ZENIT

El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 4 de noviembre de 2012

ESPECIAL JUVENTUD

Cardenal Rylko: Aunque no siempre sean capaces de articularla, los jóvenes tienen sed de Dios
Concluyó el I Congreso Nacional de Pastoral Juvenil con una misa ante tres mil personas

Cientos de jóvenes se ofrecieron como ''misioneros de la fe''
Se rezó por las jóvenes víctimas de aplastamiento en un macroconcierto en Madrid

Santa Sede

El amar no es un mandato sino un regalo que Dios nos da
El papa Benedicto XVI rezó el Ángelus con los fieles venidos de todo el mundo

Nueva Evangelización

Es urgente re-encender y reavivar la fe de los católicos
Hacia una nueva evangelización en Irlanda

VENTANA AL MUNDO

El arzobispo nigeriano John Onaiyekan recibió el premio Pax Christi International
Durante su discurso, el futuro cardenal se definió como un fruto del Vaticano II

Ruanda: Condenada a ocho años de cárcel la líder opositora Victoire Ingabire
Acusada de conspiración contra el estado y terrorismo

Ars Christiana

El arte de Caravaggio que acerca al misterio de Dios
Una mirada atenta ante "La Resurrección de Lázaro"

Espiritualidad

San Martín de Porres, caridad total
El mundo entero celebró ayer a Fray Escoba

Foro

No teman a la libertad religiosa
Sobre la reforma constitucional en México

Documentación

Se debe amar a todos, incluso a quien no se lo merece
Reflexión del santo padre durante el rezo del Ángelus


ESPECIAL JUVENTUD


Cardenal Rylko: Aunque no siempre sean capaces de articularla, los jóvenes tienen sed de Dios
Concluyó el I Congreso Nacional de Pastoral Juvenil con una misa ante tres mil personas
VALENCIA, domingo 4 noviembre 2012 (ZENIT.org).-El I Congreso Nacional de Pastoral Juvenil concluyó hoy en Valencia, España, con la “eucaristía final de envío”, en la catedral, en la que participaron cerca de tres mil personas, de las que 2.300 eran congresistas y cuyos representantes recibieron, antes de partir, en vasijas de barro lo que el arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, definió como “el tesoro de nuestra fe”.

Al término de la misa, que presidió el cardenal Stanislaw Rilko, presidente del Consejo Pontificio para los Laicos, con el que concelebraron un total de 22 obispos, se entregó a los representantes de cada delegación el mensaje en un pequeño recipiente de barro con el fin de que “en vuestra vuelta a casa, a vuestras diócesis y comunidades os recuerde que el tesoro de la fe lo llevamos en vasijas de barro, para que se vea que una fuerza tan extraordinaria es de Dios y no viene de nosotros”, informa la agencia AVAN, de la Archidiócesis valenciana.

En la misa pronunció la homilía el arzobispo de Valencia que afirmó que “no podemos amar al prójimo de verdad si antes no tenemos experiencia directa e interior de Dios”. Según el prelado, “hoy las crisis tienen una raíz profunda: el ocultamiento de Dios, la crisis de fe” y ha añadido que “lo más urgente que necesitamos los cristianos de hoy, en medio de esta sociedad fragmentada y dispersa, es ir a lo esencial: recuperar la adhesión absoluta a Dios y amar al prójimo con el amor que Dios nos tiene a cada uno”.

En la eucaristía participaron, entre otras autoridades, el presidente de las Cortes Valencianas, Juan Cotino, y el rector de la Universidad Católica de Valencia, José Alfredo Peris.

En el día de san Carlos Borromeo

Por otra parte, esta mañana, antes de la ponencia del cardenal Rylko en el Congreso, los voluntarios y participantes, con motivo de la celebración hoy de la festividad san Carlos Borromeo, felicitaron con un aplauso por su onomástica a monseñor Carlos Osoro y también a monseñor Carlos Escribano, obispo de la diócesis de Teruel y Albarracín.

Esta mañana y tras el rezo de laudes, tuvo lugar la última de las ponencias del Congreso Nacional de Pastoral Juvenil, pronunciada por el cardenal Stanislaw Rylko, presidente del Consejo Pontificio para los Laicos. La intervención se titula "La pastoral de los jóvenes ante la emergencia educativa hodierna: el magisterio de Benedicto XVI". El cardenal comenzó renovando su gratitud a la Iglesia que vive en España y en especial a la de Madrid, por la generosidad de la acogida y la eficaz organización de la inolvidable JMJ de 2011. Como recordó el cardenal, cada edición de la JMJ hace reflexionar sobre la importancia de la pastoral juvenil en la Iglesia.

El cardenal Rylko centró su intervención en la emergencia educativa, desde las enseñanzas de Benedicto XVI: "La educación constituye uno de los puntos fundamentales de la cuestión antropológica actual", recuerda el Papa. En ese sentido, el ponente analizó en qué consiste la crisis educativa de la postmodernidad, explicando la creciente dificultad que se encuentra para transmitir a las nuevas generaciones los valores fundamentales de la existencia y de un correcto comportamiento. Las dificultades “son inevitables en una sociedad y en una cultura que con demasiada frecuencia tienen el relativismo como su propio credo”. Hablar de verdad se considera peligroso y autoritario en nuestra sociedad líquida, sin certezas, privada de la piedra angular, que rechaza la existencia de la verdad. Aquí la educación no sólo es una tarea ardua, sino en ocasiones, incluso imposible. En este contexto, “el compromiso de la Iglesia de educar en la fe, en el seguimiento y en el testimonio del Señor Jesús es hoy más que nunca una contribución para que la socedad salga de la crisis educativa que la aflige”.

El cardenal desarrolló después las características de los educadores que deben enfrentarse a esta complicada tarea: en la Iglesia “la evangelización de la juventud debe ser realmente una prioridad. Los jóvenes deben sentirse acogidos, comprendidos y amados. Cuando se sienten respetados en su libertad se dejan interpelar por la propuesta cristiana. La libertad debe ser conjugada con la necesidad de verdad que tienen los jóvenes”. El presidente del Consejo Pontificio para los Laicos ha insistido en que la educación de las nuevas generaciones requiere el compromiso de toda la comunidad cristiana.

El ponente analizó quiénes son los jóvenes hoy y qué los diferencia de las generaciones precedentes. Afirmó que los jóvenes actuales viven en un “alarmante desarraigamiento cultural, religioso, moral y por un gran individualismo, reivindican para sí el derecho a construir la propia vida, prescindiendo de los valores y normas comúnmente aceptados”. Este panorama se acentúa y adquiere visos preocupantes por el impacto que tiene en la vida de los jóvenes la grave crisis económica que azota al mundo, y especialmente a Europa.

Recorriendo al magisterio de Benedicto XVI, el cardenal Rylko destacó que “en la juventud hay un deseo, una búsqueda también de Dios. Por tanto, tienen cierta disponibilidad, a pesar de todas las dificultades de hoy y por eso, debemos hacer todo lo posible por mantener viva la llama de esa búsqueda”.

La emergencia educativa de nuestros días se hace notar también en el evidente flaquear de los ámbitos propios de la formación y la alarmante escasez de buenos maestros. “La madurez humana y cristiana de los educadores es la piedra angular del proceso de educación en la fe, sin embargo no basta. El Papa subraya que debemos ser siempre conscientes de que no podemos realizar esa obra con nuestras fuerzas, sino solo con el poder del Espíritu Santo”.

Benedicto XVI nos llama a reconsiderar seriamente los fundamentos de nuestro trabajo con los jóvenes. “El Santo Padre, gran maestro de la fe, nos ayuda a volver a lo esencial: no se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva”.

Las jóvenes generaciones “tienen derecho a recibir el anuncio de Dios de manera explícita y directa, sin reducirlo a un pretexto para tratar cuestiones que aparezcan quizá más interesantes a la mentalidad contemporánea. Aunque no siempre sean capaces de articularla, nuestros jóvenes tienen sed de Dios”. En la educación de las es- tas nuevas generaciones “no puede evitarse la cuestión de la verdad; más aún, debe ocupar un lugar central. En efecto, al interrogarnos por la verdad ensanchamos el horizonte de nuestra racionalidad, comenzamos a liberar la razón de los límites de- masiado estrechos dentro de los cuales queda confinada cuando se considera racional sólo lo que puede ser objeto de experimento y cálculo”. El Cardenal ha querido incidir en que el uso adecuado de la libertad es una cuestión decisiva para la vida, porque está íntimamente referida a las opciones vocacionales.

