15.11.12

La doble moral de la huelga de ayer

A las 5:09 AM, por Tomás de la Torre Lendínez
Categorías : General

Necesitamos una ley de huelga, una legislación que ponga y desarrolle el derecho de la huelga declarado en la actual Constitución. Ningún gobierno ha deseado ponerle los cascabeles al gatazo tan enorme que esto supone.

Durante siete años de gobierno desgobernado de la izquierda, solamente una huelguita blandita le tocó en suerte, para que el público no dijera que sindicatos y gobierno socialista iban de la manita en todo, incluso a dejar la nación hecha un solar, la economía por los suelos, el paro en cinco millones de personas y la corrupción por los techos.

Cuando llega la derecha al poder y toma decisiones necesarias e impuestas desde Europa para que la economía no quiebre definitivamente, ya van dos huelgas generales con unos sindicatos comiendo del pesebre del presupuesto, donde la pérdida social y económica para todos ha sido enorme bordeando los cuatro mil millones de euros en un día de asueto laboral para algunos matones que imponen una ley de huelga inexistente y unos servicios mínimos que deben ser regulados.

¿Es posible en estos momentos elaborar una ley de huelga?.

Teóricamente sí. La mayoría parlamentaria que goza el gobierno actual podría hacerlo. Seguramente, no sea el mejor momento para dedicarse a elaborar semejante cascabel a un pedazo de gato que araña y muerde como un viejo tigre de circo provinciano.

Moralmente sí. Porque si en ocho meses van dos huelgas de este tipo, es inmoral socialmente que no exista una regulación legal para ejercer el derecho a la huelga y para cortar, solamente, la impostura de la ley del mas fuerte como en la selva, que es lo existente ahora mismo en España.

Eclesialmente sí. Porque dentro de la Iglesia Católica he observado esta vez una hipocresía que no me ha gustado en absoluto. Los obispos como tales no han hablado nada sobre la huelga. Algunos curas sí lo han hecho. Ha sido la llamada pastoral obrera la que ha lanzado mensajes apoyando a unos sindicatos desacreditados ante el resto de la sociedad. Con estas adhesiones inquebrantables los obispos han vuelto la cara al problema, pero “han permitido” que los cristianos, “comprometidos con el mundo obrero” estén apoyando semejante engendro que tuvo lugar ayer en toda España.

Señores obispos, esta duplicidad social no me ha gustado nada.

Es hora, ha llegado ya, que los legisladores elaboren una ley de huelga sensata al estilo de las existentes en otros países de Europa.

Es hora, ha llegado ya, que el gobierno retire las subvenciones a todos los empresarios, sindicatos y partidos políticos, para que vivan de sus afiliados, como ocurre en Europa, y se vea quien realmente apoya estas huelgas y quien está ahí defendiendo su “puesto” digitalizado para no perder su parte de pasto del pesebre.

Es hora, ha llegado ya, que dentro de la pastoral obrera existan personas sensatas a la hora de escribir manifiestos a favor de huelgas que son manifiestamente mejorables en su redacción y en su justificación desde la Doctrina Social de la Iglesia, algo que ayer eché bastante de menos en todas las proclamas que leí.

Tomás de la Torre Lendínez