Red Iberoamericana de

Estudio de las Sectas

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Nº 268

8 de Feb. 2013

 

BOLETÍN MONOGRÁFICO: LOS MORMONES

 

1. ¿Son cristianos los mormones?

2. La invalidez del bautismo mormón: comentario teológico.

3. La invalidez del bautismo mormón: comentario canónico.

4. La Iglesia católica impide el acceso de los mormones a sus archivos para la recopilación genealógica.

5. Testimonio de ex-mormona: “descubrí que los mormones no tienen argumentos ni respuestas”.

6. Ex-mormón norteamericano: el mormonismo no soporta el escrutinio de la razón y de la revelación.

7. El vicario judicial de Salt Lake City, cuna del mormonismo, habla sobre la secta.

8. Los mormones digitalizan cientos de miles de documentos de archivos públicos de la Comunidad Valenciana.

 

 

1. ¿Son cristianos los mormones?

FUENTE: Aleteia

 

 

El portal católico Aleteia, apoyado por la Santa Sede (Consejos Pontificios para las Comunicaciones Sociales y para la Promoción de la Nueva Evangelización) continúa con la publicación de preguntas y respuestas en torno a la fe. El sacerdote español Luis Santamaría, miembro de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES) acaba de contestar a una cuestión que suscita gran interés. Reproducimos a continuación lo que ha explicado a Aleteia.

Pregunta: ¿Son cristianos los mormones?

Respuesta: No pueden considerarse cristianos, pues les faltan elementos que son comunes a todas las confesiones cristianas.

Referencias

1. La confesión de fe de los mormones tiene una apariencia cristiana, pero sus doctrinas se distancian de la fe que confiesan todas las Iglesias cristianas.

Hay unos mínimos para considerar “cristiano” a un movimiento según sus doctrinas. Básicamente, lo que se exige es que, siguiendo la Biblia, confiese al Dios trinitario, la encarnación del Verbo eterno en Jesús y el bautismo como medio de incorporación a Cristo. La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (IJSUD) presenta sus creencias básicas en los denominados “Artículos de fe”, 13 puntos doctrinales que, a juicio de cualquier lector, parecen totalmente asumibles por un cristiano. De hecho, los mormones defienden que son cristianos.

Sin embargo, si miramos con atención la doctrina que tiene la IJSUD sobre Dios, vemos que, aunque sus Artículos de fe parecen traslucir una fe trinitaria apropiada (el primero es: “Nosotros creemos en Dios el Eterno Padre, y en su Hijo Jesucristo, y en el Espíritu Santo”), no se trata del mismo Dios en el que creemos los cristianos, ya seamos católicos, anglicanos, ortodoxos o protestantes.

En realidad, la doctrina mormona es en el fondo un politeísmo, ya que las personas de la Trinidad tienen categoría diversa, y han llegado a ser “dioses” por un proceso evolutivo de divinización. Por eso también los hombres pueden llegar a ser dioses: “Dios fue hombre antes de ser Dios, nosotros también seremos dios”, dice uno de sus autores. Uno de los fundadores de la IJSUD afirmó lo siguiente en un discurso: “Si cogiéramos un millón de planetas como este, y el número de sus partículas, encontraríamos que hay más dioses que partículas de materia en todos esos planetas y mundos”.

2. La Santa Sede ha dejado claro que la Iglesia católica no acepta como válido el bautismo administrado por los mormones, porque en el fondo está el politeísmo.

En el año 2001 la Congregación para la Doctrina de la Fe, a la pregunta que le habían hecho varios obispos del mundo sobre la validez del bautismo administrado por la IJSUD, contestó afirmando que no es válido. Ante la extrañeza que puede causar esta respuesta, por el bautismo con agua y con la fórmula tradicional, el teólogo Luis F. Ladaria escribió un largo artículo explicando las razones fundamentales.

Entre ellas, la más importante es de raíz: “no hay una verdadera invocación de la Trinidad porque el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, según la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los últimos días, no son tres personas en las que subsiste la única divinidad sino tres dioses que forman una divinidad. Cada uno es diferente del otro, aunque existen en armonía perfecta”. Y esto lo dice basándose en los textos dogmáticos de la IJSUD.

Más adelante señala que “la divinidad ha tenido origen cuando los tres dioses decidieron unirse y formar precisamente la divinidad para obrar la salvación del hombre”, y de esta manera Dios y el hombre tienen la misma naturaleza. La única diferencia entre ellos es de carácter evolutivo: “Dios Padre es un hombre exaltado, natural de otro planeta, que ha adquirido su status divino por una muerte parecida a la humana, camino necesario para la divinización”. Y no sólo eso: Dios Padre ha tenido parientes, e incluso tiene una consorte, una Diosa Madre. Esto no sólo se aparta de la recta fe cristiana, sino que se pone también a mucha distancia del islam y el judaísmo, fuera de la órbita de la fe en un único Dios.

3. Un problema fundamental que plantea el mormonismo es la revelación divina, que no sólo estaría en la Biblia, sino también en el Libro de Mormón.

Dice el 8º artículo de fe de la IJSUD: “Creemos que la Biblia es la palabra de Dios hasta donde esté traducida correctamente; también creemos que el Libro de Mormón es la palabra de Dios”. Aquí se observa que, junto a la Biblia, se pone en el mismo nivel de importancia doctrinal la nueva revelación obtenida de Dios por parte del fundador de la secta, el profeta Joseph Smith, en el siglo XIX en los EE.UU. En su actividad proselitista los misioneros mormones insisten en la centralidad de la Biblia, para acercarse a los cristianos con mayor facilidad, pero está comprobado que después todo gira en torno al Libro de Mormón, subtitulado así: “Otro testamento de Jesucristo”.

En este libro, cuyo “hallazgo” físico por parte de Smith es una historia que no está probada científicamente, se cuenta una especie de historia de la salvación paralela que pone en el centro a Norteamérica, que habría sido colonizada en los tiempos del Antiguo Testamento por tribus de Israel y que, en el momento central de la historia, habría sido visitada por Jesucristo, que tendría para ella un lugar especial en su misión salvífica. Los arqueólogos y estudiosos mormones han pretendido demostrar la veracidad de los hechos relatados en esta nueva revelación, mientras que algunos autores defienden que se trata de un plagio de una novela pseudohistórica.

4. Como otras sectas de impronta cristiana, la IJSUD considera que la revelación está abierta, y por eso no puede asegurarse una tradición doctrinal.

Los mormones consideran a su movimiento “la Iglesia restaurada”, algo querido por Dios tras el fracaso de las Iglesias cristianas históricas. Y en esta convicción influye fuertemente un principio teológico que resumen en su 9º artículo de fe: “Creemos todo lo que Dios ha revelado, todo lo que actualmente revela, y creemos que aún revelará muchos grandes e importantes asuntos pertenecientes al reino de Dios”. Esto quiere decir que, para la IJSUD, Dios no lo ha revelado todo en Jesucristo, como creemos los cristianos. La revelación, para los cristianos, concluyó con la muerte del último apóstol, y tras la Escritura está el tiempo de la Tradición.

Esto puede verse también con claridad en la nomenclatura usada en la secta, donde se habla como los “doce apóstoles” al Quórum o cúpula suprema de los mormones. Observemos que no se autodenominan “sucesores de los apóstoles”, como sucede en la Iglesia católica y en otras comunidades cristianas con los obispos, sino “apóstoles” directamente. Al presidente de la IJSUD lo denominan profeta y lo consideran supremo revelador en la actualidad del designio divino. Por eso la revelación está abierta y pueden cambiar cosas sustanciales en la doctrina mormona, como de hecho ha sucedido en la historia.

5. La praxis litúrgica mormona también se separa del cristianismo, con ritos ajenos a la fe en Jesús, como los sacramentos que celebran por los muertos.

Por un lado, los mormones tienen una serie de ritos públicos, como el bautismo, la reunión sacramental y la Cena, además de la imposición de manos para tener el sacerdocio de Melquisedec, o el matrimonio ordinario. Por otro lado, están los ritos privados, reservados sólo para los que tengan un grado determinado de iniciación, y que se celebran en sus Templos, como el matrimonio sellado (que une para la eternidad) o dos curiosos ritos extraños al cristianismo: el bautismo por los muertos y el matrimonio por los muertos. Estas celebraciones son necesarias para poder “ascender” en la gloria en ese politeísmo que hemos comentado antes.

De estos últimos ritos proviene el afán mormón por la genealogía y el estudio de los ancestros. Necesitan saber quiénes son sus antepasados para poder celebrar por ellos, de forma vicaria, esos ritos, y así puedan aquéllos beneficiarse de sus efectos especiales en el cielo. La Santa Sede también ha dicho alguna palabra sobre esto, exhortando a las parroquias y diócesis para que no permitan la copia de libros sacramentales por parte de la institución mormona que se dedica a microfilmar documentación antigua en todo el mundo.

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2. La invalidez del bautismo mormón: comentario teológico.

FUENTE: Relaciones Interconfesionales

 

 

Tras reproducir el brevísimo documento oficial de la Santa Sede sobre la invalidez del bautismo mormón, presentamos el comentario teológico escrito por el teólogo (ahora arzobispo) Luis F. Ladaria. Más adelante haremos lo mismo con el comentario canónico de Urbano Navarrete. Hasta ahora no se encontraban en Internet en español, sino en papel en diversos boletines oficiales de Obispados, y en la revista Relaciones Interconfesionales (nº 62, septiembre-diciembre 2001), que es de donde los hemos copiado. 

CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE

RESPUESTA A UNA DUDA sobre la validez del bautismo conferido por «La Iglesia de Jesucristo de los Santos del Ultimo Día», conocida como «Mormones»

Pregunta: ¿Es válido el bautismo conferido en la comunidad llamada «La Iglesia de Jesucristo de los santos de los últimos días», conocida generalmente come «mormones»?

Respuesta: No.

El Sumo Pontífice Juan Pablo II, en la audiencia concedida al infrascrito Cardenal Prefecto, aprobó y ordenó publicar la presente Respuesta, decidida en la Sesión Ordinaria de esta Congregación.

Sede de la Congregación para la Doctrina de la Fe, 5 de junio de 2001.

+ Joseph Card. RATZINGER 
Prefecto

+ Tarsicio BERTONE, S.D.B. 
Arzobispo emérito de Vercelli
Secretario

La cuestión de la validez del bautismo administrado en la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

LUIS F. LADARIA

La Congregación para la Doctrina de la Fe ha dado respuesta negativa a una “Duda” acerca de la validez del bautismo administrado en la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los últimos días, mejor conocida como Mormones. Puesto que esta decisión cambia la práctica del pasado de no denegar la validez de tal bautismo, parece conveniente explicar los motivos que han llevado a ella y el consiguiente cambio de práctica.

Una tal explicación aún se hace más necesaria, si se tiene presente que los errores de índole doctrinal no han sido suficientes para denegar la validez del sacramento del bautismo. En efecto, ya en la mitad del siglo III el papa Esteban I, oponiéndose a las decisiones de un sínodo africano del año 256, recuerda que tiene que ser mantenida la antigua práctica de imponer las manos en señal de penitencia, pero no de rebautizar al hereje que viene a la Iglesia católica. Así aprovecha al que lleva el nombre de Cristo por la fe y la santificación, que quienquiera haya sido bautizado en el nombre de Cristo, en cualquier parte que sea, ha conseguido la gracia de Cristo (1). El mismo principio se mantuvo en el sínodo de Arles del 314 (2). Es bien conocida la lucha de San Agustín contra los donatistas. El obispo de Hipona afirma que la validez del sacramento no depende ni de la santidad personal del ministro, ni de su pertenencia a la Iglesia.

También los no católicos pueden administrar válidamente el bautismo. Se trata siempre del bautismo de la Iglesia católica, que no pertenece a los que se separan de ella, sino de la Iglesia de la que se han separado (3). Esta validez es posible porque Cristo es el verdadero ministro del sacramento: Cristo es el único quien realmente bautiza, aunque bautice Pedro o Pablo o Judas (4). El concilio de Trento, confirmando esta tradición, ha definido que el bautismo administrado por los herejes en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, con la intención de hacer lo que hace la Iglesia católica, es verdadero bautismo (5).

Los documentos más recientes de la Iglesia católica mantienen la misma doctrina. El Código de Derecho Canónico prescribe que no tienen que ser bautizados de nuevo los que han sido bautizados en comunidades eclesiales no católicas (a no ser en caso de duda acerca de la materia o la forma o la intención del ministro o del bautizado) (6). Ligado a este problema está inevitablemente el de quien puede ser ministro del bautismo en la Iglesia católica. Según el mismo Código, en caso de necesidad puede bautizar cualquiera, con recta intención (7). El Código de Derecho Canónico retoma los elementos fundamentales de la doctrina tridentina y señala más explícitamente cuál es la recta intención requerida: «en caso de necesidad, cualquiera, incluso un no bautizado, conque tenga la intención requerida, puede bautizar utilizando la fórmula bautismal trinitaria. La intención requerida es de querer hacer lo que hace la Iglesia cuando bautiza. La Iglesia encuentra la motivación de esta posibilidad en la voluntad salvadora universal de Dios y en la necesidad del bautismo para la salvación» (8). En razón de la necesidad del bautismo para la salvación, la Iglesia católica ha tenido la tendencia de reconocer siempre esta recta intención al administrar este sacramento, también en el caso de una falsa comprensión de la fe trinitaria, como por ejemplo en el caso de los arrianos.

Teniendo en cuenta esta arraigada norma de la Iglesia, aplicada sin ninguna duda a la multiplicidad de comunidades cristianas no católicas después de la llamada Reforma del siglo XVI, se explica fácilmente que cuando en los Estados Unidos de América apareció el movimiento religioso de Joseph Smith hacia 1830, en el que se aplicaron correctamente la materia y las palabras de la forma del bautismo, éste fuera creído válido según el criterio del bautismo de otras muchas comunidades eclesiales no católicas. Joseph Smith y Oliver Cowdery, según su doctrina, reciben el sacerdocio aarónico en 1829. Considerados tanto el estado de la Iglesia en los Estados Unidos en el siglo XIX como los medios de comunicación social de la época, aunque el nuevo movimiento religioso consiguiera un número considerable de adictos, el conocimiento que las Autoridades eclesiásticas pudieron tener de los errores doctrinales que se mostraron en aquel nuevo grupo necesariamente estuvo muy limitado durante todo el siglo. En los casos prácticos que pudieron presentarse, se aplicaba la respuesta del Santo Oficio de fecha 9 de septiembre 1868 para las comunidades cristianas del Japón que quedaron aisladas y sin sacerdotes en tiempo de la persecución de principios del siglo XVII. Según esta respuesta, 1) los dudosos que han sido bautizados válidamente, deben ser considerados cristianos; b) el bautismo tiene que ser considerado válido en orden a la validez del matrimonio (GasparriFontes, IV, n. 1007).

