6.01.13

Si Lutero levantara la cabeza...

A las 9:43 AM, por Luis Fernando
Categorías : Actualidad, Ecumenismo protestantes

 

Según se acerca el quinto centenario del inicio del cisma y la herejía protestante, el ambientillo proluterano va cogiendo fuerza sobre todo en Alemania, país natal del heresiarca “fundador” de lo que, en palabras de San Pío X, “es el compendio de todas las herejías que hubo antes de él, que ha habido después y que pueden aún nacer para ruina de las almas” (Art, 129, Catecismo Mayor San Pío X).

Margot Kässman, obispa de la Iglesia Evangélica Alemana y encargada del negociado del quinto centenario, ha pedido al Papa que levante la excomunión al ex-monje agustino. Y dice que el hecho de que fuera excomulgado hace 5 siglos no es un impedimento ya que según ella, pásmense ustedes, nadie pensaba que fuera a caer el Muro de Berlín y finalmente se vino abajo. ¡Ole, ole y olé! ¡Qué nivel, Maribel!

Por si fuera poco, también apela la señora Kässman a la voluntad de muchos católicos, entre los que cita a Hans Küng, que como bien saben ustedes tiene en común con Lutero su oposición a lo que enseña la Iglesia. En realidad lo que cabe preguntarse no es por qué el Papa no levanta la excomunión al primer líder protestante sino por qué no se excomulga públicamente de una vez a quien niega pertinazmente dogmas de fe. Pero ese es otro tema.

El caso es que, como bien recordaba el P. Iraburu en un magnífico artículo escrito hace años, Lutero tenía bien claro lo que hacía: “Yo no impugné las inmoralidades y los abusos, sino la sustancia y la doctrina del Papado“. Y yo me pregunto: ¿la obispa luterana ha pedido permiso a Lutero para solicitar que el papado le levante la excomunión? Sospecho que si Lutero levantara la cabeza, excomulgaría del luteranismo a esa obispa. Además, ¿de verdad un protestante genunino “necesita” que un Papa levante excomuniones? ¿desde cuándo los protestantes han aceptado la autoridad papal para excomulgar a nadie? Seamos serios, señores.

Porque claro, hasta donde yo sé, las diferencias doctrinales entre el luteranismo y el catolicismo siguen exactamente en el mismo lugar que estaban hace cinco siglos. Ni siquiera la famosa declaración conjunta sobre la justificación ha servido para nada, porque la misma fue rechazada por CIENTOS de teólogos luteranos y toda una iglesia nacional luterana como es la danesa, lo que demuestra de qué vale firmar algo con quienes no tienen una autoridad eclesial central capaz de hacer valer cualquier tipo de acuerdo.

A mí me parece muy lógico que los protestantes celebren sus quinientos años de existencia. Pero que no pidan que los católicos nos unamos con gozo y alegría a esa celebración. Como bien ha recordado el cardenal Koch, Presidente del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos, “no podemos celebrar un pecado”. No seré yo quien diga que en ese pecado no hubo culpa alguna por parte del lado católico, pero no fueron los católicos los que se lanzaron por la pendiente del desmadre eclesial, de la división total del Cuerpo de Cristo y del asentamiento de los pilares (Sola Scriptura y libre examen) sobre los que se basan todas las herejías inimaginables habidas y por haber. Como dijo el propio Lutero:

“Hay tantas sectas y opiniones como cabezas. Este niega el bautismo; el de más allá cree que hay otro mundo en el nuestro y el día del juicio. Unos dicen que Jesucristo no es Dios; otros dicen lo que se les antoja. No hay palurdo ni patán que no considere inspiración del cielo lo que no es más que sueño y alucinación suya.”

La primera frase de esa cita define exactamente lo que es el protestantismo. La pronunció el que abrió la puerta a ese caos. ¿A cuento de qué vamos a querer que se le levante la excomunión? Ni nosotros lo queremos ni, estoy convencido, lo querría el propio Lutero para el que la Iglesia del Papa era una “Iglesia de putas y hermafroditas” y para quien todos los actos pontificios están “sellados con la mierda del diablo, y escritos con los pedos del asno-papa".

Luis Fernando Pérez Bustamante