mc 1,15; Lc 17,20). Quien con la gracia del Espíritu Santo llega a esta experiencia, encuentra para siempre el sentido de la vida y tiene fuerza para realizar el proyecto que es dentro del plan de Dios”.

“En segundo lugar, es preciso llegar a tener de un modo concreto la experiencia de la comunidad cristiana. Porque la nueva evangelización es un acto eclesial tiene que potenciar la comunidad a todos los niveles: la familia como primera Iglesia doméstica, las pequeñas comunidades eclesiales como espacio fundamental de vida, la parroquia como centro vivo de espiritualidad y pastoral a la que se integran y en la que encuentran sentido otras realidades, la Iglesia particular que, siguiendo la doctrina del Vaticano II, hace concreto y auténtico el misterio de la Iglesia”.

“En tercer lugar, hay que llegar a la experiencia de la alegría de dar a Dios. Transmitir la fe no es una carga, es una necesidad, es una ganancia, es la vida misma de quien vive las experiencias anteriores. 'Ay de mí si no evangelizo', decía Pablo (cf 1 Cor 9,16). La evangelización verdadera brota del contacto con Dios y con los hombres en el poder del Espíritu Santo. Es el testimonio humilde y audaz de lo que se vive y no se puede callar”, concluyó el arzobispo de Medellín.

Envìa esta noticia a un amigo

arriba


Misión


Misioneros de la fe, testigos del Evangelio
Este domingo se celebra un DOMUND en sintonía con los acontecimientos de Roma
MADRID, miércoles 17 octubre 2012 (ZENIT.org).- Ofrecemos a los lectores la introducción escrita por el director nacional de las Obras Misionales Pontificias (OMP) en España, al abundante y novedoso material que ha puesto a disposición esta entidad eclesial para facilitar la campaña del Domingo Mundial de las Misiones (DOMUND) que se celebra el próximo 21 de octubre. Lo último que se ha presentado es un blog en el que los propios misioneros cuentan sus experiencias.

*****
Por D. Anastasio Gil García

La iniciativa de Benedicto XVI de convocar el Año de la Fe y su Mensaje para la Jornada Mundial de las Misiones (DOMUND 2012) ha inspirado al Consejo Nacional de OMP el lema “Misioneros de la fe”, que tiene sabor evangélico y evoca el trabajo evangelizador de los misioneros y misioneras.

Las situaciones dramáticas de pobreza, enfermedad, confrontaciones bélicas, etc., con las que los misioneros se tienen que enfrentar en cada momento hacen que estas atenciones humanitarias y evangélicas puedan empañar la verdadera y genuina razón de su presencia en los territorios de misión: comunicar la fe, en la certeza de que esta “se fortalece dándola” (RM 2). Por eso, el mejor título que puede otorgarse a un misionero es el de ser “misionero de la fe”. Muchos sacerdotes, religiosos y religiosas, matrimonios e incluso familias enteras y laicos dejan sus países para trasladarse a otras Iglesias con vistas a testimoniar y anunciar la fe. A la vez, y sin separación posible, “el anuncio del Evangelio se convierte en una intervención de ayuda al prójimo, de justicia para los más pobres, de posibilidad de instrucción en los pueblos más recónditos, de asistencia médica en lugares remotos, de superación de la miseria, de rehabilitación de los marginados, de apoyo al desarrollo de los pueblos, de superación de las divisiones étnicas, de respeto por la vida en cada una de sus etapas” (Benedicto XVI, Mensaje para el DOMUND, 11).

El don de la fe

El Evangelio hace continuas referencias a la fe como don que hay que pedir. A nadie se le puede imponer. Jesús mismo llama a esta fe respetando la decisión de cada uno. Se llega a la fe cuando la persona se adentra en el conocimiento y en la aceptación de la Persona de Jesús y de su mensaje. Entonces el creyente “se abre” a los nuevos planes de Dios mediante la primera conversión y la incorporación a la familia de los fieles por medio del Bautismo.

Este proceso e itinerario es largo y laborioso. Tanto, que el Evangelio relata en algún momento las dificultades inherentes al acto de fe y la necesidad de fortalecer la fe propia, a pesar de las posibles resistencias. Un padre suplica al Señor la curación de su hijo, ante la ineficacia de otras “terapias”, con estas palabras: “Si algo puedes, ten compasión de nosotros y ayúdanos. Jesús replicó: «¿Si puedo? Todo es posible al que tiene fe». Entonces el padre del muchacho se puso a gritar: «Creo, pero ayuda mi falta de fe»” (Mc 9,22-24). Los mismos discípulos, ante sus incertidumbres para aceptar lo que veían y oían, le suplican: “«Auméntanos la fe». El Señor dijo: «Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera: «Arráncate de raíz y plántate en el mar», y os obedecería” (Lc 17,5-6).

Esta es la tarea de los misioneros, que, con sus palabras y, sobre todo, con su testimonio de su vida, comunican la fe a aquellos que libremente han mostrado el deseo de conocer y seguir al Maestro. Comunicar la fe no es solo dar a conocer una persona o un mensaje, sino también y, a la vez, llamar al asentimiento. Esta llamada del misionero, que respeta la libertad de cada persona y las etapas de la conversión, tiene siempre en cuenta que “la fe nace del mensaje que se escucha” (Rom 10,17), porque “es la Palabra oída la que invita a creer” (EN 42).

Tres propuestas concretas

Así inicia Benedicto XVI su Mensaje para este DOMUND: “La celebración de la Jornada Mundial de las Misiones de este año adquiere un significado especial. La celebración del 50 aniversario del comienzo del Concilio Vaticano II, la apertura del Año de la Fe y el Sínodo de los Obispos sobre la Nueva Evangelización contribuyen a reafirmar la voluntad de la Iglesia de comprometerse con más valor y celo en la misión ad gentes, para que el Evangelio llegue hasta los confines de la tierra” (n. 1). No son simples referencias históricas, sino el marco donde puede articularse una pastoral misionera, al menos durante el Octubre Misionero.

