9.01.13
Entre el obispo de Córdoba y el mejicano de Saltillo, estoy con el primero
“Mañana celebro el Aniversario de mi ordenación episcopal, rogad a Dios para que me mantenga fiel en el servicio a la Iglesia”. De esta forma sencilla se expresaba ayer el obispo don Demetrio, residencial de Córdoba en su cuenta de Facebook.
El obispo de Saltillo, Méjico, Mons. Raúl Vera, que defiende la agenda gay y la despenalización del aborto, celebró el 25 aniversario de su ordenación episcopal junto a los líderes de la teología marxista de la liberación, el dominico Gustavo Gutiérrez y el jesuita Jon Sobrino.
Esta es la diferencia de un obispo católico fiel a la Santa Iglesia Católica Romana, y otro obispo manejado por el marxismo más residual situado en Iberoamérica.
Al primero, a don Demetrio, el partido comunista andaluz le han montado una campaña para echarlo de la diócesis de Córdoba. Al obispo de Saltillo los comunistas lo jalean y festejan por todo lo alto.
¿Dónde está la diferencia?El obispo de Córdoba ha escrito una carta donde defiende la doctrina de la Iglesia Católica contra la ideología de género y los consiguientes males morales y familiares, que se han generado en Andalucía, concretados en la diócesis cordobesa,
Los comunistas andaluces, alentados por el portavoz del gobierno socialista de la región, han organizado una campaña para “obligar” al obispo don Demetrio a salir pitando de la sede de Osio. Las redes sociales son los caminos para encender el ardor guerrero contra un pastor absolutamente fiel a la Iglesia Católica.
La organización social defensora de la libertad religiosa “MásLibres” ha coordinado una campaña a favor de la presencia del obispo don Demetrio en la diócesis cordobesa apoyando su carta pastoral y su episcopado en la silla de la antigua Corduba latina.
El obispo de Saltillo, monseñor Vera, defensor de la agenda gay y la despenalización del aborto, desobediente con el Papa, quien hace un año le pidió que rectificara su conducta y se ha pasado todo por el arco del triunfo, está apoyado por el marxismo de color indigenista y liberacionista, y sus mentores le admiran y le ponen como ejemplo de un buen pastor, quien ha invitado a los teólogos Gutiérrez y Sobrino a que hablen de una nueva iglesia llamada “profética”, como un homenaje a su persona.
Conclusión
Estoy y sigo al lado del obispo don Demetrio, a quien he defendido y lo sigo haciendo contra las campañas que suelen montarle sus enemigos, que, a la vez, lo son de la Iglesia Católica. Le felicito por su valentía y entrega pastoral.
Compadezco al obispo Vera desobediente con Benedicto XVI, y amigo de los representantes del marxismo más residual y sus teorías sexuales admitiendo el aborto.
Con todo rezo por los dos. Y ruego a Roma tome las medidas oportunas contra quien desde una silla episcopal le hace el caldo gordo al marxismo y al comunismo, enemigos de la libertad en todos los sentidos, tal como nos demuestra la reciente historia.
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Tomás de la Torre Lendínez