16.11.12

¿Fundamenta... qué?

A las 10:15 AM, por Jorge
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De cuando en cuando algún amigo me comenta que me lee en Infocatólica, añadiendo a continuación que le parece bien, pero que cuidado, que si es un portal fundamentalista, que ojo con esas cosas.

Harto ya de estar harto ya me cansé. Y esta mañana me he agarrado al diccionario para aclararme a ver exactamente qué me están diciendo con eso, ya que no me explican nada, ni dan razón alguna. Fundamentalista y punto.

En el diccionario de la Real Academia, el fetén, leo tres acepciones para la palabra “fundamentalismo”:

1. m. Movimiento religioso y político de masas que pretende restaurar la pureza islámica mediante la aplicación estricta de la ley coránica a la vida social.
Por aquí no me afecta, servidor lo más morito que tiene es su segundo apellido.

2. m. Creencia religiosa basada en una interpretación literal de la Biblia, surgida en Norteamérica en coincidencia con la Primera Guerra Mundial.
Pues tampoco. Eso de la creación exactamente en seis días naturales lo tengo superado.

3. m. Exigencia intransigente de sometimiento a una doctrina o práctica establecida.

Por aquí podrían ir los tiros, aunque la palabreja “intransigente” se las trae. No me considero una persona especialmente intransigente con la “norma”. Pero sí me gusta saber a qué atenerme o de qué van las cosas.

Porque servidor está un tanto hartito de una forma de ver las cosas según la cual todo es opinable, todo es libertad, todo es posible, todo depende y cada cosa según. Lo malo es que el según suele coincidir con el forro de los caprichos de cada cual. Y eso harta y bastante.

En la Iglesia hay cosas que son impepinables. El credo es el credo, los dogmas de fe son lo que son, los sacramentos siete, los mandamientos diez más los cinco de la iglesia, el papa es el papa, el magisterio es lo que es y aquí el que manda, manda.

Y claro, te llega uno y te dice que los dogmas cada cual los reinterpreta como buenamente le place, que por qué van a ser siete sacramentos o no veinticuatro, que los mandamientos están superados porque hay que amarse mucho, el papa siempre se equivoca y no manda nadie porque todos somos libres. Y dices que nanay, como es natural. Y entonces eres fundamentalista. Sí claro, fundamentalista, y el otro un cachondo mental.

Lo que aquí pasa es que ante tanto relativismo en lo teológico, litúrgico y moral, joroba que alguien lleve la contraria y pida explicaciones. Oiga usted, señor cura, ¿por qué celebra sólo con una estola si está mandado que se revista con alba, estola y casulla? Vaya, un fundamentalista. ¿Y usted, por qué afirma que no hay problema en admitir el aborto en algunos casos si el catecismo afirma tajantemente lo contrario? Otro fundamentalista. ¿Y usted por qué recomienda como lectura a sus feligreses este libro condenado expresamente por la Congregación para la doctrina de la fe? Tercer fundamentalista.

Hoy la gente estudia, lee, se entera, se va formando y como es natural pide explicaciones de lo que no entiende y exige los derechos que le son debidos como hijos de la Iglesia.

¿Qué eso es fundamentalismo? Yo lo llamo más bien dejar de chuparse el dedo.