Alguna de las pañoletas que lucía en Roma el numeroso grupo de jóvenes de la Obra de San Juan de Ávila (OSJA) por su proclamación como Doctor de la Iglesia, ahora la tiene el Santo Padre.
Durante la peregrinación a Roma para participar en las celebraciones del Doctorado de su patrono, los algo más de trescientos jóvenes de la OSJA iban ataviados con pañoletas naranjas, como lo muestra la imagen tomada en Santa Maria Maggiore durante la Vigilia preparatoria a la Declaración de san Juan de Ávila Doctor de la Iglesia universal.
En la mañana del 7 de octubre, tras finalizar la Misa que daba inicio al Sínodo y en la que fueron declarados doctores de la Iglesia el Maestro Ávila y santa Hildegarda de Bingen, y desde la misma Plaza de San Pedro, un grupo de estos chavales decidió escribir al Santo Padre expresándole su sentir y el deseo de hacerse todos uno con él, por eso le enviaron, junto con la carta, algo que los identificaba: la pañoleta.
Una carta en la que en pocas palabras y sencillamente se presentan, le expresan su adhesión, le agradecen su servicio a la Iglesia y se comprometen con ella desde el “empeño serio por nuestra santidad, cueste lo que cueste” y la oración.