Año de la Fe: Campaña Mundial de Oración por la Evangelización

“El Año de la Fe nos interpela directamente y exige de nosotros, de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos y de las Obras Pontificias el máximo compromiso y una participación activa. Es una gracia y una oportunidad que se nos ofrece para confirmar nuestro servicio, y atreverse decididamente a la proclamación del Evangelio, y ampliar en cantidad y calidad la cooperación misionera”. Así se expresaba el prefecto de la Congregación, el cardenal Filoni. Después de profundizar en las implicaciones misioneras de este “año de gracia”, pedía a los directores nacionales de las OMP su máxima colaboración para llevar a cabo en la Iglesia universal una Campaña Mundial de Oración por la Evangelización. La oración es una de las dimensiones de la cooperación misionera y, por tanto, “un elemento que hay que tomarse en serio, si queremos que nuestro servicio a la evangelización sea eficaz”. La iniciativa fue ratificada por el Papa en la audiencia que concedió al Consejo Superior de las OMP.

Sínodo de los Obispos sobre la Nueva Evangelización

El Sínodo será una nueva oportunidad para clarificar y enriquecer la complementariedad entre la misión ad gentes y la Nueva Evangelización, a tenor de las palabras de Redemptoris missio: “La misión ad intra es signo creíble y estímulo para la misión ad extra, y viceversa” (RM 34). Prueba de ello son las palabras que Benedicto XVI dijo a los directores nacionales de las OMP el 11 de mayo: “La missio ad gentes constituye el paradigma de toda la acción apostólica de la Iglesia”. Ello será posible desde la convicción de que, entre las prioridades pastorales de las comunidades cristianas, la cooperación a la misión universal no puede quedar al margen de la acción eclesial, y desde la certeza de que es absolutamente necesario mantener viva la solicitud por el anuncio y por la fundación de nuevas Iglesias en los pueblos y grupos humanos donde no existen, tarea primordial de la Iglesia, a la que esta no debe renunciar.

50 aniversario de la apertura del Concilio

Al inicio de la segunda sesión del Concilio Vaticano II, Pablo VI se preguntaba: “Tú, Iglesia, ¿qué dices de ti misma?”. Evocando este interrogante, nos preguntamos: ¿cuál es hoy la tarea del misionero?; ¿dónde es más urgente desplegar la actividad misionera? La respuesta se puede encontrar en el decreto Ad gentes, en el que “la Iglesia, reconociéndose como esencialmente misionera, individualiza los contenidos esenciales del kerigma, la naturaleza de la actividad evangelizadora, la metodología, los destinatarios, las relaciones con las culturas y las demás religiones, y los sujetos de la misión” (Card. Filoni). La doctrina conciliar sigue siendo actual y novedosa. Para su aplicación, pueden ser buen instrumento las carpetas Formación de animadores misioneros, que Obras Misionales Pontificias pone a disposición de los grupos misioneros que van surgiendo en las comunidades cristianas.

Se puede obtener todo el material de la campaña en: http://ompes.blogspot.com.es/.

Y también en: https://www.dropbox.com/sh/4vsstx5rnmralqk/z7m8qBjMmT.

Envìa esta noticia a un amigo

arriba


Santa Sede


El Credo explicado por Benedicto XVI
Nuevo ciclo de la catequesis semanal del papa
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 17 octubre 2012 (ZENIT.org).- La audiencia general de esta mañana tuvo lugar a las 10,30 en la plaza de San Pedro, donde Benedicto XVI se encontró con grupos de peregrinos y fieles de Italia y de otros países. En su discurso, el papa inició un nuevo ciclo de catequesis dedicado al Año de la Fe, "para retomar y profundizar las verdades centrales de la fe sobre Dios, sobre el hombre, sobre la Iglesia, sobre toda la realidad social y cósmica, meditando y reflexionando sobre las afirmaciones del Credo".

*****
Queridos hermanos y hermanas:

Hoy quisiera presentar el nuevo ciclo de catequesis, que se lleva a cabo durante todo el Año de la Fe que acaba de empezar y que interrumpe --por este período--, el ciclo dedicado a la escuela de oración. Con la Carta apostólica Porta Fidei elegí este Año especial, justamente para que la Iglesia renueve el entusiasmo de creer en Jesucristo, único Salvador del mundo, reavive la alegría de caminar por la vía que nos ha mostrado, y testifique en modo concreto la fuerza transformante de la fe.

El aniversario de los cincuenta años de la apertura del Concilio Vaticano II es una gran oportunidad para volver a Dios, para profundizar y vivir con mayor valentía la propia fe, para fortalecer la pertenencia a la Iglesia, "maestra en humanidad", y que, a través de la proclamación de la Palabra, la celebración de los sacramentos y las obras de caridad nos lleve a encontrar y conocer a Cristo, verdadero Dios y verdadero hombre. Se trata del encuentro no con una idea o con un proyecto de vida, sino con una Persona viva que nos transforma profundamente, revelándonos nuestra verdadera identidad como hijos de Dios. El encuentro con Cristo renueva nuestras relaciones humanas, dirigiéndolas, de día en día, hacia una mayor solidaridad y fraternidad, en la lógica del amor.

Tener fe en el Señor no es algo que interesa solamente a nuestra inteligencia, al área del conocimiento intelectual, sino que es un cambio que implica toda la vida, a nosotros mismos: sentimiento, corazón, intelecto, voluntad, corporeidad, emociones, relaciones humanas. Con la fe realmente cambia todo en nosotros y por nosotros, y se revela claramente nuestro destino futuro, la verdad de nuestra vocación en la historia, el significado de la vida, la alegría de ser peregrinos hacia la Patria celeste.

Pero --nos preguntamos--, ¿la fe es verdaderamente una fuerza transformadora en nuestra vida, en mi vida? ¿O solo es uno de los elementos que forman parte de la existencia, sin ser aquello determinante que la implica por completo?

