19.12.12

 

Fragmentos de apocalipsis (24)

“Desaparecieron sin dejar rastro, y aún no sabemos por qué… y nos dejaron una inquietante profecía”. Los mayas, claro. A escasos días del tan pregonado fin del mundo del 21 de diciembre de 2012, la voz del periodista Íker Jiménez, director del programa televisivo “Cuarto milenio”, narraba así el reportaje inicial de su tricentésima entrega. El espacio, como es fácil de adivinar, fue monográfico, dedicado al fin del mundo que se nos viene encima. Mientras habla el presentador, se da una sucesión curiosa de imágenes, que comienzan por lo arqueológico y terminan por lo catastrófico.

Esto, unido a la música inquietante del programa, va introduciendo al espectador en un extenso catálogo de casos y cosas a lo largo del mundo, que tienen que ver con el cataclismo final que se espera. Empezando por Bugarach (Francia) y siguiendo por San Pedro de Atacama (Chile), hasta llegar a Sirince (Turquía), un lugar cercano a la antigua Esmirna donde, según parece, se podrá ver la aparición de Jesucristo el próximo 21 de diciembre. Aunque –digo yo– eso no lo predijeran los mayas.

Junto a esto, otros asuntos variopintos de actualidad, algunos de los cuales ya he comentado en el artículo anterior: rituales en países iberoamericanos, el negocio de los búnkeres, altercados en Rusia, algún suicidio que ya ha sucedido por el miedo a la hecatombe, el desmentido de la NASA… y hasta el descubrimiento de los que han llamado “frescos del apocalipsis” en una iglesia rumana, con una interpretación totalmente retorcida de la iconografía, como siempre, para “demostrar” que se trata de profecías.

Y todo este repaso alcanza los diez minutos… como para no meter miedo al personal. Menos mal que aclara Íker Jiménez que ellos no se lo creen. Que “cómo es posible que en un mundo con tanta sobreinformación puede haber personas que se crean todo esto”. Que el programa tratará el tema con profundidad, porque no se puede creer en cualquier cosa. Que van a poner algo de luz en un asunto tan complejo. En la pantalla, durante toda la emisión, un hashtag o etiqueta de Twitter, #findelmundo. Totalmente tranquilizador, oiga. Desde el principio han logrado apagar los incendios apocalípticos… con gasolina. Veamos algunas de las cosas que oímos y vimos en el programa para hacernos una idea de lo lejos que estuvo el desarrollo de lo que supuestamente pretendían.

El primer golpe de efecto es la presentación de unas reproducciones bastante logradas de los documentos arqueológicos en los que se basa todo este embrollo de las profecías mayas, tanto en piedra como en corteza de árbol. Javier Sierra, popular escritor de este ámbito, se encarga de explicarlos. No deja de verse que en algunos casos nos encontramos con mensajes que finalizan porque la piedra se ha desgastado con el paso del tiempo.

Un códice incluso termina con “una referencia a un dios que regresará el 21 de diciembre”, y que debe de ser malísimo por lo negro que sale. Jiménez replica a todas las explicaciones: “¿cómo se quedan ustedes después de oír esto?”. Y lo mejor de todo es cuando Sierra comenta cómo ha habido un error al aplicar la idea judeocristiana de historia lineal con principio y fin a la cosmovisión maya, diferente, cíclica, que es “más armónica y más esperanzadora”. ¡Toma ya!

En el momento de explicar el origen de la fijación en la fecha del 21 de diciembre de 2012, aclaran bien que se debió a José Argüelles, y señalan los delirios místicos en los que acabó sumido este importante gurú de la Nueva Era. A continuación, una serie de datos que “convergen” en la actualidad, con imágenes terroríficas: muertes masivas de animales, catástrofes naturales, el tsunami del año pasado en Japón… e incluso alguna demolición controlada de edificios, que pasa desapercibida como una desgracia accidental más entre tanto fenómeno natural. Y otras palabras totalmente tranquilizadoras, que resumo: “realidad o no, estamos a punto de vivir un momento histórico… ¿Viviremos ya el fin del mundo?… ¿Será un cambio de era?”.

Una mesa redonda o panel de expertos, como tanto les gusta, es el siguiente paso en el programa. Participan en él un catedrático de Historia, un psiquiatra, el director de una revista esotérico-paranormal y un periodista de divulgación científica. El único que pone un poco de cordura en medio de tantas afirmaciones es el último –no sólo en el orden de presentación, sino también por el tiempo que le permiten emplear–, José Manuel Nieves, a quien ya he citado en otra ocasión, y que señala que no hay nada de todo lo que se dice “ni ningún atisbo de que eso vaya a suceder”, por lo que hay que parar la avalancha de motivos para el terror.

