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El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 26 de diciembre de 2013

El papa Francisco

Francisco en el Ángelus: recemos por los cristianos perseguidos por su fe
La memoria del primer mártir, san Esteban, equilibra una falsa idea edulcorada de la Navidad

Mirada al mundo

Monseñor Reig Pla: 'El aborto no supone ningún progreso para la mujer'
Entrevista con el presidente de la Subcomisión Episcopal para la Familia y Defensa de la Vida de la Conferencia Episcopal Española

España: el arzobispo de Pamplona rezará el rosario ante una clínica abortista
Mons. Pérez González va a bautizar al niño de una de las cincuenta mujeres que no abortaron gracias a COSPLAN

Colombia, en fecha de los Santos Inocentes piden defender la vida
El arzobispo de Bucaramanga, Ismael Rueda Sierra hizo un llamado en defensa de los niños, especialmente los no nacidos

Argentina: Poner a Jesús en el centro de la Navidad y no a papá Noel
El arzobispo de La Plata invita a no dejar sustituir el centro del mensaje cristiano por el marketing publicitario

España: fallece el sacerdote jesuita Jorge Loring
Autor de 'Para Salvarte', con más de un millón de ejemplares vendidos en 73 ediciones, y un experto en la Sábana Santa de Turín

Espiritualidad

Santa Vicenta María López y Vicuña
«Esta fundadora de las religiosas de María Inmaculada tenía a sus pies cuanto podía desear dada la alta posición social a la que pertenecía. Pero se entregó a Cristo y fue un ángel protector para las empleadas del servicio doméstico»

Comentario a la liturgia dominical - Misa de la Sagrada Familia
Ciclo A - Textos: Eclesiástico 3, 2-6.12-14; Colosenses 3, 12-21; Mateo 2, 13-15.19-23


El papa Francisco


Francisco en el Ángelus: recemos por los cristianos perseguidos por su fe
La memoria del primer mártir, san Esteban, equilibra una falsa idea edulcorada de la Navidad

Por Redacción

CIUDAD DEL VATICANO, 26 de diciembre de 2013 (Zenit.org) - Este 26 de diciembre día de san Esteban, el primer mártir de la Iglesia, el papa Francisco rezó la oración del Ángelus desde la ventana del estudio pontificio que da hacia la plaza de San Pedro. Allí una importante multitud le aguardaba con los paraguas cerrados, pues durante esos momentos la lluvia había cesado. 

A continuación las palabras completas del papa antes y después de la oración del Ángelus:

"Queridos hermanos y hermanas. Ustedes no tienen miedo de la lluvia, son valerosos. La liturgia prolonga la solemnidad de la Navidad durante ocho días: ¡un tiempo de alegría para todo el pueblo de Dios!

En este segundo día de la octava, en la alegría de la Navidad se inserta la fiesta de san Esteban, el primer martir de la Iglesia. El libro de los Actos de los Apóstoles nos lo presenta como “un hombre lleno de fe y de Espíritu Santo”, elegido con otros seis para dar servicio a las viudas y a los pobres en la primera comunidad de Jerusalén. Y nos cuenta su martirio, cuando después de un fogoso discurso que suscitó la ira de los miembros del Sinedrio, fue arrastrado afuera de las murallas de la ciudad y lapidado.

Esteban murió como Jesús, pidiendo perdón por sus asesinos. En el clima de la alegría navideña, esta conmemoración podría parecer fuera de contexto. De hecho la Navidad es la fiesta de la vida y nos infunde sentimientos de serenidad y de paz. ¿Por qué entonces turbar su encanto con el recuerdo de una violencia tan atroz? En realidad en la óptica de la fe, la fiesta de san Esteban está en plena sintonía con el significado profundo de la Navidad.

En el martirio, de hecho, el amor derrota a la violencia, la vida a la muerte. La Iglesia ve en el sacrificio de los martires su 'nacimiento al cielo'. Celebramos por lo tanto hoy la 'navidad' de Esteban, que en profundidad se desprende de la Navidad de Cristo. ¡Jesús transforma la muerte de quienes lo aman en aurora de vida nueva!

En el martirio de Esteban se reproduce la misma lucha entre el bien y el mal, entre el odio y el perdón, entre la mansedumbre y la violencia, que tuvo su culminación en la cruz de Cristo. La memoria del primer mártir acaba así con una falsa imagen de la Navidad: ¡una imagen de fábula y edulcorada, que en el evangelio no existe!