En el siglo XX la Iglesia católica adquirió un conocimiento más profundo de los errores trinitarios que bajo los mismos términos contiene la doctrina propuesta por Smith y por lo tanto cada vez más fue apareciendo la duda sobre la validez del bautismo administrado por los Mormones, aunque la forma material de las palabras coincida con la empleada por la Iglesia. De ello se sigue que insensiblemente se creó una práctica no uniforme, en cuanto que los que tuvieron algún conocimiento personal de la doctrina de los Mormones creyeron inválido su bautismo, mientras la práctica común siguió aplicando el principio tradicional de la presunción de validez de tal bautismo, faltando una norma oficial al respeto. En los últimos años, en solicitud de la Congregación para la Doctrina de la Fe, la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos ha emprendido un estudio profundo sobre esta delicada cuestión para llegar a una conclusión definitiva. Por su parte la Congregación para la Doctrina de la Fe ha sometido a nuevo examen el material llegado de los Estados Unidos, y por lo tanto se ha podido solucionar la duda propuesta.

¿Qué razones empujan ahora a esta posición negativa con respecto a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los últimos días, que parece en contraste con la actitud de la Iglesia católica a lo largo de los siglos?

Según la doctrina tradicional de la Iglesia católica son cuatro los requisitos para que el sacramento del bautismo sea válidamente administrado: la materia, la forma, la intención del ministro y la recta disposición del sujeto. Examinamos brevemente cada uno de los cuatro elementos en la doctrina y en la práctica de los Mormones.

I. La materia. Sobre este punto no existe ningún problema. Se trata del agua. Los Mormones practican el bautismo por inmersión (9), que es uno de los modos de la celebración del bautismo (aplicación de la materia) que también la Iglesia católica acepta.

II. La forma. Hemos visto cómo en los textos magisteriales sobre el bautismo hay una referencia a la invocación de la Trinidad. La fórmula trinitaria es necesaria para la validez del sacramento (10). La fórmula usada por los Mormones podría parecer a primera vista una fórmula trinitaria. Dice textualmente: “habiendo sido encargado por Jesucristo, yo te bautizo en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo” (11). Las semejanzas con la fórmula usada en la Iglesia católica son, a primera vista, evidentes, pero en realidad son solamente aparentes. No hay, en efecto, coincidencia doctrinal de fondo. No hay una verdadera invocación de la Trinidad porque el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, según la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los últimos días, no son tres personas en las que subsiste la única divinidad sino tres dioses que forman una divinidad. Cada uno es diferente del otro, aunque existen en armonía perfecta (12). El mismo término divinidad tiene un contenido solamente operativo, no sustancial, porque la divinidad ha tenido origen cuando los tres dioses decidieron unirse y formar precisamente la divinidad para obrar la salvación del hombre (13). Esta divinidad y el hombre comparten la misma naturaleza y son sustancialmente iguales. Dios Padre es un hombre exaltado, natural de otro planeta, que ha adquirido su status divino por una muerte parecida a la humana, camino necesario para la divinización (14). Dios Padre ha tenido parientes, y esto se explica con la doctrina del retroceso infinito de los dioses que inicialmente fueron mortales (15). Dios Padre tiene una mujer, la Madre celeste, con la que comparte la responsabilidad de la creación.

Engendran dos hijos en el mundo espiritual. Su primogénito es Jesucristo, igual a todos los hombres, que adquirió su divinidad en una existencia pre-mortal. También el Espíritu Santo es hijo de padres celestes. El Hijo y el Espíritu Santo han sido engendrados después del principio de la creación del mundo por nosotros conocido (16). Cuatro dioses son directamente responsables del universo, tres de ellos ha establecido una alianza y forman así la divinidad.

Como fácilmente se ve, a la coincidencia de los nombres no corresponde de ningún modo un contenido doctrinal que pueda reconducirse a la doctrina cristiana sobre la Trinidad. Las palabras Padre, Hijo y Espíritu Santo tienen para los Mormones un sentido completamente diferente del cristiano. Las diferencias son tan grandes, que no se puede considerar tampoco que esta doctrina sea una herejía surgida por un falso entendimiento de la doctrina cristiana. La enseñanza de los Mormones tiene una matriz completamente diferente. No nos encontramos frente al caso de la validez del bautismo administrado por herejes, ya afirmada desde los primeros siglos cristianos, ni del bautismo administrado en comunidades eclesiales no católicas, contemplado en el canon 869.2.

III. La intención del ministro celebrante. Tal diversidad doctrinal, que concierne la misma noción de Dios, impide que el ministro de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los últimos días tenga la intención de hacer lo que hace la Iglesia católica cuando administra el bautismo, es decir, de hacer lo que Cristo ha querido hacer cuando ha instituido y mandado el sacramento del bautismo. Eso todavía se pone mucho más evidente si se piensa que en su concepción el bautismo no ha sido instituido por Cristo, sino por Dios, y empezó con Adán (17). Cristo ha mandado sencillamente la práctica de este ritual; pero no se trata de una novedad. Es claro que la intención de la Iglesia al administrar el bautismo es ciertamente ejecutar el mandato de Cristo (cf. Mt 28,19), pero al mismo tiempo administrar el sacramento que el propio Cristo ha instituido. Según el Nuevo Testamento hay una diferencia esencial entre el bautismo de Juan y el bautismo cristiano. El bautismo de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los últimos días, que tendría su origen no en Cristo sino al principio de la creación (18), no es el bautismo cristiano, que más bien niega su novedad. El ministro mormón, que debe ser necesariamente “sacerdote” (19), aunque formado severamente en la misma doctrina, no puede tener otra intención si no de hacer lo que hace la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los últimos días, que es muy diferente con respecto a lo que entiende la Iglesia católica cuando bautiza, es decir, la administración del sacramento del bautismo instituido por Cristo, que significa la participación en su muerte y resurrección (cf. Rom 6,3-11; Col 2,12-13).

Podemos notar otras dos diferencias, no tan fundamentales como la anterior, pero tienen su importancia:

A) Según la Iglesia católica, el bautismo borra no solamente los pecados personales sino también el pecado original, y por tanto también los niños son bautizados para la remisión de los pecados (cf. los textos esenciales del concilio de Trento, DS 1513-1515). Esta remisión del pecado original no es aceptada por la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los últimos días, que niega la existencia de tal pecado y por tanto bautiza solamente a las personas que tienen uso de razón, como mínimo a los ocho años, excluidos los minusválidos mentales. En efecto, la práctica de la Iglesia católica de otorgar el bautismo a los niños es una de las principales razones por la que los Mormones dicen que la Iglesia apostató en los primeros siglos y por lo que los sacramentos en ella celebrados son todos inválidos.

B) Si un fiel bautizado en la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los últimos días ha renegado de su propia fe o ha sido excomulgado y desea volver, tiene que ser rebautizado (20).
También referido a estos últimos elementos, está claro que no se puede considerar válido el bautismo de los Mormones; no siendo un bautismo cristiano, el ministro no puede tener la intención de hacer lo que hace la Iglesia católica.

IV. La disposición del sujeto. El bautizando, que tiene ya uso de razón, ha sido instruido con reglas muy severas según la doctrina y la fe de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los últimos días. Se debe retener, por tanto, que no se puede pensar que el bautismo recibido sea diferente de lo que se le ha enseñado. No parece posible que tenga una disposición equivalente a la que la Iglesia católica requiere para el bautismo de adultos.

Resumiendo podemos decir: el bautismo de la Iglesia católica y de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los últimos días difieren esencialmente, ya sea por la fe en el Padre, en el Hijo y en el Espíritu Santo, en el nombre por el que el bautismo es administrado, ya sea por la referencia a Cristo que lo ha instituido. Por todo esto se comprende que la Iglesia católica lo deba considerar inválido, lo que vale decir que no puede considerar verdadero bautismo, el rito así llamado por la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los últimos días.

Es igualmente necesario subrayar que la decisión de la Congregación para la Doctrina de la Fe es una respuesta a una cuestión particular relativa a la doctrina sobre el bautismo de los Mormones, y obviamente no indica un juicio sobre las personas que se adhieren a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los últimos días. Además, Católicos y Mormones a menudo se han encontrado para trabajar juntos sobre una serie de problemas del bien común de toda la humanidad. Se puede esperar que a través de ulteriores estudios, el diálogo y la buena voluntad, sea posible progresar en la comprensión recíproca y en el mutuo respeto.

NOTAS

1. Cf. DS 110-111.
2. Cf. DS 123.
3. Cf. San Agustín, De baptismo 1, 12,19.
4. Cf. San AgustínIn Joh. Ev. Trac. VI, 1,7. Cf. CCC 1127.
5. Cf. DS 1617.
6. Cf. CIC 869.2.
7. Cf. CIC 861.2.
8. CCC 1256. Evidentemente la necesidad del bautismo de la que se habla no se entiende en sentido absoluto. Cf. ib. nn. 1257-1261.
9. Cf. Doctrine and Covenants (DC) 20:74.
10. A los textos ya mencionados puede unirse también el concilio Lateranense IV (DS 802).
11. Cf. DC 20:73.
12. Joseph F. Smith, ed., Teachings of the Prophet Joseph Smith (TPJS), Salt Lake City: Desert Book, 1976, p. 372.
13. Encyclopedia of Mormonism (EM), New York: Macmillan, 1992, cf. vol. 2, p. 552.
14. Cf. TPJS, p. 345-346.
15. Cf. TPJS, p. 373.
16. Cf. EM, vol. 2, p. 961.
17. Cf. Book of Moses 6:64.
18. James E. TalmageArticles of Faith (AF), Salt Lake City: Desert Book, 1990, cf. p. 110-111.
19. Cf. DC 20:38-58.107:13.14.20.
20. Cf. AF, p. 129-131.

ARRIBA

 

3. La invalidez del bautismo mormón: comentario canónico.

FUENTE: Relaciones Interconfesionales

 

 

Continuamos con los comentarios a la Respuesta de la Congregación para la Doctrina de la Fe sobre la validez del bautismo de los mormones. Y después del comentario teológico escrito por el P. Luis F. Ladaria, publicamos ahora el comentario canónico del P. Urbano Navarrete. Hasta ahora no se encontraban en Internet en español, sino en papel en diversos boletines oficiales de Obispados, y en la revista Relaciones Interconfesionales (nº 62, septiembre-diciembre 2001), que es de donde los hemos copiado.

Además, para los que deseen profundizar en este interesante asunto desde los parámetros del Derecho Canónico, recomendamos un amplio artículo académico escrito por el P. Jorge de Salas, vicario judicial de la Diócesis de Estocolmo, titulado “La invalidez del bautismo y sus implicaciones canónicas en el matrimonio. Sobre la Respuesta de la CDF a una duda acerca del bautismo conferido por la ‘Iglesia de Jesucristo de los santos de los últimos días’, 5.VI.2001″ (PDF), y publicado en la revista Fidelium Iura.

Respuesta de la Congregación para la Doctrina de la Fe a una duda acerca de la validez del bautismo administrado por la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

URBANO NAVARRETE

1. Persistencia de la duda

La Congregación para la Doctrina de la Fe ha dado respuesta negativa a la duda de si el bautismo otorgado en la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los últimos días, conocidos como Mormones, pueda considerarse válido.

La respuesta supone afrontar una norma pastoral y administrativa de la Iglesia católica no clara y unitaria al respeto.

En un anterior artículo (L. Ladaria, La cuestión de la validez del bautismo administrado en la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los últimos días, L’Osservatore Romano, 16-17 de julio de 2001) ya se han expuesto las razones histórico-doctrinales que fundamentan dicha respuesta. Me limito a ilustrar los efectos pastorales, administrativos y judiciales que pueden derivarse en la Iglesia católica, especialmente en el campo matrimonial.

2. Efectos pastorales y jurídicos de la «Respuesta»

La Respuesta, prescindiendo de otras consideraciones, tiene un valor pastoral y canónico de gran alcance.

Ante todo se realza la decisión final de dar unidad a la norma pastoral, administrativa y judicial en la Iglesia respecto de los Mormones, especialmente en caso de pregunta sobre la admisión en la Iglesia católica o en caso de solicitud de matrimonio con un católico. Por los efectos canónicos que ello comporta, su aplicación reviste carácter estrictamente obligatorio para todos los que tienen responsabilidad administrativa o judicial en la Iglesia.

No se trata, en efecto, de una decisión solamente doctrinal, sino de una medida de gran relieve canónico, especialmente en el campo matrimonial. Hay que hacer notar que la decisión de la Congregación para la Doctrina de la Fe no establece una presunción, en el sentido técnico del término, como «conjetura probable sobre una cosa incierta» (canon 1584); pero afirma una verdad cierta que debe regir la actividad administrativa y judicial de toda la Iglesia en los casos en los que se ha de tener presente el bautismo de los Mormones en relación con la Iglesia. Basta que conste con certeza que un bautismo ha sido administrado en la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los últimos días, para creerlo inválido a todos los efectos, sin ulteriores investigaciones. Por tanto, de ahora en adelante, en la problemática relativa al bautismo de los Mormones, la duda sobre el bautismo puede versar solamente sobre el hecho de haber sido administrado en la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los últimos días, pero no sobre la invalidez del mismo, si consta que ha sido administrado en ella.

3. Catecumenado y sacramentos de la iniciación

La Respuesta supone que los Mormones a todos los efectos de la práctica pastoral, administrativa y judicial de la Iglesia no deben ser considerados miembros de una “comunidad eclesial no en plena comunión con la Iglesia católica”, sino sencillamente como no bautizados. Luego si un mormón quiere hacerse católico no pueden serle aplicadas las normas sobre la admisión en la Iglesia de los cristianos no católicos, sino sencillamente las normas para los no bautizados en absoluto que piden el bautismo en la Iglesia y se preparan para recibirlo, es decir, las normas de los catecúmenos(cf cánones 606, 788, 1183.1).

Es de notar que en este caso la catequesis tiene que ser mucho más intensa y esmerada, en cuanto se trata en primer lugar de corregir y desarraigar los errores, muy graves, que subyacen en los mismos términos que la Iglesia emplea. Si la Conferencia Episcopal, según el canon 788.3, ha emanado estatutos para ordenar el catecumenado, será necesario adaptarlos pastoralmente a los catecúmenos procedentes de los mormones, en cuanto es completamente necesario para ellos una catequesis muy específica que tenga en cuenta los errores doctrinales en que el catecúmeno ha podido incurrir. Obviamente el catecumenado bien hecho prepara a la recepción de los sacramentos, especialmente a los sacramentos de la iniciación (cánones 851.1°; 866).

