La Iglesia apoya pero no es garante de la tregua

El Arzobispo de San Salvador asegura que la tregua entre las maras no resuelve el problema de la violencia en su país

 

El arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar, reconoció hoy que la «tregua» entre pandillas ha disminuido los homicidios pero señaló que no resuelve el problema de la violencia en El Salvador. Mons. Escobar, asimismo, puntualizó que, institucionalmente, la Iglesia en el país centroamericano no es «mediadora» ni «garante» de la «tregua», aunque sí la apoya y es solidaria con el obispo castrense, Mons. Fabio Colindres, participante en el proceso.

11/02/13 8:44 AM


(Efe) El país está en «una situación muy difícil. Me refiero a la violencia», como lo demuestra que «la sociedad (...) en todas las encuestas pone este problema en primer lugar», dijo el arzobispo en su rueda de prensa tras la misa dominical en la catedral de San Salvador.

«Y si bien es cierto que hay menos homicidios, el problema no se ha resuelto», afirmó.

«Vemos bien todo esfuerzo que se hace en dirección de obtener la paz pero lamentamos que todavía se estén dando estos casos de violencia», remarcó.

La «tregua» entre las principales pandillas salvadoreñas consiste en que sus miembros no se maten entre sí y ha disminuido los homicidios en más del 50% desde que se inició en marzo de 2012, según las autoridades.

Escobar reiteró el llamamiento de la iglesia al Gobierno y la sociedad salvadoreña para buscar un «gran acuerdo nacional» ante la violencia.

Sobre el papel institucional de la iglesia en el pacto entre las pandillas, Escobar expresó: «No somos mediadores, esa es la verdad (...), no somos garantes tampoco».

La «tregua» fue producto de la mediación del obispo Colindres y del exdiputado del gobernante Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) Raúl Mijango, de acuerdo con el Gobierno, que niega haber negociado con los pandilleros.

«La participación de la iglesia, entiendo, fue sobre todo al inicio; fue una iniciativa, nos hizo saber monseñor Fabio, con el mejor sentido humanitario que él tomó para que se propiciara este proceso de pacificación», explicó Mons. Escobar.

«Todavía hoy él sigue acompañando con buena voluntad, queriendo coadyuvar, queriendo ayudar en cuanto se pueda, pero nosotros como iglesia, digo la verdad, no estamos en el proceso como parte beligerante, como parte esencial del proceso o como mediadores», dijo.

El 20 de mayo de 2012, Mons. Escobar dijo que la mediación de la iglesia entre las pandillas «ya tuvo su momento» y que «el protagonismo que desarrolló al principio ya lo hizo (...), ya no le corresponde», sino al Gobierno y al resto de la sociedad.

Sin embargo, el 3 de junio siguiente el arzobispo manifestó al respecto: «No fui muy preciso, no hemos cambiado (...), la iglesia no está retirándose del proceso».

Hoy, el prelado indicó: «El gesto nuestro es solidario con monseñor (Colindres) y estamos siempre unidos a él en comunicación, y vemos con buenos ojos lo que él está haciendo».

«Pero si me pregunta si como iglesia nosotros estamos jugando ese papel de mediadores y la tregua está en nuestras manos, no, debo decir que no», enfatizó.