Con la catequesis de este Año de la Fe nos gustaría realizar un camino para fortalecer o reencontrar la alegría de la fe, entendiendo que ella no es algo ajeno, desconectada de la vida real, sino que es el alma. La fe en un Dios que es amor, y que se ha hecho cercano al hombre encarnándose y entregándose a sí mismo en la cruz para salvarnos y reabrirnos las puertas del Cielo, indica de modo luminoso, que solo en el amor está la plenitud del hombre. Es necesario repetirlo con claridad, que mientras las transformaciones culturales de hoy muestran a menudo muchas formas de barbarie, que pasan bajo el signo de "conquistas de la civilización": la fe afirma que no existe una verdadera humanidad si no es en los lugares, en los gestos, dentro del plazo y en la forma en la que el hombre está animado por el amor que viene de Dios; que se expresa como un don, se manifiesta en relaciones llenas de amor, de compasión, de atención y de servicio desinteresado frente a los demás. Donde hay dominación, posesión, explotación, mercantilización del otro para el propio egoísmo, donde está la arrogancia del yo encerrado en sí mismo, el hombre termina empobrecido, desfigurado, degradado. La fe cristiana, activa en el amor y fuerte en la esperanza, no limita, sino que humaniza la vida, más áun, la vuelve plenamente humana.

La fe es acoger este mensaje transformante en nuestra vida, es acoger la revelación de Dios, que nos hace saber quién es Él, cómo actúa, cuáles son sus planes para nosotros. Es cierto que el misterio de Dios permanece siempre más allá de nuestros conceptos y de nuestra razón, de nuestros rituales y oraciones. Sin embargo, con la revelación Dios mismo se autocomunica, se relata, se vuelve accesible. Y nosotros somos capaces de escuchar su Palabra y de recibir su verdad. He aquí la maravilla de la fe: Dios, en su amor, crea en nosotros --a través de la obra del Espíritu Santo--, las condiciones adecuadas para que podamos reconocer su Palabra. Dios mismo, en su voluntad de manifestarse, de ponerse en contacto con nosotros, de estar presente en nuestra historia, nos permite escucharlo y acogerlo. San Pablo lo expresa así con alegría y gratitud: "No cesamos de dar gracias a Dios porque, al recibir la palabra de Dios que les predicamos, la acogieron, no como palabra de hombre, sino cual es en verdad, como palabra de Dios, que permanece activa en ustedes, los creyentes " (1 Ts. 2,13).

Dios se ha revelado con palabras y hechos a través de una larga historia de amistad con el hombre, que culmina en la Encarnación del Hijo de Dios y en su misterio de la Muerte y Resurrección. Dios no solo se ha revelado en la historia de un pueblo, no solo habló por medio de los profetas, sino que ha cruzado su Cielo para entrar en la tierra de los hombres como un hombre, para que pudiéramos encontrarle y escucharle. Y desde Jerusalén, el anuncio del Evangelio de la salvación se ha extendido hasta los confines de la tierra. La Iglesia, nacida del costado de Cristo, se ha vuelto portadora de una sólida y nueva esperanza: Jesús de Nazaret, crucificado y resucitado, salvador del mundo, que está sentado a la diestra del Padre y es el juez de vivos y muertos. Este es el kerigma, el anuncio central y rompedor de la fe. Pero desde el principio, surgió el problema de la "regla de la fe", es decir, de la fidelidad de los creyentes a la verdad del Evangelio en la cual permanecer con solidez, a la verdad salvífica sobre Dios y sobre el hombre, para preservarla y transmitirla. San Pablo escribe: "Serán salvados, si lo guardan [el evangelio] tal como se lo prediqué... Si no, ¡habrán creído en vano!" (1 Cor. 15,2).

Pero, ¿dónde encontramos la fórmula esencial de la fe? ¿Dónde encontramos la verdad que se nos ha transmitido fielmente y que es la luz para nuestra vida diaria? La respuesta es simple: en el Credo, en la Profesión de Fe o Símbolo de la Fe, nosotros nos remitimos al hecho original de la Persona y de la Historia de Jesús de Nazaret; se hace concreto lo que el Apóstol de los gentiles decía a los cristianos de Corinto: "Porque yo les transmití, en primer lugar, lo que a mi vez recibí: que Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras; que fue sepultado, y que resucitó al tercer día." (1 Cor. 15,3).

Incluso hoy tenemos necesidad de que el Credo sea mejor conocido, entendido y orado. Sobre todo, es importante que el Credo sea, por así decirlo, "reconocido". Conocer, en realidad, podría ser una operación tan solo intelectual, mientras "reconocer" significa la necesidad de descubrir la profunda conexión entre la verdad que profesamos en el Credo y nuestra vida cotidiana, para que estas verdades sean real y efectivamente --como siempre fueron--, luz para los pasos en nuestro vivir, y vida que vence ciertos desiertos de la vida contemporánea. En el Credo se engrana la vida moral del cristiano, que en él encuentra su fundamento y su justificación.

No es casualidad que el beato Juan Pablo II quisiera que el Catecismo de la Iglesia Católica, norma segura para la enseñanza de la fe y fuente fiable para una catequesis renovada, fuese configurado sobre el Credo. Se ha tratado de confirmar y proteger este núcleo central de las verdades de la fe, convirtiéndolo a un lenguaje más inteligible a los hombres de nuestro tiempo, a nosotros. Es un deber de la Iglesia transmitir la fe, comunicar el Evangelio, para que las verdades cristianas sean luz en las nuevas transformaciones culturales, y los cristianos sean capaces de dar razón de su esperanza (cf. 1 Pe. 3,14).

Hoy vivimos en una sociedad profundamente cambiada, incluso en comparación con el pasado reciente y en constante movimiento. Los procesos de la secularización y de una extendida mentalidad nihilista, en lo que todo es relativo, han marcado fuertemente la mentalidad general. Por lo tanto, la vida es vivida con frecuencia a la ligera, sin ideales claros y esperanzas sólidas, dentro de relaciones sociales y familiares líquidas, provisionales. Sobretodo las nuevas generaciones no están siendo educadas en la búsqueda de la verdad y del sentido profundo de la existencia que supere lo contingente, en pos de una estabilidad de los afectos, de la confianza. Por el contrario, el relativismo lleva a no tener puntos fijos; la sospecha y la volubilidad provocan rupturas en las relaciones humanas, a la vez que se vive con experimentos que duran poco, sin asumir una responsabilidad.

Si el individualismo y el relativismo parecen dominar el ánimo de muchos contemporáneos, no podemos decir que los creyentes sigan siendo totalmente inmunes a estos peligros con los que nos enfrentamos en la transmisión de la fe. La consulta promovida en todos los continentes, para la celebración del Sínodo de los Obispos sobre la Nueva Evangelización, ha puesto de relieve algunos: una fe vivida de un modo pasivo y privado, la negación de la educación en la fe, la diferencia entre vida y fe.