Propiamente porque según la Respuesta los Mormones son considerados no bautizados, no gozan del favor que el derecho concede a los miembros a una comunidad eclesial no católica de poder asistir al bautismo, junto con un padrino católico, en calidad de testigo del bautismo (canon 874,2). Por el mismo motivo no se puede aplicar a los Mormones los cánones que regulan la communicatio in sacris acerca de los sacramentos de la penitencia, de la eucaristía y de la unción de los enfermos a los cristianos no católicos (cánones 844-845), puesto que los Mormones son considerados como no bautizados.

4. Matrimonio

a) Cuestión previa

En el ámbito del matrimonio, la decisión de la Congregación para la Doctrina de la Fe tiene una gran importancia, tanto en el campo administrativo como en el judicial. Tal motivo suscita una cuestión previa: ¿esta decisión también se aplica a los matrimonios celebrados antes de su publicación o solamente los matrimonios celebrados después? Ciertamente la Respuesta no es una ley ni una interpretación auténtica de una ley positiva dudosa, que afectaría solamente al futuro (cánones 9 y 16). Se trata de una decisión que presupone una duda relativa a la doctrina sobre el valor del bautismo de los Mormones. Ahora bien, el bautismo era el mismo tanto antes como después de la Respuesta. Los estudios al respeto han llevado a la certeza moral que tal bautismo es no válido, aunque la materia remota y próxima y las palabras de la forma tomaron materialmente los de la Iglesia Por tanto, la Respuesta se aplica a los matrimonios celebrados por los Mormones sea antes o después de su publicación.

b) Admisión al matrimonio

Supuesto lo anterior, la primera consecuencia que debe ser subrayada es que el matrimonio de los Mormones contraído entre ellos o con otra persona válidamente bautizada no es matrimonio sacramental (canon 1055), y por lo tanto las propiedades esenciales del matrimonio, la unidad y la indisolubilidad, no consiguen la “peculiar estabilidad por razón del sacramento” que es propio del matrimonio cristiano (canon 1056). En otras palabras, el matrimonio contraído entre pertenecientes a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los últimos días o con una parte bautizada no es matrimonio rato ni tampoco rato y consumado, aunque «si los cónyuges han realizado de modo humano el acto conyugal apto de por sí para engendrar la prole, al que el matrimonio se ordena por su misma naturaleza» (cf. canon 1061).

Para celebrar el matrimonio de un católico con un mormón, el párroco deberá estar particularmente atento para no aplicar las normas de los matrimonios mixtos, relativas al matrimonio «entre dos personas bautizadas, una de las cuales haya sido bautizada en la Iglesia católica o recibida en ella después del bautismo y no se haya apartado de ella mediante un acto formal, y otra adscrita a una Iglesia o comunidad eclesial que no se halle en comunión plena con la Iglesia católica» (canon 1124). El matrimonio en este canon está ciertamente prohibido sin la licencia del Ordinario del lugar, quien, cumplidas las condiciones prescritas, puede concederla si hay causa justa y razonable; pero el matrimonio sería válido aunque se haya celebrado sin tal licencia ya que la prohibición no constituye una ley invalidante (cf. cánones 1125-1126).

Deben, en cambio, ser aplicadas las normas relativas a los matrimonios a los que se opone el impedimento de disparidad de culto, según el canon 1086: «es inválido el matrimonio entre dos personas, una de las cuales fue bautizada en la Iglesia católica o recibida en su seno y no se ha apartado de ella por acto formal, y otra no bautizada» (§ 1). Los mormones son considerados no bautizados, por lo que el matrimonio de uno de ellos con un católico sin la dispensa del impedimento, concedida por la autoridad competente –el Ordinario del lugar– es inválido, no ilícito. El Ordinario del lugar no debe conceder la dispensa si no consta el cumplimiento de las condiciones de que tratan los cánones 1125-1126; sin embargo la omisión de este requisito previo no hace nula la concesión de la licencia (§ 2). Además, hay que hacer notar en razón de la Respuesta que no es de aplicación a los Mormones el caso previsto en el § 3: «Si al contraer el matrimonio una parte era comúnmente tenida por bautizada o su bautismo era dudoso, se ha de presumir, conforme al canon 1060, la validez del matrimonio, hasta que se pruebe con certeza que uno de los contrayentes estaba bautizado y el otro no». Hoy no hay duda sobre la no validez del bautismo de los Mormones, por lo que el caso previsto en esta norma de por si no se pone cuando se trata de un matrimonio entre un católico y un mormón.

c) Forma de celebración

Supuesta la dispensa del impedimento de disparidad de culto, es particularmente delicada la celebración de tal matrimonio por cuanto afecta a la forma canónica y litúrgica.

Por una parte no hay duda que la forma canónica es obligatoria para la validez del matrimonio entre un católico y un mormón (canon 1117); sin embargo, el Ordinario del lugar puede dispensar, observando las condiciones prescritas en el canon 1127.2. Deberá tener bien presente que, aunque socialmente quizás los Mormones puedan ser considerados cristianos, en el foro eclesiástico son considerados no bautizados y por lo tanto en la dispensa de la forma canónica se deberán aplicar los criterios que la Conferencia Episcopal haya establecido para la dispensa de la forma en los matrimonios entre un católico y un no bautizado (cánones 1128 y 1127.2).

En cuanto a la forma litúrgica, hay que tener presentes las diferencias que ya el canon 1118 o los libros litúrgicos establecen entre el matrimonio de un católico con un bautizado no católico, y el matrimonio de un católico con un no bautizado. Según el canon 1118 el matrimonio entre católicos o entre una parte católica y otra parte bautizada no católica se debe celebrar en la iglesia parroquial; con licencia del Ordinario del lugar o del párroco puede celebrarse en otra iglesia u oratorio (§ 1); sin embargo, el Ordinario del lugar puede permitir la celebración del matrimonio en otro lugar conveniente (§ 2); en cambio, la celebración en una iglesia no es obligatoria, sino permitida, si se trata de un matrimonio entre una parte católica y otra no bautizada (§ 3). Luego, el matrimonio de un católico con un mormón, prescindiendo de la norma que antes se haya seguido, después de la Respuesta de la Congregación para la Doctrina de la Fe, debe ser aplicada la norma del § 3 del canon 1118.

d) Privilegio paulino

Es doctrina católica que «el matrimonio rato y consumado no puede ser disuelto por ningún poder humano, ni por ninguna causa fuera de la muerte» (canon 1141), mientras los matrimonios no ratos aunque consumados, en determinados supuestos, pueden ser disueltos por la potestad concedida por Cristo a la Iglesia. La Respuesta de la Congregación para la Doctrina de la Fe tiene una relevancia particular en este punto. Dado que el bautismo de los Mormones es considerado no válido a todos los efectos administrativos y judiciales, por cuanto atañe a su eventual comprensión, su matrimonio es tratado como todos los matrimonios que no son ratos aunque consumados. En primer lugar puede tener aplicación el privilegio paulino, si se cumplen las condiciones requeridas.

La primera condición para que pueda ser aplicado el privilegio paulino es que el matrimonio haya sido celebrado entre dos no bautizados. En el caso de los Mormones las posibilidades son dos: que el matrimonio haya sido celebrado entre dos mormones o entre un mormón y otro no bautizado. Para simplificar, tomamos solamente en consideración la boda entre dos Mormones.

La segunda condición es el bautismo de uno de los cónyuges. Repetimos que en el caso presente no se trata, a pesar de las apariencias, de la admisión en la plena comunión de la Iglesia de un cristiano miembro de una comunidad eclesial que no está en plena comunión con la misma, sino de la conversión y bautismo de un no bautizado, con la particular dificultad que hemos subrayado al hablar del catecumenado, que en este caso viene agravada por el hecho de que se trata de una persona casada con un cónyuge que está en los errores de los Mormones, de los que el cónyuge bautizado ha debido librarse para aceptar la verdad de la fe cristiana.

Superado el catecumenado y recibido el bautismo, puede ser aplicado el privilegio paulino si solicita el así llamado discessus (o separarse) del cónyuge que queda mormón. Tal discessusse averigua si «no quiere cohabitar con la parte bautizada o cohabitar pacíficamente sin ofensa del Creador, a no ser que ésta, después de recibir el bautismo, le hubiera dado un motivo justo para separarse» (canon 1143.2). También sobre este punto, el caso de un cónyuge mormón que se bautiza de por sí parece que debe comportar peculiares dificultades para el cónyuge bautizado, especialmente si es ferviente creyente y practicante de la doctrina de los Mormones, quiere cohabitar pacíficamente con la parte bautizada sin ofensa del Creador. Un simple pagano, en efecto, generalmente tiene ignorancia más que errores arraigados en materias religiosas, especialmente relativas al cristianismo; en cambio, un mormón tiene un conjunto de errores, generalmente muy arraigados, expresados más con términos tomados de la Revelación y de la teología cristiana. Una pastoral esmerada deberá acompañar de modo muy peculiar a la parte bautizada, iluminándola sobre la posibilidad de solución que le ofrece el privilegio paulino, si realmente la vida con el cónyuge no bautizado se pone muy difícil por el ejercicio de la vida cristiana.

Para que el cónyuge bautizado pueda contraer válidamente nuevo matrimonio, se debe siempre interpelar a la parte no bautizada si quiere recibir el bautismo; o si al menos quiere cohabitar con la parte bautizada pacíficamente, sin ofensa al Creador (canon 1144.1). En el caso de los Mormones, por cuanto concierne a la pregunta de si quiere recibir el bautismo, será pastoralmente necesaria una explicación profunda, y también una verdadera catequesis, sobre el sentido del nuevo bautismo, esencialmente diferente del recibido en su Iglesia de Jesucristo de los Santos de los últimos días. En la práctica no parece fácil que se puedan dar casos en los que, por un lado, la parte bautizada tenga fundamento suficiente para intentar un eventual futuro matrimonio cristiano y, por otro lado, que el cónyuge no bautizado también se decida a recibir el bautismo de cara a esta eventualidad. Por lo común el no bautizado responderá negativamente. También la pregunta de si quiere cohabitar pacíficamente con la parte bautizada, sin ofensa al Creador, por lo general responderá negativamente. Todavía más diverso el caso, también entre los Mormones, que de cara a la posibilidad de que goza el cónyuge bautizado de contraer segundo matrimonio, el cónyuge no bautizado acepta las condiciones de cohabitar pacíficamente, respetando las exigencias religiosas del otro. En esta hipótesis, probablemente poco frecuente, se requiere una atención pastoral muy atenta hacia la parte bautizada para sostenerla en su convivencia conyugal que sin duda no será fácil, a causa de la diversidad de la fe y de los sentimientos religiosos.

Obviamente tal interpelación puede ser omitida cuando conste al menos «por un procedimiento sumario y extrajudicial, que no pudo hacerse o que hubiera sido inútil» (canon 1144.2). Si la parte no bautizada contesta negativamente a la interpelación o ésta ha sido omitida legítimamente, «la parte bautizada tiene derecho a contraer nuevo matrimonio con otra parte católica» (canon 1146) y el primer matrimonio será disuelto en el mismo momento de la celebración del segundo (canon 1143.1).

El Ordinario del lugar, observado la normativa de los matrimonios mixtos, puede conceder que la parte bautizada pueda contraer matrimonio, aplicando el privilegio paulino, con una parte no católica, bautizada o no bautizada (canon 1147). En el caso de los Mormones, difícilmente será aconsejable conceder la dispensa del impedimento de disparidad de culto porque la parte bautizada pueda contraer un segundo matrimonio con otro mormón. La convivencia conyugal con uno que profesa los mismos errores de los que el neófito con mucha dificultad ha logrado librarse comportaría peligros no indiferentes para su fe y para la práctica de su vida cristiana.

Actualmente los Mormones no admiten la poligamia. Para que el privilegio de que goza el no bautizado que tenga al mismo tiempo más mujeres no bautizadas, según el cual, si recibe el bautismo en la Iglesia católica, puede retener una cualquiera, apartando a las otras (canon 1148), no puede tener aplicación a los Mormones. En cambio, puede serles aplicable el otro privilegio previsto en el derecho (canon 1149), según el cual en caso de dos cónyuges no bautizados, si uno de ellos, recibido el bautismo en la Iglesia católica, no puede establecer la cohabitación con el otro cónyuge a causa de la cautividad o de la persecución, puede contraer otro matrimonio, aunque la otra parte hubiera recibido entre tanto el bautismo, quedando firme que después del bautismo de los dos no se haya dado la consumación de su matrimonio.

e) Disolución del matrimonio “en favor de la fe”

Hay matrimonios celebrados entre dos no bautizados que, aunque uno de ellos se bautiza, no cumplen las condiciones del privilegio paulino. Además hay matrimonios celebrados entre un bautizado y un no bautizado a los que no se puede aplicar el privilegio paulino, ya que tiene como punto de partida un matrimonio celebrado entre dos no bautizados. Tales matrimonios, en determinados supuestos, pueden ser disueltos por la potestad suprema del Romano Pontífice. En el caso de los Mormones, aplicando la Respuesta de la Congregación para la Doctrina de la Fe, hay que verificar si se trata del matrimonio entre dos Mormones o de un matrimonio entre un mormón y un bautizado ya sea o no católico. Dado que es cierto que el bautismo de los Mormones no es válido, si hay certeza de que el matrimonio entre dos Mormones y el matrimonio de un mormón con un bautizado no es rato y es susceptible de ser disuelto como los otros matrimonios entre dos no bautizados o bien entre un bautizado y un no bautizado, hay que verificar las condiciones requeridas.

Después de la Respuesta no puede haber duda que, por los casos que puedan presentarse, a los matrimonios de los Mormones se deben aplicar las Normas de la Congregación para la Doctrina de la Fe relativas a la disolución del matrimonio “en favor de la fe”. Por economía procesal será oportuno que en las Curias diocesanas los casos de los Mormones han de ser instruidos con particular diligencia, especialmente en lo que concierne a la prueba del bautismo recibido en la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los últimos días, punto clave para tener la certeza que la persona en cuestión no ha sido bautizada válidamente. Los otros elementos de prueba son aquellos requeridos en las Normas para todos los casos.

f) Causas de nulidad

La Respuesta podría dar lugar a algunas causas de nulidad de matrimonios celebrados entre Mormones y católicos, ya sea de matrimonios celebrados después de la publicación de la misma. La causa principal de tales nulidades sin duda viene constituida por la no difícil confusión entre las dos clases de matrimonios mixtos: entre un católico y un inscrito en una comunidad eclesial no en plena comunión con la Iglesia católica (canon 1124) y entre un católico y uno bautizado (canon 1086). Como hemos señalado antes, el matrimonio entre católicos y otros bautizados no católicos está prohibido sin licencia del Ordinario del lugar, pero es válido aunque se celebre sin tal licencia, mientras el matrimonio entre un católico y un no bautizado no sólo está prohibido, sino que la prohibición comporta un impedimento que, si no interviene la dispensa, hace nulo el matrimonio. Por tanto, si un matrimonio entre un católico y un mormón hubiera sido contraído en el pasado o lo fuera en el futuro como matrimonio entre católico y bautizado, y por lo tanto sin la despensa del impedimento de disparidad de culto, tal matrimonio deberá ser sanado en raíz, si se verifican las condiciones requeridas, o de otro modo será susceptible de una causa de nulidad. Dejando otros capítulos de nulidad, no parece que sean causas específicas en los matrimonios entre católicos y Mormones que pudieran ser fundamento de una nulidad particular.