Concluyó su ponencia aludiendo a uno de los temas preferidos de Benedicto XVI: la belleza. “Tenemos por delante el desafío decisivo para todo proyecto pastoral: abrir ante nuestros jóvenes el rostro de Cristo y su Evangelio, persuadirlos de que apostar por Cristo vale la pena, de que ser cristianos no sólo es lo correcto, ¡es her moso! (…) Dios también hoy encontrará nuevos caminos para llamar a los hombres y quiere contar con nosotros como sus mensajeros y sus servidores”.

Resonancias de la ponencia y Eucaristía final de envío

A continuación de la ponencia del cardenal Rylko, tuvieron lugar las resonancias por parte de don Rosendo Soler, responsable del Centro Nacional Salesiano de Pastoral Juvenil, que habló sobre los itinerarios de formación; y el padre Carlos Sávio da Costa, coordinador nacional de la Semana Misionera-JMJ Río 2013, que, con sus palabras, puso a los asistentes Rumbo a Río, donde se celebrará la próxima Jornada Mundial de la Juventud.

Se puede descargar la ponencia completa del cardenal Rylko en: http://www.cnpj2012.es/sala-de-prensa/ponencia-domingo4/.

Toda la información sobre el Congreso se encuentra disponible en www.cnpj2012.es y en redes sociales: Facebook, Twitter (@cnpj2012 #cnpj2012).

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Cientos de jóvenes se ofrecieron como ''misioneros de la fe''
Se rezó por las jóvenes víctimas de aplastamiento en un macroconcierto en Madrid
VALENCIA, domingo 4 noviembre 2012 (ZENIT.org).- Cientos de jóvenes se ofrecieron voluntariamente como “misioneros de la fe”, en la vigilia previa al I Congreso de Pastoral Juvenil de la Conferencia Episcopal Española, para hablar de Jesucristo a otros jóvenes en sus propios ambientes, durante la vigilia de oración presidida por el arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, en la Basílica de la Virgen.

Los jóvenes se comprometieron a hablar de Jesucristo a sus amigos y compañeros “en clase, en el trabajo, en la calle o en sus lugares de diversión”, indicó monseñor Osoro.

A todos los que se ofrecieron como voluntarios, monseñor Osoro, junto al obispo auxiliar de Valencia, monseñor Enrique Benavent, les impuso una “cruz misionera”. Es una cruz de hierro con un cordón. En la cara figura la imagen de Cristo, de cuyo costado sale sangre que unas manos jóvenes con el Santo Cáliz [que se conserva en Valencia] “recogen para darla a otros”. Detrás está representada la Virgen de los Desamparados, patrona de la ciudad.

Durante la vigilia juvenil, monseñor Osoro hizo hincapié en la necesidad de que los jóvenes conozcan a Jesucristo para poder “experimentar la alegría que da su amor y su misericordia”. A todos los presentes, el prelado les animó a dar “una nueva versión a vuestra vida”, mediante la “adhesión total al Señor”.

La vigilia contó con la participación de cientos de jóvenes, que abarrotaron la Basílica hasta tal punto que las puertas posteriores del templo tuvieron que ser abiertas para que más fieles pudieran seguir la celebración. Entre los asistentes hubo numerosos participantes en el Congreso Nacional de Pastoral Juvenil (CNPJ) y se rezó por los frutos de este encuentro.

Oración por las jóvenes víctimas de Madrid

En la vigilia de oración mensual, que fue organizada por la comisión diocesana de Juventud, los asistentes rezaron por las tres jóvenes víctimas [ya son cuatro] que murieron en medio de un macroconcierto en el Madrid Arena, al producirse una avalancha entre jóvenes que querían salir y otros entrar, y la explosión de dos petardos llevados por alguien todavía no identificado, suceso que está siendo investigado por las autoridades.

Belén, la joven de 17 años, hospitalizada tras resultar herida en la fiesta del Madrid Arena, falleció ayer por la mañana, acompañada de sus padres y siete hermanos. Es la cuarta víctima del trágico suceso. La joven se encontraba en estado muy crítico y en la unidad de cuidados intensivos desde que fue ingresada el jueves pasado. Mañana lunes, el obispo de Alcalá de Henares Juan Antonio Reig Pla, celebrará una misa de cuerpo presente en la catedral de esta ciudad cercana a Madrid.

Belén era la sexta de siete hermanos, uno de ellos, Borja, es sacerdote y otro están en el seminario, según dijeron a los medios fuentes próximas a la familia.

Hoy a las cinco de la tarde se instaló la capilla ardiente en Madrid y, tras la misa de la catedral de la ciudad complutense será enterrada en el cementerio de San Isidro. El viernes se celebró una misa en la capilla del colegio de la joven.

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Santa Sede


El amar no es un mandato sino un regalo que Dios nos da
El papa Benedicto XVI rezó el Ángelus con los fieles venidos de todo el mundo
CIUDAD DEL VATICANO, domingo 4 noviembre 2012 (ZENIT.org).- En su  acostumbrado encuentro con los peregrinos, que llegaron de todo el mundo hasta la Plaza de San Pedro para rezar el Ángelus con él, Benedicto XVI reflexionó hoy sobre el evangelio dominical, referido al mandamiento del amor enseñado por Jesús.

Recordó el santo padre la fiesta de Todos los Santos recién celebrada, para subrayar que estos amigos de Dios “tratan de vivir de acuerdo a esta ley fundamental”, porque --añadió--, “el mandamiento del amor lo puede aplicar plenamente quien vive en una relación profunda con Dios”.

Citó al recién proclamado Doctor de la Iglesia, Juan de Ávila, en su obra Tratado del Amor de Dios, quien escribió que "el que hace al otro un beneficio, le da algo que tiene; pero el que ama, se entrega a sí mismo con todo lo que tiene, sin que le quede algo más para dar". Por eso para el papa, antes que un mandato, “el amor es un regalo, una realidad que Dios nos hace conocer y experimentar, de modo que, como una semilla pueda también germinar dentro de nosotros, y desarrollarse en nuestra vida”.

En referencia al modo en que el cristiano está llamado a amar, hizo ver que si el amor de Dios se ha forjado de forma adecuada en una persona, “esta es capaz de amar incluso a quien no lo merece, así como Dios hace con nosotros”. Y recordó que un padre y una madre no quieren a sus hijos solo cuando se lo merecen, sino que los aman siempre.

El santo padre enseñó que de Dios “aprendemos a querer siempre y solamente el bien y el nunca mal, a mirar al otro no solo con nuestros ojos, sino con la mirada de Dios, que es la mirada de Jesucristo”. Esta mirada, según dijo, “sale del corazón y no se detiene en lo superficial, (sino que) va más allá de las apariencias y captura los más profundos anhelos del otro de ser escuchado, de una atención gratuita; en una palabra: de amor”.

Y es cierto que cuando se actúa así, se produce una realidad en la dirección opuesta, dijo, porque “abriéndome al otro tal como es, yendo hacia él, haciéndome disponible, me abro también para conocer a Dios, para sentir que está allí y que es bueno”. Porque para Benedicto XVI, “amor a Dios y amor al prójimo son inseparables y están en relación recíproca”.

E hizo caer en la cuenta que Jesús no inventó este mandamiento sino que presentó ambos –amor a Dios y amor al prójimo--, como uno solo. Y lo más importante fue que Él, “lo hizo no solo con la palabra, sino sobre todo con su testimonio: la persona misma de Jesús y todo su misterio encarnan la unidad del amor de Dios y del prójimo, como los dos brazos de la Cruz, vertical y horizontal”, subrayó.

Y es en la Eucaristía, concluyó, que “Él nos da este doble amor, dándose a Sí mismo, para que, alimentados de este Pan, nos amemos los unos a otros como Él nos ha amado”.