El cristiano a menudo ni siquiera conoce el núcleo central de su propia fe católica, el Credo, dejando así espacio a un cierto sincretismo y relativismo religioso, sin claridad sobre las verdades a creer y la unicidad salvífica del cristianismo. No está muy lejos hoy el riesgo de construir, por así decirlo, una religión "hágalo usted mismo". Por el contrario, debemos volver a Dios, al Dios de Jesucristo, debemos redescubrir el mensaje del Evangelio, hacerlo entrar en modo más profundo en nuestras conciencias y en la vida cotidiana.

En las catequesis de este Año de la Fe quisiera ofrecer una ayuda para hacer este viaje, para retomar y profundizar las verdades centrales de la fe sobre Dios, sobre el hombre, sobre la Iglesia, sobre toda la realidad social y cósmica, meditando y reflexionando sobre las afirmaciones del Credo. Y quisiera dejar en evidencia que estos contenidos o verdades de la fe (fides quae) se conectan directamente a nuestras vidas; exigen una conversión de vida, dando paso a una nueva manera de creer en Dios (fides qua). Conocer a Dios, encontrarle, explorar los rasgos de su rostro ponen en juego nuestra vida, porque Él entra en la dinámica profunda del ser humano.

Que el camino que realizaremos este año nos haga crecer a todos en la fe y en el amor a Cristo, para que podamos aprender a vivir, en las decisiones y acciones diarias, la vida buena y hermosa del Evangelio. Gracias.

Traducido del original italiano por José Antonio Varela V.

Envìa esta noticia a un amigo

arriba


Benedicto XVI envía una delegación sinodal a Siria
Lo anunció el secretario de Estado, cardenal Bertone
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 17 octubre 2012 (ZENIT.org).- El cardenal secretario de Estado vaticano Tarcisio Bertone anunció ayer el envío de una delegación sinodal a Siria porque, dijo, "no podemos seguir siendo simples espectadores" ante esta tragedia. Como se sabe, aparte del drama de laspoblaciones civiles sitiadas por las tropas del régimen, el país está al borde de una guerra con Turquía.

"No podemos ser simples espectadores ante una tragedia como la que está atravesando Siria: algunas intervenciones escuchadas en el Aula son prueba de ello", afirmó el cardenal Bertone.

"Convencidos de que la única solución de la crisis no puede ser más que política y pensando en el inmenso sufrimiento de la población, en el destino de los refugiados y en el futuro de dicha nación, algunos de nosotros han sugerido que nuestra asamblea sinodal exprese su solidaridad", añadió.

Para ello, Benedicto XVI ha dispuesto que una delegación viaje en los próximos días a Damasco con el objetivo de expresar, en su nombre y en el de todos su "fraterna solidaridad con toda la población, con una oferta personal de los Padres Sinodales, así como de la Santa Sede; su "cercanía espiritual a nuestros hermanos y hermanas cristianos"; su "ánimo a quienes están comprometidos en la búsqueda de una acuerdo que respete los derechos y los deberes de todos, con una especial atención a lo previsto por el derecho humanitario".

La delegación estará compuesta por los cardenales Laurent Mosengwo Pasinya, arzobispo de Kinshasa; Jean-Louis Tauran, presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso; Timothy Dolan, arzobispo de Nueva York; y Fabio Suescun Mutis, ordinario militar en Colombia; Joseph Nguyen Nang, obispo de Phat Diem.

Además de los anteriormente citados padres sinodales, forman parte de la delegación los monseñores Dominique Mamberti, secretario para las Relaciones con los Estados de la Secretaría de Estado, y Alberto Ortega, oficial de la Secretaría de Estado.

Está previsto que, una vez tramitadas las formalidades necesarias con el Nuncio Apostólico y con las autoridades locales, la delegación viaje a Damasco la próxima semana.

"Mientras tanto, oremos para que prevalezcan la razón y la compasión", concluyó el cardenal Tarcisio Bertone.

Envìa esta noticia a un amigo

arriba


Mundo


Nuevo pabellón en los Museos Vaticanos: de la carroza papal a la Fórmula 1
Michael Schumacher a Benedicto XVI: "Piloto de la cristiandad"
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 17 octubre 2012 (ZENIT.org).- Los Museos Vaticanos cuentan con una nueva instalación. El pabellón de carrozas remozado cuenta con algunas novedades: el Fiat 1107 Nuova Campagnola sobre el que Juan Pablo II sufrió el atentado el 13 de mayo de 1981. Por ello, la nueva instalación fue presentada en el trigésimo cuarto aniversario de la elección del papa Wojtyla.

El núcleo central de los fondos históricos del museo expuestos es la magnífica berlina de gran gala, encargada en 1826 por el papa León XII y enriquecida por el papa Gregorio XVI, en 1841.

Todas estas carrozas son un raro testimonio histórico de la movilidad pontificia, que tuvo una brusca parada con la toma de Roma el 20 de septembre de 1870 y su anexión al Reino de Italia. De 1870 a 1929, año en que se firmaron los pactos lateranenses, los papas no salieron nunca del Vaticano.

La primera vez que un papa se trasladó para tomar posesión del solio pontificio en carroza fue el 24 de noviembre de 1801. Antes llegaban cabalgando en una mula o en litera. Pío VII partió en carroza, en una procesión desde el Quirinal (antes palacio de los papas) hacia la basílica de San Juan de Letrán también en carroza porque en ella su predecesor, Pío VI, había tenido que abandonar Roma para ser conducido a Francia como prisionero de Napoleón.

Tras la entrada por Porta Pía en 1870 y la anexión de Roma --que era parte de los estados pontificios- al nuevo estado, el Reino de Italia, la solemne cabalgata fue suspendida junto a muchas otras ceremonias.

Desde el pontificado de León XIII al de Pío XI, por ejemplo, el anuncio de habemus papam y la bendición del nuevo pontífice no se hicieron desde la balconada de la basílica hacia la plaza de San Pedro, sino hacia el interior de la misma basílica.

