ZENIT

El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 16 de diciembre de 2012

SANTOS Y BEATOS: EPOPEYAS DE AMOR. EJEMPLO DEL DÍA

Beata María de los Ángeles (Marianna) Fontanella
«Ejemplo de fidelidad y perseverancia en medio de sus noches de espíritu»

Santa Sede

Benedicto XVI saluda a la redacción de ZENIT
Después del Ángelus, el santo padre bendijo las figuritas del Niño Jesús

La honestidad en la profesión, palabras del Bautista plenamente actuales
Palabras de Benedicto XVI en el Ángelus del domingo de 'Gaudete'

VENTANA AL MUNDO

Ordenados cuarenta y cuatro nuevos sacerdotes de la Legión de Cristo
Por el cardenal De Paolis, delegado pontificio para la congregación

CIENCIA Y VIDA

El Vaticano rinde homenaje a la defensa de la vida en Costa Rica
El nuncio Pierre Nguyên Van Tôt celebró el aniversario del Ministerio de Salud

MÚSICA Y ARTE

Existe el arte cristiano y el no cristiano, más allá de la fe del autor
Entrevista a Alessio Geretti, a cargo de eventos artísticos en el Año de la Fe

ADVIENTO Y NAVIDAD

Concierto navideño solidario
Organizado por InteRed, la ONGD de la Institución Teresiana


SANTOS Y BEATOS: EPOPEYAS DE AMOR. EJEMPLO DEL DÍA


Beata María de los Ángeles (Marianna) Fontanella
«Ejemplo de fidelidad y perseverancia en medio de sus noches de espíritu»
MADRID, domingo 16 diciembre 2012 (ZENIT.org).- La lectura de vidas de santos tuvo un poderoso influjo en la vocación de esta beata, que siendo niña quedó conmovida ante la imagen de Cristo crucificado.

Por Isabel Orellana Vilches

Nació en Turín el 7 de enero de 1661. Era la última de once hermanos habidos en el matrimonio de los condes Giovanni Donato y María Tana, que estaba emparentada con san Luis Gonzaga. Fue educada conforme convenía a su origen aristocrático y se convirtió en una joven despierta e inteligente, de trato exquisito. Su gran temperamento y vivacidad discurría parejo al equilibrio y templanza que exhibió en muchos aspectos de su vida. Su infancia estuvo caracterizada por una poderosa inclinación hacia lo espiritual; construía altares, y le agradaba leer vidas de santos. Su modelo era san Luis Gonzaga. Como santa Teresa de Jesús, huyó de casa con su hermano en busca del martirio. Esta sensibilidad tuvo otro momento de fulgor al descubrir un Crucificado sin brazos en el ático de su hogar, que le dejó profundamente conmocionada. Tanto es así, que desterró a su muñeca del dormitorio y convirtió a la imagen en objeto de su ternura. Ante ella suplicaba con lágrimas el perdón de sus pecados. Humanamente, su pasión era la danza, en la que sobresalía con creces.

Poco a poco se iba dando cuenta de que le atrapaban ciertas flaquezas, experimentando vanidad y agrado ante los halagos de los que era objeto. Una visión de Cristo ensangrentado y coronado de espinas, que contempló en el espejo, le hizo aborrecer la vanidad. Otro momento de inflexión en su vida, fue la primera comunión que recibió en 1672. Después, inclinada a luchar contra sus tendencias, buscaba en la oración la fuerza precisa para hacerles frente, iniciando un camino de mortificación y penitencia que no abandonaría. Se dedicó a visitar enfermos y a ejercitar obras de caridad. Su director, el párroco P. Malliano, acertadamente la condujo por el sendero de la virtud. En 1673 ingresó en el monasterio cisterciense de Santa María de la Estrella para recibir formación. Permaneció allí año y medio porque su madre, viendo sus muchas cualidades, y dado que el conde había muerto en 1668, no dudó en ponerla al frente de la administración de la casa y tuvo que dejar la comunidad.

