3.03.13

 

Todavía te encuentras con algún católico de buena voluntad que ante el desencanto con la política en general, y con los dos partidos mayoritarios en particular, te dice que se está planteando para las próximas votar a Unión, progreso y democracia, el partido de Rosa Díez.

No espabilamos. Rosa Díez ha sido y en el fondo sigue siendo, el PSOE sin más diferencia que su postura inequívoca frente al terrorismo. Y NADA MÁS. Por ejemplo, es una formación decididamente pro – abortista.

Poco a poco van enseñando la patita. Leo en Religión Digital las declaraciones del portavoz de UPyD en Euskadi, Gorka Maneiro, que no tienen desperdicio alguno. Me voy a limitar a entresacar algunas perlas:

“Es necesario avanzar en la “laicidad del Estado y la autofinanciación de la Iglesia Católica y de otras confesiones". Para empezar. Una mentira y un disparate. Porque la iglesia católica se autofinancia y lo del estado laico no se contempla en parte alguna. Pero es como si hubiera un consenso para cambiar lo del estado aconfesional que dice la constitución, por un estado laico, que son cosas bien distintas.

Más adelante lo repite: “es necesario avanzar en la laicidad del Estado”. Y dale. Que la constitución dice otra cosa, pues es igual. Viva el estado laico y si cuela, cuela.

“El caso de las confesiones religiosas y su tratamiento en materia fiscal, ya que obtienen importantes beneficios, como la exención de pago del Impuesto de Bienes Inmuebles, que no se aplican a otras asociaciones dedicadas a otros fines sociales". Simplemente que me diga cuales.

“No tiene mucho sentido que estén exentos del IBI los locales dedicados al proselitismo, las oficinas de la curia o las residencias de obispos, canónigos y sacerdotes, por lo que proponemos que deben pagar el IBI". Ahá. ¿Y cuáles son esos lugares? Sigue diciendo el señor Maneiro: “contemple la distinción entre las actividades sociales y las de promoción de la doctrina religiosa".

¿Se dan cuenta? Eso en definitiva lo que quiere decir es que el despacho de Cáritas estará exento de IBI, pero las aulas de catequesis no, ni los templos, ya que para este señor ofrecer servicios religiosos o explicar la fe a los niños respondiendo a la demanda de los padres no es hacer una labor social, es simplemente proselitismo.

Esto no es PSOE. Esto es el anticlericalismo más radical comparable solo al de la república y que trajo lo que trajo. Pues a ver si vamos espabilando y nos damos cuenta con quién nos jugamos los cuartos.