25.10.12

“Vatileaks”: sin arrepentimiento no hay indulto

A las 10:13 PM, por Andrés Beltramo
Categorías : El Vaticano

El indulto papal no es automático. El perdón siempre conlleva un arrepentimiento sincero y el ex mayordomo de Benedicto XVI, Paolo Gabriele, nunca se mostró verdaderamente arrepentido por haber robado cientos de documentos confidenciales de los aposentos pontificios y haberlos filtrado a la prensa. Por ello la gracia no llegó y no llegará en lo inmediato. Así las cosas el “cuervo” del “vatileaks” regresó a la cárcel, en un hecho sin precedentes. A partir de hoy se convirtió en el primer prisionero en la historia del Estado de la Ciudad del Vaticano.

Joseph Ratzinger se mantuvo congruente hasta el final. Decenas de veces, en reflexiones y discursos públicos, el Papa ha dicho que no puede haber justicia sin perdón y perdón sin arrepentimiento. Es cierto, durante los 59 días que permaneció recluido en una celda de seguridad del Vaticano –entre mayo y julio pasados- el ex mayordomo escribió una carta al pontífice. Empero, quien conoce su contenido, asegura que la misma fue más una estrategia defensiva que una sincera solicitud de disculpas.

La gracia está pendiente, pero no las responsabilidades de Gabriele. No se puede cínicamente traicionar la confianza del propio jefe de Estado, robar cínicamente documentos confidenciales, manejar aquí y allá información, sembrar la duda y violar la privacidad de personas en diversas partes del mundo; todo ello sin rendir cuentas ante los tribunales. Y sin hacerse cargo de los propios delitos.

Claro, sería más “popular” conceder el indulto y dar vuelta a la página. Sobre todo en una sociedad en la cual no importa el derecho sino la opinión de la “plaza pública”. A estas horas ya se habla de “mano dura” del Vaticano. Eso alimentará innumerables debates y habrá quien se escandalice. Pero en las situaciones extremas Benedicto XVI demuestra con hechos lo que predica. El Papa sabe bien que es el tiempo de la congruencia, de la transparencia y del fin de los falsos respetos humanos.

Este jueves, con una declaración y un comunicado, la Santa Sede cerró el capítulo Gabriele (abajo se pueden leer ambos textos completos). Oficialmente el “cuervo” no tuvo cómplices. Pero sí contó con muchos consejeros. Algunos de ellos ya fueron alejados de la Curia Romana, otros lo serán en los próximos meses. Será una “limpieza silenciosa”, al mejor estilo Ratzinger.

DECLARACIÓN

Dado que no ha habido apelación contra la sentencia de Paolo Gabriele del pasado 6 de octubre, la misma pasa a ser definitiva. Por eso, por mandato del Presidente del Tribunal, el Promotor de Justicia ha dispuesto esta mañana la reclusión en ejecución de la sentencia. La ordenanza será cumplida hoy”, ha declarado esta mañana el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, padre Federico Lombardi S.J.

COMUNICADO DE LA SECRETARÍA DE ESTADO

La sentencia del proceso a Paolo Gabriele, ahora definitiva, concluye un caso triste, que ha tenido consecuencias muy dolorosas.

Ha habido una ofensa personal al Santo Padre; se ha violado el derecho a la reserva de muchas personas que se habían dirigido al Papa por motivos de las funciones que desempeñan; se ha perjudicado a la Santa Sede y a sus instituciones; se han obstaculizado las comunicaciones entre los obispo del mundo y la Santa Sede ha causado escándalo a la comunidad de los fieles. En fin, por un período de diversos meses se ha turbado la serenidad de la comunidad de trabajo que diariamente está al servicio del Sucesor de Pedro.

El imputado ha sido reconocido culpable al término de un procedimiento judicial que se ha desarrollado con transparencia, ecuanimidad y con pleno respeto del derecho a la defensa. El debate ha acertado los hechos, revelando que el sr. Gabriele ha actuado su proyecto delictivo sin instigación o incitación por parte de otros, sino basándose en convicciones personales que, de ninguna manera, se pueden compartir. Las diversas conjeturas sobre la existencia de un complot o de la implicación de más personas, a la luz de la sentencia, se han revelado infundadas.

Con la sentencia definitiva el sr. Gabriele tendrá que cumplir el período de detención que se le ha infligido. Además, se abre ahora en contra suya, el procedimiento para la destitución de derecho, prevista en el Reglamento General de la Curia Romana.

En relación con la medida de detención queda abierta la eventualidad de la concesión del indulto que, como se ha recordado varias veces, es un acto soberano del Santo Padre. No obstante, la misma, presupone, razonablemente, el arrepentimiento del reo y la petición sincera de perdón al Sumo Pontífice y a cuantos han sido ofendidos injustamente.

Si se compara con el daño causado, la pena aplicada resulta, al mismo tiempo, ligera y ecua, debido a la peculiaridad del ordenamiento jurídico del que emana.