Dos años más tarde, la beata sondeó nuevamente el parecer materno, porque quería ser religiosa, pero su madre fraguaba su matrimonio. No hubo acuerdo, y comenzó una enconada lucha en defensa de su vocación que se dilató en el tiempo en medio de numerosas vicisitudes y contrariedades. Por fin, convencida su madre de que no podía disuadirla, dio su consentimiento para que ingresara con las cistercienses de Saluzzo. Pero en 1676, en el transcurso de un viaje a Turín, la joven conoció a un padre carmelita. Tuvieron una conversación tan decisiva, que determinó ingresar en el Carmelo de Santa Cristina. De nuevo su madre se opuso a que consagrara su vida en una Orden con Regla tan austera, pero el 19 de noviembre de ese año Marianna logró su propósito.

La vida conventual fue extremadamente difícil para ella, como narró en su autobiografía. Las pruebas espirituales que duraron catorce años incluyeron sequedad en la oración, animadversión a sus hermanas así como a las penitencias y mortificaciones, asechanzas del demonio, una hipersensibilidad a su entorno percibido con un insoportable hedor que le llevaba a aborrecer el alimento. Ella, que había gustado de los favores divinos, de repente no encontraba consuelo en la oración y debía caminar en fe porque no vislumbraba a Dios. Sus súplicas insistentes a Cristo le sumían aún en una sima más oscura, y la experiencia de aborrecimiento de sí llenaba su existencia de angustia y repugnancia por sus muchas ofensas. En ese desierto surgieron las dudas acerca de su vocación, atentados y tentaciones contra la caridad, el abandono del convento y hasta la desesperación, además de incitaciones contra la pureza. Frente a ello, con su oración insistente forjada en la fe, ofrecida con espíritu de reparación y fidelidad en la obediencia, alcanzó la gracia de la perseverancia.

De ese estado interior de luchas que terminaron en 1691 nadie tuvo noticia. Ante los demás, su virtud brillaba poderosamente. Austera en su vida, se consideraba la más indigna de todas. «O dadme mortificaciones o hacedme morir», rogaba a Dios. En 1682 los éxtasis ya habían comenzado a ser frecuentes y, en ocasiones, públicos. Era devota de María y de San José, y a él dedicó el Carmelo de Moncalieri que fundó con gran celo apostólico en 1702 aunque no pudo inaugurarlo hasta el año siguiente. Fue una excelente maestra de novicias. Elegida priora cuatro veces, se negó a una quinta en 1717 fecha ya cercana a su muerte: «Pueden empeñarse en hacerme priora; yo me empeñaré con mi Jesús a ver quien puede más». Murió el 16 de diciembre de ese año. Fue beatificada por el papa Pío IX el 25 de abril de 1865.

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NOTA DE SUBSANACIÓN DE ERROR a la biografía de san Juan de la Cruz publicada en esta sección el pasado día 14 de diciembre. Donde dice que fue canonizado por Clemente X, debe decir Benedicto XIII. Ruego disculpas a los lectores por ese lapsus.

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Santa Sede


Benedicto XVI saluda a la redacción de ZENIT
Después del Ángelus, el santo padre bendijo las figuritas del Niño Jesús
CIUDAD DEL VATICANO, domingo 16 de diciembre de 2012 (ZENIT.org).- Benedicto XVI impartió hoy al concluir la oración del Ángelus, la tradicional bendición a las figuritas del Niño Jesús que los fieles llevan a plaza San Pedro antes de colocarlas en los belenes.

En sus palabras el papa dirigió un saludo a la redacción de ZENIT, allí presente con una pancarta que llevaba el símbolo de nuestra agencia de noticias.

El santo padre en sus palabras recordó primero el Encuentro Europeo de los Jóvenes, promovido por la comunidad de Taizé, en programa del 28 de diciembre al 2 de enero, y agradeció a las familias que siguiendo la tradición romana de acogida dieron disponibilidad para hospedar a estos jóvenes.

“Visto que --gracias a Dios- los pedidos para participar son superiores a lo esperado, renuevo el apelo ya realizado en las parroquias para que otras familias, con gran simplicidad puedan hacer esta bella experiencia de amistad cristiana”, añadió el pontífice refiriéndose al encuentro de Taizé.

