NOTA DE PRENSA
Mons. JIMÉNEZ PRESIDE, ESTE MIÉRCOLES, A LAS 11 DE LA MAÑANA, LA TRADICIONAL MISA CRISMAL, EN COMPAÑÍA DE CERCA DE 200 SACERDOTES DE LA DIÓCESIS
- .- El presbiterio diocesano, este día, renuevan en esta solemne Eucaristía sus promesas sacerdotales
- .- Mons. Jiménez consagrará el Santo Crisma, el aceite con el que se ungirán, el resto del año, a los bautizados, confirmados y nuevos sacerdotes que se ordenen
- .- El obispo exhorta a los fieles a que asistan a esta Misa, “por el hondo sentido de la celebración”
SANTANDER | 25.03.2013
Los sacerdotes de toda la Diócesis de Santander están convocados para este miércoles 27, para participar en la catedral en la tradicional Misa crismal que será presidida por el obispo, Mons. Vicente Jiménez. El sentido de esta celebración, que se iniciará a las 11 de la mañana, es el de manifestar la comunión de los sacerdotes con su obispo, por lo que es costumbre que en este día asistan cerca de 200 presbíteros de la Diócesis.
La celebración hace referencia, igualmente, a los sacramentos de la iniciación cristiana, por lo que “está llena de vida”, y durante la misa los sacerdotes renuevan sus promesas y “su entrega al Señor” para seguir sirviendo a sus comunidades.
En esta misma Eucaristía, Mons. Jiménez consagrará el Santo Crisma y también bendecirá los Santos Oleos, que estarán depositados en tres grandes ánforas situadas en el altar. Para ello el obispo sigue un antiguo rito de la tradición de la Iglesia.
Así, con el Santo crisma, se ungirán, a lo largo del año, a todos los recién bautizados; sustancia que también servirá para sellar a los nuevos confirmados y para ungir a los sacerdotes que sean ordenados. Este crisma también se utiliza en la dedicación de las iglesias, en la consagración de los altares y se emplea para ungir en la cabeza a los nuevos obispos cuando son revestidos con esta dignidad.
Para consagrar en Santo crisma, que esta formado por aceite de olivas, el obispo sopla hacia el interior de una gran ánfora, mientras invoca al Espíritu Santo. Además, a esta sustancia se la añade un perfume; de modo que cuando se unge a los fieles, “éstos difundan una agradable fragancia, como signo de que los cristianos propagan el aroma del buen olor de Cristo”.
Por su parte, con los Santos óleos, son signados los catecúmenos como preparación y disposición previa al bautismo; también son empleados por la Iglesia para impartir el sacramento de la Unción de enfermos para que éstos reciban el alivio de su debilidad y consigan el perdón de sus pecados.
Sentido de la Misa Crismal
La Misa crismal es una de las celebraciones con mayor sentido espiritual del año, aunque es poco conocida por los fieles. El mismo Concilio Vaticano II (1962-65) resalta que se trata de un día en el que los sacerdotes de la Diócesis concelebran la eucaristía con su obispo, lo que representa un signo de unidad.
Dado el sentido de la celebración, se “invita a todos los fieles” a participar en la misa crismal, porque contemplarán en ella a los sacerdotes de la Diócesis reunidos con su Pastor, y será una eucaristía en la que se tendrán muy presentes a todos los enfermos que necesitarán el auxilio de Dios a lo largo de este año.
GABINETE DE PRENSA
Santander, 25 Marzo 2.013
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