14.02.13

Lozano Barragán: el cardenal “fuera de la jugada”

A las 8:07 PM, por Andrés Beltramo
Categorías : Benedicto XVI, Sucesión Papal

Del Vatican Insider (ITA)

Es el único cardenal mexicano que vive en Roma. Presidente emérito del Pontificio Consejo para la Pastoral de la Salud, Javier Lozano Barragán se convirtió, por azares del destino, en el purpurado “fuera de la jugada”. Una caída le impidió presenciar el Consistorio durante el cual el Benedicto XVI anunció su dimisión. Y apenas 15 días atrás cumplió 80 años, perdiendo la oportunidad de elegir al próximo Papa. De esta manera se perdió dos momentos clave que quedarán plasmados en la historia de la Iglesia.

¿Cómo recibió la noticia de la renuncia del Papa?

Con una sorpresa muy grande y con tristeza. Para mí Benedicto XVI es una persona excepcional, con cualidades muy altas para llevar a cabo el ministerio petrino. Me da mucha tristeza que él mismo haya dicho que han disminuido sus facultades, tanto físicas como de ánimo.

Por otro lado admiro su valentía al reconocer y su humildad para decir: “ya no soy apto para seguir adelante con este ministerio. Entonces, ante Dios y ante mi conciencia, tengo que dejar el cargo a otra persona”. Para eso se necesita una entereza y una coherencia grande. Respeto su decisión aunque estaba muy contento con su pontificado.

Usted no estuvo presente en el Consistorio, ¿por qué?

Sufrí una caída hace un mes. Me rompí el hombro y la mano derecha. Me enteré aquí en mi casa, porque me llamaron de una radio de Colombia y me avisaron. Al principio pensé que era una broma pero luego, al aire, escuché la voz de Federico Lombardi confirmando la noticia. Ya entonces no me cupo duda. Había sido convocado a ese Consistorio, tengo aún en mi escrito la invitación, pero no pude asistir porque en estas condiciones ni siquiera puedo ponerme la sotana.

¿Cómo se explica la decisión del Papa?

La explicación obvia son sus casi 86 años. Si uno con 80 años como yo, ya me siento disminuido imagínese a esa edad. Por eso debemos ser comprensivos.

Apenas en enero usted cumplió 80 años y quedó fuera del Cónclave, ¿lo lamenta?

A diferencia de lo que pudiera pensarse, que uno lamentaría estas situaciones, yo me alegro. Ya participé en un Cónclave, me di cuenta de la responsabilidad tan grande que significa elegir un Papa y no quiero volverla a tener. Fue una responsabilidad que asumí hace ocho años y salió todo muy bien, pero el riesgo es que no salgan las cosas como deberían ser. Claro que Dios escribe derecho en renglones torcidos, pero yo no quisiera ser ese renglón torcido

¿Qué expectativa le genera el Cónclave?

Hay que pedir a Dios al hombre correcto para el lugar correcto. Con la altura que tuvieron los últimos papas, ¡vaya paquete que le queda a quien venga! Ojalá el próximo tuviese las cualidades de los anteriores. Esperemos tener una gratísima sorpresa en marzo.