Durante el saludo a los peregrinos de idioma inglés, Benedicto XVI expresó nuevamente su dolor por la masacre de niños perpetrada el viernes pasado en la escuela de Newton, en Connecticut, Estados Unidos, un episodio de “violencia sin sentido” que ha “profundamente entristecido” al papa.

“A las familias de las víctimas --añadió el pontífice- especialmente a las que han perdido un hijo, les aseguro toda mi cercanía en la oración. Pueda el Dios de la consolación tocar sus corazones y aliviarlos en el dolor. Durante este tiempo de Adviento dediquémonos con más fervor a la oración y a los actos de paz. Sobre todas las personas afectadas por esta tragedia y sobre todos ustedes invoco abundantes bendiciones del Señor”.

El pontífice también envió un “saludo especial a los niños de Roma”, que fueron a la plaza de San Pedro para la tradicional bendición de las imágenes de Jesús que serán puestas en los pesebres. Y añadió: “Bendigo de corazón a cada uno de vosotros y a vuestras familias, como a los educadores y el Centro Oratorios [centros infantiles y juveniles parroquiales] Romanos”.

A los peregrinos de lengua española les dijo: “Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española presentes en esta oración mariana, en particular a los fieles de diversas parroquias de Valencia. Cercana ya la Navidad, la liturgia repite este domingo las palabras del Apóstol Pablo: «Gaudete», estad alegres. El Señor está cerca. Es una alegría que llena el corazón de quienes, aún en las dificultades, saben que Dios viene a tomarnos de su mano, para no abandonarnos jamás. Id preparando el Nacimiento en vuestros hogares con la expectación y ternura con la que María esperaba acoger la venida al mundo del Salvador de todos los hombres. Que Ella os acompañe y os anime especialmente en estos días. Feliz domingo”.

Como despedida final el papa le deseó a todos “un buen camino espiritual hacia Belén”.

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La honestidad en la profesión, palabras del Bautista plenamente actuales
Palabras de Benedicto XVI en el Ángelus del domingo de 'Gaudete'
CIUDAD DEL VATICANO, domingo 16 diciembre 2012 (ZENIT.org).- De regreso de la visita pastoral a la parroquia romana de San Patrizio a Colle Prenestino, a mediodía, Benedicto XVI se asomó a la venta ade su estudio en el Palacio Apostólico Vaticano para recitar el Ángelus con los fieles y los peregrinos reunidos en la plaza de San Pedro.

En este III domingo de Adviento, Gaudete, estuvieron --entre otros- los niños del Centro de Oratorios [centros parroquiales infantiles y juveniles] Romanos para la bendición de las figuritas del Niño Jesús que los chavales pondrán en el belén familiar, escolar o parroquial. Ofrecemos las palabras del papa ante de la oración mariana.

*****

¡Queridos hermanos!

El Evangelio de este domingo de Adviento presenta nuevamente la figura de Juan Bautista y lo describe mientras habla a la gente que llega hasta el al río Jordán para bautizarse. Dado que Juan, con palabras mordaces, exhorta a todos a prepararse a la venida del Mesías, algunos le preguntan: "¿Qué debemos hacer?" (Lc3,10.12.14). Esto diálogos son muy interesantes y se revelan de gran actualidad.

La primera respuesta se dirige a la multitud en general. El Bautista dice: "Quien tenga dos túnicas, de una a quien no tiene ninguna, y quien tiene qué comer haga otro tanto" (v. 11). Aquí podemos ver un criterio de justicia, animado por la caridad. La justicia pide superar el desequilibrio entre quien tiene lo superfluo y quien carece de lo necesario; la caridad empuja a estar atento al otro y a salir al encuentro de su necesidad, en vez de encontrar justificaciones para defender los propios intereses. Justicia y caridad no se oponen, pero ambas son necesarias y se completan mutuamente. "El amor será siempre necesario, incluso en la sociedad más justa" porque "siempre habrá situaciones de necesidad material en las cuales es indispensable una ayuda en la línea de un concreto amor por el prójimo" (Enc. Deus caritas est, 28).

