22.02.13

 

“Te quitan la voluntad, te hacen dudar hasta de tu propio nombre”, narró Blanca Castro (en la foto), esposa de uno de los líderes de la secta Defensores de Cristo, desmantelada en enero pasado en México, durante una conferencia de prensa ofrecida por víctimas, de la que se hace eco AFP.

Autoridades mexicanas de migración irrumpieron el 25 de enero pasado en una finca en Nuevo Laredo (noreste del país), para desmantelar esta secta que, según la Red de Apoyo a Víctimas, con sede en Argentina, llegó a tener presencia vía internet en 80 países, con unas 4.000 víctimas en México y 10.000 en el resto de los países. Un total de 24 integrantes, 14 extranjeros -entre ellos el líder español Ignacio González de Arriba- y 10 mexicanos fueron detenidos.

“Me hicieron comer vísceras crudas y, ¿sabes qué?, con hambre te comes lo que sea”, relató Castro, quien señala que fue violada, obligada a participar en orgías, encerrada y golpeada. La mujer que se casó en 2009 con el venezolano Losanger José Arenas Segovia, uno de los líderes de la secta ahora detenido, describió el profundo pozo de sufrimiento en el que vivió durante los 10 meses que estuvo retenida y del que huyó a Perú, donde se escondió hasta que la secta fue desmantelada.

Aseguró que la encarcelaron por varios días, sin comer, y luego la obligaron a ingerir las vísceras crudas de un cerdo. Debió practicar la poligamia y someterse a grabaciones de prácticas sexuales. Castro señaló que a uno de sus hijos, menor de edad, lo encerraron en un cuarto y lo obligaron a ver pornografía para prepararse a practicar la poligamia cuando sea adulto, mientras que a una niña de 9 años la obligaron a casarse con un hombre de 40.

A Norma, otra de las víctimas, le quitaron miles de dólares con la promesa de que le regenerarían la matriz e incluso que quedaría embarazada luego. Como ellas, miles de personas llegaron a la finca ubicada en Nuevo Laredo y fueron sometidas a varios delitos.

Blanca Castro dijo que poco después de casarse con el venezolano, quien utilizó su casa y negocio como base para la secta, llegó González, máximo líder de la organización, ahora preso, y quien se hacía llamar “Cristo encarnado”. El señuelo para captar a sus víctimas eran cursos vía internet de bioprogramación, salud alternativa, poderes psíquicos y magia y sexualidad, entre otros.

Estos cursos empezaron a impartirlos desde 2004 vía internet y de manera presencial en 2010. Sus precios iban desde $1.300 a $130.000, según un comunicado elaborado por la Red de Apoyo a Víctimas de Sectas (Ravics). Lo más caro era comprar un lugar como “apóstol de Cristo”. Estas personas llegaban a vivir en la finca, a la que ellos llamaban El Monasterio, en la que se convertían en esclavos y eran los encargados de enganchar a los adeptos que recibían cursos.

“Yo vi cómo llegaban de Chile, Bolivia, España, con sus maletas y el dinero que les era exigido en efectivo”, recordó Castro, quien mostró correos electrónicos en los que los líderes enviaban a sus víctimas las cifras que tenían que pagar. Los adeptos eran tratados con extrema crueldad recibiendo todo tipo de vejaciones, maltrato emocional, tortura psicológica y humillaciones, señaló la organización.

Ravics ha encontrado cuentas bancarias de la secta en México, Venezuela, España, Colombia, Chile, Argentina, Uruguay, Paraguay, Brasil, Bolivia, Ecuador y Perú. Allí recibía pagos por cursos ‘on line’, que en su mayoría no eran entregados.

A los adeptos se les decía que dependiendo del dinero depositado podrían recibir hasta un total de 343 poderes sobrenaturales como el de poder resucitarse a sí mismos y a otros, curar todas las enfermedades por imposición de manos, devolver la vista a los ciegos, hacer caminar a los paralíticos, leer la mente y obtener grandes riquezas, según informó El Siglo de Torreón.

Además, leemos en SIPSE, los seguidores también obtenían poderes, supuestamente, como superfuerza física como la de Sansón, generar un corazón nuevo, un hígado nuevo o un pulmón nuevo, rejuvencer físicamente, obtener el amor eterno, eliminar el hambre y el dolor en sí mismos.

Y en los demás, lograr inmunidad a todos los venenos, hipnosis colectiva para dominar a las masas, alquimia, materialización de riquezas, enviar a las almas de los moribundos directamente al cielo, manipular los elementos de la naturaleza, matar a una persona con solo una mirada, alargar el pene, convertirse en un dios del placer sexual, hacer todos los milagros que hacía Cristo, entre otros.