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4. La Iglesia católica impide el acceso de los mormones a sus archivos para la recopilación genealógica.

FUENTE: ACI

 

 

La «búsqueda familiar», como llaman los mormones a la ingente tarea de disponer de los árboles genealógicos de cada uno de sus miembros, les ha llevado a copiar millones de nombres en todos los países del mundo para incorporarlos a la biblioteca de Utah (en la foto, bajo la montaña). En España el trabajo se inició en 1975 y los registros acumulados desde entonces se cuentan por millones. Desde entonces han recorrido miles de archivos. En 2005 la Iglesia católica negó el acceso a los valiosos archivos parroquiales, lo que ha obstaculizado ese proceso.

Desde la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES) se informa una vez más de que mediante una carta dirigida a todos los episcopados del mundo, la Congregación para el Clero, organismo del Vaticano para las cuestiones relativas a los sacerdotes, ha reiterado el deseo de la Santa Sede de que las parroquias católicas se abstengan de poner sus registros parroquiales a disposición de los mormones, que suelen solicitarlos a través de la Sociedad Genealógica de Utah.

La carta, firmada por el entonces Prefecto de la Congregación, el cardenal Claudio Hummes, señala que “la Congregación para la Doctrina de la fe, con carta del 29 de enero del año en curso, ha indicado una cuestión –señalada por algunos obispos– referente a la posibilidad de permitir a la Sociedad Genealógica de Utah (mormones) de microfilmar y digitalizar las informaciones contenidas en los registros parroquiales”.

“En pleno acuerdo con las graves reservas expresadas por dicha Congregación –sigue la carta–, este Dicasterio desea llamar la atención de su Conferencia Episcopal, con el fin de que se dé el aviso a cada uno de los Ordinarios Diocesanos de no consentir, en su respectivo territorio, la susodicha práctica por ser lesiva a la privacidad de las personas y, además, si así fuera se cooperaría con las prácticas erróneas de la Church of Jesus Christ of Later-day Saints (iglesia de Jesucristo de los santos de los últimos días; denominación oficial de los mormones)”.

La “práctica errónea” a la que hace referencia la carta del Cardenal Hummes es la creencia mormona de que los antepasados pueden ser salvados mediante un “bautismo póstumo”. A través los registros parroquiales, entre otros, la Sociedad Genealógica de Utah –el estado norteamericano donde se encuentra la sede mundial de los mormones–reconstruye las líneas de antepasados que pueden ser “salvados” mediante el “bautismo proxy” o “virtual”.

Según una fuente de la Congregación consultada por ACI Prensa, la carta del Cardenal Hummes, “reitera lo que la misma Congregación (para el Clero) comunicó el 29 de abril de 2005 cuando era Prefecto el Cardenal Darío Castrillón Hoyos, mediante la carta de protocolo N. 20050757”.

La directiva vaticana expresa la preocupación por la posibilidad de que los mormones usen los archivos parroquiales como base para realizar los “bautismos de muertos” típicos de esa secta religiosa. Los mormones podrían investigar en los libros de bautismos de las parroquias católicas para encontrar a sus antepasados católicos y así poder bautizarse en su nombre. La Iglesia católica rechaza la práctica mormona por dos razones de tipo doctrinal: el bautismo imprime carácter, se hace en vida del fiel y no puede ser repetido; y el bautismo de los mormones es inválido pues no se hace en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

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5. Testimonio de ex-mormona: “descubrí que los mormones no tienen argumentos ni respuestas”.

FUENTE: Religión en Libertad

 

 

Yasmin Oré Ramírez, hoy con 28 años de edad, nació y creció en Lima, Perú, en una familia de tradición católica… hasta que una amiga le invitó a los mormones. Entró en el mormonismo buscando gente acogedora, virtuosa y protectora, pero cuando ella intentó extender esa fe descubrió que ni se sostenía en la Biblia ni respondía al anhelo de su corazón.

Recogemos su testimonio en primera persona, tal como lo cuenta a Religión en Libertad y como lo ha transcrito el periodista Pablo J. Ginés, porque explica cuál es el proceso por el que se entra en este grupo, cómo captan nuevos miembros, cómo los entrenan y los envían a calles y casas.

»Mi familia era católica, aunque mis padres no estaban entonces casados por la iglesia, por unos problema de partidas de bautismo quemadas o perdidas. Dejaron el tema y se casaron por lo civil. Me dieron una educación católica: hice la secundaria en el colegio Presentación de María, de religiosas, recibí los sacramentos, la comunión y la confirmación. A los 19 años estudiaba derecho, iba a misa e incluso cantaba en el coro, pero mi formación y mi fe era muy superficial.

»Yo había oído hablar de sectas demoníacas y satanistas, y mi papá me prevenía contra los Testigos de Jehová que tocaban a menudo a la puerta. Pero nadie me había hablado de los mormones

La amiga y la acogida

»Yo tenía una amiga en mi colegio de monjas que era mormona. Me dijo: “acompáñame un domingo a ver mi iglesia”. Así que un domingo me salté la misa para ir con ella a ver su iglesia. Y me gustó. La gente era muy acogedora: todos lo eran, las señoras, las chicas de mi edad, los chicos.

»Tenían reuniones para jóvenes en las que hablaban sobre las virtudes. A otros jóvenes quizá les parecería aburrido, pero yo era una chica con pocas amistades. No me gustaba salir de fiesta, las fiestas no me llenaban. En cambio, esta gente, que parecía tan pura, virtuosa e inocente, sí que me llenaba.

»Hoy que soy católica y adulta sé que tenemos que enfrentar el mal que hay en el mundo y en nuestras vidas, pero entonces, con 19 años, yo no quería enfrentarme a la realidad, no quería embarrarme. Yo quería protección, un entorno seguro, un grupo acogedor y virtuoso que me protegiese. Los mormones me ofrecían eso.

Dos chicos jóvenes hablando de Dios

»Ellos me enviaron dos jóvenes misioneros a visitarme a mi casa y darme charlas dos días por semana. Eran dos chicos de mi edad, de 19 años, uno peruano y otro de EE.UU. Yo les decía a mis padres que eran cristianos y amigos de mi amiga y que venían a hablar de Cristo y de Dios. Ellos, demasiado confiados, nos dejaban solos en el salón.

»Yo estaba impresionada de que dos chicos de 19 años, de mi edad, me hablasen de Dios con pasión. Más aún, estaban dedicando 2 años de su vida joven sólo a eso, a hablar de Dios. Me sorprendía y admiraba: no conocía a nadie en la Iglesia católica que hiciese eso.

Mr. Smith y el “verdadero” cristianismo

»En las primeras charlas, te hablan del Libro de Mormón. Te dicen que la enseñanza plena cristiana se había perdido desde la muerte del apóstol Juan, y que no se ha recuperado hasta que un ángel revela al profeta Joseph Smith, hacia 1830, dónde está el Libro de Mormón con todas las enseñanzas perdidas.

»Usan siempre las mismas citas de la Biblia para apoyar al Libro de Mormón. Los mormones enseñan, según su libro, que Jesús, al resucitar, se apareció y enseñó a los pobladores de América. Eso lo apoyan en la Biblia cuando Jesús dice: “tengo otras ovejas que no son de este redil”. Para justificar que además de la Biblia esté el Libro de Mormón citan Ezequiel 37, 15-17, que habla de “un palo de Judá” y “un palo de José, o Israel”, que Dios ha de unir. Ellos dicen que esos dos palos son dos libros: la Biblia y las escrituras de Mormón. Y sobre el profeta Smith citan Amós 3,7: “el Señor no hará nada sin revelar sus secretos a sus siervos los profetas”.

Hacer preguntas es bueno

»Yo en esa época escribía un diario, que aún conservo. Y apunté una idea que se me pasó por la cabeza: “si ese Libro de Mormón es otro testamento, ¿por qué no hay pruebas arqueológicas, por qué no hay papiros de él o pergaminos de él, como con la Biblia?”. Ellos enseñan que el ángel se llevó el libro de láminas de oro que José Smith había leído y traducido al inglés. Pero ¿por qué Dios hizo algo tan distinto a lo que hizo con la Biblia? Me daba vergüenza preguntarles eso porque ¡ellos eran tan amables!

»A la pregunta de por qué no tenemos los textos que el ángel reveló a José Smith, ellos responden citando a San Pablo: “la fe es certeza de lo que no vemos”, y también citando su propio libro: “hay muchas cosas de Dios que no las vas a ver”.

»En realidad, como comprobé después siendo misionera mormona, a los jóvenes misioneros mormones no les enseñan muchas respuestas a las objeciones. Muy pronto responden a todo con esta frase: “Te invitamos a que ores a Dios esta noche y que Él te hable y verás que es verdad lo que enseñamos”.

»Y oré esa noche. Y no sentí nada, Dios no me dijo nada. Y lo escribí así en mi diario, sinceramente. Pero a ellos, sugestionada o por lo que sea, les dije: “sí, siento que es verdad”. Yo quería pertenecer a ellos. Sólo me pedían ser buena, y yo quería ser buena, y pensaba que la Iglesia verdadera sería simplemente la obediente a las cosas buenas, virtuosas, y parecían ser ellos.

»Era 2005, se acababa de morir Juan Pablo II, salía Benedicto XVI como nuevo Papa, y algunos me decían que si era feo, que vaya aspecto, que cómo iba a seguir yo en la Iglesia Católica.

Rebautizada mormona

»En fin, en esa fase, después de 4 o 5 charlas, te invitan a bautizarte como mormón. Para eso, te hacen antes una entrevista previa. Has de decir que crees en el Libro de Mormón y que aceptas al profeta Joseph Smith. También te preguntan si has matado a alguien, si has abortado, si has tenido relaciones sexuales. Creo que ellos no quieren aceptar a cualquiera, a gente que ha tenido una vida muy poco virtuosa, excepto si son parientes de alguien. Pueden rechazarte. Me parece que a las personas con inclinaciones homosexuales las rechazan a todas o casi todas, por ejemplo.

»A mí me aceptaron y organizamos mi bautismo mormón. Mi papá no vino: les dijo que éramos católicos “de la Virgen y del Señor de los Milagros”. De mi familia solo vino mi mama ¡y mi madrina del bautismo católico! Hoy digo: ¿qué barbaridad, no? Mi madre lloraba: “hija, pero si yo te di los sacramentos en la Iglesia católica”. Y yo le respondía: “¿prefieres que me vaya de discoteca cada sábado, por ahí?”. Con eso la presionaba. Ellos me veían feliz, y veían que los jóvenes mormones parecían gente buena. Era una falsa elección: o ellos, o el mundo de la noche y las discotecas.

»En el bautismo mormón entras en una piscinita de cuerpo completo, con una túnica blanca. Tú escoges qué hombre te bautiza: yo escogí a los dos misioneros que conocía. Te echan para atrás, como hacen los baptistas y otros protestantes, y te sumergen y dicen: “en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”, pero, atención, porque ellos no piensan que es un único Dios; para ellos son tres dioses distintos. A Joseph Smith se le aparecieron el Padre y el Hijo en un bosque, hay un dibujo típico que lo ilustra, como dos cuerpos distintos. Cada vez que en el Antiguo Testamento se dice que Moisés vio la cara de Yahvé, o que Dios señaló con su dedo, o dio la espalda al pueblo, etc., ellos interpretan que Dios Padre tiene cuerpo, con dedos, cara, espalda, etc.

»En cuanto empiezas a ir a los mormones te animan a pasar con ellos mucho tiempo. Te hacen estar cómodo, es como tener otra familia. Ellos no creen que Dios habita en ti y te transforma y hace santo. No, ellos creen que por sus propias fuerzas serán perfectos, que ya lo están siendo, porque cada uno va a ser un dios. Y claro, esa perfección es imposible, pero esa es la fachada que intentan dar.

»Son muy exigentes en el control de la sexualidad: cualquier encíclica católica sobre el tema es mucho más humana, más comprensiva. Ellos son más tajantes, te controlan demasiado, como un robot. A las chicas las animan a estudiar, sí, pero lo ideal que plantean es que enseguida se casen y que tengan muchos hijos.

Muchos manuales para estudiar

»Una vez bautizado, te dan muchos manuales para estudiar, algo que haces cada domingo en su escuela dominical. Mi experiencia, y lo vi con otra gente poco dada a los estudios, es que los primeros meses al menos hay mucho interés y se leen los libros. Ellos ofrecían también un servicio para ayudar a encontrar y ayuda a la gente.

»Enseguida te dan un “llamamiento”, que es un cargo, en mi caso era una función con jóvenes. Un año después me hicieron misionera de barrio: a tus ratos libres acompañas a los misioneros en sus visitas a las personas interesadas, que en su vocabulario se llaman “investigadores”. Los acompañantes sirven para hacerse amigos de los “investigadores” (es decir, las personas no mormonas), invitarles, tender lazos, etc

»También aprendí a rezar al estilo mormón, siguiendo un tríptico que lo explicaba. Hay que hacer una breve oración al levantarte, otra al acostarte y otra en cada comida. La estructura es siempre igual: “Padre Celestial, te damos gracias por tal cosa, te pedimos tal otra, en el nombre de Jesucristo”. En las comidas, das gracias por la comida. Se dice siempre “Padre Celestial”, no “Padre nuestro”.

El culto mormón

»El domingo hay una reunión de unas tres horas. La llaman “reunión sacramental”. Se juntan todos los miembros de una zona. No hay un oficiante sino un par de conferenciantes o discursante, los que les toque ese día. Uno habla del ayuno, otro del diezmo (un tema muy insistente). Otro día pueden hablar del bautismo de los muertos o del “sellamiento”, como llaman al matrimonio. Al final, siempre alguien “da testimonio”, pero eso no consiste en contar su experiencia sino simplemente en exponer, de una forma muy repetitiva, que dé seguridad, semana tras semana, que crees en Joseph Smith, en el Libro de Mormón y en su iglesia.

»Después me tocó ser misionera en el extranjero. Es algo que todos han de hacer: 2 años los hombres; uno y medio, las mujeres. Se realiza poco antes de acabar tus estudios. Te mirarían muy mal si no lo haces. Normalmente uno se casa después, a las chicas les animan a casarse con jóvenes que ya han misionado, porque son más maduros en la fe.