La liturgia nos trae el sentido auténtico de la Encarnación, relacionando Belén al Calvario y recordándonos que la salvación divina implica que la lucha al pecado, pasa por la puerta estrecha de la cruz.

Este es el camino que Jesús ha indicado claramente a sus discípulos, como testimonia el evangelio de hoy: 'Serán todos odiados a causa de mi nombre. Pero quién habrá perseverado hasta el final será salvado'.

Por eso hoy rezamos de manera particular por los cristianos que sufren discriminación a causa del testimonio que dan de Cristo y del evangelio. Estamos cerca de estos hermanos y hermanas que como san Esteban, son acusados injustamente y objeto de violencias de varios tipos.

Estoy seguro que, lamentablemente, son más numerosos hoy que en los primeros tiempos de la Iglesia y que son tantos. Esto sucede especialmente en los lugares en donde la libertad religiosa no está todavía garantizada o no está plenamente realizada. Sucede también en países y ambientes que en sus papeles tutelan la libertad y los derechos humanos, pero donde de hecho los creyentes, especialmente los cristianos, encuentran limitaciones y discriminaciones.

Yo quiero pedirles de rezar por estas hermanas y hermanos, unos instantes, todos. Y los recomendamos a la Virgen: Ave María...

A un cristiano esto no lo maravilla, porque Jesús lo ha anunciado como ocasión propicia para dar testimonio. Entretanto en el plano civil, la injusticia va denunciada y eliminada. Que María Reina de los Mártires nos ayude a vivir esta Navidad con aquel ardor de fe y de amor que refulge en san Esteban y en todos los mártires de la Iglesia".

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Mirada al mundo


Monseñor Reig Pla: 'El aborto no supone ningún progreso para la mujer'
Entrevista con el presidente de la Subcomisión Episcopal para la Familia y Defensa de la Vida de la Conferencia Episcopal Española

Por Iván de Vargas

MADRID, 26 de diciembre de 2013 (Zenit.org) - El Consejo de Ministros ha aprobado el pasado viernes el anteproyecto de reforma de la ley que restringe el aborto en España. La nueva norma, presentada por el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, se llamará Ley Orgánica de Protección de la Vida del Concebido y de los Derechos de la Mujer Embarazada. Esta medida ha suscitado tantas críticas como apoyos en muy distintos sectores de la sociedad. 

En esta entrevista concedida en exclusiva a ZENIT, el obispo de Alcalá de Henares y presidente de la Subcomisión para la Familia y Defensa de la Vida de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Mons. Juan Antonio Reig Pla, valora la reforma de la ley del aborto planteada por el Gobierno y explica el significado del gran encuentro de las familias cristianas que tendrá lugar en Madrid este fin de semana. 

¿Qué le parece la reciente reforma de la ley del aborto en España?

-- Mons. Juan Antonio Reig Pla: Según lo anunciado por el Sr. Ministro de Justicia, una ley que va a continuar en ciertos supuestos, permitiendo la muerte de seres humanos inocentes e indefensos no puede ser recibida como una buena noticia. El aborto, como recuerda el Concilio Vaticano II es un “crimen nefando”  (Gaudium et spes, 51). Del mismo modo nos lo recordaba el Beato Juan Pablo II (Evangelium vitae, 58), quien además hablaba de una “objetiva conjura contra la vida” (Ev 17) y nos advertía de que “estamos ante lo que puede definirse como una estructura de pecado contra la vida humana aún no nacida” (Ev 59). El mismo Papa Francisco, en su Exhortación Apostólica Evangelii gaudium, nos ha dejado esta respuesta contundente: “Quiero ser completamente honesto al respecto. Este no es un asunto sujeto a supuestas reformas o “modernizaciones”. No es progresista pretender solucionar los problemas eliminando una vida humana” (EG, 214).

Calificando el anteproyecto anunciado como una ley “inicua”, hay que reconocer, sin embargo, que es menos mala que la ley actual promovida por el Gobierno anterior y que defendía el aborto como un derecho de la mujer. Situados en el contexto europeo, esta ley, si llega a aprobarse, marcará un cambio de rumbo en el proceso ascendente de la promoción del aborto. Este es un signo, unido a las dos últimas votaciones del Parlamento Europeo y a la campaña “Uno de nosotros”, que contribuye a promover una mayor defensa de la vida humana. A mi modo de ver es este un momento histórico muy interesante que, si lo vivimos con lucidez, nos puede encaminar a promover, entre todos, una verdadera cultura de la vida. Hacia este objetivo deberían encaminarse todos los esfuerzos políticos y de cuantos contribuyen a gestar una sociedad más digna.

