Iglesia-Estado
26 de noviembre del 2012

Las elecciones catalanas han estado marcadas por la política. Los partidos prácticamente se han olvidado de la defensa de la familia, la vida o la libertad educativa

Cataluña votó ayer en unas elecciones autonómicas que se habían convertido en realidad en plebiscito sobre la propuesta independentista de Artur Mas. Los católicos tenían pocas opciones para votar en función de los principios no negociables que defiende la Iglesia porque la mayoría de los partidos los han dejado de lado en sus programas electorales.


 

Ayer domingo, Cataluña se enfrentaba a unas elecciones autonómicas en las que prácticamente lo único sobre lo que se discutía era sobre la propuesta de Artur Mas de someter la voluntad independentista a un referendum considerado ilegal por el Estado. Posiblemente por eso en estas elecciones los partidos han tenido especialmente olvidadas las cuestiones relacionadas con la libertad religiosa, la familia, la vida o el derecho de los padres a educar a sus hijos según sus propias convicciones.

Según un estudio realizado por la Asociación Enraizados en el que se analiza los programas electorales de cada partido y de qué forma éstos han abandonado la idea que promulgó el Papa sobre los Principios no Negociables de la familia, vida y libertad religiosa, todas las formaciones políticas catalanas suspenden.

El Partido Popular es el que saca mejor nota a pesar de la pésima calificación, un 1,67 (sobre 5), seguido de la Coalición Convergencia i Unió con 0,92 y Ciudadanos con 0,50. El resto de formaciones reciben un suspenso total al atacar de frente y de forma grave y reiterada los principios mencionados.

Lo que concluye este informe es que los partidos políticos en Cataluña se han olvidado del electorado católico. "La conclusión fundamental del presente estudio es la orfandad política de los católicos catalanes y su nula capacidad para que los partidos políticos que se presentan a las elecciones de 2012 asuman los principios básicos de la ley natural, válidos para toda persona, lo que contrasta con su aún importante peso en la sociedad, demografía y culturas catalanas. Esta nula presencia debe hacer reflexionar a los católicos para mejorar sus estrategias de cara a su influencia en los partidos políticos y en el Gobierno de su Comunidad. Si todos los partidos renuncian a los Principios No Negociables debe ser el momento para que políticos valientes y preparados se atrevan a romper con el statu quo actual y encabecen nuevas alternativas a las ya existentes".

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