Y luego vemos la segunda respuesta, que se dirige a algunos "publicanos", es decir recaudadores de impuestos para los romanos. Ya por esto los publicanos eran despreciados, y también porque a menudo se aprovechaban de su posición para robar. A ellos el Bautista no les dice que cambien de oficio, sino que no exijan nada más de lo fijado (cfr v. 13). El profeta, en nombre de Dios, no pide gestos excepcionales, sino sobre todo el cumplimiento honesto del propio deber. El primer paso hacia la vida eterna es siempre la observancia de los mandamientos; en este caso el séptimo: "No robar" (cfr Es 20,15).

La tercera respuesta mira a los soldados, otra categoría dotada de un cierto poder, y por tanto tentada de abusar. A los soldados, Juan les dice: «No maltratéis y no extorsionéis a nadie; contentaros con vuestras pagas» (v. 14). También aquí la conversión empieza por la honestidad y el respeto de los demás: una indicación que vale para todos, especialmente para quien tiene mayor responsabilidad.

Considerando en su conjunto estos diálogos, impresiona la gran concreción de las palabras de Juan: dado que Dios nos juzgará según nuestras obras, es allí, en los comportamientos, donde hay que demostrar que se sigue su voluntad. Justo por esto las indicaciones del Bautista son siempre actuales: también en nuestro mundo tan complejo, las cosas irían mucho mejor si cada uno observara esta reglas de conducta. Oremos entonces al Señor, por intercesión de María Santísima, para que nos ayude a prepararnos a la Navidad llevando buenos frutos de conversión (cfr Lc 3,8).

Al acabar el rezo de la oración mariana, Benedicto XVI se dirigió a los diversos grupos ligüísticos. A los de habla hispana les dijo: "Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española presentes en esta oración mariana, en particular a los fieles de diversas parroquias de Valencia".

"Cercana ya la Navidad --añadió--, la liturgia repite este domingo las palabras del Apóstol Pablo: «Gaudete», estad alegres. El Señor está cerca. Es una alegría que llena el corazón de quienes, aun en las dificultades, saben que Dios viene a tomarnos de su mano, para no abandonarnos jamás. Id preparando el Nacimiento en vuestros hogares con la expectación y ternura con la que María esperaba acoger la venida al mundo del Salvador de todos los hombres. Que Ella os acompañe y os anime especialmente en estos días. Feliz domingo".

Traducido del original italiano por N.S.M.

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VENTANA AL MUNDO


Ordenados cuarenta y cuatro nuevos sacerdotes de la Legión de Cristo
Por el cardenal De Paolis, delegado pontificio para la congregación
ROMA, domingo 16 diciembre 2012 (ZENIT.org).- El cardenal Velasio De Paolis, delegado pontificio para la Legión de Cristo y Regnum Christi, ordenó sacerdotes a 44 legionarios de Cristo en la basílica de San Juan de Letrán, Roma, Italia, en el transcurso de una ceremonia a la que asistieron unas tres mil personas entre familiares y amigos.

En su homilía, el cardenal De Paolis dijo que estos 44 nuevos sacerdotes se convierten, por la historia reciente de la Legión, “en un testimonio de la gracia que perdona, renueva, crea un corazón nuevo, conforta, da esperanza” y en “un gran don a la Iglesia a través de la Congregación de los Legionarios de Cristo”.

Entre los nuevos sacerdotes, que tienen entre 29 y 39 años, se encuentran dos españoles: el padre Esteve Borrell, de Albacete, 34 años, y el padre Santiago Jere, de Granada, 30 años.

Las palabras del cardenal se centraron en la necesidad que cada hombre y cada mujer tienen de encontrarse con Cristo, y el sacerdote como la respuesta a esa necesidad: “Tenemos necesidad de sacerdotes porque tenemos necesidad de Cristo --afirmó- y Jesucristo es el hombre que todo ser humano de cualquier tiempo y lugar debe encontrar para llegar a la verdad sobre Dios y sobre sí mismo, a la meta de la felicidad y del sentido de la propia vida”.

El delegado pontificio para la Legión de Cristo ofreció una mirada muy positiva a los jóvenes acerca de la propia fragilidad, que puede convertirles en “testigos de la gracia divina”: “El sacerdote experimenta su propia debilidad y su fragilidad. Esta experiencia es positiva, si lo lleva al Único que puede darle la gracia de la fidelidad, del amor y de la donación plena”, afirmó De Paolis.