»Los misioneros mormones son, sobre todo, esos chicos y chicas jóvenes. También hay adultos ya jubilados que van como misioneros unos años al extranjero. Y hay además matrimonios mayores, a veces pre-jubilados, que pueden ser presidentes de misión. No hay misioneros “de por vida”. Tampoco hay “pastores”. Lo más parecido es el “obispo”, pero no se mantiene con los diezmos, sino con un oficio. Los diezmos son para mantener las “capillas” (centros locales) y el resto va todo a la central a Estados Unidos. Por eso no hay escándalos de pastores con vehículos o gustos lujosos.

Pagar las misiones a tu hija

»En 2006, yo llevaba ya un año y medio de miembro, y mi novio era un mormón peruano que ya había sido misionero. Quedamos en que yo haría la misión y quizá luego nos casaríamos. El me animó a ir a la misión. Es caro: parte lo pagas tú, otra parte tus padres y otra la iglesia. Yo tenía ahorrados como 500 euros, mucho para Perú, que gasté en esto. Mis padres debían comprometerse a 100 euros mensuales. Mi madre lloraba: les quitaban a la hija y además había que pagar por ello. Y había que comprar mucha ropa y materiales, gastos que impacientaban a mi mamá. “Es una vez en la vida”, le decía yo.

»Primero me mandaron a Colombia casi un mes a formarme. Era como un internado donde estábamos muchos muchachos y muchachas de Perú, Colombia, Venezuela… Nos enseñaban cómo convencer a la gente, con unos vídeos, cómo hablar, qué hacer si te sale mal. Era muy pesado, pero yo estaba contenta. Te enseñaban las escrituras que hemos comentado y cómo responder las preguntas de los “investigadores” (la gente no mormona).

»Los mormones no quieren que les refutes mucho; el mormón da sus citas, y si le hacen preguntas dicen lo de “récelo y verá que es verdad”. Ellos dicen que no tienen que perder tiempo refutando doctrinas. Apenas intentan tapar dudas con la Biblia o el Libro de Mormón. Nos enseñaban a hablar sólo de Joseph Smith, de la nueva revelación completa, del Libro de Mormón.

»Nos explicaban que la enseñanza cristiana se pervirtió con Constantino en el siglo IV, que se corrompió el cristianismo. Luego aprendí que esto lo tomaron de otros protestantes. Allí nos enseñaron que Calvino y Lutero apenas “prepararon” el camino para la recuperación del cristianismo, que llega con Joseph Smith.

La compañera inflexible

»Llegué de misionera a Guayaquil, Ecuador, en marzo de 2007. Me pusieron una compañera chilena, de mi edad, muy reglista y exigente, que no admitía ningún decaimiento ni cansancio. Era hija de mormones, con nueve hermanos, crecida en familia mormona, no como yo. Los misioneros van en parejas, a todas horas excepto al baño. Espanta peligros, pero también “tentaciones”.

»Cada día a las 6,30 de la mañana nos levantábamos a estudiar lo que hablaríamos en la calle. A las 9,30 salíamos, tratábamos a la gente, de pie, caminando, con el calor de Guayaquil. Un descanso para almorzar, y seguir hasta la noche. De noche nos arrodillábamos y rezábamos pidiendo más “investigadores”. Si nos peleábamos entre nosotras, ese era un momento para pedirnos perdón. Aunque los lunes era día de descanso y otros misioneros hacían turismo, ella me ponía a estudiar. Y así, siendo misionera en Guayaquil, se quebró mi confianza en la fe mormona.

La anciana católica resistente

»La primera “caída” fue por una señora de unos 75 años, que era muy católica, aunque uno de sus hijos era evangélico y el otro era obispo mormón. Este obispo nos insistía y mi compañera se había encaprichado con conquistarla, y le llevaba postres y la visitábamos mucho.

»Cuando un católico se pone muy firme, nos habían enseñado en que hay que insistir en que la Iglesia católica ya no era de Cristo, que no lo era desde Constantino, que todo era malo desde entonces: las imágenes, la Virgen, el bautismo de niños, etc.

»Y mi compañera insistía tanto que yo recordé mi propio pasado católico y me emocioné. Y se lo dije a ella, a la compañera chilena, llorando: “si convenzo a esta señora siento que estoy traicionando algo mío”, dije. Mi compañera quedó de piedra. “Es normal, hace poco que eres miembro, eres de familia católica, yo hablaré con la señora”, respondió ella. No sirvió de nada: la señora llegó a la entrevista bautismal por insistencia de su hijo y sin convencimiento, pero como dijo que no pensaba ni dejar de fumar (algo importante), la rechazaron. Y la dejamos.

Evangélicos y testigos, ¡mucha Biblia!

»El caso es que descubrí que casi no teníamos argumentos ni respuestas. Los testigos de Jehová nos ponían cabeza abajo, no aceptaban ni a Joseph Smith ni su libro y no estábamos preparadas para refutarles nada. Y también los evangélicos nos refutaban y yo pensaba: ¿somos misioneras, entrenadas, pero no sabemos responder cosas supuestamente básicas de la Biblia? Y empecé a dudar. Esa era mi segunda “caída”, ver que no teníamos respuestas. Y lloré otra vez: “estoy dudando de la fe”.

»La misión, que debía reforzar mi fe mormona, la estaba destruyendo. Y me preguntaba: “¿estaré haciendo bien al querer cambiarles su fe?, ¿tengo derecho a cambiar su vida? ¡Si hasta yo dudo!”.

»Yo ya me había empezado a fijar en cosas: que los mormones casi no usan la Biblia, que habían tenido poligamia en un pasado reciente, que había doctrinas ocultas. Y yo me di cuenta que me gustaban y me emocionaban las campanas en las iglesias católicas, y ver la gente que salía en procesión, devota del Divino Niño. Y la Virgen. Me preguntaba: “¡cómo voy a decir que esto es malo y pagano!”.

»Y en un encuentro con el obispo mormón le dije: “siento que miento cuando hablo”, y dije que quería dejar la misión. Pedí a mi compañera: “Dile al presidente de la misión que me vuelvo a mi país, que me siento un robot”.

Defendiendo al Papa

»El presidente de la misión intentó disuadirme para que no marchase. Pero yo no le dije simplemente “añoro a mi familia” o “estoy cansada”. Yo defendí a la Iglesia católica. Le dije que ya no quería hablar mal de la Iglesia católica, que yo pensaba bien del Papa, y que en la Iglesia católica hay santos y gente buena. Y eso le enfadó.

»Él me insistió, que la Iglesia y el Papa son la Ramera de las escrituras, que mis sentimientos venían del demonio, que si volvía al catolicismo mi vida sería un desastre en todos los sentidos. Durante una semana cada noche mi compañera me intentaba convencer; le daban instrucciones de cómo convencerme. Y le dije: “sal de mi cuarto que me confundes”. Y esos días, después de varios años, empecé a rezar a la Virgen, a pedirle que me protegiera, porque mi compañera se ponía muy sectaria y tenía miedo de que llegara a pegarme. Me dije: “en cuanto llegue a Perú con mi familia lo del mormonismo se va a acabar”. Ya sabía que no podría encajar.

De vuelta a casa: un año de insistencia

»Al final me pagaron el vuelo a Perú. Y fui a mi casa. Allí los mormones me enviaron a mi novio, a los amigos, a mi mejor amigo. Yo dudaba. ¿Volver? Pero ahora ellos me daban miedo, no seguridad. Ya mi hermano me había dicho: es una secta. Insistieron casi un año. Pero yo ni les recibía, ni a mi antiguo novio: no quería recaer por amistad. Mis papás me dijeron: corta con todos ellos. Mis padres cobraron la fuerza que antes no habían tenido.

»Estuve un buen tiempo aislada en mi casa, sólo con Internet, leyendo de gente que salía de sectas. Hablé con el párroco de mamá, pero sólo me dijo: “bienvenida, no te sientas mal”. No me dio más formación. Yo necesitaba una atención especial, acababa de salir de un grupo muy cerrado e intenso.

»Mis padres se estaban convirtiendo, avivando su fe católica en las catequesis del Camino Neocatecumenal, pero tampoco ellos me daban respuestas. Yo creía que la Iglesia católica era verdadera, y que la evangélica también lo era, porque leía muchos testimonios de ex-mormones en Internet que eran evangélicos. No había ningún “carisma” católico que me limpiase de mi experiencia mormona. Pero los pastores evangélicos tampoco me inspiraban confianza.

Los que sabían de sectas

»Y un día mi madre me dio un folleto sobre sectas de los Apóstoles de la Palabra, un apostolado católico muy basado en la apologética, en la defensa de la fe. Busqué su dirección. “Viven aquí en la esquina”, me dijeron. Llegué en bici, y allí estaban las Hermanas de los Apóstoles. Mi historia les asombró. “Nunca nos había llegado alguien con esta necesidad. Ven con nosotras los sábados”, me invitaron. Y fui a sus charlas: entendí la enseñanza católica sobre las imágenes, Dios, la naturaleza de Cristo, me dieron libros, todo bien explicado. Y ahora, cuando venían los mormones, ya no los rehuía: los enfrentaba, les sacaba la Biblia, les refutaba.

»Hoy, mirando al pasado, creo que lo que mas me ayudó fue la presencia de la Virgen María, que he reconocido después. Al volver al catolicismo, vi películas sobre ella, le recé… María, creo, es lo que más me ha alegrado recuperar, y ella me ha atraído a través de sus imágenes.

Publiqué mi testimonio en algunas webs católicas, y conocí por Internet a quien hoy es mi esposo. Él también había estado cerca de los mormones por un amigo suyo y a mí me ayudó con argumentos y amistad. Él es español, de León. Después de tres años de novios “cibernéticos” nos casamos en Lima y ahora vivimos en Madrid. Somos catequistas de niños de Primera Comunión en la parroquia de San Romualdo. Y les damos pequeñas enseñanzas de una fe razonable, para defender la fe de la Iglesia de todo tipo de ataques.

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6. Ex-mormón norteamericano: el mormonismo no soporta el escrutinio de la razón y de la revelación.

FUENTE: Religión en Libertad

 

 

El medio digital Religión en Libertad ha publicado un nuevo testimonio de un ex-mormón, Thomas Smith, que descubrió la verdad de Cristo en la Iglesia católica. La crónica es de Sara Martín, y la reproducimos a continuación.

Thomas representaba la sexta generación de mormones en su familia y estaba convencido de ser parte de la única Iglesia verdadera sobre la faz de la tierra. «Dado que los mormones creen que sólo ellos tienen el don del Espíritu Santo y que el resto del mundo está buscando a tientas la verdad en medio de la oscuridad, yo estaba convencido de que era mi responsabilidad compartir la fe en cada oportunidad que se me presentase», comienza a explicar Thomas. Al igual que tantos muchachos de 19 años, fue misionero durante dos años en el sur de Estados Unidos y estaba «emocionado por ganar conversos a la fe». Al final de su experiencia misionera, la conclusión fue clara: las verdades mormona «no soportaban el escrutinio de la razón y de la Revelación Divina».

Una primera experiencia conmovedora

«Es imposible contar todas las experiencias y pruebas que me llevaron a abandonar la fe de mis padres, pero déjenme relatar algunos ejemplos», enumera Thomas. Un día, mientras estaban recorriendo un barrio pobre de Alabama, Thomas y su compañero llamaron a la puerta de una pobre choza. Les recibió una anciana afroamericana de ojos brillantes. Le dijeron que tenían un mensaje acerca de Jesús que les gustaría compartir, y ella les recibió en su humilde hogar, «como alguien que ama a Cristo». La práctica de los mormones es comenzar con una oración a la que invitan a unirse a la persona. El 99% se unen al rezo, el 1% toma la iniciativa. Y así fue en este caso. Ella inclinó la cabeza en silencio y comenzó a rezar.

«Recuerdo claramente que, mientras le escuchaba rezar, pensaba que Dios estaría sentado a su lado en ese sofá desvencijado. No era sólo ’su’ Dios, sino también su mejor amigo, su compañero más querido que había vivido con ella una vida de sufrimiento y perjuicio. A medida que su oración íntima continuaba, aumentaba mi miedo porque sabía que, cuando la mujer terminase, tenía que hablarle sobre Jesús… Pero ella Le conocía de verdad, mientras que yo sólo ’sabía’ cosas sobre Él. Yo quería esa clase de intimidad que ella compartía con su Creador pero, para mí, Dios era alguien lejano y exigente». Esta simple experiencia no cuadraba con lo que le habían enseñado: «Había alguien que no era mormón que conocía a Dios de una manera que yo sólo podía imaginar. Se abrió para mí una puerta que me invitaba a realizar una revisión consciente y cuidadosa de mi fe».

«Si la verdad está en el mormonismo, aquí te serviré hasta mi muerte»

Thomas escuchó por boca de muchos cristianos cómo Jesucristo había cambiado sus vidas, había reconstruido sus matrimonios destrozados, y los había librado de las drogodependencias. «Podría argumentar sobre cómo interpretar un determinado versículo del Nuevo Testamento durante horas, pero nunca podía discutir con ellos acerca de cómo el Señor les había tocado y transformado sus vidas», reconoce.

Pero además, los cristianos señalaron a Thomas varios versículos de la Biblia que parecían contradecir claramente las enseñanzas mormonas. Por ejemplo, los mormones creen en la existencia de muchos dioses en el universo, el dios de este mundo es uno de tantos. «Pero la Palabra de Dios proclama claramente que sólo hay un Dios, el de la Divina Revelación. Él es el primero y el último (Is 44,6, 24; 45,5, 18). Oí hablar de las maniobras que los mormones realizaban con las Escrituras para negar el significado de estos versos, pero para mí fueron claramente la confirmación del monoteísmo», asegura.

Tras decenas de reveladores momentos y situaciones como éstas, Thomas se arrodilló una noche en su pequeño apartamento y gritó a Dios: «Padre Celestial, lo único que quiero es la verdad. Si la verdad está en el mormonismo, aquí te serviré hasta mi muerte. Si la verdad está en otra parte, dame el valor para enfrentarme a lo que eso signifique para mí». Y esta oración fue el principio de una larga travesía desde el mormonismo hasta el catolicismo: «Esta oración cambió de forma fundamental la trayectoria de mi vida. Estaba dispuesto a aceptar la verdad dondequiera que me llevase», admite Thomas.

Misionero bautista

Finalmente Thomas abandonó la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, pero, al igual que muchos otros que habían dejado de creer en ella, fracasó. ¿Hay un Dios absoluto? ¿Existe una verdad objetiva o es todo subjetivo? «Cuando has sido engañado durante tantos años, es difícil confiar en nadie. Una vez más, le pedí a Dios que me ayudase a encontrar a alguien con quien hablar de mi crisis de fe», continúa. Estaba en Utah (una de las ciudades con más presencia mormona de todo EE UU), y encontró en el periódico un pequeño anuncio de una librería cristiana. Thomas fue y terminó contándole al encargado toda su historia. Su reacción fue inesperada: «Brincó y dio volteretas por toda la librería. ¡Él era también un ex-misionero de los mormones!».

