28.12.12

El extraño caso de Bruno Volpe

A las 11:43 PM, por Andrés Beltramo
Categorías : Iglesia en Europa

Es un personaje extraño, extrañísimo. Italiano de nacimiento, originario de Bari, vivió en México durante siete años. En la norteña ciudad de Monterrey, precisamente, donde contrajo nupcias con una lugareña. Abogado de profesión, se dedica al “periodismo” religioso. Y en estos días se hizo famoso en Italia por un caso que llegó a las primeras páginas de los periódicos. El escándalo de un sacerdote que habría justificado el “feminicidio” pero que, en realidad, sólo difundió un artículo suyo en el tablón de avisos de su parroquia. El personaje en cuestión se llama Bruno Volpe. Un hombre con un historial alucinante.

Fin de año es un periodo flojo desde el punto de vista periodístico. Las noticias no abundan. Por eso, quizás, una insólita polémica captó la atención tanto de la prensa escrita como de la televisiva, la radiofónica y el web. Don Piero Corsi, párroco de la localidad de Lerici (norteña provincia italiana de La Spezia), causó la indignación de algunos de sus feligreses al difundir un texto titulado “Mujeres y el feminicidio. Hagan sana autocrítica”. Su origen: el sitio www.pontifex.roma.it.

El cura se limitó a bajar el mensaje de internet y colgarlo en la puerta de su iglesia. Jamás imaginó que ese simple gesto lo iba a convertir en un caso nacional. Ante todo porque se olvidó de indicar de manera clara la fuente del artículo y sus fieles pensaron que él era el autor. Aunque si lo expuso fue porque coincidía –en mayor o menor medida- con su pensamiento. Obvio.

Pero, ¿qué tanto decía el mentado escrito? Sostenía que el creciente número de asesinatos de mujeres a manos de sus novios, esposos o concubinos, sería producto de las actitudes de las propias víctimas. Con ejemplos francamente disparatados sobre cómo las señoras que provocarían la ira masculina al “dejar la ropa sucia”, “dar sólo comida rápida” a sus maridos o “ir por la calle con ropas sucintas”.

Sin entrar en el debate sobre la evidente degradación del rol de la mujer en la sociedad moderna, lo cierto es que la nota escrita por Bruno Volpe y colgada por Don Corsi provocó un dominó de protestas en una Italia, donde en los últimos años se han multiplicado los casos de hombres normales que caen presa de los celos, la rabia o la locura y terminan asesinando a sus compañeras, a aquellas a quien decían amar. Estos episodios llevaron a la prensa a acuñar el término “feminicidio”.

Tanto ruido causó el escándalo que debió intervenir el obispo de La Spezia y hasta el mismo Vaticano, en voz del presidente del Pontificio Consejo para la Familia, Vincenzo Paglia. Todo por un artículo del multicitado Volpe, un verdadero especialista en propiciar crisis mediáticas. Como lo demuestra su paso por México, donde vivió entre el 2000 y el 2007. De alguna manera se las ingenió para escribir noticias sobre temas religiosos en el diario Milenio Monterrey.

En el ambiente eclesiástico de aquel país adquirió una cierta notoriedad, especialmente por difundir diversos rumores jamás confirmados. Aunque, algunas de sus informaciones, parecían tener cierta verosimilitud. Situación que lo hacía una figura aún más extraña. ¿Quién lo financiaba? Se presentaba abiertamente como corresponsal del diario vaticano “L’Osservatore Romano”, cuando nada tenía que ver con esa publicación. Aún así logró ser enviado a cubrir algunos viajes del Papa Benedicto XVI, por ejemplo a Polonia en 2006 y a Austria en 2007.

En 2006 escribió en Milenio que el entonces arzobispo de Guadalajara, Juan Sandoval Iñiguez, sería el sustituto de Darío Castrillón Hoyos en la Congregación para el Clero del Vaticano. Cosa que nunca se cumplió. El 7 de enero del año siguiente informó desde Roma sobre el inminente cambio del nuncio apostólico en México, Giuseppe Bertello. Eso sí se concretó, pero él dio como su sustituto a Renato Boccardo. Finalmente fue Christophe Pierre el elegido.

Ya en 2007 se convirtió en “corresponsal vaticano” de Milenio Diario, aunque duró poco. Por aquellas fechas comenzó a escribir en el recién creado sitio web Petrus, junto al periodista Gianluca Barile. Desde ese portal publicó las noticias más disparatadas, que le granjearon clamorosos desmentidos. Especialmente por sus “entrevistas exclusivas”, algunas directamente inventadas (apenas tres ejemplos aquí, aquí y aquí).

El 24 de agosto de ese año difundió un artículo titulado: “Exclusivo – México, dos expedientes acusan al ex presidente Carlos Salinas de Gortari de ser el autor intelectual del homicidio del cardenal Posadas Ocampo”. Una noticia bomba que, en realidad, era pura ficción. Así lo precisaron los mismos abogados del cardenal Juan Sandoval Iñiguez, en una larga carta aclaratoria que Petrus nunca dio a conocer.

Sus desaguisados pronto fueron a más. Hasta que en enero de 2008 el director de la Sala de Prensa del Vaticano se negó a renovarle su acreditación periodística. Él respondió públicamente con un artículo en el cual sostuvo que, en México, “combatió a los masones” como “jefe de redacción” de Milenio y que era un “ferviente simpatizante del Opus Dei”. Aunque en la Obra nadie lo conocía. Aún así continuó con sus entrevistas, siempre producto de sus múltiples (y extraños) contactos.

Terminó peleándose con sus colegas de “Petrus” y decidió abrir su propio sitio: pontifex.roma.it. Por esos días iba por aquí y por allá presentándose como responsable de prensa de un subsecretario del gobierno de Silvio Berlusconi. Eso decía.

En diciembre del 2009 puso al cardenal mexicano Javier Lozano Barragán en medio de una tormenta mediática al atribuirle la frase: “los gays y los transexuales nunca entrarán en el Reino de los Cielos”. Entrevista que obligó la intervención del portavoz vaticano Federico Lombardi, el cual aclaró que el sitio (pontifex) “no es una fuente confiable para comprender, con objetividad, el pensamiento de la Iglesia sobre complejos y delicados asuntos como la evaluación de la homosexualidad”. Cosa que no desmotivó a Bruno Volpe, ahora 51 años, quien sigue lanzando anatemas desde su espacio en internet.