Sobre el significado de estos 44 nuevos sacerdotes en la historia reciente de la Legión de Cristo, el cardenal quiso dedicar unas palabras claras, directas, llenas de esperanza y confianza en la gracia al concluir la homilía: “Ustedes, queridos jóvenes, son miembros de la Legión de Cristo, una congregación religiosa que ha tenido que enfrentar un momento muy difícil de su propia historia” --recordó--. Esta historia ha sido marcada por el pecado, el desaliento, incluso por el desánimo y la humillación. Como dice san Pablo, han sido atribulados por todas partes pero han caminado y seguido adelante. No han perdido el ánimo. Han perseverado en su vocación. Han creído en Aquél que les ha llamado. Han creído en la gracia. Para la gracia, todo es posible”, concluyó.

La alegría de creer

La Legión de Cristo, congregación religiosa de la Iglesia católica, está presente en 22 países. Cuenta con tres obispos, 920 sacerdotes y más de dos mil religiosos, novicios y alumnos en sus centros vocacionales, según datos de diciembre de 2011.

Los 44 nuevos sacerdotes tienen entre 29 y 39 años, y provienen de doce países: México, quince; Estados Unidos, once; Brasil, seis; Italia, tres; España, dos; y uno de Chile, Colombia, Inglaterra, Polonia, Puerto Rico, Rumania, y Venezuela, respectivamente. Obtuvieron los grados de filosofía y teología en el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum, y su periodo de estudio y preparación --unos doce años- incluyó también un trienio de trabajo pastoral que desarrollaron en diversos países del mundo.

Cada una de las 44 historias vocacionales ha sido recogida en el libro “La alegría de creer”, que puede consultarse en internet.

Santiago Jerez, aventura sin límites

De familia numerosa, ocho hermanos, y sencilla “aunque no teníamos todo lo que otros tenían, sin embargo, nunca nos faltaba nada”, nació en Granada pero vivió siempre en Chauchita “uno de los pueblos que embellecen la Vega de Granada con su devoción a Nuestra Señota del Espino”, afirma. Su vocación fue apareciendo desde temprano, desde los ocho años, cuando tras su primera comunión comenzó a ser monaguillo del santuario citado, de la mano de las madres capuchinas.

“Aquí es donde comenzará toda la aventura de la llamada de Dios y mi respuesta. Fui conociendo a muchos y muy buenos sacerdotes --afirma- y nace en este contexto la inquietud y la pregunta de ¿Por qué, yo no? ¿Por qué no ser uno de ellos que pueden hacer tanto por los demás? Así inició una aventura que no ha tenido ni tendrá límites”.

En 1994 entró en el seminario menor de los Legionarios de Cristo en Moncada, Valencia, y en 1998 en el noviciado de la Legión de Cristo en Salamanca. El 15 de agosto de 2000 emitió su profesión religiosa. Cursó los estudios humanísticos en Salamanca. Interrumpió sus estudios para ayudar como instructor de formación en el Colegio Irlandés de Monterrey, México, colaboró como auxiliar de los grupos juveniles en Monterrey y Valencia , y como promotor vocacional en México. Cursó la licenciatura en filosofía y estudios de teología en el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum, y actualmente trabaja ayudando en la Parroquia de Cristo Resucitado en Quintana Roo, México.

Esteve Borrel Ronda, de la Nueva York de la Mancha

El padre Esteve vivió en España, México, Italia, Hungría, Alemania, Eslovaquia, e Italia, pero nació en Albacete el 13 de julio de 1978, en “La Nueva York de la Mancha”, como cuenta en su testimonio recordando a Azorín. De su tierra siempre le han acompañado “el amor y el espíritu de trabajo con el que se dedicaba mi familia al negocio de las frutas”, reconoce. Sobre cómo Dios le habló al corazón afirma: “No me envió un WhatsApp por teléfono, ni me mandó un tuit, tampoco se trató de una invitación de Facebook. Nada de eso existía”, explica.