Tras la firma de los pactos lateranenses (11 febrero 1929), la forma tradicional de toma de posesión fue recobrada. Pero los tiempos habían cambiado, tanto que en 1939, Pío XII entró en automóvil.

En 1909, el arzobispo de Nueva York regaló un Itala 20/30 a Pío X. Regalo que el papa rechazó, prefiriendo sus paseos por los Jardines Vaticanos, en una cómoda pero menos ruidosa carroza.

El primer automóvil entró en El Vaticano poco después del inicio del pontificado de Pío XI. La Asociación de Mujeres Católicas de la Archidiócesis de Milán regaló al papa un Bianchi Tipo 15. Pero dado que la cuestión de la soberanía del Vaticano no estaba todavía resuelta, a este automóvil se le puso matrícula del Cuerpo Diplomático (cd 404).

Enseguida, la empresa de automóviles italiana Bianchi donó a su vez a Pío XI también una Bianchi Tipo 20, obteniendo así el título de "proveedores pontificios".

Con la firma de los pactos lateranenses, las principales empresas fabricantes de coches internacionales competían para regalare al papa sus mejores modelos. El 21 de abril de 1929 llegóel Fiat 525 m, il 1 de mayo el Isotta Fraschini 8, el 22 de diciembre el Graham Paige 837. El 9 de junio de 1930 entró a formar parte de la flota automovilística vaticana el Citroën Lictoria Sex, proyectado para el papa y construido con los estándares de carroza pontificia. Por úlitmo, el 14 de noviembre de 1930, llegó el primer Mercedes, un 460 Nürburg limousine, diseñado por Ferdinand Porsche. Desde 1931, los automóviles sustituyen a las carrozas y se crea el Registro automovilístico.

En línea con los tiempos, tras el Jubileo de 1975, llegó el primer "papamóvil", el todoterreno blanco utilizado por el pontífice para los breves itinerarios entre la multitud.

Entre las nuevas adquisiciones, destacan también un Maggiolino, regalado en 2004 a Juan Pablo II por el presidente de Volkswagen México, ultimo di una serie limitada de tres mil ejemplares, tras la cual la cadena de montaje de los populares "escarabajos" alemanes, que se remontan a 1930, fue cerrada.

Y más sorpresas: el volante del Formula 1 Ferrari 2003 de Michael Schumacher, donado a Benedicto XVI por el presidente de la Ferrari, Luca Cordero di Montezemolo, con la dedicatoria: "El volante del F1 Campeón del Mundo a Su Santidad Benedicto XVI, piloto de la cristiandad". Al recibir este regalo, el papa dió las gracias elaborando un paralelismo entre la sofisticada tecnología de aquél volante y la "complejidad de guiar la Iglesia".

Por N.S.M.

Envìa esta noticia a un amigo

arriba


Preocupación por los recientes actos de odio religiosos en la Federación Rusa
Carta de la Presidencia del Consejo de las Conferencias Episcopales Europeas
ROMA, miércoles 17 octubre 2012 (ZENIT.org).- La Presidencia de Consejo de las Conferencias Episcopales Europeas (CCEE) ha expresado hoy su preocupación en relación a los recientes actos de odio religioso en la Federación Rusa. La carta, firmada en la sede del CCEE, en San Galo, Suiza, ha sido dirigida al metropolita Hilarión, presidente del Departamento para las Relaciones Exteriores de Moscú.

En su carta, la presidencia del CCEE expresa su “profunda preocupación por las numerosas y crecientes manifestaciones de discriminación contra los cristianos en diversos países y el difundirse del sentimiento anticristianos y contra la Iglesia, sobre todo en la Federación Rusa en los últimos meses”.

En relación a las crecientes manifestaciones de odio respecto a la Cristiandad en la Federación Rusa, la presidencia del CCEE rechaza “la tendencia a considerar como expresiones de libertad artística y de expresión, actos de instigación o instrumentalización de la religión, encaminados a una provocación para comprometer la paz religiosa o para incitar al odio contra la presencia religiosa en la vida pública”.

Para saber la situación de la libertad religiosa en la Federación Rusa, enlazar: http://www.zenit.org/article-43387?l=spanish.

Envìa esta noticia a un amigo

arriba


Excelentes relaciones católico-ortodoxas en la Federación Rusa
Ha habido progresos en la libertad religiosa, según la fundación Ayuda a la Iglesia Necesitada
MADRID, miércoles 17 octubre 2012 (ZENIT.org).- En el reciente informe de la fundación Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), presentado ayer en Madrid, España, se constata un progreso en cuanto a la libertad religiosa en la Federación Rusa. En especial, las relaciones católico-ortodoxas son excelentes. En la Federación Rusa, es cristiana el 81,3% de la población, de ellos son católicos el0,6% , ortodoxos el 79,1% y protestantes el 1,6%; musulmanes, el 10,4%; agnósticos-ateos, el 7,1% y otros 1,2%.

La Constitución de la Federación Rusa, aprobada el 12 de diciembre de 1993, establece que la Federación Rusa es un Estado laico (artículo 14) y garantiza la libertad religiosa plena para todos los ciudadanos de la Federación y la posibilidad de actuar en conformidad con la religión o creencias deseadas (artículo 28). Además, el artículo 4 de la Constitución establece la supremacía de la Constitución y de otras leyes federales en todo el territorio de la Federación Rusa.

La ley federal nº 125-FZ, de 26 de septiembre de 1997, aunque confirma el carácter laico del estado, concede a la Iglesia ortodoxa un papel particular en la formación y desarrollo de la espiritualidad y cultura de Rusia, además de establecer que el respeto al cristianismo, el islam, el budismo, el judaísmo y otras religiones forma parte del legado histórico del pueblo ruso.