Tony, el encargado, le introdujo en el baptismo y Thomas se bautizó y se hizo misionero poco tiempo después. «Como ex-mormón que yo era, intentaba de corazón ayudar a otros mormones, especialmente a los misioneros, contándoles mis descubrimientos. Sabía que las Sagradas Escrituras son una realidad viva, y tenían el poder, junto con el testimonio cristiano, de guiarlos a la verdad si ellos estaban dispuestos a recibir la gracia de Dios», explica Thomas.

¿Es la Trinidad un invento?

Muchas de estas discusiones con otros mormones le llevaron a menudo a acalorados debates sobre la doctrina de la Trinidad, una enseñanza que estos rechazan, porque creen que la «inventaron» los católicos durante el Concilio de Nicea en el año 325. «Yo quería demostrarles que no sólo había sido revelada en la Sagrada Escritura, sino que además los primeros cristianos ya creían en ella, mucho antes del siglo cuarto. Para poder demostrarlo, recorrí bibliotecas y acudí a fuentes electrónicas sobre los primeros escritos cristianos, y descubrí muchos conversos católicos, los Padres de la Iglesia. No sólo me pareció un testimonio claro sobre la verdad central de la Trinidad, sino también me abrió los ojos a toda una serie de enseñanzas reveladoras: la devoción mariana, las oraciones a los santos, la reserva de las reliquias, una jerarquía eclesiástica de obispos, sacerdotes y diáconos, y lo más importante, la doctrina de la presencia real de Cristo en la Eucaristía», reconoce Thomas. Así, la deriva hacia el catolicismo había comenzado.

La primera misa de Thomas

Thomas se sentía abrumado, siempre había creído que las enseñanzas católicas eran más producto de enseñanzas medievales que de una verdad revelada. Se encontraba de nuevo en otra encrucijada, y recordó de nuevo la oración que tiempo antes había pronunciado: «Padre Celestial, lo único que quiero es la verdad…». Thomas trabajó con un hombre católico que vivía su fe abiertamente, una persona de virtud y alegría contagiosa, así que empezó a asaltarle con preguntas y preocupaciones. Él no siempre tenía las respuestas inmediatamente, pero siempre las encontraba. Finalmente, le invitó a misa. La primera misa de Thomas. «Al igual que muchos conversos, me sentí transportado a la orilla del Jordán y confesé con Juan el Bautista: ‘He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo’. En una palabra, por fin estaba en casa», explica Thomas con alegría.

Thomas entró en la Iglesia Católica en la Vigilia Pascual de 1996. «Recuerdo estar de pie con mi túnica blanca y una vela en la mano, con la alegría y la espera gozosa de lo que pronto ocurriría: mi plena bienvenida a una nueva casa espiritual y la recepción de Cristo en la Eucaristía», concluye feliz. Hoy, Thomas es comentarista habitual del canal católico de televisión ETWN. Imparte conferencias y ha escrito varios libros sobre el catolicismo.

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7. El vicario judicial de Salt Lake City, cuna del mormonismo, habla sobre la secta.

FUENTE: Secretaría RIES

 

 

El año 2012 ha sido el año más mediático de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (IJSUD). La candidatura del mormón Mitt Romney a la presidencia de los EE.UU. ha provocado que los medios de comunicación hayan dedicado en todo el mundo una atención muy especial a este movimiento. La propia secta ha aprovechado este impulso para llevar a cabo una estudiada campaña de imagen en diversos soportes.

La Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES) le ha dedicado amplios espacios a la IJSUD, tanto en su boletín electrónico Info-RIES y en sus dos blogs, como en el programa radiofónico "Conoce las sectas", emitido por Radio María España. Ahora publicamos en exclusiva una entrevista, demasiado condescendiente con esta secta.

Se trata de una entrevista al P. Langes J. Silva (en la foto), vicario judicial y vice-canciller de la Diócesis de Salt Lake City (Utah, EE.UU.), precisamente la ciudad que ejerce la capitalidad en la IJSUD, y cuya población es mayoritariamente mormona. Silva es doctor en Derecho Canónico por la Universidad Pontificia de Salamanca, donde realizó su tesis doctoral sobre “La estructura jurídica del matrimonio en el mormonismo y el catolicismo". También colabora en la docencia y en el ejercicio de la judicatura canónica en las Diócesis de Phoenix (Arizona) y Las Vegas (Nevada), además de ser miembro de la Canon Law Society of America (CLSA).

Cuestiones preliminares

- ¿Considera a los mormones una secta?

- Inicialmente las autoridades eclesiásticas de la Diócesis de Salt Lake City no consideran a la IJSUD como una “secta”. Dicha organización, debido al número de sus seguidores, así como a su compleja estructura jerárquica y organizativa en general, es un “movimiento eclesial (ecclesial movement)” con todos los elementos necesarios para convertirse en una “religión mundial (world religión)”. Notorias opiniones han sido expuestas con referencia a este tema por Douglas J. Davis y Jan Shipps, ambos autores no mormones, conocidos por sus serios estudios en este ámbito.

El estudio del mormonismo nos permite llegar a la conclusión de que ha pasado de ser un grupo milenarista en sus orígenes con una mezcla protestante fundamentada en el arrepentimiento, el bautismo y la salvación, y se ha convertido en una Iglesia comprometida con la observancia de rituales en los templos cuya alianza con Dios ofrece a sus seguidores un progreso eterno y una exaltación desde una perspectiva grupal y familiar.

- Si hablamos del ámbito académico, ¿qué es necesario para conocer bien al mormonismo?

- El estudio del mormonismo requiere la combinación de diferentes áreas del conocimiento como las Ciencias Religiosas, la Historia Norteamericana (y específicamente todos los datos fundacionales del mormonismo) y las Ciencias Políticas (de manera especial las áreas del Derecho Constitucional, Criminal y Eclesiástico en los Estados Unidos). La carencia de alguno de estos elementos hace que el entendimiento del fenómeno mormón sea peligrosamente superficial.

- ¿Y qué pasa con los grupos que se han escindido de la IJSUD a lo largo de su historia, como los grupos fundamentalistas polígamos que aparecen en los medios de comunicación?

- La diversidad de grupos que se han divido de la IJSUD oficial ciertamente pueden ser considerados como sectas y entre ellos se encuentran toda las derivaciones de la Iglesia Fundamentalista de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

Salt Lake City, capital de los mormones

- Su Diócesis está enclavada en el corazón del mormonismo. ¿Cómo es la relación institucional entre la IJSUD y la Iglesia católica en Salt Lake City? ¿Y las relaciones humanas entre los creyentes de ambos grupos?

- Como es bien conocido, Salt Lake City es el centro administrativo de la IJSUD desde los últimos años en la década de 1840, algo similar a la Ciudad del Vaticano para la Iglesia Católica. Aunque los mormones son la mayoría, eso no quiere decir que no existan otras Iglesias en Salt Lake City. Por el contrario, la presencia de toda clase de credos y organizaciones religiosas (cristianas y no cristianas) es una realidad que hace parte de la vida religiosa y cultural de esta ciudad. Los miembros de la IJSUD se caracterizan por su alto nivel educativo, su amabilidad y hospitalidad hacia todos los residentes y visitantes y su constante espíritu trabajador y servicial.

La Iglesia Católica, al igual que la mayoría de las Iglesias Cristianas existentes en el Estado de Utah, comparte una relación con la IJSUD basada en el respeto y la mutua cooperación. Un ejemplo de esto es la organización denominada Interfaith Roundtable en Salt Lake City, que reúne representantes de todas las denominaciones religiosas con el fin de promover el ecumenismo y el diálogo interreligioso.

- ¿Cuál es la importancia de los mormones en el Estado de Utah? ¿Cuántos hay? ¿Tienen mucho peso en la cultura, la política…? ¿Qué ventajas y desventajas tiene esta presencia fuerte?

- Los miembros de la IJSUD son la base fundacional y funcional de la ciudad de Salt Lake City y en general del Estado de Utah. En todos los estamentos gubernamentales, educativos, financieros y socio-culturales encontramos la presencia mormona; esto se ve y se acepta desde una perspectiva muy positiva, ya que los mormones son personas que promueven la paz y el bienestar social en todas las comunidades.

A través del Mormon Calendar (un informe estadístico anual de la presencia mormona en el mundo entero) la IJSUD reporta actualmente unos 14 millones de bautizados en todo el mundo. En la última década el número de mormones se ha incrementado en el mundo entero, pero ha disminuido en Utah. Los Juegos Olímpicos de Invierno de 2001 en Salt Lake City facilitaron la posibilidad para ofrecer una ventana de conocimiento al mundo de la vida en el estado de Utah; muchas personas ajenas al mormonismo han decidido establecer su residencia permanente en Salt Lake City para disfrutar de las oportunidades recreativas y culturales que este sitio ofrece.

Por otra parte, la jerarquía mormona, para enfrentar los retos del futuro, ha pedido a sus miembros el extenderse por todo el mundo como una nueva Zion (Sión); y por eso muchos misioneros mormones viajan a los sitios más recónditos del planeta.

La nominación republicana del candidato Mitt Romney refleja el nivel de influencia que los mormones han alcanzado a nivel nacional e internacional por su laboriosa dedicación en las áreas financieras, políticas y educativas. Los miembros de la IJSUD están ciertamente dedicados a mostrarse no solamente como una Iglesia militante, sino también como una fuerza política. El último Simposio del grupo Sunstone estuvo dedicados a reflexionar sobre este controvertido tema: “Mormons and Mormonism as a Political Force” (se celebró del 25 al 28 de julio de 2012 en la Universidad de Utah).

¿Un grupo cristiano?

- Católicos y evangélicos acusan a la IJSUD de no ser una Iglesia cristiana. Sin embargo, los mormones se consideran cristianos. ¿Cuáles son las razones principales para esta controversia?

- La polémica se fundamenta en los controvertidos hechos de su origen y fundación histórica, en las bases doctrinales y teológicas de su mensaje y en el hecho que los miembros de la Iglesia IJSUD parecen dar más importancia a otras realidades de su fe como el Libro de Mormón y los mensajes de Joseph Smith, más que al contenido auténtico de la Sagrada Escritura o a Jesucristo mismo. Sin embargo, cada vez es más claro para todos que el mormonismo como tal es una nueva manera de ver el cristianismo, no necesariamente desde los contenidos tradicionales del cristianismo católico.

Hablando en términos generales de aceptación, los miembros de la IJSUD no encuentran en Roma su aceptación como cristianos, debido a la divergencia en los conceptos de autoridad, sacramentalidad y ejercicio del presbiterado. Los protestantes y los evangélicos en general no aceptan a los mormones como cristianos tan pronto como la Exaltación presentada por ellos le quite valor y descentralice el sacrificio de la Cruz de Cristo. Autores independientes como Richard and Joan Ostling en su libro Mormon America reconocen en el mormonismo una nueva forma de interpretar el cristianismo.

- ¿Los mormones pretenden dar una cara cristiana para captar adeptos? ¿Puede afirmarse esto?

- Los miembros de la IJSUD se presentan como un grupo cristiano “restaurado” y “auténtico”, pero al mismo tiempo no ocultan las raíces de su fundación y su completa adherencia al Libro de Mormón (The Book of Mormon) y a su manual de vida en el libro Doctrinas y Convenios (Doctrine and Covenants). La Iglesia católica no reconoce en ellos una Iglesia cristiana y, por tanto, sólo establece con ella un diálogo interreligioso y no una acción ecuménica. Debido al hecho que ellos no tienen un gran interés en adaptar sus creencias, y a que se consideran la verdadera Iglesia de Jesucristo en la tierra, no existe en este momento una iniciativa para modificar la naturaleza de esa relación.

Los orígenes mormones

- ¿Cómo valora los textos y los hechos fundacionales del mormonismo? ¿Son fiables?

- Existe un gran interés por explorar la autenticidad histórica y teológica de los textos y los hechos fundacionales del mormonismo, no solamente fuera de la estructura mormona como tal, sino también al interior de ellos mismos, lo cual ha creado divisiones muy claras dentro de ellos. Existen organizaciones dentro de la IJSUD dedicadas al estudio de dichas realidades, por ejemplo The Institute of Religion de la Universidad de Utah en Salt Lake City, o FARMS (Foundation for Ancient Research in Mormon Studies), que opera desde la Universidad de Brigham Young University en Provo, Utah, y que está completamente subsidiada por la IJSUD.

Otras entidades procurar ser fieles a la IJSUD pero se identifican como asociaciones privadas e independientes, como es el caso de la Mormon History Association. Otros grupos han surgido en reacción a los planteamientos tradicionales de la IJSUD e inclusive en oposición a ciertas acciones, como es el caso de la organización Sunstone, que se identifica como un numeroso grupo de intelectuales y académicos provenientes del mormonismo que estudian asiduamente los contenidos y los retos del mormonismo en el mundo moderno.

Otros grupos fuera del mormonismo se ocupan de realidades particulares como por ejemplo el grupo Tapestry against Polygamy y otros grupos que operan desde diferentes universidades en los Estados Unidos como la Universidad de Utah y el Utah Valley State College.

- Sobre el tema de la veracidad del Libro de Mormón, y de los demás escritos del fundador. Han intentado maquillar con multitud de datos, cambios, interpretaciones los errores históricos, arqueológicos, genéticos, lingüísticos, de esos pueblos que ellos dicen que fueron a América. ¿Qué ocurre dentro del mormonismo para seguir creyendo ese libro que consideran divino y sin embargo está tan vapuleado por la verdad científica?

- Esta pregunta puede verse desde dos perspectivas diferentes: de un lado, la controversia sobre el Libro de Mormón no deja de ser más que un asunto académico de secundaria importancia para aquellos mormones que aceptan su fe siguiendo las enseñanzas de sus líderes. De otro lado, para los que están fuera del mormonismo no deja de ser otra forma de atacar la validez del contenido de la fe mormona. Es importante establecer que la primacía en el movimiento mormón le es dada al profeta, la profecía, y luego a los textos.

El Libro de Mormón es primariamente un texto que presenta las ideas bíblicas de la obediencia/desobediencia al plan de Dios en Jesucristo y su fin es el de mostrar una revelación animada por Joseph Smith como profeta, vidente y revelador, pero la dirección de la IJSUD como tal le es dada al texto de Doctrinas y Convenios (comúnmente citado como D&C), que contiene las directivas y revelaciones de los profetas posteriores a Joseph Smith y Brigham Young.

Esto es evidente en los tres factores fundacionales del mormonismo: 1) el testimonio y llamada de Joseph Smith que lo lleva a la tarea de la “restauración del evangelio”; 2) la subsiguiente traducción de dicha llamada; 3) la serie de continuas revelaciones.