Fue un día en el colegio, en la Academia CEDES. Un sacerdote fue para hablarles de las misiones: “Nos presentó fotos de un lugar donde iban los que querían prepararse para misioneros. Esas fotos hicieron la detonación en mi corazón”, recuerda. Entró en el seminario menor de los Legionarios de Cristo en Moncada, Valencia, el verano de 1990. Hizo los dos años de noviciado en Alemania, tras los que llegó a una conclusión: “Si Dios me había dado un corazón que tenía tantas ganas de amar y de hacer cosas grandes es porque me quería sacerdote”, afirma.

Se licenció en Filosofía y en Teología Moral en el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum. En prácticas apostólicas trabajó durante tres años en la formación de jóvenes y en el Colegio Irlandés de Monterrey: “En Roma uno estudia para ser sacerdote; en mis prácticas apostólicas es donde he aprendido a ser sacerdote”, afirma contundente. Durante dos años fue promotor vocacional en México. Actualmente es capellán del Colegio Cumbres en Bogotá, Colombia, y es director de las secciones del Regnum Christi en Barranquilla, Colombia, y Quito, Ecuador.

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CIENCIA Y VIDA


El Vaticano rinde homenaje a la defensa de la vida en Costa Rica
El nuncio Pierre Nguyên Van Tôt celebró el aniversario del Ministerio de Salud
SAN JOSÉ DE COSTA RICA, domingo 16 diciembre 2012 (ZENIT.org).-El nuncio apostólico en Costa Rica Pierre Nguyên Van Tôt estuvo ayer por la mañana con la ministra de Salud Daisy María Corrales Díaz, y otros altos jerarcas del Ministerio de Salud, en donde ofreció un discurso por el octogésimo quinto aniversario de esta institución.

Monseñor Pierre –informa a ZENIT Pablo Zúñiga Rodríguez, de Radio María Costa Rica- fue invitado por el despacho de la ministra para que participara de la posada navideña que realizaba la entidad.

En su discurso, el representante del papa indicó que “desde este recinto, donde ahora se adora al que nació en un pesebre, también se han de gestar, promover y controlar las acciones orientadas al desarrollo y al progreso del nivel de salud de la población de Costa Rica”.

Al personal de la sede central del Ministerio de Salud, y a todos los trabajadores de la institución, el nuncio apostólico también recordó las palabras del santo padre en el que afirmaba que “los médicos y el personal sanitario que tratan con seres humanos son, "reservas de amor" que dan serenidad y esperanza a los que sufren”.

En lo referente a los avances en este campo, monseñor Pierre recordó las palabras del papa Benedicto XVI indicando que “por un lado el progreso técnico-científico aumenta la capacidad de sanar físicamente a quien está enfermo, pero por otro parece debilitarse la capacidad de hacerse cargo de los sufrientes, considerando su integralidad y unidad”.

En su discurso, el prelado dijo que “si bien es necesaria la construcción de una agenda de salud que se funde en la capacidad de gestión y en la competencia profesional de sus responsables, este hecho, por si sólo no basta pues, si los seres humanos no son vistos como personas, mujeres y hombres, creados a imagen de Dios, dotados de una dignidad inviolable, todo propósito sería inútil”.

El nuncio apostólico de Costa Rica reiteró durante la celebración que los “auténticos trabajadores por la paz son, entonces, los que aman, defienden y promueven la vida humana en todas sus dimensiones: personal, comunitaria y transcendente, por lo que la vida en plenitud es el culmen de la paz”.

En el discurso, monseñor Pierre indicó también que “cada agresión a la vida, especialmente en su origen, provoca inevitablemente daños irreparables al desarrollo, a la paz, al ambiente” y que, por ende, “tampoco es justo codificar de manera subrepticia falsos derechos o libertades, que, basados en una visión reductiva y relativista del ser humano, y mediante el uso hábil de expresiones ambiguas encaminadas a favorecer un pretendido derecho al aborto y a la eutanasia, amenazan el derecho fundamental a la vida”.

En su mensaje reiteró que “la persona humana, hombre o mujer, es el ser más alto que puebla la tierra y que lleva en sí la imagen de Cristo por lo que está llamado al amor de y para con los demás.”

Al finalizar, monseñor Pierre Nguyên Van Tôt, hizo entrega de un pergamino para asegurar a todos los del ministerio de Salud, la bendición del papa Benedicto XVI.