En 2011, se adoptaron una serie de disposiciones legislativas que afectan a los intereses de las organizaciones religiosas, normalmente con el objetivo de facilitar sus actividades. El 18 de julio, se enmendó el código fiscal, dejando exentas de tasas a las donaciones a actividades de beneficencia, entre ellas las de las organizaciones religiosas. Los cambios entraron en vigor el 1 de septiembre. El 22 de noviembre, se firmó una ley federal que cambia la normativa en vigor sobre ingreso y utilización de capital donado a las organizaciones sin ánimo de lucro, entre ellas las religiosas. Según la nueva ley, las organizaciones religiosas y otras organizaciones sin ánimo de lucro pueden incrementar sus bienes no solo a través de las donaciones, sino acudiendo a otras fuentes (acciones e inmuebles). El 18 de noviembre, la Duma aprobó enmiendas a la ley «Sobre la seguridad del Estado», legalizando la concesión de protección estatal al patriarca de Moscú y de Toda Rusia, ratificadas por el presidente el 8 de diciembre.

Situación general

Ha continuado el proceso de acercamiento entre el Estado y los principales grupos religiosos del país, especialmente la Iglesia ortodoxa rusa. Además de la financiación pública a las iniciativas de la Iglesia y de la aprobación de las reclamaciones de propiedades por parte de las asociaciones religiosas, en varias ocasiones el presidente Dimitri Medvedev definió las relaciones Iglesia-Estado como una «sinfonía».

La Iglesia ortodoxa ha incrementado su presencia en el ámbito público. Se ha decidido la introducción en las escuelas de una asignatura experimental obligatoria denominada Fundamentos de la Ética Religiosa y Laica. Incluso en las Fuerzas Armadas, cuyos rangos más altos se habían negado a la introducción de capellanes militares, ha entrado en vigor una nueva normativa que regula sus actividades, el decreto «Sobre el funcionamiento de las actividades de los cuerpos aptos para trabajar con soldados creyentes» en cumplimiento de la cual se han incorporado sacerdotes castrenses. Aún no se ha desarrollado una legislación adecuada que proteja los derechos de los creyentes en las Fuerzas Armadas rusas, que siguen gobernadas por el artículo 8 de la ley federal «Sobre las condiciones de los soldados en servicio activo» y unas cuantas líneas de la ley de 1997 «Sobre libertad de conciencia y asociaciones religiosas» en las que el derecho a practicar la propia religión queda restringido al ámbito privado y al tiempo fuera de servicio de cada soldado.

La nueva ley que permite a las asociaciones religiosas establecer lugares de culto no ha modificado sustancialmente la situación. En muchos casos, la concesión de permisos sigue dependiendo de la actitud de las autoridades locales y de la insistencia de las asociaciones religiosas.

Apoyo gubernamental a algunas asociaciones religiosas

Como en años anteriores, se ha utilizado financiación pública para restaurar lugares de culto, la mayor parte de ellos edificios emblemáticos. Según el ministro federal de Cultura de Rusia, Alexander Avdeev, en 2011 se destinaron a esta partida unos cinco billones de rublos de los fondos federales. Las iglesias ortodoxas fueron las más beneficiadas, pero también alguna mezquita obtuvo la ayuda. Por el contrario, las autoridades de Moscú se negaron en 2011 a restaurar el complejo de Rogozhskaia Sloboda, que pertenece a la Iglesia de los veterocreyentes.

En algunos casos, los fondos públicos también se utilizaron para construir nuevos lugares de culto, entre ellos varias mezquitas en Tiumen y una iglesia ortodoxa en Tomsk. En varias ocasiones, las autoridades locales han intentado encontrar patrocinadores que paguen la construcción de los lugares de culto, por ejemplo en Yaroslavl y Penza. En 2011, la compañía petrolífera estatal Transneft destinó 390 millones de rublos a la Iglesia ortodoxa rusa.

Como en el pasado, la Fundación para el Sostenimiento de la Cultura, la Ciencia y la Educación Islámicas, creada bajo los auspicios de la presidencia rusa, concedió financiación a la educación islámica. En noviembre, el presidente Dimitri Medvedev prometió destinar un millón de rublos a lo largo de tres años, una suma similar a la de años anteriores.

Relaciones católicos-ortodoxos

Se han producido numerosos episodios que demuestran las excelentes relaciones existentes entre la Iglesia católica y la ortodoxa rusa.

El 27 de enero de 2011, el patriarca ortodoxo de Moscú, Kiril, manifestó su aprecio por la labor del anterior nuncio papal en Rusia, el arzobispo Antonio Mennini, y por su colaboración para conseguir unas mejores relaciones entre la Iglesia ortodoxa rusa y la Santa Sede. Por su parte, monseñor Mennini agradeció al patriarca Kiril su apoyo en la tarea que ha desarrollado a lo largo de estos años: «Estoy muy contento de trabajar por el bienestar de nuestras Iglesias, pero esto habría sido mucho más difícil sin su ayuda, su actitud cordial y su caridad cristiana», afirmó.

El 13 de marzo de 2011, el metropolita ortodoxo ruso Hilarion Alfeyev, presidente del Departamento para las Relaciones Eclesiásticas Externas del Patriarcado de Moscú, subrayó la necesidad de una alianza entre católicos y protestantes para defender los valores cristianos comunes.

El 18 de marzo de 2011, durante su primera visita oficial a Rusia, el cardenal Kurt Koch, presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, se reunió con el patriarca Kiril de Moscú y de Toda Rusia. Un comunicado del Patriarcado de Moscú afirma que la reunión, que se celebró en la residencia del patriarca, se centró en los «principios de cooperación» entre las dos Iglesias. La declaración añadía que «a pesar de las diferencias teológicas, las dos Iglesias pueden cercarse en una cooperación más estrecha en aquellos ámbitos en los que sus posturas coinciden, es decir, en la defensa de los valores cristianos tradicionales en Europa, la defensa de la posición cristiana en el terreno socio-económico, en la ética de la investigación científica y en la bioética».

Monseñor Antonio Mennini, que hasta 2010 era nuncio apostólico en Rusia y actualmente desempeña el mismo cargo en Gran Bretaña, recibió la condecoración «Amistad» del Estado ruso el 10 de junio de 2011, tal y como anunció el Departamento para las Relaciones Eclesiásticas Externas del Patriarcado de Moscú. El embajador ruso en el Reino Unido, A. Jakovenko, le entregó en Londres dicha condecoración. Con este motivo, el metropolita Hilarion Alfeyev, presidente del Departamento para las Relaciones Eclesiásticas Externas del Patriarcado de Moscú, le hizo llegar un mensaje personal en el que reconocía sus «méritos en el desarrollo de las relaciones de amistad entre la Santa Sede y la Federación Rusa», así como su contribución a «alcanzar una comprensión recíproca entre la Iglesia católica y la ortodoxa rusa».