-¿Es verdad que el fundador de los mormones conocía y practicó dentro de la Masonería y que algunos rituales secretos de los mormones son fiel reflejo de rituales masónicos?

- Para muchos estudiosos del mormonismo como Douglas J. Davis es evidente que la masonería tuvo un gran impacto en los orígenes del mormonismo. Dicho impacto fue notable en el momento de la construcción de los templos mormones, comenzando con el templo en Nauvoo, Illinois, y en las actividades que se realizan en dicho templo. David John Buerger en su libro Salvation in the theology of Joseph Smith señala que Joseph Smith entró en contacto con la masonería unos pocos meses antes que los rituales del endowment comenzaran en el templo de Nauvoo, y que posiblemente su hermano Hyram y su padre comenzaran a ser miembros de la masonería antes del año 1827.

Otros notables conversos al mormonismo como Heber C. Kimball, Newell K. Witney, John C. Bennett y Brigham Young, fueron masones y consejeros cercanos a Joseph Smith. Lo que parece haber atraído a Joseph Smith a la masonería fueron la búsqueda de un refugio de sus enemigos, el hecho de disfrutar de un alto nivel de confidencialidad (secrecy) y su pasión por los misterios del pasado.

Estudios profundos del contenido de los rituales mormones que actualmente se celebran en los templos mormones, reflejan algunos elementos tomados de rituales masónicos; sin embargo, muchos otros elementos provienen de las prácticas de las Iglesias Cristianas que poblaron la costa Este de los Estados Unidos y del sinnúmero de misioneros itinerantes que poco a poco se desplazaron por el Medio Oeste y el Oeste de los Estados Unidos. Los rituales mormones se han refinado cada vez más con las intervenciones de los diferentes Apóstoles que han liderado la IJSUD desde Brigham Young, adaptándose a las necesidades de los tiempos.

La “iglesia restaurada”

- Los mormones dicen que ellos son la iglesia restaurada, ya que Jesús, al resucitar fue a EE.UU. primeramente y contó a los pobladores de allí la verdad de la iglesia. ¿Es esto así?

-Varios son los principios fundacionales de la IJSUD; uno de esos principios, sin lugar a dudas, es “el principio de la restauración”. Los mormones creen firmemente que ellos son el producto de la restauración de la Iglesia de Jesucristo realizada por la mediación de Joseph Smith y las revelaciones que él recibió directamente de Jesús. Muchos escritos han estudiado el principio de la restauración; entre ellos podemos destacar el de Richard S. Van Wagoner, quien explica dicho principio a través de tres factores.

El primero de ellos, el de la imagen de Joseph Smith que se proyectó como el fundador carismático del mormonismo en una época específica de la historia norteamericana conocida como la era del presidente Jackson; el segundo factor es la resolución de Joseph Smith de fundar una nueva religión basada en la traducción de un libro sagrado, el Libro de Mormón, que le daría al nuevo continente la oportunidad de tener un pasado sagrado y un futuro milenario; finalmente, el tercer factor es el de la libre interpretación que Joseph Smith hizo del Antiguo Testamento, lo cual repercute en un nuevo entendimiento del Reino de Dios, del uso del templo y de las prácticas religiosas que en ellos se realizan, del sacerdocio concedido como un poder a los mormones observantes y finalmente la idea de la poligamia bíblica como parte del “principle of restauration of all things” (el principio de restauración de todas las cosas). Esta área del principio de restauración fue reevaluada, de forma que los mormones actuales no practican abiertamente la poligamia y dicha práctica permanece como parte de las creencias de los mormones fundamentalistas conocidos como IFJSUD (Iglesia Fundamentalista de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días).

La IJSUD afirma haber restaurado todas las cosas de la misma forma como Jesucristo las estableció; sin embargo, los mormones han terminado en la práctica con un sistema sacramental y gubernamental similar al de la Iglesia Católica y al de otras Iglesias Cristianas, pero con notables diferencias en la forma como se ejerce un sacerdocio desde una perspectiva laical y donde la IJSUD se lidera desde una estructura jerárquica compleja. Desde el principio de la restauración, la IJSUD proclama que ellos, por tanto, son la verdadera Iglesia de Jesucristo, no ya otros cristianos más, sino los verdaderos y auténticos cristianos.

-¿Podría decirnos cómo están divididas las corrientes de los mormones frente a las divergencias en los temas del mormonismo, como la cristología, la Iglesia, o la escatología?

- Muchas son las clasificaciones que pueden presentarse; sin embargo, por efectos de brevedad, yo prefiero explicar sólo algunas. Desde el momento del desarrollo del mormonismo en su largo recorrido desde la Costa Este hasta su llegada al Valle de Salt Lake, se reconocen dos tipos de mormones: los de las Montañas Rocosas (the Rocky Mountain Mormons) y los de las praderas (the Mormons of the Prairie). Los primeros inmigraron con Brigham Young y se establecieron en el Valle de Salt Lake y son conocidos por su talante conservador y su austeridad en la observancia de las leyes en orden de preservar el espíritu de Joseph Smith; los segundos permanecieron y se establecieron en las planicies o praderas del Medio Oeste, negándose a desplazarse con Brigham Young hacia el Oeste en la búsqueda de la Nueva Zion; los mormones de las praderas se abrieron a un diálogo con otros inmigrantes no mormones y progresivamente asimilaron los elementos de la cultura cristiana tradicional. De estos últimos han brotado divisiones que se consideran ahora Iglesias Protestantes.

Otra rama del mormonismo proviene del 6 de Abril de 1860, cuando Joseph Smith III aceptó la posición de Presidente y Profeta de la conocida como IRJSUD (la Iglesia Reorganizada de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días), quienes rechazaron la autoridad de Brigham Young.

Una vez establecidos en Salt Lake City y superada la crisis de la IJSUD en la controversia sobre la poligamia con los Estados Unidos, episodio conocido en la historia Norteamericana como the Mormon question, los Mormones experimentaron una gran división de parte de aquellos que rechazaron el Manifiesto del 24 de Septiembre de 1889 y quienes deseaban continuar con la práctica del matrimonio plural. Encontramos entonces el nacimiento de la IFJSUD (Iglesia Fundamentalista de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días).

Estos se han dividido en numerosos grupos que se han diseminado por las regiones más apartadas de los estados de Utah, Idaho, Arizona y Nevada, y quienes continúan la práctica del matrimonio plural en contra de las leyes de los Estados Unidos; entre las muchas divisiones del mormonismo fundamentalista encontramos: the United Effort Plan, the Apostolic United Brethren, the Church of the First Born, the Lambs of God, the Evangelical Church of Christ, the Branch of Christ’s Church, the Millenial Church of Christ, the Patriarchal Order, etc.

Un pronunciamiento decisivo del Vaticano

- En el año 2001, la Congregación para la Doctrina de la Fe señaló que el bautismo de los mormones no es considerado válido. ¿Por qué?

- Efectivamente, el 5 de junio de 2001, la Congregación para la Doctrina de la Fe, en respuesta a la pregunta sobre la validez del bautismo administrado por la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (IJSUD) contestó de forma negativa. Después de muchos años de estudio de este tema la Congregación llegó a la conclusión de que la intención de quien administra dicho bautismo en la IJSUD, al igual que la intención de quien lo recibe, no son las intenciones pretendidas por el bautismo realizado en la Iglesia Católica.

Aunque los mormones utilizan el agua para sus bautismos (por inmersión), en algunos casos, la fórmula trinitaria no es explícita. Es importante estudiar el detallado comentario de Urbano Navarrete publicado por el L’Osservatore Romano en los meses de julio y agosto del año 2001 en las ediciones en inglés y en español.

- Esta decisión de la Santa Sede, ¿es bien conocida entre los católicos? ¿Qué efectos tiene en la pastoral ordinaria de su Diócesis?

- La declaración de la Congregación para la Doctrina de la Fe tiene implicaciones pastorales y administrativas, no solamente en la Diócesis de Salt Lake City, Utah, en los Estados Unidos, sino en todas las diócesis del mundo donde se encuentran los miembros de la IJSUD. La declaración presentada por la Congregación para la Doctrina de la Fe no establece una presunción, sino que afirma una verdad definitiva, la cual orienta la actividad administrativa y judicial de la Iglesia.

En otras palabras, si el bautismo fue administrado por la IJSUD, no puede existir una presunción de duda sobre su validez. El hecho es que si el acto del bautismo fue celebrado en la IJSUD, esto es suficiente para considerar el acto inválido en todos sus efectos. Esta declaración para la Doctrina de la Fe en nada sorprendió a los miembros de la IJSUD, ya que ellos no aceptan la validez de ningún tipo de bautismo cristiano y, por tanto, ellos bautizan a todos aquellos que se convierten a su Iglesia, sin importar el bautismo que previamente hayan recibido.

De igual manera, los mormones aceptan que el proceso de configuración con Cristo iniciado en el bautismo es diferente al que se efectúa con la recepción de otro bautismo cristiano. Desde este punto de vista se puede afirmar que los mormones pretenden iniciar una nueva forma de cristianismo ajena al cristianismo tradicional.

Con referencia a los catecúmenos y a los sacramentos de iniciación cristiana, los mormones son considerados por la Iglesia Católica como personas no bautizadas. De acuerdo con esto, si un mormón desea ser católico, las normas de los no bautizados aplican para ellos de acuerdo con las normas del actual Código de Derecho Canónico en los cánones 606, 788 y 1181§1; específicamente para los Estados Unidos rigen las normas de la Conferencia Episcopal, Rite of Christian Initiation of Adults (Ordo initiationis Christianae adultorum), publicadas en 1988.

De especial forma se acentúa que los mormones no pueden participar en la ceremonia de un bautismo católico como padrinos de acuerdo con la norma del canon 874§2 del actual Código de Derecho Canónico. Similarmente, de acuerdo con las normas de los cánones 844 y 845 del actual Código de Derecho Canónico, los mormones no tienen la capacidad de participar de la communicatio in sacris con referencia a los sacramentos de la Penitencia, la Eucaristía y la Unción de los Enfermos con otros cristianos no católicos.

La Iglesia Norteamérica está profundamente dedicada al programa del RCIA (Roman Catholic Instruction for Adults), que es el programa catequético que da la bienvenida a todos aquellos que desean convertirse a la Iglesia Católica, ya sea que hayan recibido el bautismo previamente en otra Iglesia Cristiana o que nunca hayan recibido en bautismo en absoluto. Desde este punto de vista, la realidad pastoral en la Diócesis de Salt Lake City implica que la gran mayoría de los candidatos para la recepción en la Iglesia Católica proceden del mormonismo y, por tanto, la mayoría de ellos llegan a nosotros sin haber recibido un bautismo válido ya que de forma previa han sido bautizados inválidamente en la IJSUD.

Matrimonio, también inválido

- ¿Qué implicaciones tiene esto, por ejemplo, en el caso del matrimonio?

- La declaración de invalidez del bautismo administrado en la IJSUD tiene implicaciones con referencia a la celebración del matrimonio, la forma de la celebración, el posible uso del Privilegio Paulino de la Fe, la disolución del matrimonio en favor de la fe y en los procesos de nulidad matrimonial. De acuerdo con los cánones 1055 y 1056 de la actual codificación canónica, la primera consecuencia es que los matrimonios contraídos por los mormones no son sacramentales y, por tanto, las propiedades esenciales del matrimonio de la unidad e indisolubilidad, no están presentes de una manera especial. De igual manera esto se aplica a los matrimonios celebrados entre un mormón y una persona válidamente bautizada. En otras palabras, dichos matrimonios no son ratum y, aún si consummatum, no son ratum et consummatum.

En el caso del matrimonio de un católico con un miembro de la IJSUD, la dispensa de disparidad de culto debe ser concedida para su validez de acuerdo con los cánones 1126 y 1126 del actual Código de Derecho Canónico. Una vez que la dispensa de disparidad de culto haya sido concedida, el matrimonio puede ser celebrado con la forma canónica y litúrgica propia como lo requiere el canon 1117 o puede ser celebrado en una Iglesia o en otro lugar apropiado de acuerdo con el canon 1118§3. En algunos casos, por cuestiones prácticas, la dispensa de la forma canónica puede ser concedida siguiendo la normativa canónica.

- Siguiendo con los sacramentos, usted precisamente escribió su tesis doctoral (en la Universidad Pontificia de Salamanca) sobre el matrimonio mormón, en comparación con el matrimonio católico. ¿A qué conclusiones llegó en su estudio exhaustivo?

- Sí, es verdad, yo presenté mi tesis en la Universidad Pontificia de Salamanca el día 14 de noviembre de 2006 bajo el título The Juridial Stucture of marriage in the Church of Jesuscrist of Later-day Saints and the Roman Catholic Church. A juridical comparative study. La dirección de mi tesis estuvo a cargo del Dr. D. Federico Aznar y la tutoría del Dr. Paul M. Tinker. La tesis original puede ser leída en inglés en la biblioteca de la Universidad Pontificia de Salamanca y el extracto de tesis No. 52 en Español puede ser consultado en la misma biblioteca. Los años que dediqué en la preparación de dicha tesis, y el tiempo que actualmente me ocupa en el estudio del fenómeno del mormonismo, me han enseñado que nos encontramos ante una realidad compleja que no acredita respuestas breves o soluciones simplistas. Permítame presentar algunas breves reflexiones del resultado de dicho estudio.

Las siguientes son las dificultades que se encuentran al iniciar un estudio comparado entre la IJSUD y la realidad teológica y jurídica de la Iglesia Católica:

– La IJSUD no tiene un Código de leyes o un cuerpo de estatutos como existe en la Iglesia Católica. Las implicaciones jurídicas de la doctrina mormona se encuentran dispersas en una selección de escritos aprobados por sus Autoridades Generales entre las cuales se destacan: El Libro de Mormón, el libro de Doctrinas y Convenios, y el libro de La Perla del Gran Precio. Algunas de las fuentes mormonas no se encuentran disponibles para el público en general, como por ejemplo, los rituales de algunas ordenanzas que se celebran en el templo y, de manera particular, la celebración del matrimonio en los templos mormones, la cual permanece en cautelosa custodia de los mormones.

– La terminología usada por la IJSUD, así como el concepto y contenido de la ley, tienen connotaciones y significados diferentes de la forma como estos elementos son usados en el contexto cristiano católico.

– La IJSUD se puede describir como una estructura religiosa que continúa experimentado fuertes cambios en su dinámica interior (estructura jerárquica y teológica) y en su proyección exterior al mundo; dichos factores pueden ser enunciados de la siguiente forma: la diversidad étnica y la naturaleza religiosa de sus miembros; la multitud de hechos históricos en el momento de su fundación y a través de su desarrollo; y el incremento de su actividad misionera.