¿Es el aborto un derecho?

-- Mons. Juan Antonio Reig Pla: No, en absoluto. Afirmar el aborto como un derecho es afirmar un concepto de libertad despótico. Sería legalizar la lucha de los poderosos contra los débiles. El concebido no nacido es un ser humano indefenso que merece toda la protección del derecho. Un Estado que favorece una ley que garantiza la práctica del aborto como un derecho es un Estado totalitario que socava los principios más elementales de la justicia. Un  Estado así no merecería llamarse “Estado de derecho”. La vida en sociedad no se organiza para la destrucción de los inocentes e indefensos sino para la protección de todos;  particularmente los más débiles. Del mismo modo la medicina no está para promover la destrucción de la vida humana. Con el aborto no se cura ninguna enfermedad. El aborto es la muerte de un ser humano que produce sus secuelas en la madre. No reconocerlo así forma parte de la hipocresía social.

¿No  debe considerarse la legalización del aborto como una muestra de progreso?

-- Mons. Juan Antonio Reig Pla: Se puede hablar de progreso cuando se encamina la vida hacia el bien y la plenitud humana. Legalizar el aborto es todo lo contrario: es afirmar el mal como bien, es afirmar como justicia la eliminación de inocentes. Tampoco el aborto supone ningún progreso para la mujer. Quienes hablan así no conocen el alma humana y quieren silenciar el profundo sufrimiento que acompaña a la madre que aborta y a sus familiares. Quienes por el propio ministerio sacerdotal conocemos tantos dramas vinculados al aborto no podemos callar. El aborto es la peor de las injusticias que destroza también a las mujeres. Sólo la misericordia de Dios es capaz de rehacer lo que destroza el aborto. Por eso hemos de apoyar a las madres, no juzgarlas, y hacer de la Iglesia el verdadero hogar de la misericordia. Dios es más poderoso que la muerte y no se avergüenza de ninguno de nosotros.

Muchos consideran que la defensa de la  vida del no nacido es una cuestión ideológica, una imposición de la Iglesia ¿Cuál es su valoración al respecto?

-- Mons. Juan Antonio Reig Pla: La ideología está en quienes promueven el aborto. Hoy gracias al progreso de la biología y la genética sabemos más sobre el inicio de la vida humana y su desarrollo. Desconocer estos datos es ponerse de espaldas a la realidad y no querer afrontar el cuidado de toda vida humana. La luz de la fe lo que añade es el reconocimiento del carácter sagrado de la vida humana. La fe cristiana nos enseña que todo ser humano, más allá de sus capacidades, es creado a imagen y semejanza de Dios, es hijo de Dios. Es más, Jesucristo resucitado está presente en cada uno de nosotros y nos invita a reconocerle. Por eso el cristiano tiene una luz más poderosa para reconocer la dignidad de toda vida humana. Sin embargo, en este tema es suficiente la luz de la razón y la recta conciencia moral en la que está escrito el mandamiento: ¡No matarás!

¿Hay alguien interesado en que se difunda la llamada cultura de la muerte?

-- Mons. Juan Antonio Reig Pla: Como he recordado antes el Beato Juan Pablo II hablaba de una “objetiva conjura contra la vida que ve implicadas incluso a instituciones internacionales dedicadas a alentar y programar auténticas campañas de difusión de la anticoncepción, la esterilización y el aborto. Se trata, dice el Papa, de amenazas programadas de manera científica  y sistemática” (Evangelium vitae, 17).

En el fondo se vuelve a cumplir lo que lúcidamente profetizó San Agustín cuando hablaba de las dos ciudades: la ciudad de Babilonia, que se edifica desde el egoísmo, desde el amor a sí mismo y el desprecio de Dios; y la ciudad de Dios, que se construye desde el amor de Dios que pasa por el desprecio de nuestro egoísmo.

Frente a quienes quieren disminuir la población con el aborto, frente a quienes quieren acabar con la pobreza eliminando a los pobres,  frente a quienes propugnan  su autonomía radical afirmando el derecho a destruir  a inocentes, frente a quienes defienden una libertad que les da derecho a matar a los débiles e indefensos, existe otro modo de vivir. La de aquellos pobres que viven con alegría su dependencia amorosa de la sabiduría de Dios, aquellos que reconocen el carácter sagrado de toda vida humana y confían en la gracia de Dios para construir día a día con esperanza su matrimonio y abrirse generosamente a la promoción de la vida humana. En esta ciudad sabemos de nuestra pobreza y debilidad, pero confiamos en la omnipotencia de Dios. Por eso miramos con ojos de misericordia a todo ser humano y, sin juicio, quisiéramos acoger a todos los niños y a las madres que se ven tentadas a abortar.