La alcaldía de San Petersburgo autorizó la celebración de una procesión el día del Corpus Domini que recorrió la avenida más importante de la ciudad, la perspectiva Nevski. Según la archidiócesis de la Madre de Dios de Moscú, es un paso importante porque la procesión del Corpus solo se había celebrado en esta avenida en dos ocasiones, en 1917 y 1918. Después de 93 años, a la procesión asistieron los cónsules de varios países europeos y fue presidida por monseñor Paolo Pezzi, arzobispo de la diócesis de la Madre de Dios de Moscú.

La Conferencia Internacional sobre Discriminación y Persecución a los Cristianos, celebrada en Moscú y organizada por el patriarca de Moscú con la colaboración de la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia que Sufre, marcada por la intervención del patriarca Kiril, de la que se hizo amplio eco toda la prensa rusa, finalizó el 1 de diciembre de 2011. La conferencia envió un mensaje al mundo pidiendo que se informe abierta e inmediatamente, en todo el mundo, de la persecución contra los cristianos; se trata de una emergencia mundial, e incluso humanitaria, que afecta a millones de víctimas, como ahora se sabe públicamente, con unos cien mil muertos al año.

El metropolita Hilarion Alfeyer de Volokolamsk la definió acertadamente como la reunión eclesiástica más numerosa que se haya organizado sobre este tema. La conferencia reunió, entre otros, los discursos de los arzobispos Paolo Pezzi, de la diócesis de Moscú, Ivan Jurkovic, nuncio apostólico en Rusia, y Joseph Ender, representante especial de la Santa Sede en esta conferencia. También intervinieron el metropolita de la Iglesia asiria de Irak, Mar Gewargis, y numerosos arzobispos y patriarcas del mundo ortodoxo. Fue igualmente significativa la presencia de representantes de las comunidades judía e islámica en la conferencia.

El 30 de mayo de 2012, el metropolita Hilarion Alfeyer de Volokolamsk, inauguró la conferencia acompañado por los responsables de Ayuda a la Iglesia que Sufre. El día de Pentecostés, en Moscú, el presidente del Departamento para las Relaciones Eclesiásticas Externas del Patriarcado de Moscú presentó al barón Johannes von Heereman, presidente ejecutivo de la Fundación Pontificia de Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), al asistente eclesiástico de la fundación, el padre Martin Barta, y al director internacional de AIN en Rusia, Peter Humeniuk. Durante más de veinte años Ayuda a la Iglesia Necesitada ha apoyado a la Iglesia ortodoxa rusa a la que ha donado 700.000 € en 2012, y ayudando al desarrollo de numerosos proyectos interconfesionales, que dan testimonio del gran compromiso ecuménico de la fundación. «Siempre estaremos agradecidos a Ayuda a la Iglesia Necesitada», afirmó el arzobispo ruso antes de clausurar la reunión con una última petición: «Ante los grandes desafíos que afrontan nuestras comunidades, es importante que miremos al futuro juntos».

Otras organizaciones

No se han producido informes significativamente críticos durante el período analizado sobre la situación de las otras religiones reconocidas como tradicionales. Las denuncias sobre el comportamiento de algunas autoridades locales se han presentado en la oficina del Defensor del Pueblo. La mayor parte de ellas están relacionadas con la actitud de las autoridades locales que, en ocasiones, no respetan la legislación federal sobre organizaciones religiosas. También ha habido quejas porque las autoridades federales han intervenido en raras ocasiones para poner fin a los abusos denunciados.

Varias asociaciones islámicas de la Federación Rusa han intentado crear un frente unido para acabar con el extremismo de los grupos islamistas radicales. Esta decisión, tomada por el grupo de asociaciones islámicas en sesión conjunta en febrero de 2010, recibió una cálida acogida por parte de los analistas y autoridades que consideran que se trata de una oportunidad para controlar y contener a las facciones extremistas, sobre todo en el Cáucaso.

En 2011 no se han producido homicidios por motivos religiosos, y las agresiones a miembros de otros credos han sido inferiores en número que otros años.

Igual que el año anterior, se han producido varios casos de vandalismo de trasfondo religioso. Dos iglesias ortodoxas, algunas sinagogas y varios edificios de los Testigos de Jehová sufrieron intentos de incendio. Una mezquita fue incendiada en Kamensk-Uralsky. En Rostov y Orenburg, dispararon contra edificios de los Testigos de Jehová y en Nizhnevartovsk una iglesia pentecostal fue incendiada dos veces en menos de una semana.

El cementerio de Nizhny Novgorod fue el más afectado por el vandalismo, ya que fue objeto de diez ataques de este tipo. La mayor parte de las veces el objetivo fueron las tumbas de musulmanes. En otras ocasiones, los agresores dejaron pintadas con motivos neonazis sobre las tumbas.

En Tomsk, el Movimiento Siberiano, la Organización Juvenil Paneslava, el Congreso de Comunidades Rusas y los Cosacos de Tomsk acudieron a los tribunales para impedir que se erigiera un katchkar, una cruz armenia de piedra. Argumentaban, entre otros motivos, que un monumento de este tipo es ilegal por «la ausencia de relación histórica entre losarmenios y el territorio de Tomsk y Siberia».

Se puede acceder al informe completo en: http://www.ain-es.org/pdf/ILR2012.pdf.   

Envìa esta noticia a un amigo

arriba


Entrevistas


"Conocer bien la Biblia es básico para la renovación de la evangelización"
Entrevista con el rector del Colegio Pontificio Pío Latinoamericano
Por José Antonio Varela Vidal

ROMA, miércoles 17 octubre 2012 (ZENIT.org).- Ha comenzado el Año académico en las universidades pontificias en Roma, a las que acuden seminaristas, religiosos, laicos y presbíteros de todo el mundo para estudiar las diversas especialidades que allí les ofrecen.