Saludos en español

Ante la presencia de miles de fieles y peregrinos de lengua española, el santo padre les dirigió las siguientes palabras:

“Saludo con afecto a los peregrinos de lengua española que participan en esta oración mariana, en particular a los profesores y alumnos del Instituto Bioclimático, de Badajoz. Con el mandamiento del amor que se proclama hoy en el evangelio, Jesús nos indica cuál ha de ser nuestra actitud ante su Palabra: escucharla, meditarla y guardarla en el corazón, haciendo de nuestra vida un testimonio gozoso y continuo de caridad. Que la Virgen María, Madre del Amor hermoso, sea para todos modelo de constancia y fidelidad en el bien obrar”. (javv)

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Nueva Evangelización


Es urgente re-encender y reavivar la fe de los católicos
Hacia una nueva evangelización en Irlanda
Por el padre Derry Murphy, SAC*

DUBLÍN, domingo 4 noviembre 2012 (ZENIT.org).- Es un placer muy grande poder escribir sobre la realidad de la Iglesia que vivimos en Irlanda. La situación de nuestra Iglesia no ha sido fácil en los últimos veinte años, pues estuvo cuestionada y duramente; pero como prueba de que es el Cuerpo de Cristo, allí está la fidelidad y la participación activa de tantas personas.

He aprovechado de la oportunidad para pedir a algunos miembros de la Unión del Apostolado Católico, una asociación publica de fieles fundada por san Vicente Pallotti, de expresar algunos pensamientos y de hablar de sus experiencias en la Iglesia. Los palotinos administran dos parroquias en Dublín, una en Corduff, que es una zona a la periferia de la ciudad desarrollada en los años 70; la otra es en Shankill, al sur de la ciudad.

La Iglesia en Irlanda fue escenario del 50° Congreso Eucarístico Internacional en el mes de junio, una experiencia muy positiva tanto para la Iglesia misma como para los participantes. Hubo una fuerte manifestación de la fe y de su vitalidad, y la experiencia vivida dio un fuerte impulso a los miembros de la Iglesia, una inyección de vida nueva y de confianza en ellos mismos y en la opción de vida que han hecho al pertenecer a la Iglesia.

Las personas que respondieron son todos personas ‘de Iglesia’. Un sacerdote, un docente, una teóloga laica, una laica que ejerce el ministerio de dirección espiritual, catequistas y personas involucradas en la formación de la fe tanto de los niños en preparación para la recepción de los sacramentos, y otros involucrados en cursos de formación para adultos, así como una persona que anima un grupo de Lectio Divina, y una coordinadora de la actividad pastoral-catequística en la parroquia.

Hablar con la gente de la ciudad

Sobre este tema, hubieron dos líneas diferentes. En la primera, más de la mitad opinaron que en general no es difícil entrar en conversación con la gente, porque a la gran mayoría de las personas les interesa hablar de temas espirituales todavía, pero se nota una disminución en el nivel de conocimiento de la fe.

Se nota que hay personas que siguen un camino espiritual, participan en grupos de reflexión, de meditación, buscan una espiritualidad pero no dentro de la Iglesia misma.

La otra línea opinó que es difícil hablar de Dios y de temas relacionados a la fe, las razones para esto eran diversas: la falta de credibilidad de la Iglesia, las revelaciones de casos de abuso por parte de algunos sacerdotes y religiosos, el hecho que la Iglesia se demuestra lenta a hablar corazón a corazón de temas de actualidad como son el celibato obligatorio, personas en segundas nupcias, el control artificial de la natalidad y temas relacionados a la homosexualidad, así como la secularización de la sociedad y por un prejuicio anti-católico.

Luego las personas en esta segunda línea dijeron que los laicos actuales son educados, bien preparados y les gusta hablar de temas de la fe y del moral, y no aceptan que no haya una discusión abierta y honesta en la Iglesia. Coincidieron finalmente, que es más difícil hoy en día pensar en la conversión personal.

Misioneros para predicar el Evangelio

Este fue un tema que suscitó respuestas interesantes. Reconocieron que hay algo de formación o educación de los laicos para empeñarse en la misión pero no es lo suficiente todavía. Se nota la presencia positiva de “trabajadores pastorales”, profesionales en tantas parroquias, que contribuyen mucho a la vida de la parroquia.

Todos coincidieron que ellos mismos se sienten ‘misioneros’ con una llamada y una obligación a compartir la fe con otros, y de comprometerse con la misión de la Iglesia. Hablaron de una urgente necesidad de ‘re-encender’ la fe, de ‘reavivarla’ con todos los medios posibles, como son los cursos de formación para jóvenes adultos, para los padres de familia, y que estos sean dados en el contexto de una vida comunitaria en las comunidades parroquiales. Y enfatizaron la importancia de asegurar una catequesis profunda y actualizada para los niños y los jóvenes.

Para poder ser un ‘buen misionero’ hace falta dar una preparación amplia a aquellos que son llamados a esta tarea en la Iglesia, en primer lugar por supuesto una formación en la fe pero también en la psicología, en las ciencias y en los medios necesarios para poder presentar la fe --y la propia fe--, en un modo convincente.

Todos coinciden que para ellos el cristianismo es importante y es una opción de vida válida, y que les gustaría poder trasmitirla en un modo más convincente.

¿Qué hacer con las personas que dejan la fe?

En primer lugar, se dijo que la Iglesia no puede “hacer” nada con las personas que dejan de pertenecer a ella o a practicar la fe. Pero todos coincidieron en que la Iglesia y los miembros de la Iglesia pueden hacer mucho para dar una respuesta concreta a las necesidades de las personas de hoy.

Es importante que la Iglesia no se cierre en sí misma, sino que mantenga abiertos todos los caminos: por ejemplo dando una calurosa bienvenida a aquellos que se acercan a la Iglesia en la fiestas navideñas, pascuales, para las bodas, bautismos, funerales, etcétera; y aprovechar así de la ocasión para trasmitirles la verdad de que todos somos creados a imagen y semejanza de Dios.

Las iglesias nuevas, las evangélicas, dan un ejemplo en las grandes ciudades. Salen a encontrar a las personas en el lugar donde se encuentren, se preocupen de los más necesitados, los drogadictos, los sin techo, los marginados... Si los miembros de la Iglesia se demuestran solidarios con los necesitados, si se empeñan con los temas de la justicia, el medio ambiente, una distribución más equitativa de los bienes de la tierra, darán testimonio del amor de Cristo.

Es importante la formación de pequeñas comunidades en las iglesias, con comunidades que vivan una vida profundamente cristiana en todos los sentidos. 

Por otro lado, la Iglesia misma tiene que ser consecuente, honesta con todos, transparente en las decisiones que se toman, digna de confianza, y que busque un lenguaje de fe que sea convincente y que le hable a la gente en su realidad.

Se debe asegurar la presencia y la actividad de laicos bien formados y comprometidos en los medios de comunicación social, para que la voz de la Iglesia, el mensaje de Cristo esté presente y escuchado en la sociedad y en el mundo.

La Nueva Evangelización

Concluido el Sínodo de los Obispos sobre la Nueva Evangelización, y ante la expectativa de un documento orientador a futuro, algunas respuestas expresaron un deseo grande y una esperanza viva de un documento que le hable a la Iglesia de hoy.

El deseo fue por un documento formulado en un lenguaje accesible, que hable del camino de la Iglesia como un camino que lleva a una relación personal con Cristo en una comunidad de fe (parroquia), un camino que porte a aquellos que lo transitan, a meterse progresivamente en el misterio de Dios presente y activo.

Que sea un documento que refleje un esfuerzo tomado para dialogar con todo el Pueblo de Dios, y en modo especial con las mujeres y los jóvenes sobre el camino de seguir. Es tiempo de una visión nueva, un nuevo acercamiento, de una escucha más atenta al Espíritu Santo y escuchándolo, sentir lo que está pasando en Irlanda y en Europa.

En suma, un documento final que mire al futuro, que presente algunas opciones claras y sencillas, un programa de desafíos y metas para el decenio.

*Presbítero palotino. Superior provincial de Irlanda.

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VENTANA AL MUNDO


El arzobispo nigeriano John Onaiyekan recibió el premio Pax Christi International
Durante su discurso, el futuro cardenal se definió como un fruto del Vaticano II
BRUSELAS, domingo 4 noviembre 2012 (ZENIT.org).- El pasado miércoles 31 de octubre, el arzobispo de Abuja en Nigeria, monseñor John Onaiyekan, recibió el reconocido premio Pax Christi International por sus esfuerzos para promover el entendimiento entre pueblos de diferentes creencias, a través del dialogo en África y en particular, en su país.

