Católicos
04 de enero del 2013

Jóvenes cristianos de Cataluña apelan en un documento al Estado de bienestar, critican a las instituciones y a que se les etiquete como “generación perdida”

El pasado año 2012 ha dejado tras de sí numerosas movilizaciones sociales a la que ahora se une otra en forma de reflexión. Un grupo de jóvenes cristianos de Cataluña han reflexionado en un documento sobre lo que la sociedad y los medios les han denominado como "generación perdida".  Reflexionan y analizan la situación actual en su condición de jóvenes cristianos des de la convicción que "el cristianismo de hoy debería ser una utopía entusiasmadora".


 

La publicación cristiana en catalán, Cristianisme i Justícia como cada año, ha centrado su reflexión en lo que ha acontecido el 2012 en su aspecto más social. A través de la reflexión de 13 jóvenes entre 25 y 35 años se celebró una eucaristía el lunes 31 de diciembre de 2012 a las 11 de noche en la Iglesia de los jesuitas de Casp de Barcelona.

Se trata de reflexiones que han desarrollado a partir de este documento con la situación actual como telón de fondo. Reconocen errores, denuncian la creciente desigualdad social y declaran su compromiso de trabajo para transformar esta realidad. "No queremos ser una generación perdida", aseguran, quieren huir de la etiqueta de generación perdida que les han colgado.

Se definen como "hijos de la bonanza", de una sociedad mercantilizada donde la democracia se ha ido diluyendo en individualismo y reconocen que "en algún momento de este proceso dejamos de pensar qué modelo de sociedad queríamos porque no lo creímos necesario y el totalitarismo de la indiferencia empezó a hacer presencia en nuestras vidas".  Un análisis desde su condición de jóvenes pero además cristianos, que aseguran haberse quitado "la venda de los ojos" y darse cuenta del déficit democrático, el desprestigio de las instituciones políticas, la polarización ideológica que dificulta el diálogo, los riesgos del absolutismo de la técnica y una creciente superficialidad que invade todos los ámbitos de la vida.