¿Qué mensaje tiene la Iglesia en España para una sociedad donde los datos estadísticos y la legislación sobre la familia y la vida -el divorcio, uniones homosexuales, aborto, descenso de la natalidad, etc.- no invitan al optimismo?

-- Mons. Juan Antonio Reig Pla: El Evangelio de la Iglesia es siempre el mismo: Jesucristo. En Él está  depositada toda nuestra esperanza. Por mi experiencia conozco bien cómo la gracia de Jesucristo y el apoyo de la Iglesia son capaces de rehacer cualquier situación humana. La Iglesia tiene una palabra específica para los jóvenes, de manera que, con una buena educación afectivo-sexual, aprendan a amar. La Iglesia acompaña a los matrimonios a través de la comunidad cristiana, los movimientos familiares, escuelas de padres, etc. La Iglesia acompaña, a través de los Centros de Orientación Familiar, a cuantos tienen dificultad en su matrimonio o con sus hijos, acompaña con particular acogida a los que sienten una atracción a su mismo sexo, a las madres que han abortado; acompaña a los que carecen de lo necesario a través de Caritas y tantas organizaciones eclesiales que acogen cualquier sufrimiento humano, etc.

El mensaje de la Iglesia en España es un mensaje de esperanza. Si edificamos la casa sobre la roca que es Cristo es posible mantener la fidelidad conyugal, es posible abrirse generosamente a la vida, es posible superar cualquier tipo de dificultades. La belleza de la Iglesia es que formamos un pueblo que se sabe acompañado por la misericordia de Dios que toma cuerpo en el amor entre los hermanos. Jesucristo es nuestro maestro que nos enseña a amar. Él es el médico que cura todas las enfermedades, incluida la muerte. Con Él se puede vivir con esperanza y construir una cultura que privilegie el amor y la vida.

¿Cuál es el significado de la gran celebración de la Sagrada Familia en Madrid?

-- Mons. Juan Antonio Reig Pla: El encuentro de las familias cristianas en Madrid quiere visibilizar que es posible vivir de una manera diferente. Que con Cristo es posible vivir la vocación al amor, la grandeza de la maternidad y la paternidad. La alegría de las familias cristianas reunidas todos los años en la Plaza de Colón es un signo de lo que puede ser nuestra sociedad. Familias fuertes y sanas dan como fruto una sociedad sana. Caminar por esta senda es el máximo bien social para España y es nuestra mejor contribución a Europa. El acompañamiento del Papa Francisco desde Roma contribuye a tomar conciencia de la catolicidad de la Iglesia.

¿Es razonable pensar que un día la vida y la dignidad humana se respetarán desde la concepción hasta la muerte natural?

-- Mons. Juan Antonio Reig Pla: Mientras dure este mundo no desaparecerá el combate y la lucha entre el bien y el mal. Los que, sin mérito alguno, hemos recibido el don de la fe sabemos cuál es el desenlace final: la victoria de la vida sobre la muerte, la resurrección y la vida eterna. Esta convicción nos ayuda a afrontar cualquier tipo de dificultad. No nos preocupan las derrotas porque conocemos la victoria final. Saber que la vida no es un fracaso es lo que estimula a nuestros matrimonios a abrirse ala vida. El destino de todo ser humano es gozar de Dios y de la belleza del cielo por toda la eternidad. Es la atracción del cielo y el conocimiento de Dios lo que impulsa a cada cristiano a promover la cultura de la vida.

En estos momentos es decisivo el testimonio de las familias cristianas en España, como es decisivo que la cultura de la vida esté presente en todas las parroquias y organizaciones eclesiales o de inspiración cristiana. Hemos de reconocer que tanto en el ámbito civil como en el eclesial se ha avanzado mucho en estos últimos años. La presencia del proyecto Raquel, los grupos parroquiales provida, las distintas asociaciones y foros que promueven la belleza de la familia y el bien de la vida humana son todo un signo de esperanza. Todo ello nos mueve a trabajar para que un día, Dios lo quiera, el seno de nuestras madres sea el lugar más seguro para iniciar el camino de la vida y la familia sea el hogar donde poder nacer, vivir y morir. Realizar todo el bien no depende de nosotros, es superior a nuestras fuerzas. Lo que el Señor nos pide es que no pongamos nuestra mano en el mal.