El arzobispo Onaiyekan, quien será creado cardenal por el papa Benedicto XVI en el próximo consistorio, ha sido Co-Director del Consejo Africano de Lideres Religiosos – Religiones para la Paz (ACRL-RfP), y Co-Director inmediatamente anterior del Consejo Inter Religioso de Nigeria (NIREC).

Ofrecemos a nuestros lectores el discurso íntegro pronunciado por el nuevo galardonado, durante la ceremonia de recepción del premio en Bruselas.

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Bendito sea el Señor, Dios de cielo y tierra, Padre de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, el Rey de Reyes, Señor de Señores y el Príncipe de la Paz. Que su Santo Nombre sea alabado ahora y para siempre. Amén.

1. Doy las gracias a la Junta de Pax Christi por el gran honor que me ha concedido al otorgarme su laureado Premio de la Paz de este año 2012. Estoy tanto más agradecido, aún cuando no estoy muy familiarizado con la organización, a pesar de que he escuchado del buen trabajo que están haciendo en todo el mundo. Esta ha sido una sorpresa de lo más agradable para mí. He recibido no pocos reconocimientos y honores en mi afortunado tiempo de vida. Pero el premio "Pax Christi" es para mí el más valioso precisamente porque su nombre recuerda y confirma nuestra fe en Jesucristo, que es nuestra paz y reconciliación. Doy las gracias a los que me han recomendado para el premio. Son desconocidos para mí, pero Dios los conoce y podrá agradecerles por mí. Quiero que sepan que esto me anima a seguir en mis esfuerzos para trabajar por la paz en consonancia con el espíritu de motivación del premio.

2. Mi sorpresa es principalmente, porque me siento elogiado por hacer lo que es natural para mí, lo que creo que debería estar haciendo. Y quiero confesarles que en todo lo que he estado haciendo para promover la paz y la armonía, he tenido que hacer frente a muy poca molestia o dificultad. Por lo general me he encontrado con buena voluntad, en la mayoría de las veces. Por supuesto, cuando veo situaciones de conflicto y desarmonía innecesaria que causan heridas y dolor, me siento muy triste. Todos los informes del violento derramamiento de sangre en mi país Nigeria, me llena de profunda tristeza. Sin embargo, en cada situación, siempre se puede dar gracias a Dios por el don de la paz y la tranquilidad en la mayoría de nuestra nación, fuera de algunos restringidos escenarios de conflictos y violencia. 

3. Me siento alentado por las convicciones que me motivan, que incluyen lo siguiente:

a) La primera es mi profunda fe en Dios que es el Creador poderoso y amoroso Padre de toda la humanidad, independientemente del credo, nacionalidad o estatus social. Este Dios es un Dios de paz que aborrece la discordia y el odio, la deshonestidad y la opresión. Mi fe me lo revela como un Padre de nuestro Señor Jesucristo, el Príncipe de la Paz, quien nos ha dado una promesa que es también un encargo: "Bienaventurados los pacificadores: porque serán llamados hijos de Dios". No puede haber mayor motivación para trabajar por la paz. Nací y fui criado en esta fe, con padres que tenían una confianza profunda y transparente en Dios Padre Todopoderoso. También me enseñaron tanto por las palabras como por el ejemplo práctico, de respetar las convicciones religiosas de los demás, y de reconocer la bondad dondequiera que se encuentre. No puedo agradecer lo suficiente a Dios por el don de mi familia.

b) También estoy inspirado y guiado por las directrices de la Iglesia a la que me siento orgulloso de pertenecer. Comencé mis estudios de teología católica durante la última sesión del Concilio Vaticano II, en octubre de 1965. Crecí y maduré en mi conocimiento de la fe en el espíritu de ese Concilio, y de la subsiguiente enseñanza de la Iglesia Católica, que llamamos el "magisterio". Mi actitud frente a las relaciones interreligiosas la he obtenido de la enseñanza contenida en documentos tales como Nostra Aetate y Lumen Gentium del Concilio Vaticano II, y de las exhortaciones papales emitidas sobre todo después de las dos sesiones del Sínodo de los Obispos para África, Ecclesia in Africa, (1995) del papa Juan Pablo II y Africae Munus, (2011) del papa Benedicto XVI. Mi experiencia de encuentros interreligiosos ha sido principalmente con los musulmanes, con los que vivo mi vida diaria en Nigeria. La Iglesia me ha retado a buscar y descubrir en cada creyente verdadero esa "Luz que ilumina a todo hombre" que viene a este mundo. Sinceramente puedo decir que esto ha sido para mí el más emocionante y gratificante proyecto.

c) Es en este sentido que he descubierto, cómo compartimos una gran cantidad de puntos en común en todos los niveles de nuestra existencia humana. Es muy triste observar que hay personas que tienden a definirse en términos de dónde y en qué se diferencian de los demás. No parecen saber que, al hacerlo, se definen a sí mismos en términos de lo que no son. Es cierto que no hay dos personas que sean exactamente las mismas. Pero lo que compartimos con todos los seres humanos es mucho más importante que nuestros rasgos específicos. En el nivel físico, nuestro color, por ejemplo, es sólo superficial. Incluso en el plano espiritual, a menudo pasamos por alto los grandes valores que compartimos, muy por debajo de las diferencias en nuestros lenguajes y formulaciones doctrinales. Cuando somos capaces de descubrir nuestros puntos en común, entonces seremos capaces de celebrar la belleza de nuestra diversidad, y trabajar con éxito en la conciliación de nuestros aparentes contrastes y conflictos.

d) Otra convicción que he encontrado consistentemente válida es que la gran mayoría de las personas son personas normales como yo. En situaciones de conflicto, a menudo hay una gran mayoría silenciosa que solo quiere vivir su vida en paz, pero que a menudo se ubican en la toma de posiciones beligerantes por una minoría peligrosa con una agenda extremista. El reto es construir sobre la base de la buena voluntad de la mayoría, llevar a la mayoría silenciosa a abandonar su silencio y hablar todos para poner juntos una masa crítica de pacificadores.

4. A la luz de lo anterior, veo algunas tareas urgentes por delante de nosotros cuando nos enfrentamos a nuestro veloz y cambiante escenario mundial.

a) La humanidad se mueve inexorablemente hacia una aldea global. La tecnología nos está haciendo a todos vecinos de los otros. Transporte rápido y comunicación inmediata significa que no hay más un extranjero lejano. Este proceso, a menudo llamado "globalización", está lleno de peligros y posibilidades. Dentro de las posibilidades está el hecho de que la humanidad ahora puede convertirse realmente en la única comunidad humana y la familia que Dios creó para ser así. Solo tenemos que encontrar mejores maneras de vivir juntos en paz en todo el mundo.

b) Existen muchas causas de conflicto entre los pueblos y las naciones. Es una lástima que en la historia humana, muy a menudo la religión se ha presentado en los conflictos por sobre otros intereses. Esta es la historia de las "guerras santas" con cualquier nombre. A veces es el verdadero heroísmo de morir por una buena causa y por el amor de Dios. Eso es lo que hacen los mártires genuinos. Pero esto ya no debe ser aceptable nunca para matar "en el nombre de Dios". El papa Juan Pablo II llamó a esto un grave pecado de blasfemia. Un Dios que me necesita para matar a la gente en su defensa, no es digno de mi adoración. Si somos capaces de tener éxito en liberar la religión de la manipulación por otros intereses, entonces esta será capaz de desempeñar su rol positivo de reconciliación entre las personas en conflicto, donde otros esfuerzos fallan.

c) El Cristianismo y el Islam presumen de tener el mayor número de adeptos en el mundo de hoy, que cubre casi todas las partes de nuestro planeta. Ya es hora de que estas dos religiones asuman seriamente la responsabilidad especial que tienen por la paz en nuestro mundo.

