La mayoría de los procesos de nulidad afecta a matrimonios con una vida conyugal muy breve, según el decano del Tribunal de la Rota en Madrid


 

“Una gran mayoría de los procesos de nulidad afecta a matrimonios que han tenido una vida conyugal muy breve; algunos de ellos incluso han durado menos de un año”, indicó hoy en la Universidad de Navarra Carlos Morán, decano del Tribunal de la Rota en la Nunciatura Apostólica de Madrid.

El experto interviene en el X Simposio Internacional del Instituto Martín de Azpilcueta, titulado ‘La formación de la voluntad matrimonial: anomalías, patologías y normalidad’, que se celebra hasta este próximo viernes, 9 de noviembre.

Carlos Morán apuntó que si bien “hay una dimensión natural del hombre y de la mujer a complementarse en la unión conyugal, que va unida a una capacitación natural para él”, hoy en día se da “una cierta socialización de la inmadurez”.

“Habría que preguntarse si quienes se casan realmente tienen la disposición y los resortes de vivencias personales necesarios para un matrimonio. En principio, por la vocación y por la capacitación naturales hay que afirmar que sí, pero hay situaciones que lo desmienten”, continuó.

Proceso de secularización

En ese sentido, expresó que “la cultura del bienestar ha fomentado el ocio y la comodidad y ha creado un déficit de la formación de la voluntad y la capacidad de responsabilizarse, comprometerse, sacrificarse…”. De este modo, “se habla mucho del amor, pero no tantas veces se entiende y se vive en clave de donación. Tal y como decía Ortega y Gasset, amar a alguien es estar ontológicamente con él y no admitir el universo en el que el amado no está presente; quizá muchos no acceden al matrimonio con este compromiso”.

Por otra parte, Carlos Morán aseveró que en los últimos años ha habido “una disminución del recurso a los tribunales de la Iglesia”, especialmente por el proceso de secularización: “Muchos matrimonios, cuando fracasan, no se plantean si ha podido existir alguna causa de nulidad”.

Con respecto a los principales motivos de las solicitudes, señaló que aumentan las situaciones de simulación por exclusión de la indisolubilidad, es decir, de aquellos “que acceden al matrimonio con la voluntad firme de que no sea para toda la vida, que no se viva con proyección de perpetuidad. Se está instalando una mentalidad de que dura en tanto lo hace el amor, entendido como un mero componente afectivo y psicológico”.

120 expertos interdisciplinares, entre los que se encuentran académicos, psicólogos y jueces eclesiásticos, participan estos días en este simposio organizado por la Facultad de Derecho Canónico del campus. Algunos de ellos son Laura Armentia, defensora del Vínculo en el Tribunal de la Rota de la Nunciatura Apostólica de Madrid; Clara de Cendra, psicóloga y perito del mismo tribunal; y José Tomás Martín de Agar, juez del Tribunal de Apelación del Vicariato de Roma.