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España: el arzobispo de Pamplona rezará el rosario ante una clínica abortista
Mons. Pérez González va a bautizar al niño de una de las cincuenta mujeres que no abortaron gracias a COSPLAN

Por Redacción

MADRID, 26 de diciembre de 2013 (Zenit.org) - Este viernes, víspera de los Santos Inocentes, tendrá lugar un nuevo Rosario por la Vida enfrente de la Clínica Ansoáin, la primera clínica de abortos de Navarra (España). Según han informado sus organizadores, el arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela, Francisco Pérez González, estará presente durante el rezo en favor del derecho a la vida de los no nacidos.

En declaraciones a ZENIT, Mons. Francisco Pérez ha señalado que "mañana por la tarde, sobre las ocho, vamos a rezar al Señor de la Vida para que fortalezca a las mujeres que tengan intención de abortar y no cometan ese terrible crimen". El prelado ha explicado también que el Rosario se va a desarrollar de forma "pacífica" y "sin violencia". "Rezaremos por la vida", ha enfatizado.

Ante las situaciones tan dolorosas que se les presentan, el arzobispo de Pamplona ha destacado la labor que realiza COSPLAN, un centro de orientación familiar de la diócesis. "Nuestra forma de actuar es ofreciendo el apoyo y compañía de profesionales que pueden ayudar a estas mujeres a seguir adelante con el embarazo y apoyarles en todo lo que necesiten", ha destacado.

Monseñor Pérez González ha asegurado que "ya han salvado a 50 personas de abortar". Y ha apuntado que "ahora voy a bautizar al niño de una de ellas". 

Preguntado por la nueva ley del aborto, el arzobispo de Pamplona ha afirmado que "el aborto es un hecho negativo que va en contra del quinto mandamiento". Por este motivo, ha concluido invitando "al respeto de la persona desde el seno de la madre hasta el final de la vida que Dios quiera para cada uno".

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Colombia, en fecha de los Santos Inocentes piden defender la vida
El arzobispo de Bucaramanga, Ismael Rueda Sierra hizo un llamado en defensa de los niños, especialmente los no nacidos

Por Redacción

CIUDAD DEL VATICANO, 26 de diciembre de 2013 (Zenit.org) - En la fiesta de los Santos Inocentes el arzobispo de Bucaramanga, monseñor Ismael Rueda Sierra, hizo un llamado en defensa de los niños, especialmente de los no nacidos, y pidió orar por los parlamentarios para que sean conscientes de la responsabilidad que tienen de legislar en defensa de la vida.

"Hoy oramos y acompañamos todo lo que significa la defensa de la vida, especialmente de los no nacidos, elevamos nuestra oración por tantos niños, por los padres que renunciaron a la paternidad y maternidad de sus hijos. Elevamos una oración para que los parlamentarios conscientes de su enorme responsabilidad, no legislen en contra de la vida, sino por el contrario en favor de ella".

Monseñor Rueda Sierra invitó para que en esta fecha se dejen las bromas y se tome en serio desde la fe, lo que significa la protección de la vida, especialmente de la vida no nacida, pero ya engendrada.

"Este es el profundo significado que tiene dentro de la ética que surge del evangelio y de la ética natural, la Iglesia siempre lo respaldará, siempre tendrá que estarlo recordando y proclamando, el respeto profundo a la vida humana desde la misma concepción hasta la muerte natural", resaltó el prelado.

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Argentina: Poner a Jesús en el centro de la Navidad y no a papá Noel
El arzobispo de La Plata invita a no dejar sustituir el centro del mensaje cristiano por el marketing publicitario

Por Redacción

ROMA, 26 de diciembre de 2013 (Zenit.org) - El arzobispo de La Plata, monseñor Héctor consideró que “en la cultura de hoy no está claro qué celebramos y a quién celebramos” y aseguró que “la fe nos lo ilustra claramente: celebramos el nacimiento histórico de Jesús, el hecho de que el Hijo eterno de Dios se hizo hombre para que nosotros lleguemos a ser hijos de Dios”. Una reflexión que fue hecha en directo tv en el programa “Claves para un Mundo Mejor” y retomado por la agencia AICA.

“Nosotros creemos en Jesús y creemos en el nacimiento histórico de Jesús. Y creemos que Jesús, en cada Navidad, vuelve a nacer y actualiza su nacimiento en el corazón de quienes le dan su fe y participan de la fiesta”, afirmó. 