Pero no van a ser capaces de hacer esto si no trabajan por la paz unos con otros. Cada una de estas dos religiones afirma tener un mandato divino que difundir por todo el mundo y abrazar a la humanidad entera. Tenemos que encontrar la manera de cumplir con este mandato divino, mientras que al mismo tiempo, vivir en paz con nuestro prójimo, también es un mandamiento divino. Esto no es en absoluto un proyecto inútil.

d) La globalización significa que la pluralidad de las religiones está a la orden del día. Esto exige un mayor énfasis en la ciudadanía común de todos los que pertenecen a la misma nación. Cuando los derechos y deberes de todos los ciudadanos sean respetados y promovidos, hay más probabilidad de que exista una nación pacífica. Los que pretenden que no tienen ciudadanos que pertenecen a otras religiones, tienen que reconocer la realidad que les rodea.

e) Por lo tanto los derechos de las minorías religiosas y de otro tipo deben ser respetados como derechos humanos fundamentales. Después del derecho a la vida, está el derecho a la libertad de conciencia. Esto incluye el derecho a practicar la religión que uno elija libremente. En una comunidad internacional donde los derechos de los rinocerontes y los bosques se defendió con todo vigor, es un gran misterio que el derecho del ser humano a ser humano, en muchos lugares, se considera negociable ¡o negado  simple y llanamente!

f) Debemos dar gracias a Dios por el fenomenal progreso que la humanidad ha alcanzado en el campo tecnológico. Esto ha supuesto un tremendo poder y habilidad en las manos del hombre. Existe la necesidad de un progreso similar en la conciencia moral y el juicio para guiar a la humanidad en el uso apropiado de esta tecnología para el bien común de todos. Hasta que se haga esto, y debe hacerse rápidamente, corremos un alto riesgo de destruirnos a nosotros mismos. Esto es lo suficientemente claro en el ámbito de la guerra y la paz. Estamos sentados en enormes montones de armas de destrucción masiva que pueden estallar en cualquier momento. Es el colmo de la estupidez seguir acumulando armas que uno no espera utilizar bajo ninguna circunstancia. ¿Cuándo van a aprender?

g) Se solía decir que "Si vis pacem, para bellum" (Si quieres la paz, prepara la guerra). Esta es la mentira grave que ha llevado a muchas guerras a través de los siglos. El papa Pablo VI ofreció una receta diferente para la paz, cuando dijo: "Si quieres la paz, trabaja por la justicia". La mayoría de las guerras han sido causadas por la injusticia o la percepción de las mismas. Trabajar por la justicia es, sin duda golpear en la raíz de la guerra.

El papa Juan Pablo II, sin embargo da un paso más al añadir otra dimensión a la ecuación: "Si quieres la paz, aprende a perdonar". En nuestras condiciones concretas de vida, es muy difícil de hacer reinar la justicia plena. Muy a menudo, tenemos que aceptar menos de la plena justicia, en aras de la paz. El perdón, la solidaridad, el compartir, la reconciliación: estos son los conceptos que el beato Juan Pablo II ofrece a la humanidad como el medio más eficaz para lograr y mantener la paz.

Conclusión: El camino hacia la paz puede ser largo y tortuoso. Pero sin embargo es un camino necesario por donde ir si nuestro mundo ha de evitar la destrucción de sí mismo. A medida que realizamos débiles esfuerzos, nos alienta saber que esta es la dirección por la que Dios mismo dirige su mundo, su reino de justicia, amor y paz.

Traducido del original inglés por José Antonio Varela V.

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Ruanda: Condenada a ocho años de cárcel la líder opositora Victoire Ingabire
Acusada de conspiración contra el estado y terrorismo
Por Nieves San Martín

KIGALI, domingo 4 noviembre 2012 (ZENIT.org).- Fue condenada a ocho años de cárcel Victoire Ingabire, opositora al régimen de Ruanda, acusada de conspiración contra el estado, terrorismo y negación de genocidio del 1994.

Según informaba este 1 de noviembre el diario vaticano L'Osservatore Romano, el tribunal de Kigali emitió el 30 de octubre, tras varios aplazamientos, la sentencia contra Ingabire, absolviéndola en cambio de la acusación de propagación de la ideología de negación del genocidio.

La fiscalía había pedido la cadena perpetua. "Esperábamos una condena. Sabemos que la justicia en este país no es independiente, sino que trabaja bajo precisas órdenes del Gobierno", dijo Boniface Twagirimana, que guía interinamente el partido de Ingabire, Fuerzas Democráticas Unificadas (FDU-Inkingi), en declaraciones a Misna, la agencia internacional de las congregaciones misioneras. Según el mismo Twagirimana, de todos modos "ante una petición de cadena perpetua, es evidente que ocho años son casi una victoria. Queda la amargura porque la hayan condenado sin pruebas".

En la cárcel desde octubre de 2010, apenas regresada a la patria tras 16 años de exilio en Holanda, la líder de FDU-Inkingi presentó un recurso, no admitido, en el que rebatía la validez del proceso contra ella, denunciando en concreto la dudosa constitucionalidad de la ley sobre la ideología del genocidio. Ingabire huyó de Ruanda pocos meses antes del genocidio iniciado en abril de 1994 contra tutsis y hutus moderados por obra de extremistas hutu.

Victoire Ingabire, de 43 años, es madre de tres hijos. ¿Su crimen? Haberse atrevido a desafiar el poder del general-presidente Paul Kagame.

Victoire Ingabire habría podido seguir viviendo tranquilamente en Holanda, donde realizó estudios superiores y tenía asegurada una carrera brillante. Sin embargo no olvidaba a su país y la situación política. Se integró en la oposición a la dictadura ruandesa. En abril de 2006, fue elegida presidenta de una plataforma que agrupó a los movimientos opositores al régimen de Kagame, FDU. Regresó a Kigali en enero de 2010, y se inició un hostigamiento incesante por parte del régimen que se convirtió en persecución y finalmente la llevó a la cárcel.

Desde el exterior, había lanzado críticas al régimen de Kagame. Este gobierno ilegítimo, criticado repetidas veces por la Iglesia local por cometer fraude en las elecciones, lanzó una campaña de desprestigio contra ella, acusándola de “negacionismo” [del genocidio] y de “divisionismo”. Ingabire no se dejó intimidar y confirmó su propósito de presentarse como candidata a las elecciones presidenciales de agosto de 2010. Humillada en la cárcel, vestida con el pijama rosa de los presos de este país pobre y oprimido, sus partidarios y amigos no la han olvidado.

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Ars Christiana


El arte de Caravaggio que acerca al misterio de Dios
Una mirada atenta ante "La Resurrección de Lázaro"
por José Antonio Varela Vidal

ROMA, domingo 4 noviembre 2012 (ZENIT.org).- Hablar de Michelangelo Merisi de Caravaggio es referirse a un genio, quizás no de la talla del otro Miguel Ángel, el Bounarroti, creador de grandes esculturas y obras como La Piedad, el David, el Moisés, o la mismísima Cúpula de la Basílica de San Pedro, entre otras.

Es importante por eso subrayar las obras más famosas de este genio mayor, para darle pase a Caravaggio, un genio menor, pero presente también en muchas iglesias y museos de Italia y del mundo, que son el asombro de aficionados y entendidos.

Uno de estos centros privilegiados fue el Museo de Roma, que contiene en sus diferentes salas la historia de la Ciudad Eterna a través de pinturas, esculturas, muebles y vestidos. ¿Y cuál fue la razón por la que hospedó temporalmente a este pintor del claroscuro que no era romano, sino milanés? Puede ser porque decoró Roma como el que más.

Una obra salvada

La pintura que tuvo en sus ambientes el museo capitalino fue el famoso cuadro “La Resurrección de Lázaro”, quizás una de las últimas obras del pintor milanés, que comisionada en 1608 desde Messina, fuera entregada ese mismo año para ubicarse en una capilla de una familia noble. 

Es así que, después de ocho meses de restauración a cargo del Instituto Superior para la Restauración, dirigido por Anna Maria Marcone, la obra fue presentada al público en todo su esplendor, luego de haber recuperado los colores originales y los efectos de la luz, que han sido tan característicos en la obra “caravaggista”. A esto se sumó el cuidado extremo por salvarlo de la destrucción natural del lienzo --hecho con seis piezas, cinco verticales y una horizontal, que fueron cosidas juntas para obtener el tamaño deseado--, que por haberla pintado el maestro en situaciones casi de fugitivo, no ofreció la calidad con que le ha dado perdurabilidad  a sus demás obras.

Para acercarnos a la pintura recurrimos a la amabilidad del área cultural del Comune de Roma (Municipio), quien nos proporcionó dos entradas de prensa. Como quien escribe no quería decir lo que reseñaba el catálogo ni mucho menos, invitó a una experta en arte para que, a modo de diálogo y de aprendizaje in situ, nos explicara mejor sobre esta obra que tendríamos al frente en pocos días…

Fue así que, cuando Roma estaba aún soleada, nos encontramos a la hora puntual en el Museo con  la profesora Giulia Torri, titulada en Conservación de Bienes Culturales en la Universidad de Parma, con posteriores especializaciones en su campo ya sea en Florencia como en Roma.

