14.12.13

¿Rouco desobediente?

A las 7:21 PM, por Luis Fernando
Categorías : Actualidad, Obispos españoles

 

“Rouco desoye las instrucciones del Papa". Así se titula el editorial que ha publicado hoy “El Periódico de Aragón”. Como todo el mundo sabe, un periódico aragonés es el que mejor enterado está de lo que hace un arzobispo de Madrid. Y es por eso que dice:

… boicotear el sondeo encargado por el Papa casa muy mal con la praxis en obediencia de una organización tan altamente jerarquizada. Y sobre todo, revela una deplorable resistencia a pulsar la opinión de los gobernados –la grey católica en este caso–, lo que no es más que un signo de autoritarismo y debilidad.

¿Hay alguna prueba de que la archidiócesis de Madrid esté boicoteando el sondeo encargado por la Santa Sede? No. ¿Hay alguna prueba de que la archidiócesis de Madrid esté haciendo algo esencialmente diferente a lo que están haciendo el resto de las diócesis del mundo? Tampoco. De hecho, ¿hay alguna indicación clara y rotunda por parte de la Santa Sede sobre la forma en que se ha de distribuir y responder a ese sondeo? Pues tampoco. Y sin embargo, el cardenal Rouco es acusado ni más ni menos que de desobedecer al Papa. De ahí a acusarle de ser un vil cismático, un paso.

Va más allá el editorial del medio aragonés. Vean ustedes:

En los pocos meses que lleva en el Vaticano, el papa Francisco ha dado ya abundantes muestras de que se propone una reforma profunda de las anquilosadas estructuras de la Iglesia católica. Y a sus contundentes mensaje sobre la necesidad de que el cristianismo vuelva a los orígenes y sea fiel al mensaje evangélico ha añadido consignas muy concretas a los obispos, como que dejen de considerar prioritarias cuestiones como el aborto. Justo lo contrario de lo que han defendido encarnizadamente durante años la mayoría de prelados españoles, con Rouco a la cabeza.

Ya me dirán ustedes qué tiene que ver el regreso del cristianismo a los orígenes con dejar de considerar prioritaria la defensa de la vida humana. Eso me hace recordar un punto de la última exhortación apostólica del Santo Padre:

34… En el mundo de hoy, con la velocidad de las comunicaciones y la selección interesada de contenidos que realizan los medios, el mensaje que anunciamos corre más que nunca el riesgo de aparecer mutilado y reducido a algunos de sus aspectos secundarios. De ahí que algunas cuestiones que forman parte de la enseñanza moral de la Iglesia queden fuera del contexto que les da sentido.

El Periódico de Aragón, como hacen muchos otros medios, entre ellos algunos especializados en la información religiosa, usa al Papa para arremeter no solo contra el cardenal Rouco sino, de paso, contra la mayoría de los obispos españoles. En una cosa tienen razón. Si el cardenal ha sido presidente de la Conferencia episcopal durante 4 trienios, cosa inédita no solo en la Iglesia en España sino, hasta donde yo sé, en la Iglesia de cualquier otro país del mundo, es señal de que el episcopado español ha estado muy a gusto con el cardenal y arzobispo de Madrid.

Y además, resulta peculiar que quienes andan reclamando una mayor descentralización en la Iglesia, se dediquen a arremeter contra el episcopado de una nación que ha mostrado un apoyo “democrático” más que absoluto a uno de sus miembros.

Dice el editorial:

Es comprensible, por tanto, que el jefe de la Iglesia española y una parte de sus congéneres estén confundidos y aturdidos.

Bien, el cardenal Rouco no es jefe de un solo obispo español, salvo sus auxiliares. Las conferencias episcopales, por ahora, están para servir a los obispos, no para mandarles nada.

Y en todo caso, ¿de dónde sacan que los obispos de España están aturdidos por la llegada de un nuevo Papa? No encontrarán ustedes una sola declaración de ellos que apunte a esa posibilidad. Si alguno está aturdido, lo disimula muy bien. Y, de hecho, en el primer trimestre del año que viene, les toca hacer la preceptiva visita ad limina a Roma. Allá serán recibidos por el Santo Padre, que les transmitirá lo que estime oportuno para el bien de la Iglesia en este país. Y como nuestros obispos saben bien que el Vicario de Cristo es cabeza del colegio episcopal, harán todo lo posible por recibir y aplicar sus orientaciones. No puede ser de otra manera. El episcopado español jamás ha ido por libre. No pueden decir lo mismo otros episcopados europeos.

Acaba el editorial de la siguiente manera:

El reciente cambio en la secretaría general de dicho organismo, con el acceso de un hombre bien visto por Roma, José María Gil Tamayo, permite aventurar que a Rouco le sucederá alguien de mente más abierta.

Vayan ustedes a saber lo que esta gente entiende por “mente más abierta". Sospecho que piensan que el próximo presidente de la CEE no va a defender el derecho a la vida, la institución familiar, la educación católica, etc. O que si lo hace, va a decir lo contrario a lo que marca la doctrina católica en esas áreas. Quizás crean que la Iglesia en España va a dedicarse en los próximos años a hablar de la cría en cautividad del lince ibérico o de la posibilidad de unificar la concesión de licencias de cazas entre las diversas comunidades autonómicas.

Los que pensaban que al cardenal Rouco le quedaban dos telediarios con la llegada de Francisco se están encontrando con que el Papa lleva ya nueve meses sin aceptar la renuncia que presentó hace dos años y cuatro meses. Lo mismo es que el Papa no se siente nada aturdido con el cardenal. Lo mismo es que le aprecia más de lo que sus enemigos desearían. Y nadie podrá decir que este Papa no es capaz de aceptar con inusitada rapidez la renuncia de un arzobispo. Miren ustedes el caso de Mons. Robert Zollischt, arzobispo de Friburgo y presidente de la Conferencia Episcopal Alemana. El Santo Padre tardó poco más de un mes en aceptársela. Saque el lector sus propias conclusiones.

Luis Fernando Pérez Bustamante