7.03.13

Recordando a Faustino

A las 1:19 AM, por Eleuterio
Categorías : General

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Los grandes en la fe suelen ser los que han comprendido quiénes son comparados con Dios Creador.

Y, ahora, el artículo de hoy.

Faustino

La hoja informativa nº 20 “Faustino” dice, justo al comenzar la misma, “El pasado 11 de octubre, 50 aniversario del Concilio Vaticano II se abrió el Año de la Fe hasta la fiesta de Cristo Rey de noviembre de 2013. El papa Benedicto XVI nos pide hacer más viva nuestra fe e irradiarla a los demás, en especial a los alejados. Durante este mismo año -3 de marzo de 2013- celebramos también el 50 aniversario de la ida al cielo de nuestro Faustino”.

Seguramente habrá personas que no conozcan a este joven cuya fama de santidad fue con su vida y con él mismo a lo largo de sus pocos años de vida terrena y que se encuentra, ahora mismo, en pleno proceso de beatificación.

¿Quién fue Faustino?

Una pequeña biografía que recoge el webcatólicodejavier nos dice que el joven

“Nació en Valencia (España) el 4 de agosto de 1946. Fue alumno del Colegio Nuestra Señora del Pilar desde los seis años hasta su muerte, el 3 de marzo de 1963, víctima de la enfermedad de Hodgkin, cuando cursaba Preuniversitario (C.O.U.).

Alegre, simpático, entusiasta del deporte, del camping, de todo lo bueno. Pocos podían sospechar la grandeza de alma que se escondía en el cuerpo menudo de este chico sencillo y amigo de todos: su fidelidad a toda prueba, su voluntad de hierro, su amor intenso a Cristo, su cariño filial a la Virgen. Miembro de la Congregación-Estado de María Inmaculada (C.E.M.I.) desde 1962, el 9 de febrero de 1963, después de recibir la unción de los enfermos, hace su consagración definitiva.
Sintiendo en sí, desde 1960, la llamada del Señor, su gran ideal fue consagrar su vida a la salvación de los hombres como religioso marianista; prometiendo, antes de morir, ocuparse desde el cielo de las vocaciones.

A través de su diario puede rastrearse un poco la obra del Espíritu Santo en su alma totalmente entregada al Señor.

Su biografía “Tal vez me hable Dios” está traducida a múltiples idiomas: español, italiano, francés, inglés, húngaro, polaco, portugués y coreano. Existen biografías más breves y de diversos autores escritas en papiamento, rwandés, sueco y albanés. El libro sobre los favores concedidos por Faustino, llamado ´Los panes y los peces de Faustino´, ha sido traducido recientemente al polaco. Otra obra del Padre José María Salaverri, ´Los cuatro síes de Faustino´, ha sido editada, entre otras lenguas, en kinyarwanda, la lengua nacional de Ruanda. Por su parte, la escritora sueca Katarina Johanson publicó en su país otro libro para niños sobre la vida de Faustino.

Su proceso de beatificación, que se inició en 1986 en Valencia, sigue actualmente su curso en Roma. El 27 de noviembre de 2009 se reunieron en Roma, en la Congregación para los Santos, los ocho teólogos encargados del estudio de las virtudes, favores y fama de santidad. Presididos por el promotor de la fe y el relator de la Causa, dieron sus opiniones por escrito, todas favorables.”

“Tal vez me hable Dios” es una expresión que Faustino dejó escrita en su diario. Verdaderamente esperaba que el Creador se dirigiera a uno de sus hijos, a uno de los que supieron darse cuenta de que era importante para el Todopoderoso por lo que hacía y por cómo lo hacía. Y Faustino, en eso, fue un discípulo aventajado.

En una ocasión, dejó dicho cuál era su verdadera vocación. Lo dijo de una manera tan sencilla y gozosa como ésta:

“Es maravilloso pensar que voy a estar toda la vida al servicio de Jesús y de María. Voy a ser un pescador de almas. Lo he pensado mucho y me gustaría ir, como religioso marianista, a Sudamérica, donde tanta falta hacen manos para salvar a las almas”.

Faustino, aunque en la vida terrena no había llegado a ser, como él mismo dice, pescador de almas, cumplió lo prometido porque ya hay personas que han reconocido que su vocación a la vida religiosa se ha fundamentado en el propio Venerable Faustino.

Y digo de lo Venerable porque como era de esperar a tenor de lo aquí traído, Benedicto XVI, aprobó el 14 de enero de 2011, las virtudes heroicas de Faustino tras el estudio, por parte de un grupo de nueve teólogos, de lo que había escrito y, también y sobre todo, con los testimonios, muchos, que había, que hay, sobre el comportamiento entre nosotros de aquel joven en proceso de subir a los altares de la Iglesia católica.

Concluyeron así: “Faustino ha practicado las virtudes cristianas de modo heroico”. Y, en efecto, lo su fueron.

Para aquellas personas que quieran pedir la intercesión de Faustino les dejo la siguiente oración:

Señor, Tú nos has dado en Faustino un ejemplo admirable de fidelidad a las exigencias de tu divino amor: acudimos a Ti para que, si es voluntad tuya que sea glorificado ante tu Iglesia, lo manifiestes concediéndonos la gracia que deseamos alcanzar. (Pídase la gracia).

Te lo pedimos poniendo por intercesora a María, tu Madre, a quien él tanto amó en la tierra. Amén.

Padrenuestro, Avemaría, Gloria.

Y para aquellas personas que quieren tener un conocimiento más extenso de nuestro próximo Beato, pueden dirigirse a:

http://webcatolicodejavier.org/Faustino.html
http://www.marianistas.org/faustino/

Niño santo Faustino, ruega por nosotros.

Eleuterio Fernández Guzmán