Informe de la Obra Social de La Caixa

Expertos advierten que la baja tasa de fecundidad de las españolas llevará al país a una situación insostenible

 

Los españoles desearían tener una media de 2,2 hijos por pareja frente a pesar de que, en realidad, la tasa de natalidad de las parejas del país es de 1,3, según destacan los expertos que han participado en la elaboración del último número de la Colección Estudios Sociales de la Obra Social La Caixa titulado 'El déficit de natalidad en Europa'. Advierten además que la baja tasa de fecundidad de las mujeres españolas puede conducir al país hacia una «inversión» de la pirámide de población que llevaría a que fuera «difícilmente sostenible».

13/12/13 9:27 AM


(EP/InfoCatólica) En este sentido, el director general de la fundación, Jaime Lanaspa, ha indicado que la «brecha» entre las aspiraciones familiares mayoritarias de los españoles y la realidad de las parejas, que produce «frustración», podría tener sus causas en la falta de igualdad entre hombres y mujeres tanto a nivel social como familiar y laboral.

Además, ha advertido de que la baja tasa de fecundidad de las mujeres españolas puede conducir al país hacia una «inversión» de la pirámide de población que llevaría a que fuera «difícilmente sostenible».

Tres de cada diez niños son hijos únicos

La autora de uno de los capítulos del estudio e investigadora del CSIC, Teresa Castro, ha señalado la diferencia de España frente a otros países, donde hay un porcentaje alto de mujeres que no desean tener hijos, y ha explicado que la dificultad en el país radica en que «casi todas las parejas tienen un hijo pero muy pocas tienen un segundo o un tercero». De hecho, ha indicado que, en la actualidad, «tres de cada diez niños en España crecen sin hermanos».

Por otra parte, Castro ha explicado también que, a diferencia de otros países en que la inmigración supone un impulso a la natalidad, la procedencia de los principales grupos de inmigración en España (países del Este de Europa y de Sudamérica) hace que en el país no se experimente este fenómeno, dado que la natalidad de los países de origen es ligeramente inferior en el caso de los primeros y ligeramente superior en el caso de quienes vienen de Sudamérica, que no alcanzan tampoco la tasa de reemplazo.