Entre estos, hay un grupo de presbíteros que para continuar su preparación llegan hasta Roma y comparten el alojamiento, las comidas y se enriquecen mutuamente con las diversas experiencias eclesiales que cada uno trae. Nos referimos al Colegio Pontificio Pío Latinoamericano, hasta donde llegó ZENIT para entrevistar al rector, el jesuita chileno Jaime Castellón.

¿Cuántos presbíteros iniciaron este año su formación en el Colegio que usted dirige?

--Padre Castellón: Este año habrá 75 estudiantes de 15 países, provenientes de 56 diocesis distintas, así es que habrá una variedad.

¿Dónde estudiarán, y qué especialidades?

--Padre Castellón: La mayoría va a la Universidad Gregoriana, pero este año hay un altísimo número que va al Instituto Bíblico, por lo que es la primera carrera eclesiástica que están estudiando los que viven en esta casa. Y lo más notable es que la segunda carrera más estudiada es teología bíblica, también en la Gregoriana. Así es que tenemos casi un tercio de los estudiantes que estudian temas relacionados con la biblia.

¿A qué atribuye esta prioridad de los obispos por mandar a estudiar presbíteros a especializarse en biblia?

--Padre Castellón: Es una opción de familiarizarse con la palabra de Dios, ya que allí está la base de nuestra fe; creo que conocerla bien, y de una manera científica, es básico para la renovación de la evangelización, de la fe, de la catequesis.

¿Por qué es importante que un presbítero haga un alto en su pastoral y se especialice en la teología?

--Padre Castellón: Porque nosotros necesitamos dar razón de nuestra fe. Hay que enseñar una fe que tenga fundamentos, solidez. Pienso que en este mundo en el que estamos, en la sociedad en la que estamos viviendo, hay nuevas búsquedas, que están hechas con más profundidad, donde se da menos por descontado el mensaje cristiano. Entonces hay que fundamentarlo, y por eso me parece esencial que hayan muchos sacerdotes bien preparados, para que sean buenos pastores.

¿Qué formación complementaria reciben aquí?

--Padre Castellón: Este es un lugar donde vienen a vivir sacerdotes que estudiarán en las universidades romanas, por lo que aquí no se da formación, en el sentido de que no se dan cursos. Más bien se procura crear un ambiente formativo, por el hecho de que aquí tienen una experiencia eclesial, de encontrarse con sacerdotes de otras partes. Y además, porque estamos viviendo en Roma, todo lo que sea familiarizarlos con el encuentro con el santo padre, con la vida de la Iglesia universal, ya es una formación en sí misma.

Justamente sobre la formación, hemos visto casos de presbíteros que no han sido fieles a sus promesas luego de salir a estudiar, ¿qué se debe reforzar para no dejar el ministerio y ser fieles?

--Padre Castellón: Ante todo, la vida espiritual; sentirse amigo, sentirse querido y sentirse queriendo a Jesucristo, primero que todo. Una vez eso, fundar más sólidamente la fe, comprendiéndola, encontrándole la racionabilidad. Y en seguida --e inseparable--, unir la experiencia de Dios con la experiencia del prójimo; la experiencia de tener amigos en la fe y sobre todo sentir amigos y cercanos a los más pobres, sentirse que uno es sacerdote para servir y no para servirse.

En estos días de Sínodo, una pregunta que hay en el ambiente es ¿cómo tendría que ser el presbítero de la nueva evangelización?

--Padre Castellón: Debe ser un hombre de misericordia, compadecerse del dolor ajeno, incluso del dolor que sienten muchos cristianos en su propia vida cristiana. Sentir misericordia por el que es débil, por el que es mal cristiano, sentir misericordia por todos; y sentirse intrumento de Jesús para reconciliar, para llevar amor a la gente. Creo que eso es lo que la gente desea en el fondo de su corazón, y lo que un sacerdote puede hacer hoy, llevar misericordia a todos.

El papa ya presentó el tema de la Jornada de las Comunicaciones del próximo año, referido al uso de las redes sociales en la evangelización. ¿Es este un campo que el prebítero debe explorar más?

--Padre Castellón: Ciertamente, sin olvidarse que son medios y que no es el fin, que no es el fondo. El fondo de siempre es Jesucristo, su amor a todos y su mensaje de que todos somos hermanos. Para esto se pueden usar medios tradicionales como un libro o el Facebook... Pero no hay que olvidarse que ahora que hay muchas redes sociales, en muchas partes, la gente se siente más sola que nunca. Por eso, el solo instrumento no salva, el que salva es Jesús, y el medio es una ayuda para hacer llegar esa buena noticia a la gente.

Hay quienes estarán decidiendo venir a estudiar a Roma el siguiente año… ¿Qué les diría para alentarlos, qué deben tener en cuenta?

--Padre Castellón: Pienso que es una experiencia que vale la pena, porque es una experiencia de Iglesia riquísima; es una experiencia de conocer en primera persona todo lo que es la vida católica en Roma. Y tener como compañeros a sacerdotes de otros países, de otras diócesis, es una gran experiencia. Todo esto fortalece el mensaje universal y cristiano, su profundidad. Lo que sí digo, es que todo lo que sea venir a estudiar, a profundizar la fe significa muchas veces entrar en crisis, pero en una sana crisis, de darse cuenta que los fundamentos de niños no sirven para gente adulta. Y esto porque se debe madurar en el planteamiento, para tener mejores respuestas a las preguntas del hombre contemporáneo.

Entonces es importante ver cómo está la madurez y la predisposición del presbítero que vendrá a estudiar, ¿no?

--Padre Castellón: Si, tiene que venir no en una disposición de pasear ni de turismo. Esas cosas son útiles y también las puede hacer. Sino que la disposición fundamental tiene que ser venir a formarse para servir, enriquecerse humana y espiritualmente para ponerlo al servicio de los demás.

Envìa esta noticia a un amigo

arriba


Mensaje a nuestros lectores


Entrevista al rector del Colegio Pontificio Pío Latinoamericano
 
ROMA, miércoles 17 octubre 2012 (ZENIT.org).- Por problemas técnicos, en el servicio informativo de ayer, a algunos lectores no les llegó la entrevista al rector del Colegio Pontificio Pío Latinoamericano realizada por José Antonio Varela Vidal. La ofrecemos de nuevo hoy y disculpen por el gazapo.

Envìa esta noticia a un amigo

arriba