Indicó que si bien esta es “una fiesta familiar” no “hay que excluir la fiesta litúrgica. La fiesta familiar, la reunión familiar, es como la continuidad espontánea de la celebración litúrgica, de la Misa de Nochebuena (que cada vez más seguido es Tardebuena porque se adelanta un poco el horario del día santo de Navidad)”. 

El prelado comentó que observa que en “los signos de la Navidad, los que aparecen, por ejemplo, en los avisos publicitarios, en las tarjetas que se mandan con saludos, no siempre presentan la escena fundamental, la figura por excelencia que es el Pesebre. No representan al Niño Jesús”. Y luego añadió: “Hay, en todo caso, un arbolito y, a veces, no saben que el arbolito es un símbolo cristiano que significa el Árbol de la Vida, la vida nueva que nace y viene con Cristo. También se coloca una ramita verde, creo que de muérdago, con un moño colorado y unas campanitas, y sobre todo el gran protagonista es Papá Noel”. 

Compartió que viendo “en estos días, el aviso de una tradicional bebida cola” se observa a Papá Noel que “aparece tan suelto de cuerpo y dice: “crean en mí”. Reclama que creamos en él. ¿Qué significa eso? Nosotros creemos en Cristo”. 

Y consideró: “quienes han hecho ese aviso, no saben que hay detrás de la figura de Papá Noel. En realidad detrás de Papá Noel está San Nicolás que fue un obispo del Siglo IV, celebre por su bondad y su permanente caridad con los más pobres y necesitados, que recibió un culto enorme en la antigüedad y al que se le atribuían muchos milagros. Se crearon leyendas sobre su vida”. 

Mons. Héctor Aguer recordó además que “en el año 1087, sus reliquias, los restos de San Nicolás fueron llevados a la Ciudad de Bari. Por eso se lo llama, muchas veces, San Nicolás de Bari. A comienzos de la edad moderna los holandeses lo llamaban “Sinterklass” y los colonos holandeses que poblaron la costa este de los Estados Unidos llevaron la devoción a San Nicolás, a Sinterklass. En el ámbito angloparlante se lo llamó “Father Christmas” que quiere decir Padre Navidad y de ahí Papá Noel”. 

“Resulta que ahora Papá Noel viene a ser el gran protagonista de estos días pero detrás está San Nicolás y nadie se acuerda de él. ¿Y quién se acuerda de Jesús? Ahí está la cuestión que un aviso publicitario se atreva a presentar a Papá Noel reclamando que creamos en él”, destacó. 

Por último, explicó que comentaba esto para que todos los televidentes difundan “en las conversaciones habituales, en el barrio, en las mismas familias, que se recuerde que en la Navidad celebramos a Jesús y que esta es la gran oportunidad para abrirle nuevamente nuestros corazones a Jesús”. Y tras ello deseo “a todos una muy feliz Navidad y que Jesús viva siempre en sus corazones”.

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España: fallece el sacerdote jesuita Jorge Loring
Autor de 'Para Salvarte', con más de un millón de ejemplares vendidos en 73 ediciones, y un experto en la Sábana Santa de Turín

Por Redacción

MADRID, 26 de diciembre de 2013 (Zenit.org) - El sacerdote jesuita Jorge Loring Miró ha fallecido en el día de Navidad de 2013, en la clínica El Ángel de Málaga (España), con 92 años, tras sufrir un ataque cerebrobascular. 

El padre Loring era un hombre de mundo. Se movió entre su Barcelona natal del año 1921, el Madrid se su infancia, el Málaga de su juventud y Cádiz donde pasó casi todo su sacerdocio. Además, llevó su labor evangelizadora por todo el mundo. 

Jorge Loring dejó la tradición familiar de la ingeniería por los hábitos de sacerdote "para salvar almas", como él mismo decía. Bisnieto del también ingeniero y político Jorge Loring y Oyarzábal, su padre fundó una línea de zepelines que unía Sevilla y Buenos Aires. 

De pequeño estudió seis años en el Colegio Nuestra Señora del Pilar de los marianistas en Madrid y cuando mataron a su padre en el año 36, regresó a Málaga, donde estudió el bachillerato en el colegio San Estanislao de Kotska. Una vez que terminó el mismo volvió a Madrid para estudiar Ingeniería en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería (ICAI). Sin embargo, al igual que hicieron casi todos sus hermanos, se hizo sacerdote, ordenándose en el año 1954 a la edad de 33 años.