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MÚSICA Y ARTE


Existe el arte cristiano y el no cristiano, más allá de la fe del autor
Entrevista a Alessio Geretti, a cargo de eventos artísticos en el Año de la Fe
Por H. Sergio Mora

ROMA, domingo 15 diciembre 2012 (ZENIT.org).- El arte permite a todos medirse ante el mensaje de la revelación cristiana. La belleza es un antídoto al gris de nuestros días porque permite maravillarnos delante de las cosas. No es automático que ser creyente genere formas eficaces para transmitir el potencial de gracia que se quiere comunicar. Puede ser que alguien diga cosas a través de un arte que coincide con el evangelio, mismo sin darse cuenta. Estar en este mundo es un privilegio y tenemos necesidad de recuperar la conciencia de esto.

Lo indicó el responsable de los eventos de arte del Año de la Fe Alessio Geretti, italiano de la región alpina de Friuli, director del comité de San Floriano de Ilegio. Esta población con menos de cuatrocientos habitantes, donde reside y trabaja como sacerdote, entró en una aventura excepcional: realizar grandes exposiciones de carácter nacional e internacional.

Con motivo del Año de la Fe, está expuesto hasta el 10 de febrero en la Galería Borghese de esta ciudad, el famoso cuadro de la Anunciación pintado por Fray Angélico.

La pintura que normalmente se encuentra en la ciudad de Cortona fue expuesta el 11 de diciembre cerca de la tumba del autor, en el lado izquierdo de la iglesia romana de Santa María sopra Minerva, iglesia en la cual se encuentra un altar en honor de la patrona de América, santa Rosa de Lima.

Con este motivo el comité de dicha comunidad de montaña organizó un concierto --la misa en si bemol de Juan Sebastián Bach- interpretado por una orquesta que vino desde Hungría y por el coro de la región italiana Friuli-Venezia-Giulia.

A continuación compartimos con nuestros lectores la entrevista que don Geretti concedió a ZENIT.

¿Por qué han organizado un evento de este tipo?

--Don Alessio: Nos parece importante que además de las celebraciones litúrgicas y los momentos de catequesis, haya una contribución cultural en el Año de la Fe, para creyentes, no creyentes y diversamente creyentes, estimulados por el lenguaje de la belleza, en este caso musical y pictórica. Así es posible medirse con el mensaje que trae la revelación cristiana, mismo para quienes no tienen el don de la fe es extremamente importante.

Pueden existir cristianos con actitudes no cristianas y viceversa. ¿En el arte puede suceder esto? ¿Hay un arte más cristiano que otro?

--Don Alessio: Sí, seguramente. El que tenemos aquí delante nuestro, del beato Angélico, lo es desde todos los puntos de vista: el estilo del autor, la actitud espiritual con la que realiza sus obras, el sujeto que elige, la intención, la colocación y misión original de la obra. Son todas expresiones perfecta de la fe en acto.

En otros casos puede ser que un artista no tenga el don de la fe, pero que logre decir algo, y de quien el Espíritu Santo se ha servido. En otros casos un artista creyente podría haber realizado obras de decadente fuerza espiritual. No es automático que ser creyentes genere formas eficaces para transmitir el potencial de la gracia que se quiere comunicar. Puede ser que alguien diga algo con el arte que coincide con el evangelio, mismo sin darse cuenta. En este sentido existen en la historia del arte, páginas por así decir cristianas mismo si nacidas fuera del contexto.

¿Podría ejemplificarnos esto?

--Don Alessio: Una buena parte del arte del siglo XX, mismo si no es religiosa, manifiesta la inquietud del ser humano que no sabe más por qué está en este mundo y que existe después de la materia, si bien intuye que debe existir algo para que la vida tenga sentido. El abstractismo, la disolución de las formas, la búsqueda del más allá que se manifiesta, incluso cortando las telas o rompiendo los esquemas clásicos, manifiestan como un grito que la cultura del hombre occidental del siglo XX tenía necesidad de Dios, mismo si desconfiaba de las religiones a las cuales se había acostumbrado. Esto coincide, a decir poco, con la introducción del evangelio.