La doctora Torri es también miembro de prestigiados organismos culturales y autora de numerosos estudios y publicaciones, además de colaborar en entes y organismos públicos como el Ministerio Italiano para los Bienes y las Actividades Culturales, y con algunas fundaciones privadas, ocupándose sobre todo de la gestión, valorización y comunicación del patrimonio cultural.

El gran Caravaggio

Lo primero que nos confió la especialista, es que para ella y para el mundo no solo italiano, Caravaggio era profundamente amado. Y lo comprendemos porque en los últimos años este personaje ha sido el centro de importantes muestras, publicaciones, conferencias y films.

Pero como sabemos que la ficción exagera las cosas, especialmente el cine donde Caravaggio ha sido interpretado desde varios ángulos, dejamos que nuestra guía nos diga si era así, como lo muestran “una mezcla de genio incomprendido, de mosquetero y de Casanova”.

Y nos confirma que sí. Porque se conoce bien cómo fue su vida aventurera, breve e intensa, lo que ha hecho que a veces sea demonizado. “Es verdad que era un guapo, que peleaba y fugaba por Italia”, dice, pero siempre estuvo protegido por familias nobles y cardenales, dada esa genialidad que nadie quería perderse. Hasta que lo acusaron de un asesinato y tuvo que refugiarse en la isla de Malta, protegido por la Orden de Malta, pero luego huye y sigue pintando por encargo, hasta que encuentra la muerte en 1610 en la Toscana.

Construccion de un genio

Cuando se quiere apreciar el legado de un artista, no solo debemos situarnos de frente a su obra, sino apreciar su estela, los seguidores que tuvo, si se creó o no una escuela… En el caso de nuestro artista a todo hay que responder que sí. Y fueron los “caravaggistas” quienes lo siguieron, y los tuvo del primer periodo (con pinturas de jóvenes) y del segundo (los más religiosos).

¿Por qué Caravaggio marcó tanto a la pintura universal?, le preguntamos a la profesora Torri. “Podríamos decir, que fue el artista que que inventa la fotografia”. Impresiona conocer cómo lo que vemos por un visor y regulamos --antes en la cámara, hoy en la laptop--, lo inició este genio hace cinco siglos, quien empezó a utilizar la luz de un modo nuevo, “a modo de ruptura”, continúa nuestra amable guía. Otra característica que marcaría época, es que esto lo fusionó con el uso real de modelos, ese naturalismo propio de la escuela Lombarda del siglo XVI, “que copia pero la despunta, poniéndose ya en antítesis frente a Rafael o Miguel Ángel Bounarroti”.

Nos cuenta también Giulia Torri que al ser Caravaggio un pintor de la Contrarreforma, lleva adelante el mensaje de anteponer el arte contra la frase, realista, enriqueciendo sus obras con signos teológicos de muy alta cultura, como lo era él mismo por su influencia de san Agustín. Es así que su profunda inquietud lo lleva a presentar su propia visión de la filosofía del santo de “la luz como verdad”, como una contraposición del bien y del mal. Por eso, la luz y la sombra que salen de sus pinceles creando personajes únicos, muestran al hombre como centro del universo, más aún si tenemos en cuenta que toda su obra es posterior a los descubrimientos copernicanos.

Acercarse y mirar la obra

Siempre hemos querido apreciar una obra en toda su calidad y belleza, pero a veces no sabemos por dónde empezar, qué apreciar primero, cómo dejarnos impactar… Por suerte tenemos la oportunidad esta vez de voltear y preguntárselo a nuestra experta, quien en el caso de Caravaggio, no nos da casi opción: “Él te devora”.

Y es verdad, cuando te sitúas de frente al cuadro, como nos pasó al ingresar al salón especialmente acondicionado para hospedar a tan amado artista, sientes que tienes que dar un paso atrás, liberarte de tanta belleza junta, y casi pedir permiso para verlo por partes…

“¿Ves como no puedes ser pasivo ante la obra?”, nos advierte la profesora. “Fíjate cómo Caravaggio te exige interactividad, te mete en la escena, te rapta…” ¿Y eso cómo lo logra? Y la respuesta casi se traslada al mismo relato creador del Génesis: “Es por el uso sabio que hace de la luz”, sentencia.

Por otro lado, y ya acostumbrado al estilo civilizado y culto de los italianos, no nos sorprende que el cuadro esté tan cerca de los visitantes, aunque con ese vidrio está bien protegido… “¿Cuál vidrio? –nos inquieta la profesora--, no lo hay, ese reflejo es creado por el propio Caravaggio”.

Es obvio, que al estar ante una de las últimas obras del otro Michelangelo, esta sea la suma de toda la innovación y perfección del artista, que lo describe muy bien ella: “aquí se unen el espacio negro para darle dimensionalidad, la luz y la sombra, la disposición de los objetos como figuras plásticas, las series de elementos realísticos”. Es lógico que te rapte tanta belleza formada por la armonía y en nuestro caso, por el tema.

Dar vida a los muertos

Los que hemos vivido en Latinoamérica y conocemos las iglesias coloniales con sus grandes cuadros y paredes pintados con las escenas bíblicas, hechos a propósito para reforzar las catequesis en tiempos de la primera evangelización, comprendemos que la Iglesia no dudó --y acertó--, en mandar a representar con todas las artes el mayor patrimonio que conservaba: la revelación de la Escritura.

¿Cómo explicar la Trinidad, la Creación o la Crucifixión sin verla? Hubiera sido casi imposible y con el riesgo de pocas adhesiones. ¿O cómo asegurarle al creyente la intercesión de los santos –terrenos también como él--, sin moldearlos para que se sepa a quién se le reza al menos?

Y Caravaggio, como hijo de su tiempo y padre de su escuela, representó un momento de gran importancia para la historia del Cristianismo. Allí están, entre muchos, la Conversión de Pablo, o la Deposición de Cristo en el Sepulcro, la Llamada de Mateo o el que nos ocupa, La Resurrección de Lázaro.

En este lienzo monumental de 380 x 270 cm,que bien nos explicó la doctora Torri, la atención –y la tensión--, se centra en Jesucristo, quien en una perspectiva de superioridad, resaltando sobre el fondo oscuro bien justificado por el artista, se dirije a Lázaro y le ordena “¡Levántate y camina!”, como reza el evangelio. Entonces, ya estando uno metido en la escena, se fija, desea ver cómo responde Lázaro desde el más allá…

Entonces allí está, el hermano de Marta y María, con ellas también en escena. Y está María que lo besa y lo sostiene exánime como en una Piedad, y ambas que lo lloran –-en un contraste belllísimo de piel humana viva con la piel ceniza del muerto--, que al momento de recibir la orden de Jesús experimenta una tensa lucha entre la vida y la muerte. “Fíjate bien, nos dice nuestra guía, no es un Lázaro pasivo como en otras representaciones”. Y nos invita a ver el detalle de la mano derecha del muerto, que de modo asertivo, responde y va hacia la luz divina, hacia la redención.

Otros rostros y personajes en la escena, con gestos y miradas confundidas ante lo que pasa, hacen resaltar la vida sobre la muerte, el orden sobre el caos, la luz sobre la oscuridad.

Ahora que tenemos claro que en la obra del artista tendremos que encontrar contrastes, símbolos que se contrapongan, nuestra mirada se dirige a la otra mano de Lázaro. Efectivamente –-y nos lo confirma la profesora Torri--, la mano izquierda está aún abandonada, señalándole al espectador con la rigidez natural del cádaver, que mire ahora hacia los simbolos de la muerte pintados en oscuro en la parte inferior, esto es, algunos huesos y calaveras propios de los sepulcros de los pobres que en aquel tiempo eran re-utilizados.

Nos situamos ante la tensión en Caravaggio de la que se nos hablaba al principio, esta lucha en la que perderá la muerte, para que triunfe la vida; en un escenario donde ha llegado el Dios de la vida para salvar a su amigo de la fosa profunda, antes de hacerlo por toda la humanidad.

