Católicos
04 de marzo del 2013

La Adoración Perpetua funciona. La parroquia madrileña que se estrenaba hace dos semanas no ha encontrado problemas para que se cubran los turnos

La semana pasada dábamos cuenta en Religión Confidencial del nacimiento de una nueva capilla de Adoración Perpetua en un barrio joven de la Diócesis de Madrid. La noticia tuvo muy buena acogida entre los lectores. Dos semanas después, el párroco nos cuenta su alegría al descubrir que los turnos se cubren con facilidad.


 

"He de decir que está siendo mucho más sencillo de lo que yo jamás hubiera podido imaginarme", dice Jorge, el sacerdote que organiza esta parroquia Beata María Ana Moragas. Explica que "los turnos se cubren sin especiales problemas" aunque hay algunas horas libres.

Sí es cierto que, aunque todos los turnos se cubran, no siempre hay la misma cantidad de personas. "Raro es el momento del día en el que no hay tres o cuatro personas en oración, incluso a altas horas de la noche o en la madrugada. Por la tarde es normal encontrarse con diez, doce, quince personas". Además, junto a las que se "apuntan", aumentan las que pasan y se quedan, impresionadas por el ambiente de oración.

"Confiaba en el Señor, pero se han superados todas las previsiones" dice este sacerdote de Tres Olivos, en Madrid, que empieza a barajar ideas como establecer grupos de oraciones, como vigilias mensuales o una hora santa con jóvenes. "Somos demasiado humanos y confiamos apenas en nuestras propias fuerzas. Pero cuando todo se pone en Dios, Él lo va haciendo. Jamás pude imaginarme en octubre que esto fuera posible".