El contenido de mi tesis es presentado en tres capítulos: el primer capítulo es una visión completa de la historia de la IJSUD (principios teológicos, estructuras de gobierno y de los sacramentos, y los momentos históricos más relevantes en la historia Mormona). El segundo capítulo presenta una profunda reflexión sobre las nociones fundamentales y los principios generales de la IJSUD relacionados con el sacramento (la ordenanza) del matrimonio. El capítulo 3 presenta el estudio jurídico comparado con énfasis en los sistemas judiciales de cada Iglesia y las implicaciones en referencia a la descontinuada práctica del matrimonio plural en la IJSUD oficial. La tesis completa está acompañada por una serie de diagramas, apéndices y textos oficiales que pretenden condensar el extenso contenido de cada área.

La imposibilidad del ecumenismo

Desde el ámbito práctico, la IJSUD no muestra ninguna preocupación por iniciar un diálogo con la Iglesia Católica que permita la discusión de las áreas doctrinales; desde este punto de vista una acción ecuménica no es ni siquiera considerada en un futuro cercano. Como quiera que sea los mormones muestran un gran interés en compartir proyectos sociales, educativos y culturales con otras iglesias o entidades gubernativas o educativas; en esta área el diálogo interreligioso continúa siendo una tarea que provee una gran beneficio a la comunidad en general.

Desde la perspectiva canónico/jurídica, mi tesis enumera al final las diferentes formas de proceder en un tribunal eclesiástico con referencia a los matrimonios fracasados que involucran a los mormones con los católicos y la forma de resolver los matrimonios previos de los mormones que deciden convertirse a la Iglesia Católica:

– En muchos casos encontramos matrimonios civiles de católicos con mormones que sólo requieren una declaración de invalidez por falta de la debida forma canónica.

– En algunas instancias los miembros de la IJSUD pueden recibir el Privilegio Paulino de la Fe de un matrimonio previo, si reúnen los requisitos establecidos por el actual Código de Derecho Canónico en el canon 1143.

– En otras instancias, los mormones pueden solicitar la disolución de un matrimonio previo a favor de la Fe, si todos los requisitos establecidos por la Congregación para la Doctrina de la Fe en Norma De Coficiendo Processu Pro Solucione Vinculi Matrimonialis in Favores Fidei son reunidos, especialmente los enumerados en el Art. 4, 1° y 2°.

– Finalmente, en algunos casos siempre queda el recurso de iniciar un proceso formal de nulidad matrimonial cuando dichos matrimonios no reúnen los requisitos para una Declaración de falta de forma, un Privilegio Paulino o una Disolución en favor de la fe.

Con referencia a la celebración de matrimonios entre católicos y mormones se recomienda una instrucción matrimonial realista y seria que exponga los aspectos de un matrimonio afectado por la disparidad de culto (cánones 1066-1067 de la actual codificación canónica). El ministro católico debe obtener una certeza moral que la parte mormona acepta sinceramente el compromiso matrimonial (cánones 1125-1126), que ambos contrayentes expresen la madurez necesaria para contraer matrimonio y que no existan indicaciones de una posible exclusión del bien de los hijos (contra bonum prolis), de la fidelidad (contra bonum fidei) o de la permanencia del matrimonio (contra bonum sacramenti).

Son varios los factores que pueden indicar que un matrimonio entre un católico y un mormón pueda estar ante un grave riesgo de fracaso desde el mismo momento de su celebración; por ejemplo, el grado de compromiso de la parte mormona, la aceptación de la doctrina católica por parte de ambos contrayentes, la expectativa de una futura conversión al mormonismo con el objetivo de celebrar un matrimonio celestial en un templo mormón.

La mayoría de las diócesis en los Estados Unidos han desarrollado planes específicos de preparación para parejas afectadas por la disparidad del culto, que hayan cohabitado por algún tiempo antes de la celebración del matrimonio en la Iglesia Católica o que hayan celebrado su matrimonio civil previamente.

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8. Los mormones digitalizan cientos de miles de documentos de archivos públicos de la Comunidad Valenciana.

FUENTE: Varios medios

 

 

El año en que el tatarabuelo del tatarabuelo de usted falleció en el Hospital General de Valencia o el día en el que el antepasado suyo del que tantas veces le habló su padre se alistó para la Guerra de Cuba son datos de los que usted no tiene ni la más remota idea. La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (IJSUD), sí. Así comienza el artículo que ha publicado el diario Levante-EMV, firmado por Francesc Arabí.

Digitalización de la Diputación y el Hospital General

La organización FamilySearch, la organización para la investigación genealógica fundada por los mormones, está ultimando la digitalización de parte de los registros y archivos históricos de la Diputación de Valencia, en especial del Hospital General, fundado en 1512. La labor que desarrolla desde hace cuatro años, merced a un convenio suscrito con la corporación que preside Alfonso Rus, presenta como resultado 3 millones de datos digitalizados, explicó a Levante-EMV Jesús Sánchez, el responsable de la sociedad genealógica y religiosa en España.

La digitalización es gratuita a cambio de incorporar los datos a la Biblioteca de Historia Familiar de Salt Lake City, en Utah (Estados Unidos), el cuartel general y cuna de esta secta. La investigación de archivos históricos no es un capricho mormón ni una afición, sino el eje central de su doctrina. La identificación de los antepasados para dilucidar el árbol genealógico familiar es clave en su creencia cristiana de redención de los muertos y su exigencia de unión familiar.

A la vez que construyen el banco de datos para que la comunidad mormona internacional —en Utah constan ya 200 registros españoles—explore sus ancestros, con su trabajo documentalista FamilySearch atiende su principio de «establecer relaciones positivas con el entorno y realizar obra social». Es una forma de ganar influencia y allanar el camino al proselitismo.

Tarea que ha levantado suspicacias en la Diputación cuando se ha planteado la renovación del convenio para rematar los trabajos. En la comisión provincial de servicios generales en la que debía prorrogarse el acuerdo, el pasado 13 de diciembre, la diputada popular Carlota Navarro aparcó este punto del orden del día —lo incluyó como una cuestión de trámite el secretario— para estudiarlo con el presidente Rus, tras la petición de explicaciones por parte del diputado socialista José Ruiz.

¿Qué dice la ley española?

Los mormones subrayan su mensaje de tranquilidad. La ley española permite el acceso público a los registros siempre que los documentos hayan cumplido 50 años o que hayan transcurrido 25 desde el fallecimiento de la persona protagonista. Sánchez advierte, no obstante, que por criterios garantistas Family Search prefiere «remontarnos años más atrás, hasta 1920 o 1930 para evitar problemas». En el caso del convenio provincial, se han estado catalogando nacimientos, defunciones, expedientes de quintas, padrones, o matrimonios documentados desde hace cuatro siglos.

El convenio con la Diputación no es el único. El Ayuntamiento de Requena ha suscrito un acuerdo para digitalizar sus archivos. Los mormones han digitalizado datos históricos de Dénia, Alcoi, Xàtiva, Sueca, Gandia, Carcaixent, Corbera o Alzira. Catorce millones de mormones pueden buscar pistas de sus antepasados en estos municipios. Entre ellos, los más de 50.000 españoles de esta fe, de los que casi 10.000 son valencianos.

La secta ha experimentado un ascenso significativo en las «estacas» de Valencia y Elx —dos de las trece que hay en España—, que serían a la IJSUD lo que las diócesis a la Iglesia católica. En los últimos meses han abierto cuatro centros de culto más en tierras valencianas y ya son 15. Son las llamadas capillas o barrios, el equivalente a las parroquias. La secta mormona se implantó en tierras valencianas en 1970, cuando ocho misioneros estadounidenses comenzaron a predicar en Valencia, con el apoyo de militares de las bases de Estados Unidos en España.

La secta de la genealogía

Los archivos valencianos figuran ya en Utah, donde hay registradas 3.000 millones de personas fallecidas en 110 países, explicó el director de asuntos públicos de la organización en España, Sergio Flores. Quizás resulte sorprendente, pero 21 diócesis españolas han firmado convenios con los mormones para adaptar archivos a los nuevos tiempos tecnológicos, revela Sánchez.

Igual que peregrinar a la Meca al menos una vez en la vida constituye uno de los pilares del Islam, indagar en los archivos para conformar el árbol genealógico de la familia es obligación sagrada para los fieles de la IJSUD. La cadena ha de tener eslabones de al menos cuatro generaciones. «Hay quien tiene 60.000 nombres de su familia y alguno se ha remontado hasta Jesucristo», apunta Sergio Flores, uno de los responsables de esta confesión en España.

Rezar por los difuntos y bautizarse y casarse en su nombre forma parte de su doctrina. El matrimonio no es para toda la vida, «es para la eternidad», matiza Flores. Entre sus normas de conducta, los mormones observan una vida de «rigorismo», en la que no cabe el alcohol o el tabaco. El mormón más célebre actualmente es quizás el candidato republicano que le disputó la Casa Blanca a Obama, Mitt Romney.

En otras localidades de la región

Desde hace años la IJSUD se ofrece a los ayuntamientos de la Comunitat Valenciana para microfilmar gratuitamente las series de quintas y de los nacimientos que se guardan en los archivos municipales a cambio de llevarse una copia a los Estados Unidos. La intención de los mormones es facilitar todos esos datos a cuantos miembros de su secta deseen encontrar a sus antecesores, dado que así pueden rezar por ellos, e incluso llevar cabo un «bautismo póstumo». Lo cuenta también el diario Levante-EMV, firmado por tres de sus redactores.

En la Safor (comarca de Valencia), Gandia es, de momento, la única ciudad a la que se le hizo ese ofrecimiento. Ocurrió hace cerca de diez años. En virtud de un convenio con el ayuntamiento y de acuerdo con la norma de que garantiza el libre acceso a los archivos históricos, miembros de la secta microfilmaron durante semanas cientos de libros. Buscaron todos los padrones de población desde 1820 a 1920, así como los expedientes de quintas desde el siglo XVIII también hasta 1920. El ayuntamiento no facilitó los registros de años posteriores, dado que se trata de documentación susceptible de estar protegida por la ley.

El archivero Jesús Alonso recuerda que a lo largo de tres o cuatro meses un miembro de la IJSUD llevó a cabo «de forma minuciosa» toda la microfilmación de los libros. «Tenía especial interés en que se pudieran leer bien los nombres», indica Alonso, quien recuerda que durante ese tiempo tuvieron que estar muy pendientes de estas personas, dado que suya era la responsabilidad de custodiar los documentos, que no se estropearan y que, bajo ningún concepto, salieran del archivo municipal.

En Requena-Utiel, el Ayuntamiento de Requena ha firmado un convenio de colaboración con la IJSUD para digitalizar todas las series genealógicas del archivo municipal de Requena, desde el siglo XVIII hasta principios del XX. El acuerdo facilitará al consistorio requenense disponer de una copia gratuita de la digitalización de unos 115.000 documentos, mientras que para los mormones supone cumplir con el compromiso religioso contraído con sus miembros para que estos puedan encontrar a sus ancestros, que mediante la celebración de un bautismo póstumo en el que el familiar vivo representa a la persona fallecida, pueden abrazar esta confesión.

El compromiso se ha firmado a través de la empresa Family Research International, que es parte de un proyecto mundial de la Sociedad Genealógica de Utah, gestionada por la IJSUD, que a través de su página en internet pone al alcance de expertos y ciudadanos el mayor archivo de genealogía del mundo, que está centralizado en unas instalaciones ubicadas en un recinto excavado en la roca en el estado de Utah (EE.UU.).

El programa plantea la digitalización de 115.000 páginas documentales, correspondientes a series históricas del archivo que contienen información genealógica, además de económica, fiscal, militar, demográfica, electoral, etc. El volumen principal de documentación es de los siglos XVIII y XIX, aunque los registros más antiguos son los primeros repartos de milicias de 1622 y la serie de peonadas de viña que arranca en 1651. Otras series a digitalizar son el Catastro del Marqués de la Ensenada (1752), amillaramientos, elecciones del siglo XIX, contribuciones locales, registro civil, milicia nacional y voluntarios realistas o quintas.

En la Marina, Dénia fue pionera en 2006 en dar la posibilidad a los vecinos de reconstruir su árbol genealógico hasta el siglo XVI. La digitalización de los archivos cedidos por la parroquia de l’Assumpció permitió entonces poner en marcha el servicio «Busca els teus avantpassats». En estos años, cientos de vecinos han rastreado sus orígenes. Además de conocer la evolución de su línea familiar durante los últimos cinco siglos, los archivos digitalizados ofrecen datos sobre la profesión, lugar de residencia o procedencia de los ascendientes de los actuales dianenses.

Las ciudades más importantes de l´Horta y algunas de las que tienen archivos municipales más amplios -incluso con un funcionario responsable- no se plantean, por el momento, cederlos a colectivos como los mormones o cualquier otra entidad privada, para que realicen gratis el proceso de digitalización de los documentos. En Torrent el concejal de Cultura, Modest Muñoz, explica que el colectivo no ha planteado esta posibilidad pero, de entrada, no son partidarios de ceder un archivo a una institución privada porque «tendríamos que estudiar incluso si es legal desde el punto de vista de la protección de datos». En Paterna el planteamiento es similar. Dudan de que una cesión de ese estilo no vulnere algún aspecto de la legislación ya que existen en los archivos datos confidenciales de personas. Y en Mislata, la responsable del archivo municipal ha explicado que no ha recibido ninguna petición.

Cerca de 120.000 páginas de padrones de habitantes, censos de población o quintas que se conservan en el archivo municipal de Alzira ya forman parte desde el año 2003 de esta base de datos. El Ayuntamiento de Alzira firmó hace ya una década un convenio por el que autorizaba a la Sociedad Genealógica de Utah, un departamento de la IJSUD, la microfilmación de los documentos genealógicos datados entre los años 1789 –los más antiguos que se conservan– y el año 1920 y recibía como compensación una copia de los registros microfilmados. En aquel momento se valoró que el acuerdo suponía un ahorro ya que los trabajos de microfilmación de actas y correspondencia que se estaban realizando en aquellos momentos suponían un gasto medio mensual de 420 euros.

La Sociedad Genealógica de Utah también llegó a un acuerdo con el Ayuntamiento de Sueca en 2000 para microfilmar y digitalizar fondos del Arxiu Històric Municipal. Concretamente, padrones de habitantes y censos, así como el registro civil de nacimientos, matrimonios y defunciones desde 1797 hasta 1921. El minucioso trabajo, sin coste para el municipio, se llevó a cabo a lo largo de dos años. El resultado se puede consultar en la página web municipal a través de un enlace a la base de datos de la sociedad mormona. También se habilitó un vínculo a los libros de quintas del ejército relativos a Sueca entre 1916 y 1919 pertenecientes a la Diputación Provincial de Valencia.

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