¿Por qué el hombre de hoy tiene tanta necesidad de la belleza?

--Don Alessio: El hombre siempre ha necesitado de la belleza, si bien hoy de manera particular porque sumergido --a veces culpablemente, si bien otras como víctima-- del ruido y la prisa que le impiden degustar la belleza de la vida.

¿Cuál es el antídoto para el gris contemporáneo?

--Don Alessio: El antídoto a todo esto es el silencio y la belleza. Porque la belleza nos permite encontrar el maravillarse por las cosas. A veces un cuadro de una naturaleza muerta pintada por la mano genial de Caravaggio, nos permite sorprendernos de algunas frutas que entretanto tenemos todos los días sobre la mesa pero que no nos tocan más el corazón, mientras que darse cuenta de las cosas, que estar en este mundo es un privilegio que tenemos necesidad de recuperar. La belleza además nos conforta. Vivir en lo feo y lo gris nos provoca tristeza y mal humor, vivir en lo bello nos da coraje y nos sostiene en la esperanza. Por ello la necesitamos. Además tenemos necesidad de algo que no sea exterioridad ni decoración, sino que nos toque nuevamente el corazón.

¿Demasiadas solicitaciones externas?

--Don Alessio: Estamos un poco aburridos y un poco asqueados --para citar los títulos de dos grandes novelas del siglo XX: 'El aburrimiento' y 'La náusea'- por una obsesión y un asedio de formas que nos acechan para urgir exteriormente a nuestros sentidos, sobreexcitándolos. Y tenemos necesidad en cambio, de formas que hablen al espíritu, reordenando el afecto y la sensualidad. Por esto el cuadro, de un lado muy abstracto, y la música y el arte cristiana de otra, ejercitan una fascinación casi invencible en el hombre de hoy, no obstante se lo considere postcristiano.

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ADVIENTO Y NAVIDAD


Concierto navideño solidario
Organizado por InteRed, la ONGD de la Institución Teresiana
MADRID, domingo 16 diciembre 2012 (ZENIT.org).- La ONG InteRed, organización de desarrollo y voluntariado que impulsa la Institución Teresiana, invita al tradicional concierto de Navidad “Música por la educación”, hoy, a las 19 horas, en el salón de actos del Colegio Mayor Padre Poveda de Madrid, en la ciudad universitaria.

Participará en la velada musical la Coral Polifónica Juvenil Virgen de la Alegría, compuesta por 31 niñas y niños entre 6 y 14 años que cantarán música sacra, villancicos tradicionales, habaneras y canciones de la banda sonora “Los chicos del coro”.

Lo recaudado por venta de entradas y fila 0 será destinado a proyectos de educación de InteRed.

Esta organización no gubernamental de desarrollo trabaja por una educación inclusiva, gratuita y de calidad, como un derecho del que todas las personas deben disfrutar a lo largo de toda la vida.

En cooperación internacional, apoya más de 100 acciones de desarrollo al año en 16 países, la mayor parte de ellas en el ámbito socioeducativo.

Sus líneas de intervención son: educación, capacitación y formación básica; el género y desarrollo, la gobernabilidad, la participación ciudadana y el fortalecimiento de organizaciones; y los derechos de la infancia.

InteRed es una ONGD calificada por la Agencia Española de Cooperación internacional para el Desarrollo (AECID), lo que supone un reconocimiento a su capacidad de gestión y transparencia.

En educación para el desarrollo trabaja por una ciudadanía global y movilizada por la transformación social para hacer posible una cultura de la solidaridad entre los pueblos a través de programas de formación, campañas de sensibilización y promoción del voluntariado.

Labora en España y países en que está presente con profesorado, educadores, agentes multiplicadores, comunidades educativas, organizaciones y redes sociales, así como autoridades locales, regionales y nacionales, con el fin de promover prácticas, culturas y políticas inclusivas.

Actualmente tiene presencia en once comunidades autónomas de España y en 28 ciudades del territorio español a través de sus delegaciones y comités. En el ámbito internacional está presente en el Reino Unido y cuenta con delegaciones en Bolivia, Guatemala, Filipinas, Perú y la República Dominicana.

Para saber más: http://www.intered.org/.

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