7.12.13

Los ¿nuevos? aires del papa Francisco

A las 11:32 AM, por Jorge
Categorías : Sin categorías

 

Miren ustedes, lo que no puede ser no puede ser y además es imposible. Pero es que además hay quien confunde sus sueños con la realidad y encima quien tiene hambre con pan sueña.

Fue salir a la logia de san Pedro el papa Francisco y un aluvión de perspicaces comentaristas, teólogos ilustrados, laicos comprometidos, sacerdotes insertos en la realidad y, en definitiva, ese ejército de nuevos profetas, más abundantes hoy que en toda la historia de Israel, diciéndonos que ya nos podíamos preparar porque venían “aires nuevos”.

Llevo años diciendo y predicando que, al menos que yo sepa, el credo es el mismo, los mandamientos no han cambiado, los sacramentos siguen siendo siete y con los mismos efectos, no hay ningún concilio derogado, el papa es el papa y cada obispo un sucesor de los apóstoles. Fuera de eso, que en la curia haya cinco dicasterios o siete, ocho pontificios consejos, las nunciaturas desaparezcan o se anuncie un año santo pues nada que objetar y adelante con los faroles.

¿Qué con Francisco viene un cambio? Pues evidente. Cada papa es cada papa y tendrá, con todos mis respetos, sus “papadas”, es decir, su estilo y sus ocurrencias. Entiendo que es el Espíritu el que guía a su Iglesia y Él sabrá cómo conducirla. Por tanto, tranquilidad absoluta.

Es verdad que cada pontífice puede señalar algunas prioridades pastorales, marcar líneas de actuación, pedir que se insista en aspectos de la fe tal vez más abandonados. Pues santidad, a mandar que para eso estamos.

Pero es que hay gente que pide eso que no puede ser y además es imposible como fruto de un frenesí mal administrado. El P. Ángel soltó aquello de que esperaba que Francisco fuera el primer papa en ordenar a una mujer. Supongo que a estas alturas tiene claro que le falló su profecía. Otros nos dijeron que por fin los divorciados vueltos a casar podrían recibir la Eucaristía. Pues dice el cardenal Burke lo que dijo Muller en su momento. Que eso no es posible. Y esta gente no se lanza a la piscina por las buenas. Los hay que afirmaron que por fin se acababa la censura y que los teólogos podrían expresarse libremente. Los teólogos católicos evidentemente que sí. Pero sea el papa Francisco, Benedicto, Juan Pablo, Pio, León o Inocencio hay cosas que se salen de la fe de la Iglesia y se siente. La doctrina sobre el aborto, intocable.

Hay incluso quienes dejan caer algo así como que llega un tiempo de “venganza” donde algunos por fin recibirán su merecido, como el cardenal – arzobispo de Madrid, que como “castigo” lleva casi dos años y medio de prórroga desde que presentó su renuncia al santo padre. Menos prórroga tuvo el presidente de la conferencia episcopal alemana. Un mes justito.

A mí me lo han dicho: “ya puede cambiar para adaptarse a los nuevos aires que trae Francisco”. Pues vaya usted a saber. Lo mismo nos prohíbe la adoración eucarística perpetua o nos manda quitar los servicios de Cáritas. A lo mejor quiere que digamos menos misas y dejemos de confesar. Tal vez nos pida prescindir de la camisa negra y optar por algo más insertado en la realidad. Quién sabe si lo que desea es que dejemos de utilizar el catecismo de la Iglesia como referente obligado para la formación y la predicación e invitemos a teólogos condenados por el magisterio para las charlas cuaresmales. Ya nos lo irá haciendo saber.

Ah, ¿Qué eso no? Entonces el cambio no será para tanto. En cualquier caso, a mandar, santidad, que para eso estamos.