El superior de los claretianos en Santiago visita el rodaje de la película 'Un Dios prohibido': "Los mártires de Barbastro son una muestra de unos jóvenes que dieron su vida por la Fe”

Según ha podido conocer Religión Confidencial de la productora Contracorriente Producciones el padre claretiano siempre ha tenido en su cabeza la idea de realizar una película que se centrara en los Mártires de forma aséptica, "sin cargar las tintas" comentó.

"Gracias a la Providencia y a Contracorriente Producciones. Desde mis primeros años de provincial, y ya llevo seis años, siempre había oído la idea de que sería bueno hacer una película sobre los Mártires, para darlo a conocer, una película que fuera suficientemente buena, aséptica, no cargando las tintas como para que se pudiera difundir. Pero nadie sabía cómo, porque una productora normal no te va a hacer esta película, una productora de las comerciales, te va a cobrar un montón de dinero y nosotros no teníamos medios.

El padre claretiano cuenta cómo comenzó el interés del equipo de la película por llevar a la gran pantalla la historia de los mártires de Barbastro, "Ellos habían estado en Barbastro, llamados por el Obispo para unas Jornadas sobre Comunicación, vieron el Museo y dijeron, lo que dice la gente, que era una historia impresionante. Y ellos con la visión que tienen, la sensibilidad que tienen de medios audiovisuales y de productora de cine, pensaron que se podía hacer una película estupenda. Y ahí empezó todo. Se pusieron en contacto con nosotros, vimos la oferta, la valoramos, nos pareció muy interesante. Y tardamos poco tiempo en decir que sí. Hasta ahora estamos entusiasmados con la película", ha asegurado el Padre Manuel Tamargo.

En la entrevista a la que ha tenido acceso Religión Confidencial a través de la productora Contracorriente Producciones también hace mención al significado que este filme ha tenido para la congregación de los Claretianos, para ellos los Mártires eran "un motivo más de acercamiento a Dios y de identificación vocacional". Para las generaciones posteriores de claretianos formados a partir de la década de los 70 y 80 después de la Guerra Civil, los mártires "venían asociados a todo el enfrentamiento y todo lo que había habido".

Finalmente el padre claretiano asegura que la historia reflejada en la película está "muy fielmente reflejada en el guión". Uno de los aspectos más anecdóticos que destaca es el tratamiento que se hace de la figura de los milicianos, "me agrada especialmente el tono que le dan a la figura de algunos milicianos porque, aun dejando claro que eran los asesinos, están bastante humanizados".