18.01.13

Cristo fue un dictador

A las 10:30 AM, por Jorge
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A mí, qué quieren que les diga. El que la iglesia sea democrática, plural, dialogante, alternativa, liberal o autoritaria la verdad es que me importa exactamente un pimiento, medio bledo y un cuarto de comino. No es lo fundamental, ni la clave ni nada que se le parezca.

Nunca he entendido la democracia como valor absoluto. Es más, creo que no es más que un medio, y no perfecto, para el gobierno de las cosas. Por eso me resulta chocante leer en algunos sitios que es que la iglesia no es democrática. A mí que la iglesia sea democrática o no me importa exactamente un pimiento y además de los baratos. Lo que me interesa, lo que busco y lo que pido es que sea fiel a Cristo.

La Iglesia tiene sus cauces de participación a distintos niveles. Existen asociaciones y agrupaciones de fieles con su forma de funcionar y vivir. Consejos de pastoral y economía en las parroquias. Sínodos diocesanos y universales, concilios, colegios de consultores, una forma determinada de elegir al sumo pontífice. ¿Qué no es exactamente democrático o asambleario como tal vez podría ser? Ni falta que hace. Un obispo no es más santo ni mejor pastor porque lo elijan los fieles en listas durante un fin de semana. Además, si creemos en el espíritu santo, ya se encarga la tercera persona de la trinidad de velar en cualquier caso para que los disparates sean mínimos.

La Iglesia tiene marcada por la escritura, la tradición, el magisterio y el derecho canónico su forma de funcionamiento. Y lo que uno pide es que se funcione exactamente como ahora está marcado, y que si hay que revisar las formas se revisen en el modo y la forma que sean los correctos. Tampoco es tan difícil de comprender.

También me han dicho en ocasiones que el blog no es democrático. Ni lo he pretendido nunca ni falta que hace. Es un blog escrito por un sacerdote desde una parroquia, que habla de las cosas de Dios y de la vida desde lo que la Iglesia enseña y pide, sin más pretensión que animar a mis lectores a amar mucho a Cristo y a la Iglesia. Por otra parte, ¿que entender por un blog estrictamente democrático? ¿Qué cualquiera puede llegar al blog, escribir lo que le dé la gana, meterse con lo que sea, poner verde a la Iglesia, insultar al papa y hay que aguantarse y publicarlo? Pues va a ser que no. El blog lo administra servidor y si hay comentarios que no me parece oportuno aprobar pues no los apruebo. ¿Eso es censura? Es claridad en el funcionamiento.

Hacemos de la democracia el valor definitivo, como si la decisión de una mayoría fuera garantía de perfección absoluta y acierto en lo elegido. Hitler fue elegido democráticamente, no lo olvidemos. Y un referéndum sobre la existencia de Dios en el que ganara el NO por goleada no llevaría a su desaparición.

No necesito ni quiero como algo fundamental una iglesia democrática. Quiero una iglesia fiel a Cristo, unida bajo el pastoreo de Pedro y los obispos, que anuncia el mensaje de Cristo como lo ha recibido de la tradición de veinte siglos, santa y pecadora, una, santa, católica y apostólica.

Hay gente que entiende que cuanto más democrática y asamblearia, más fiel a Cristo. Pues Cristo eligió a quien le dio la gana y nombró a Pedro porque quiso. Vamos, que un antidemócrata total, un auténtico dictador. Qué quieren que les diga, que para ser tan antidemocrático no le salió tan mal la cosa.