Por eso uno podría detenerse al final, en el rostro imperioso de Jesús, que mira a Lázaro con la fuerza del que cree, del que vence. Y esa mirada viva te hace seguirla hacia la mano que está a la misma altura de sus ojos… “Fíjate en los dedos de la mano de Cristo”, nos dice la profesora Torri. Y entonces nos parece conocida. “Es la mano de la “Creación” de Miguel Ángel”, nos recuerda. “Ya lo había hecho Caravaggio en su pintura de la Vocación de San Mateo”.

Nos damos cuenta así, en una especie de catequesis imprevista, que cuando Dios interviene en la vida del hombre y de su Iglesia, entonces no solo crea o llama a quien quiere, sino que es capaz de levantar muertos.

“La resurrección de Lázaro” se puede apreciar en Messina, junto a otra obra que allí también se conserva, “La Adoración de los Pastores”.

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Espiritualidad


San Martín de Porres, caridad total
El mundo entero celebró ayer a Fray Escoba
Por José Antonio Benito*

LIMA, domingo 4 noviembre 2012 (ZENIT.org).- Profundamente conmovidos por algunos hechos de violencia en nuestra Lima, debido a la reubicación de cientos de vendedores de los mercados de la “Parada”, a una nueva estrucura en el distrito de San Anita, quiero poner a san Martín de Porres y al Señor de los Milagros como mediadores y modelos que nos inviten a un compromiso con la paz, la concordia, el amor.

Justo estamos inaugurando el año de la fe, por los 50 años del Concilio, y casi estamos culminando los 50 años de la canonización de san Martín. Triple motivo para conmemorar.

Profeta del Vaticano II

Una de las grandes alegrías del “papa bueno”, el beato Juan XXIII, cinco meses antes de la apertura del Concilio Vaticano II, fue la canonización de san Martín de Porres el 6 de mayo de 1962. Todo el Perú exultó de gozo y se hizo presente en Roma para la canonización, y Lima entera repicó las campanas de alegría infinita por tamaña noticia.

Me ha tocado grabar una serie de programas en televisión y también he tenido la suerte de compartir varias charlas con escolares y universitarios. He peregrinado a su casa natal, a la parroquia donde fue bautizado y, especialmente, donde están sus reliquias, en el convento del Rosario en Lima.

De lo mejor que he leído y escuchado, les comparto dos textos motivados por su canonización. El primero de Juan XXIII, en la misa de canonización, el 6 de mayo de 1962:

“Martín nos demuestra, con el ejemplo de su vida, que podemos llegar a la salvación y a la santidad por el camino que nos enseñó Cristo Jesús: a saber, si, en primer lugar, amamos a Dios con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma y con todo nuestro ser; y si, en segundo lugar, amamos a nuestro prójimo como a nosotros mismos…".

El sustituto del cardenal Juan Landázuri --ausente en Roma--, el 27 de mayo de 1962 en la misa celebrada en la Catedral de Lima con motivo de la semana de festejos en honor del santo, dijo: "Más que Ciudad de los Reyes merece el título de Ciudad de los Santos… Pero si nuestro hermano es símbolo de unión entre el Viejo y el Nuevo Mundo, entre la estirpe europea y la africana, por el hecho de haber nacido en tierras nuestras, es también símbolo de la unidad de nuestras naciones americanas. Se adelantaba así Bolívar a los esfuerzos que ahora se hacen en otros Continentes para lograr la unidad entre los países o regiones que los integran. Precisamente Martín de Porres simboliza esta anhelada unión".

La dignidad de un “indigno”

Para Dios no hay profesiones indignas, sino indignos profesionales. Los hombres se fijan en las apariencias, el color de la piel, la estatura, el dinero, el vestido..., pero Dios solo mira al corazón. Nuestro Fray Escoba fue un marginado de su tiempo, el siglo XVI. Era hijo "ilegítimo" del español Juan de Porres y de Ana Velázquez, mujer negra descendiente de esclavos africanos. Al ser mulato y pobre le tocó sufrir en más de una ocasión el menosprecio de la sociedad.

Sin embargo, su madre le descubrió el evangelio de Jesús: "El que se humilla será ensalzado". A Fray Martín no le importó ser "simple" lego o donado de la orden de Santo Domingo, sin poder ser sacerdote; tampoco tuvo a mal el estar continuamente sirviendo a los demás, ir de un lado para otro con la escoba, atender a los enfermos, a los mendigos... Dios se sirvió de su persona para unir las razas, para hermanar a los ricos con los pobres..., y a todos los hombres con Dios.

En la mejor obra publicada en el jubileo de los 50 años de su canonización, su autor Pedro Gjurinovic Iconografía de San Martín de Porres (Fondo Editorial de la Universidad de San Martín de Porres, Lima 2012) rescata la popular escena de "inclusión" cuando hizo comer del mismo plato a perro, pericote y gato. Nos indica que "está motivada por su permanente caridad al dar alimento diario a todos los seres y de unión entre los hombres".

En el cuadro "Las tres razas" de Francisco Laso, se aprecia a un niño blanco, Juan Norberto Eléspuru, una sirvienta india, la Mañuquita, y una sirvienta negra, quienes juegan a los naipes en amigable reunión. Es todo un símbolo en los ideales de Martín, ver diversas ideas que conviven en una misma mesa. Se le puede considerar como el nuevo Francisco de Asís. Por su mensaje y la forma como lo vemos en la iconografía es un hombre que ilustra todo concepto de Cultura de Paz.

Busca encontrar dentro de la capa humana llena de superficialidades lazos de estímulo para alcanzar la solidaridad entre todos. Solidaridad ante el dolor, ante la miseria y ante la tristeza. No distingue diferencias ente los hombres. Hay en él toda una moción humana dentro de un espíritu colectivo, que en términos actuales lo hace ser el precursor de la seguridad social.

Amor a Dios y caridad total

Desde niño dio muestras de su profundo amor por Dios. Su caridad con el prójimo nacía de la unión íntima con Jesús y con María. Comentan sus compañeros dominicos que recibía a Jesús Sacramentado "con muchas lágrimas y grandísima devoción", ocultándose de todos para "mejor poder alabar al Señor". 

Fray Martín rezaba en su celda, en la Iglesia, ante el Santísimo Sacramento, en los altares del templo, en las capillas y oratorio del convento. Oraba arrodillado y echado en cruz sobre el suelo.

Sus habilidades y el ardor con que cuidaba a los enfermos atrajo incluso a los religiosos de otras comunidades que llegaban a Lima solo para atenderse con el santo. San Martín fue muchas veces despreciado y humillado, por ser mulato, pero nunca se rebeló contra los insultos que le inferían. Su abnegación, su modestia y la paz que irradiaba impresionaban a cuantos conocía.

En la enfermería y en la portería del convento del Rosario (Santo Domingo), atendía con acogedora bondad y amor a los pobres y enfermos. Si a todos los dolientes trataba exquisitamente, a sus hermanos religiosos los servía de rodillas. Su caridad universal le llevará a convertir el convento en hospital porque sabe que el amor es la ley suprema.

No nos extraña que se ganara el afecto de los esclavos morenos y de los indios pescadores de Chorrillos y de Surco, pues les servía como enfermero y les catequizaba como misionero. Ellos, por su parte, le obsequiaban con frutos de sus huertos y estipendios para misas.

Santo y patrono

San Martín de Porres,  murió el 3 de noviembre de 1639, dejando consternada a Lima, desde el virrey y arzobispo, hasta el último excluido social. Fue beatificado por el papa Gregorio XVI en 1837 y canonizado hace 50 años en 1962.

El 3 de noviembre de 1939, Martín  de Porres fue proclamado protector y patrón de las obras de justicia social por el presidente de la República del Perú, Oscar R. Benavides. Posterioremente, el sumo pontífice Pío XII, el 10 de enero de 1945, declara  a fray Martín de Porres como Patrono de las obras de Justicia Social en el Perú. Y mediante la Ley 25125, del 17 de noviembre de 1989, san Martín de Porres fue proclamado Patrono Internacional de la Paz.

Fray Martín de Porres, como anota cordialmente el padre Juan José Salaverry, prior provincial de los Dominicos en el Perú, al hablar de la iconografía martiniana, destaca cómo "es mostrado desde la fe de los pintores, escultores y demás hombres de arte; ellos han captado la dulzura de su caridad, el temple de su vida religiosa, la entrega en el servicio al pueblo, y la fe inquebrantable de los hombres sencillos a quienes ama el Señor".