Y lo hace después de que el periodista esotérico Enrique de Vicente afirme estar convencido de que estamos en el tiempo previo al final de los tiempos. Nieves lo afirma rotundamente, dentro de lo poco que le dejan hablar: no hay un planeta X, ni peligro real de asteroides devastadores, ni una peligrosa alineación planetaria, ni inversión de polos magnéticos, ni tampoco unas llamaradas solares asesinas. En conclusión: “no hay nada que haga presagiar nada extraño para el 21 de diciembre”. ¿Es lo que piensa el espectador al terminar el programa? No, claro que no.

El programa también aporta su punto conspiranoico, mostrando algunas teorías sobre refugios antinucleares preparados para el fin del mundo, y planes ultrasecretísimos del Gobierno de los EE.UU. en este sentido. Pero no sólo esto: dos colaboradores de “Cuarto milenio” cuentan cómo ha ido el tema de los búnkeres en España, y un ingeniero nuclear explica cómo ha diseñado varios cientos de ellos. En cuanto a lo primero, el resumen es sencillo: unos aprovechados (del Grupo de Supervivencia de España 2012) se han embolsado 1.600 euros por cabeza de “clientes” que se fiaron de ellos para contar con una plaza segura el 21 de diciembre. Han desaparecido con el dinero y nunca se ha iniciado obra alguna. En cuanto a lo segundo, el ingeniero afirma que en torno a esta fecha ha habido demandas especiales de búnkeres. Incluso le llegaron a pedir un refugio para salvar a 500 personas en una montaña.

¿Más razones para la preocupación? Desde luego. Por si a alguno le quedan dudas, el programa también se acerca a la aldea de Bugarach, en el sur de Francia, donde se dice que ya hay grupos de personas acampados o escondidos por los valles cercanos, en la espera del gran acontecimiento extraterrestre que va a suceder allí el día 21. Incluso en el Ayuntamiento recibieron una carta avisando de un sacrificio humano que se realizaría en la montaña mágica. Por ello hay preocupación en Francia, fundada en la experiencia de un país que ya vivió el “suicidio colectivo” de los miembros de la Orden del Templo Solar en Vercors en 1995. Si saben o sospechan que hay varias sectas de carácter apocalíptico en el país, es lógica la precaución.

Y para completar el programa, nada mejor que abrir el baúl de los recuerdos para traer a la actualidad al mítico Fernando Jiménez del Oso, precursor y maestro de los investigadores y divulgadores de “lo extraño”. Además de unas fotos enviadas por los espectadores. Fotos realizadas en el entorno de los restos arqueológicos mayas y que –¡oh casualidad!– han resultado contener extraños objetos volantes no identificados en el cielo azul. Un elemento más que añadir al curioso mosaico que constituyó este programa monográfico.

¿Han quedado las cosas claras tras la visualización del espacio? Por supuesto que no. Se han ido proponiendo una serie de datos sin ningún criterio ordenador más que la convergencia de informaciones en una fecha: el 21 de diciembre de 2012. Si ya hay alarma social en algunos lugares, sectores y personas ante lo que se piensa que puede pasar, programas como éste no sólo no tranquilizan a la gente, sino que la perturban un poco más. En estos días oímos casos –aislados, es verdad, pero reales– de personas que hacen viajes extraños con el coche cargado de víveres para evitar estar en las ciudades cuando vengan “los días en los que no saldrá el sol”. Otros se han dedicado a reunir armas. ¿En qué puede acabar todo esto?

Luis Santamaría del Río

1. Fragmentos de apocalipsis
2. Las profecías de Nostradamus
3. Un mes con dos apocalipsis fallidos
4. Nostradamus y el fin del mundo en 2012
5. Los cristianos, ignorantes del tiempo del fin
6. Feliz fin del mundo
7. Magia para el año nuevo
8. El apocalipsis de Fidel Castro
9. La NASA y el fin del mundo
10. El exterminio de los católicos por correo electrónico
11. ¡Que viene el Harmagedón! (1): ¿De qué se trata?
12. ¡Que viene el Harmagedón! (2): los adventistas del Séptimo Día
13. ¡Que viene el Harmagedón! (3): los testigos de Jehová
14. ¡Que viene el Harmagedón! (4): la Virgen de Fátima y los extraterrestres
15. La costumbre de subirse al carro del fin del mundo en 2012
16. ¡Que vienen los zombis!
17. El rapto
18. Un fin del mundo… ¿metafísico?
19. El 21 de diciembre… sabremos que somos Dios
20. Bugarach, o el apocalipsis dentro de un mes
21. La cumbre para la nueva conciencia
22. El Vaticano y el fin del mundo
23. Conciertos, refugios, cenas y orgías para el fin del mundo