Durante un cuarto de siglo fue padre espiritual en cinco grandes fábricas de Cádiz, pero su fama le vino por sus libros y conferencias sobre la Sábana Santa de Turín, del que era una autoridad mundial, impartiendo charlas por América y Europa hasta casi el final de su vida.

La principal obra del padre Loring fue “Para salvarte”, un compendio de la doctrina cristiana, con más de un millón de ejemplares vendidos, en 73 ediciones, y muy difundido en España, México, Ecuador, Perú, Chile, EE.UU., Egipto, Israel, Rusia, entre otros países, y con traducciones a las distintas lenguas.

Desarrolló también un amplio ministerio a través de la prensa, la radio, la televisión y también en Internet.

El Ayuntamiento de Cádiz ha mostrado mediante un comunicado de prensa su pesar por la muerte de este jesuita, teólogo y escritor que dejó una profunda huella en la ciudad, hecho por el cual fue nombrado Hijo Adoptivo de Cádiz en el año 2006. Por ello, en su honor el ayuntamiento va a mantener las banderas a media asta durante tres días. 

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Espiritualidad


Santa Vicenta María López y Vicuña
«Esta fundadora de las religiosas de María Inmaculada tenía a sus pies cuanto podía desear dada la alta posición social a la que pertenecía. Pero se entregó a Cristo y fue un ángel protector para las empleadas del servicio doméstico»

Por Isabel Orellana Vilches

MADRID, 26 de diciembre de 2013 (Zenit.org) - Un santo contempla lo que le rodea imbuido por el amor a Dios y el anhelo de dar a los demás lo mejor de sí. Atento a cualquier atisbo en el que perciba la vía a seguir para encauzar el bien, como hizo Vicenta María, se pone en marcha sin dilación y la gracia de Cristo se derrama a raudales.

Nació en Cascante, Navarra, España, el 22 de marzo de 1847. Era hija de un prestigioso jurista que se ocupó personalmente de su educación al constatar las cualidades que poseía. Creció en una familia cristiana y comprometida, en la que cotidianamente florecía la caridad, ya que sus componentes dedicaban gran parte de su tiempo ayudando a los desfavorecidos. En ese clima, arropada por sus padres y otros familiares, en quienes siempre veía los rasgos de piedad, en la infancia comenzó a compartir la espiritualidad que emanaba de su entorno como algo natural. Visitaba al Santísimo, acudía a misa y se fijaba en las imágenes del templo, en particular la de Cristo atado a la columna; ésta suscitó en ella una gran devoción que mantuvo hasta el fin de su vida.

Una tía materna pertenecía a la aristocracia madrileña y dispensaba toda clase de atenciones a los necesitados. Sus rasgos de generosidad, junto a su privilegiada situación social, fueron tenidos en cuenta por los padres y los tíos de Vicenta cuando decidieron que siguiese formándose en Madrid. Bajo la custodia de este familiar, aprendió idiomas y piano, estudios que completó más tarde en el prestigioso colegio San Luís de los Franceses. Era una muchacha normal, con cierta coquetería –usual a esa edad–, inteligente, creativa, con muchos intereses culturales y muy comunicativa. Los primeros años de su juventud estuvieron marcados por un estado de búsqueda. Su tía estaba estrechamente vinculada a la Congregación de la Doctrina Cristiana, y ella solía acompañarla en algunas acciones que realizaba con jóvenes empleadasdel servicio doméstico, lo cual le ayudó a discernir el camino a seguir.

La previsión de sus padres fue desposarla con alguien de su condición social, y había expectativas para que así sucediese. Pero tal futuro no entraba en los planes de la joven, y cuando su tía la tanteó haciendo de mediadora entre ella y sus progenitores, Vicenta María respondió: «tía, ni con un Rey ni con un santo»; es decir, que ya había elegido en su corazón. Olvidada de sí y centrada en las necesidades de estas jóvenes, comenzó a plantearse seriamente cómo podría ayudarlas mejor. La clave la recibió en 1853 al leer el anuncio de un piso en alquiler. En esa simple observación entrevió el signo que Dios le ponía para iniciar su obra. Y se hizo con la vivienda. Acogió en ella a tres muchachas convalecientes del hospital junto a una persona de mayor edad, seleccionada para asistirlas, y denominó «La Casita» a tan recoleto espacio en el que dio a las jóvenes un trato evangélico. Se ocupó de su formación y también de su trabajo eligiendo selectos domicilios para que pudieran servir en ellos.