Termino con la oración colecta que me parece bellísima y que resume todo lo que significó y queremos del Santo: “Señor, Dios nuestro, que has querido conducir a san Martín de Porres por el camino de la humildad a la gloria del cielo, concédenos la gracia de seguir sus ejemplos, para que merezcamos ser coronados con él en la gloria”.

*Historiador. Director del Instituto de Estudios Toribianos de Lima. 

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Foro


No teman a la libertad religiosa
Sobre la reforma constitucional en México
SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, domingo 4 noviembre 2012 (ZENIT.org).- Ofrecemos a los lectores la habitual colaboración de monseñor Felipe Arizmendi Esquivel, obispo de San Cristóbal de Las Casas, México. Esta vez comenta la reforma constitucional en este país norteamericano relativa a la libertad religiosa.

*****

+ Felipe Arizmendi Esquivel

HECHOS

Un veterano asesor de un partido político escribió un artículo afirmando que la propuesta de modificación al artículo 24 constitucional, que ya fue aprobada por los senadores y diputados federales y ahora está en proceso de discusión en los congresos locales, se propone destrozar al Estado laico. Dice que fue “cabildeada, en secreto, por unos cuantos personeros de la alta jerarquía burocrática del clero político” y que, “a partir de la malhadada reforma, los altos clérigos políticos pretenden la modificación del artículo 3º. constitucional (que establece la educación laica en las escuelas públicas). Quisieran que, en nombre de la libertad religiosa o de la libertad de religión, la tarea educativa pública perdiera su naturaleza laica. Una verdadera catástrofe para la democracia”. Sostiene que “el Estado mexicano respeta de manera cabal a las diversas religiones” y que no coarta “la propagación de las confesiones”, pues aduce que los templos están “abiertos al culto de manera cotidiana e ininterrumpida”. Termina diciendo que, “para ser democrática, la escuela pública debe ser laica. Las confesiones se propagan y se desarrollan fuera de ella. La escuela pública es el primer escalón de las libertades”.

¿En qué términos está propuesta la reforma del artículo 24? Dice textualmente: “Toda persona tiene derecho a la libertad de convicciones éticas, de conciencia y de religión, y a tener o adoptar, en su caso, la de su agrado. Esta libertad incluye el derecho de participar, individual o colectivamente, tanto en público como en privado, en las ceremonias, devociones o actos del culto respectivo, siempre que no constituyan un delito o falta penados por la ley. Nadie podrá utilizar los actos públicos de expresión de esta libertad con fines políticos, de proselitismo o de propaganda política”. A pesar de este candado del párrafo final, amplía un poco el marco de esta libertad, pues el texto vigente sólo habla de que “todo hombre es libre para profesar la creencia religiosa que más le agrade y para practicar las ceremonias, devociones o actos del culto respectivo”. Se amplía a la libertad de convicciones éticas, de conciencia y de religión, no sólo de culto.

CRITERIOS

Dice el Papa Benedicto XVI: “La libertad religiosa es la cima de todas las libertades. Es un derecho sagrado e inalienable. Abarca tanto la libertad individual y colectiva de seguir la propia conciencia en materia religiosa como la libertad de culto. Incluye la libertad de elegir la religión que se estima verdadera y de manifestar públicamente la propia creencia. Ha de ser posible profesar y manifestar libremente la propia religión y sus símbolos, sin poner en peligro la vida y la libertad personal. La libertad personal hunde sus raíces en la dignidad de la persona; garantiza la libertad moral y favorece el respeto mutuo… La tolerancia religiosa existe en numerosos países, pero no implica mucho, pues queda limitada en su campo de acción. Es preciso pasar de la tolerancia a la libertad religiosa” (Ecclesia in Medio Oriente, 26-27).

PROPUESTAS

Invito a analizar sin atavismos históricos y sin temores los términos de la nueva ley, que no viola ni destroza la laicidad del Estado, pues éste no se compromete a imponer una religión para todos, y se mantiene su sana separación con la Iglesia. No pretende introducir la educación religiosa en las escuelas públicas, aunque es un derecho de los padres, si ellos lo decidieran, como consta en legislaciones de países más democráticos, como los de Europa, en particular de Alemania. Ni siquiera se menciona esa posibilidad. No beneficia únicamente a la Iglesia Católica, sino a todas las actitudes confesionales, pues cada quien es libre de tener o no una religión. El texto no cambia la prohibición existente para que las asociaciones religiosas puedan adquirir canales de televisión o estaciones de radio, aunque con esto se coarta la profesión pública de la fe. En otras palabras, no intenta imponer nuestra religión a todos los ciudadanos, y mucho menos al Estado. Su sana laicidad es una garantía de libertad para todos.

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Documentación


Se debe amar a todos, incluso a quien no se lo merece
Reflexión del santo padre durante el rezo del Ángelus
CIUDAD DEL VATICANO, domingo 4 noviembre 2012 (ZENIT.org).- A las 12 del mediodía de hoy, el santo padre Benedicto XVI se asomó a la ventana de su estudio en el Palacio Apostólico Vaticano para rezar el Ángelus con los fieles y peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro.

Ofrecemos las palabras del papa en la introducción de la oración mariana.

*****

¡Queridos hermanos y hermanas!

El evangelio de este domingo (Mc. 12,28-34) nos propone la enseñanza de Jesús sobre el mandamiento más importante: el mandamiento del amor, que es doble: amar a Dios y amar al prójimo.

Los santos, que acabamos de celebrar juntos en una única fiesta solemne, son aquellos que, confiando en la gracia de Dios, tratan de vivir de acuerdo a esta ley fundamental. De hecho, el mandamiento del amor lo puede aplicar plenamente quien vive en una relación profunda con Dios, así como el niño se hace capaz de amar a partir de una buena relación con su madre y su padre.

San Juan de Ávila, a quien recientemente he proclamado Doctor de la Iglesia, escribe así al inicio de su Tratado del Amor de Dios: "La razón, dice, que empuja mayormente nuestro corazón al amor de Dios, es el considerar profundamente el amor que Él tuvo por nosotros... Esto, además de los beneficios, mueve el corazón a amar; porque el que hace al otro un beneficio, le da algo que tiene; pero el que ama, se entrega a sí mismo con todo lo que tiene, sin que le quede algo más para dar" (n. 1). Antes de ser un mandato -el amor no es un mandato-, es un regalo, una realidad que Dios nos hace conocer y experimentar, de modo que, como una semilla pueda también germinar dentro de nosotros, y desarrollarse en nuestra vida.

Si el amor de Dios ha echado raíces profundas en una persona, esta es capaz de amar incluso a quien no lo merece, así como Dios hace con nosotros. El padre y la madre no quieren a sus hijos solo cuando se lo merecen: lo aman siempre, aunque es natural que le hacen entender cuando se equivocan.

De Dios, aprendemos a querer siempre y solamente el bien y el nunca mal. Aprendemos a mirar al otro no solo con nuestros ojos, sino con la mirada de Dios, que es la mirada de Jesucristo. Una mirada que sale del corazón y no se detiene en lo superficial, va más allá de las apariencias y captura los más profundos anhelos del otro: de ser escuchado, de una atención gratuita; en una palabra: de amor. Pero también se produce en la dirección opuesta: que abriéndome al otro tal como es, yendo hacia él, haciéndome disponible, me abro también para conocer a Dios, para sentir que está allí y que es bueno. Amor a Dios y amor al prójimo son inseparables y están en relación recíproca.

Jesús no inventó ni lo uno ni lo otro, pero reveló que son, después de todo, un solo mandamiento, y lo hizo no solo con la palabra, sino sobre todo con su testimonio: la persona misma de Jesús y todo su misterio encarnan la unidad del amor de Dios y del prójimo, como los dos brazos de la Cruz, vertical y horizontal. En la Eucaristía, Él nos da este doble amor, dándose a Sí mismo, para que, alimentados de este Pan, nos amemos los unos a otros como Él nos ha amado.

Queridos amigos, por intercesión de la Virgen María, oramos a fin de que todo cristiano sepa mostrar su fe en el Dios único y verdadero con un claro testimonio de amor al prójimo.

Traducido del original italiano por José Antonio Varela V.

©Librería Editorial Vaticana


 

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