SANTA SEDE

La Plaza de san Pedro se prepara para recibir un nacimiento napolitano y un abeto bávaro


 

Un nacimiento napolitano, obra del taller “Cantone & Costabile”, heredero y continuador de la tradición de los belenes que se hicieron famosos en toda Europa a partir del siglo XVII, adornará este año la Plaza de San Pedro.

El taller había ofrecido el conjunto -titulado “Francisco 1223- Francisco 2013”- al cardenal arzobispo de Nápoles, Crescenzio Sepe, que, a su vez, lo ha regalado al Papa. Con el telón de fondo de la Campania, región a la que pertenece Nápoles, 16 personajes ataviados con vestiduras del Setecientos, presenciarán la escena del nacimiento del Niño Jesús.
 
Los maestros Cantone y Costabile han mantenido la expresividad de los rostros de las figuras, a pesar de haber elevado su altura de 30 centímetros a dos metros. Los personajes, si por una parte representan todas las clases sociales, por otra reflejan también las edades de la vida, desde la infancia a la vejez. Así, junto a una joven noble, se encuentra una gitana con harapos, una anciana va acompañada de dos niños y los Reyes Magos caminan entre campesinos. Las figuras tienen la cabeza, las manos y los pies de terracota policromada y los ojos de cristal. El nacimiento se realiza gracias a la ayuda de algunos benefactores para limitar al máximo los costes de la Gobernación del Vaticano.
 
El 6 de diciembre, en cambio, llega a la Plaza el abeto de Navidad, esta vez procedente de Baviera (Alemania). Regalo de la comunidad Waldmünchen, el árbol mide 25 metros de altura y tiene un diámetro de 98 centímetros. Como es habitual las maestranzas de la Gobernación y el personal del Vaticano se encargarán de instalarlo, así como de la iluminación y la decoración. Pasadas las fiestas, la madera del tronco se utilizará, como ya se hace desde algunos años, para hacer juguetes u objetos de uso cotidiano.
 
(News.va)