Tras la realización de los ejercicios espirituales efectuados en el monasterio de la Visitación en 1868, las líneas que debía seguir se hicieron más nítidas. El siguiente gran paso fue comunicar a su padre por carta su negativa al matrimonio. Le informó de su vocación y proyecto de fundar un Instituto aprovechando la experiencia que había adquirido conviviendo con las jóvenes. No estaba vinculada con votos, pero se propuso cumplir lo que entendía como voluntad divina. El 11 de junio de 1876 puso en marcha el Instituto; con ella se comprometían en esta labor dos jóvenes.

Las vocaciones aumentaron y la fundación iba creciendo exponencialmente. Hacía a todas la siguiente advertencia: «A este fin consideren que han venido al Instituto a morar unánimes y conformes y a no tener sino un corazón y un alma en Dios». Puso la «Congregación del Servicio Doméstico» (actuales «Religiosas de María Inmaculada»)bajo el amparo de la Virgen María. Suplicaba de manera insistente: «Enséñame a obedecer, Dios mío». La caridad era el único horizonte para las componentes de la fundación: «Nada me agrada tanto como poder contemplaros abrasadas en el fuego de la caridad». En poco tiempo cinco nuevas casas dieron cuenta de la fecundidad apostólica.

En julio de 1890 hizo sus votos perpetuos. Poco después, enfermó gravemente de tuberculosis. Viendo que iba a morir, y pensando en las jóvenes, manifestó: «Quiero recomendarles que por mi muerte no se suprima ninguna fiestecilla de las chicas, y ésto aunque estuviera de cuerpo presente». Su tránsito se produjo el 26 de diciembre de 1890. «Si vivimos bien, la muerte será el principio de la vida», había dicho. Fue beatificada por Pío XII el 19 de febrero de 1950, y canonizada por Pablo VI el 25 de mayo de 1975.

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Comentario a la liturgia dominical - Misa de la Sagrada Familia
Ciclo A - Textos: Eclesiástico 3, 2-6.12-14; Colosenses 3, 12-21; Mateo 2, 13-15.19-23

Por Antonio Rivero

BRASILIA, 26 de diciembre de 2013 (Zenit.org) -  P. Antonio Rivero, L.C. Doctor en Teología Espiritual, profesor y director espiritual en el seminario diocesano Maria Mater Ecclesiae de são Paulo (Brasil).

Idea principal: Ese Niño que nace en Belén nace y tiene una familia humana, modelo para todas las familias.

Puntos de la idea principal:

En primer lugar, preguntémonos cómo vivía esta familia humana de Jesús. Unidos en la oración y en la obediencia a Dios: “Levántate, toma al niño y a su madre y huye a Egipto…vuelve a la tierra de Israel”. Unidos en el amor mutuo: “se levantó, tomó al niño y a su madre, se fue a Egipto”. Unidos en el trabajo, dolor y las pruebas: “…porque Herodes va a buscar al niño para matarlo” (evangelio). Todo un programa para las familias de hoy.

En segundo lugar, preguntémonos cómo viven algunas de nuestras familias hoy. Unas, unidas en la oración, amor y dolor. Otras, no tanto, experimentando la separación, el divorcio, viviendo como si Dios no existiese y dejándose llevar por el silbido de las sirenas, dejando las ventanas de la afectividad de par en par a nuevos aires de liberación, o abriendo la puerta del corazón a piratas intrusos que lo único que pretenden es destrozar la barca matrimonial y familiar. Familias que viven por motivos de interés o de mera convivencia civilizada, y no en la fe, en la oración, en la certeza de saberse amados y bendecidos por Dios por un santo sacramento.

Finalmente, preguntémonos cómo deberían vivir nuestras familias, siguiendo el ejemplo de la Sagrada Familia de Nazaret. Dios en el centro. El amor como motivación y corona. El dolor como prueba para ejercitar las virtudes teologales y mirar para arriba. Los hijos, honrando a sus padres, no causándoles tristezas, obedeciéndoles (segunda lectura) y cuidándoles en la vejez (primera lectura). Los padres revestidos de respeto y amor entre ellos, y de bondad, humildad, mansedumbre, paciencia, perdón, amor para con sus hijos; y piedad y gratitud con Dios (segunda lectura).

Para reflexionar: Padres de familia, ¿se parecen a san José? Madres, ¿se parecen a María? Hijos, ¿se parecen al Niño Jesús? ¿Repasan juntos el cuarto mandamiento de la ley de Dios tan bien explicado en el Catecismo de la Iglesia católica en los números 2217-2218?

Cualquier sugerencia o duda pueden comunicarse con el padre Antonio a este email: arivero@legionaries.org

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